¿Cómo se preparó S. José para la Navidad? (Lc. 1, 27)
El Papa Benedicto XVI nos invitó durante el rezo del Ángelus de este pasado domingo a “aprender de [María y José] el secreto del recogimiento para gustar la alegría de la Navidad” (Ángelus, 21.12.08). Fijémonos en “un hombre llamado José, de la estirpe de David” (Lc 1, 27), como le describe el Evangelio del 4o. domingo de Adviento. Él, según S. Bernardino de Siena, “Fue elegido por el Padre Eterno como fiel cuidador y guardián de sus más preciados tesoros, a saber, de su Hijo y de su esposa; cargo que él cumplió con absoluta fidelidad.” (Sermón 7). No se conserva ninguna palabra suya, pero él demuestra con sus obras y su silencio interior que “Si alguien no falta con palabras es un hombre perfecto, porque es capaz de dominar toda su persona.” (Santiago 3, 2)


Para aprender del Señor “hay que tratar de conocer su vida: leer el Santo Evangelio, meditar aquellas escenas que el Nuevo Testamento nos relata, con el fin de penetrar en el sentido divino del andar terreno de Jesús.” (S. Josemaría Escrivá,