Cuando los hijos se niegan a rezar

En el Evangelio de la Solemnidad de Cristo Rey [21.11.2010], el Señor le dice al Buen Ladrón desde el Trono de Su Cruz: “Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lc. 23, 43). ¡Cuánto nos gustaría alcanzar esa meta celestial con nuestros seres queridos!

Pero por el camino nos tenemos que armar de paciencia y enfrentar situaciones que nos desafían cuando menos nos lo esperamos, como nos cuenta una lectora, María, que escribe para pedir consejo:

Mi hija de 2 años y medio siempre ha rezado con nosotros antes de acostarse y ha bendecido las comidas. Una de sus primeras 20 o 30 palabras fue ‘amén’ y siempre antes de dormir me decía que había que rezar a Jesusito y a la Virgencita, se ponía de rodillas y con las manos juntas y rezábamos las dos juntas.

Hace uno o dos meses, cuando vamos a rezar dice ‘Yo no’ y aunque la digo que yo sé que ella es una niña buena y que quiere mucho a Jesusito y a la Virgencita, que no quiere que se pongan tristes, etc. no hay manera de convencerla. A veces al terminar de rezar ha dicho “ahora a la Virgencita, pero yo no", como diciendo ¡eh! ¡que se te olvida!. Yo pensaba que tendría un dilema cuando empezaran a negarse a ir a Misa ¡¡¡¡pero no tan pronto!!!! Y la verdad es que no tengo claro qué debo hacer.

“Yo, por supuesto, sigo rezando y ella me sigue viendo, repetimos el mismo ritual todos los días… Los domingos vamos juntos a Misa y antes de salir de la iglesia nos acercamos a despedirnos del sagrario y de la Virgen… Pero cuando llega la hora de acostarse o la de bendecir la mesa, nos encontramos invariablemente con el “Yo no".

“Sin embargo, sí que es cierto que en otras ocasiones, cuando entra en un sitio nuevo que tiene un crucifijo, a veces sí se acerca, lo mira, me dice que es Jesusito, le pregunto si le quiere y me dice que sí; me dice que tiene pupa y yo le digo que se la han hecho las personas malas, pero que nosotras se la curamos con besitos y oración… En fin, que otras veces es un verdadero ángel, lo único que se niega a rezar como venía haciendo desde hace como un año… Y no tengo claro cual debería de ser mi reacción…”

—————————

María, es maravilloso que haya conseguido establecer tan buenas costumbres en su familia como describe. Ese buen ejemplo, sin duda alguna, tiene y seguirá teniendo su efecto en su hija, aunque esté pasando por un período “rebelde”, lo cual es algo muy normal a su edad. Está haciendo lo debido al seguir invitándole a rezar con la familia y no permitiéndole dejar de rezar sin más. Quizá podría preguntarle a su hija que por qué en esos momentos determinados se niega a rezar (y supongo que ya lo habrá hecho).

A decir la verdad, mis hijos no siempre se limitan a un simple “Yo no” cuando se les ocurre negarse a rezar y a veces han acabado castigados por la rabieta. Poquito a poquito, van comprendiendo mejor las razones por las cuales rezamos y se van interesando más por su cuenta en lo que decimos al rezar juntos. Necesitan ser guiados por el buen camino porque les cuesta hacerlo (como a todos).

Rezo por ellos (como hace por su hija) y pido al Señor que ilumine sus corazones, pero también que me conceda la paciencia para no dejar de buscar todos los medios posibles para acercarles a Él. ¡Tantas veces quisiéramos que Cristo Rey reinara ya en nuestras almas y en nuestros hogares, pero Él no se impone y espera con paciencia y ternura a que Le abramos nuestros corazones uno a uno! Nos pide a los padres que cooperemos con Él, enseñándoles a los hijos que ha puesto bajo nuestro cuidado a reconocer esa llamada suya en la oración.

Él mismo nos dio en el Calvario el mejor ejemplo de paciencia. Él podría haber concedido al Buen Ladrón su conversión en cualquier momento, pero eligió hacerlo tras cargar con la Cruz y ser crucificado. Podría haber bajado de la Cruz para demostrar su poder y obligarles a todos los que se reían de Él a reconocer Su Divinidad. Pero no lo hizo.

Hace poco oí a un sacerdote explicar que la palabra “paciencia” viene de “passio”, “pasión”, o “sufrir”. Ser pacientes, dijo a un grupo de madres, no es algo pasivo como esperar al autobús sin hacer nada, sino una acción por la cual aceptamos el sacrificio que nos espera por amor a Dios y al prójimo, como hizo el Señor sobre la Cruz. Sto. Tomás de Aquino nos recuerda: “Grande fue la paciencia de Cristo en la cruz: ‘Corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe: Jesús, que, renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia” (Heb. 12, 2). (“Exposición sobre el Credo”).

