La conversación íntima de dos enamorados (Dios y el alma)
Mañana muchos celebrarán el día de S. Valentín, un sacerdote mártir del que poco más se sabe con certeza. Se piensa que fue apresado por actuar como testigo de la Iglesia en muchas bodas cristianas (prohibidos en aquel tiempo) y que curó a la hija ciega de su carcelero, dejándole una nota a esa niña firmado: “Tu Valentín”, lo cual se supone dió origen a las tarjetas que se intercambian en su fiesta los que se aman. También parece ser que su fiesta se estableció en medio del mes de febrero para cristianizar fiestas paganas de amor.
En los EE.UU. es muy popular hasta con no creyentes y en las escuelas públicas casi todos se desean un feliz día de S. Valentín sin ningún problema. Claro que la comercialización tiene mucho que ver con eso. Según la compañía de tarjetas Hallmark, un 65% de las personas en los EE.UU. celebran ese día comprando tarjetas “valentines”, mientras que 38% compran dulces y 32% flores. Casi la mitad de los que compran tarjetas lo hacen los cinco días anteriores y 40% los compran padres para sus hijos. [Fuente: portal del censo en los EE.UU.]

En vista de la campaña publicitaria ateísta que se está extendiendo a España, conviene reflexionar sobre cómo Herodes dijo a los Reyes Magos en
Los nombres que usamos no sólo nos identifican, sino que pueden expresan algo sobre los que nos dieron nuestros nombres, como por ejemplo su cultura, su formación, sus deseos de uno por la persona nombrada, etc. Aunque el nombre “Jesús” ya existía entre los judíos, Dios Padre deja claro el origen divino del nombre propio de su hijo al mandar al Arcángel Gabriel a anunciarlo a la Virgen María, y confirmando públicamente por medio sobrenatural que en el hijo de María se van a cumplir la larga espera de los hombres por la salvación de los pecados. Así, pues, Simeón confirmó en 
¡Feliz Año Nuevo 2009 a todos!