Así deberíamos de renunciar nuestra comodidad para darles buen ejemplo a nuestros hijos cuando nos cuesta y no darnos por vencidos cuando no quieren hacer lo que es mejor para ellos. Hay esperanza para todos cuando nos resistimos a Dios en algún momento u otro, o sea que pidamos ayuda a Jesucristo Rey.

———————————————-

Jesús dulcísimo, Redentor (Acto de consagración del género humano a Jesucristo Rey)

“Jesús dulcísimo, Redentor del género humano, míranos arrodillados humildemente en tu presencia. Tuyos somos y tuyos queremos ser; y para estar más firmemente unidos a ti, hoy cada uno de nosotros se consagra voluntariamente a tu Sagrado Corazón. Muchos nunca te han conocido; muchos te han rechazado, despreciado tus mandamientos. Compadécete de unos y de otros, benignísimo Jesús, y atráelos a todos a tu Sagrado Corazón.

Reina, Señor, no sólo sobre los que nunca se han separado de ti, sino también sobre los hijos pródigos que te han abandonado; haz que vuelvan pronto a la casa paterna, para que no mueran de miseria y de hambre. Reina sobre aquellos que están extraviados por el error o separados por la discordia, y haz que vuelvan al puerto de la verdad y a la unidad de la fe, para que pronto no haya más que un solo rebaño y un solo pastor.

“Concede, Señor, a tu Iglesia una plena libertad y seguridad; concede a todo el mundo la tranquilidad del orden; haz que desde un extremo al otro de la tierra no se oiga más que una sola voz: Alabado sea el Divino Corazón, por quien nos ha venido la salvación; a él la gloria y el honor por los siglos. Amén.

“Al fiel cristiano que rece piadosamente el precedente acto de consagración del género humano a Jesucristo Rey se le concede indulgencia parcial. La indulgencia será plenaria si este acto se reza públicamente en la solemnidad de nuestro Señor Jesucristo Rey.” (“Manual de Indulgencias”, 1986)

[Foto de estatua sobre Montaña Cristo Rey en New Mexico, EE.UU.: MJCdetroit en Wikimedia Commons]


Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]
: ¿Qué le contestaría a María, teniendo en cuenta las enseñanzas de la Iglesia? Si tiene hijos, ¿cómo ha superado situaciones parecidas?

Siguiente post – Milagros – “Sálvate a ti mismo y a nosotros” (Lc. 23, 39)

11 comentarios

  
Norberto
Pues la cosa es bien simple, la niña está en la edad de la "primera rebeldía", que antecede al "esto es mío", sin más.

Desde luego comentarios como "que no quiere que se pongan tristes", no ayudan porque la niñita no conciencia moral, lo normal es que los olvide, pero como se insista los recordará y pueden producir el efecto contrario al pretendido.

Si ella ve a sus padres, ambos, rezar lo hará de nuevo, pero sin coacciones, que,nunca,conducen a nada bueno.

---------------------------------------

Norberto, cómo lo tenemos los padres intentando enseñarles a los hijos a ser pacientes y compasivos (que etimológicamente también viene de "passio"), a "sufrir" y a "sufrir" por amor... :) Pero, no lo hacemos solos, ya que Dios está con nosotros.

S. Francisco de Sales recomienda que la disciplina siempre sea con dulzura con eso de que se cazan más moscas con un poco de miel que con un barril de vinagre, pero reconozco que eso me cuesta bastante a veces. Bueno, ese santo tardó 19 años en dominarse, o sea que hay esperanza.

Creo que hace falta mantener un equilibrio sano entre la firmeza para que los hijos puedan ir formando bien sus conciencias y la dulzura para que se sientan amados... los dos en moderación, que creo es lo que describe María, que reacciona con dulzura, intentando comprender a su hija, pero también insistiendo en la importancia de que ella se supere a sí misma. Un saludo.

22/11/10 6:59 AM
Hola María Lourdes:

Yo ya tengo a mis hijos con 11 años. Parece que fue ayer cuando entraron en casa.

La verdad es que no hemos experimentado nunca el rechazo a rezar de manera directa. Algunas veces, el sueño o las prisas, les hacen rezar más rápidamente y con menos convicción... pero nunca lo han rechazado.

Últimamente, al rezar el Padre Nuestro en la cama... suelen coger velocidad y a veces ni se les entiende. Así que recomenzamos y les decimos que la oración la
hacemos juntos, por lo que no podemos ir cada cual por donde nos guste. Como papa o mama son más lentos que ellos... tendrán que esperarnos :)) Eso de ser condescendiente con los adultos, les encanta. les hace sentir importantes :)

Hubo un tiempo en que mostraron cierto rechazo a ir a misa lo domingos, pero tras integrarles en un grupo de catequesis de post-comunión que viene justo después de la misa... han encontrado una motivación para ir. A veces hay que hacer malabarismos para ir sorteando los rechazos que experimentan.

Llevar a los niños por el camino de la oración es complicado y hay que reconocer que solo después de que encuentren su conversión personal, podrán entender la profundidad de todo ello. Nosotros, como padres, enseñamos y proponemos... pero su vida es suya y ellos la tendrán que vivir.

Un abrazo en Cristo :)

------------------------------------

Miserere mei Domine, muchas gracias por compartir su experiencia con sus hijos (que están en el umbral de otro período "rebelde", la adolescencia).

Me parece muy buena idea la de que los niños tengan el ejemplo de otros niños y se unan a ellos en la oración. Uno de los posts más comentados no cuando se publicó sino desde entonces es uno dedicado a la Armada Blanca, por lo cual me alegro. Son niños que se consagran a Dios Padre por la Virgen María y se comprometen a rezar todos los días y se juntan semanalmente o mensualmente para rezar con otros niños.

Mis hijos han tomado mayor interés en la oración tras ver a otros niños rezando en su colegio o en la parroquia. Un saludo.
22/11/10 10:02 AM
Qué hermosura de blog. Enhorabuena

------------------------

Pablo Pomar, le agradezco mucho su interés en el blog. ¡Qué interesante el suyo! Un saludo.
22/11/10 1:22 PM
  
Fred
Tengo hijos de 2 a 7 años. En estas edades, es normal que digan no sin pensarlo, a veces por rebeldia, a veces porque quieren jugar. A veces solo hace falta razonarles y otras seguirles el juego y darle la vuelta, con otro juego. No hay que darles demasiada importancia a estas reacciones infantiles. Pero ayuda muchísimo que en el colegio también recen, para que vean que es algo normal en la vida.

----------------------------------

Fred, en mi opinion, muchas veces los ninos prueban los limites ("test the waters" en ingles), algo que es muy necesario y normal. Cada padre conoce a sus hijos lo bastante bien como para darse cuenta de lo que es normal para ellos.

Lo que dice sobre los colegios es una razon por la cual mi esposo y yo decidimos que nuestros hijos fueran a un colegio catolico. Un saludo.
22/11/10 2:54 PM
  
Odet
¡Qué bello post ML!
Como de momento la niña no quiere rezar, yo lo que hacía con mi hija por la noche era que le contaba cosas de la vida de Jesús, por ejemplo: nació en Belén, murió en Jerusalén, sus amigos eran: Marta, Lázaro y María, los padres de la Virgen María se llamaban Ana y Joaquín y esto hace que poco a poco le coja cariño a los personajes del N.T.
Después cuando se sabía la historia yo le preguntaba y ella contestaba y todas las noches ya me lo pedía.
Puede ver también películas como José rey de los sueños, el príncipe de Egipto, aunque mi hija era algo mayor que la hija de María y que no se preocupe pues mi hija a esa edad no rezaba y hoy no se duerme sin rezar sus oraciones.
¡Ah! se me olvidaba, no quiso hacer la 1ª comunión cuando le tocaba y yo no la obligué, 3 años después fue ella la que me lo pidió y fue una experiencia maravillosa para ella, un abrazo María.

-----------------------------------------------

Odet, me parece muy buena esa idea de hablarles mas a los ninos sobre el Senor para que Le vayan conociendo mejor y asi poder amarle mejor tambien. El Senor nos va guiando a cada uno hacia El mientras dejemos la puerta a nuestro corazon abierto al menos una rendija, y tengo la impresion de que la hija de Maria no se ha cerrado a todo lo espiritual, por lo que dice su madre. Me alegro mucho de que su hija rece todos los dias. Un saludo. [Lo siento, pero no puedo usar mi ordenador donde estoy y no se poner acentos con el que estoy usando.]
22/11/10 3:17 PM
  
Gregory
Reconozco que disfruto de este espacio cada vez que aparece. El tema de las oraciones y los niños es asunto delicado, lo digo así porque enseñar a los niños las oraciones, el temor de Dios no siempre da resultados rapidos sino por el contrario en la infancia se ve piedad pero como mucha gente me dice: "Cuando llegue a la adolesencia ya veraz como se aleja" suponemos y esperamos que vuelva si las raices son fuertes no se desvinculara del todo si no prefiero no hablar que responsabilidad la de los padres en trasmitir la fe.

-------------------------------------------

Gregory, creo que es muy importante que los padres perseveren en la obligacion que tienen de ensenarles a sus hijos sobre la fe. Digo "obligacion", porque lo es. Es pecado grave para los padres catolicos descuidar la educacion en la fe catolica de los hijos que Dios ha puesto bajo su cuidado.

Eso dicho, no hagamos caso de eso de que todo se dara por perdido en la adolescencia. Hay bastantes estudios que demuestran que lo que se planta en la infancia no se pierde, y que de mayores, los que tuvieron el buen ejemplo de sus padres en la fe suelen tener una mayor tendencia a volver a la fe. Quiza es cuestion de madurez.

Lo que si es mas seguro es que si no se les encamina hacia el Senor, tendran mas dificultad encontrandole, y eso perjudicaria a los hijos y a uno mismo tambien, porque los padres tendran que dar cuenta al Senor de lo que hicieron para preparar a sus hijos a recibir el gran don de la fe (que es un don que debemos pedirle al Senor conceda a nuestros hijos). Un saludo.
22/11/10 3:26 PM
  
solodoctrina
María.

Tenemos 8 hijos educados en la religión católica, en cumplimiento de la promesa matrimonial, ante Dios.

Usted recién empieza y el camino es largo. Paciencia es la virtud que le sugiero aplicar.

De manera que, le aconsejo que no se angustie, su hija tiene corta edad y no está obligada a rezar con el deber que tiene un niño de mayor edad. Tal vez, su hija haya detectado que usted sobredimensiona el hecho que no rece y eso mismo retroalimenta el gusto de la niña por la negación de algo que, insisto, no tiene la malicia moral que tendría esto mismo tendría, en alguien con más edad que entiende las consecuencias de sus actos.

Tómelo como un juego dónde su hija la prueba a usted, manejando su angustia.

Siga con su obligación de rezar, tal nos pide el Señor, con naturalidad y no demuestre preocupación ante la reacción negativa de su hija. Hacer cosas buenas y con perseverancia, es lo indicado. La verdad practicada con el ejemplo es irresistible. Su hija la seguirá.

Saludos.

-----------------------------------------

Solodoctrina, le agradezco que dejo sus consejos y sus palabras de animo para Maria, que tambien me sirven a mi. Un saludo.
22/11/10 3:40 PM
  
JSC
Estimada María, te dejo mi testimonio. Te entiendo perfectamente pero estáte tranquila, todo lo que te ocurre es normal. Haz lo que esté en tu mano pero deja el resultado en manos de Dios.
Yo tengo dos hijos, de 4 y 14 años. A los 2 años y medio un niño es todavía un bebé que despierta a los sentidos y descubre su Yo y su entorno inmediato, el cual debe de reafirmar para sentirse ubicado, seguro y libre.
Un recién nacido es la viva expresión de la beatitud, de la comunión perfecta con el Padre que le creó el alma y la perfecta comunión con su madre que le dió el cuerpo. En cierto modo, nacer al mundo significa separarse de esta unión perfecta sobrenatural y natural en que vivía en el seno materno. Para los bebés no es nada fácil nacer y tomar autoconciencia los primeros años. Lloran mucho ¿a que sí ...? Al principio son encantadores, con sus movimientos lentos, tiernos y graciosos, pero en realidad a penas distinguen su entorno y no se conocen ni a sí mismos.
Orar, hablar con el Dios invisible que nos creó va surgiendo en un proceso de maduración que requiere de un desarrollo apropiado espiritual, y eso requiere tiempo, paciencia y dedicación.
Al principio descubrimos que es innato el pedir socorro. Primero los niños gritan a su ¡mamáaaaaaaa! Y eso dura unos cuantos años y es lo normal. El dirigirse directamente a Dios es otro cantar ...
Al acercarse la edad de la Primera Comunión los niños ya son capaces de tener una vida interior espiritual autónoma sorprendente y distinguen la voz interior de Dios, el bien y el mal. Pobrecitos, es a esta edad cuando son frecuentes las pesadillas y terrores nocturnos, algo que parecía superado. Y la explicación, tal y como dice el padre Amorth, es muy sencilla: es la acción de Satanás -hablando claro- que tienta a estas almas benditas que pronto recibirán el Sacramento de la Vida Eterna y del Amor. Es una nueva derrota para él.
MARÍA, no tengas miedo, no estamos solos en esta batalla, tenemos los dones del Espíritu Santo y un montón de virtudes que desarrollar y tiempo para vivir y merecer, que de eso se trata. No todo depende de nosotros, no. Cuando Dios crea el alma en el momento de la concepción le pregunta a La Virgen: ¿María, cómo le vamos a poner a este niño o niña? Y María lo piensa un momento y luego dice: "¡Ya está!, le pondremos ----", y queda inscrito en el Libro Registro de la Vida. La Santísima Virgen le tutelará siempre.
El león rugiente nos rondará también muy "fiel" a su propósito para devorar nuestra alma, pero en el Bautismo ya nos son dadas las armas de todo un REY, la sabiduría de un PROFETA y la unción de todo un SACERDOTE.
Sólo paciencia y humildad para encajar los fracasos de la vida, como padres o como hijos. Que vendrán indudablemente, para fortalecerno aún más. Así piensa un guerrero. O guerrera.

(perdón por la extensión y gracias Mª Lourdes por la oportunidad de poder escribir en tu espacio para Dios)

------------------------------

JSC, nada que perdonar, y mucho que agradecer, que creo que ayuda mucho a los que no hemos sido padres mucho tiempo oír las experiencias de otros padres. Un saludo.
22/11/10 7:26 PM
  
susi
Los niños pasan etapas, y la de los dos años y pico es la de la afirmación del yo con negativas. Ya se le pasará. Le volverá en la edad del pavo o adolescencia.
Es cansado ver a la gente dudando, rechazando, pero es lo que todos hacemos, todos tenemos nuestros "fallos", debilidades, y, sin embargo, Jesús nos perdona, nos comprende, nos sigue dando su gracia. Ese es el ejemplo que debemos seguir sin desanimarnos.
Es muy buena la idea de contar relatos de la historia sagrada, pues hay pasajes realmente muy entretenidos que a los niños se les fijan en la mente.

-----------------------------------

Susi, me hace gracia que a la adolescencia se le llame en español "edad del pavo". :)

Respecto a relatos de la Biblia, recomiendo de nuevo las parábolas de Jesús como las presenta Valiván en la serie "La casita sobre la Roca" [Para obtener DVDs, contactar con Ángela: [email protected] / 646709873 o 91 5744863].

María me mandó un mensaje por correo electrónico, diciéndome que leerá el post esta noche. Seguro que se alegrará de ver todos los consejos y testimonios que han dejado los comentaristas. Un saludo.
22/11/10 8:04 PM
  
María
¡¡Hola a todos y muchísimas gracias por los consejos!! Recientemente mi hija a vuelto a rezar sobre todo por las noches (y a bendecir la mesa ocasionalmente)... Lo de contarle un poquito la historia de Jesús y su entorno me parece una buena idea! Conceréis que hay Vírgenes de la Leche, retratadas amamantando a Jesús, pues a mi hija le encantan y siempre me dice que la Virgencita "le da teti" a Jesusito bebé como yo le daba a ella y así se siente identificada en ese amor maternal de María... Quizá si en esas negativas lo que hago es hablarle un poco, se "olvide" algo de esa resistencia... La verdad es que el domingo en misa, cuando llegamos a despedirnos del Sagrario y la Virgen, fue muy bonito verla hacer una genuflexión y santiguarse (la 1ª vez la hizo como con 2 añitos, por imitación, y todos los que estaban allí estaban muy sorprendidos!!!)...

Muchas gracias a todos por vuestros consejos, y a ti Mª Lourdes por este espacio ;)

--------

También ejercitaré una paciencia más consciente :)

Sobre todo me daba miedo el "presionar" o "insistir" demasiado y que al final asociara el rezar a algo malo...

-------------------------------------------

María, ¡cuánto me alegro! Le agradezco que haya compartido su preocupación por su hija y las devociones que le llaman la atención a ella, ya que creo que ese testimonio de cómo viven la fe en su familia puede animar a otros a perseverar en la importante labor de animar a los hijos a rezar.

Me parece que siendo madres nos preocupamos a veces de que por nuestra culpa los niños abandonen la fe, pero no somos perfectas y creo que también es importante para nuestros hijos que aprendan de nosotras lo que se debe de hacer cuando nos equivocamos, que hagamos todo con sincero amor, pero también con amor humilde. Un saludo.
24/11/10 6:08 PM
  
fernando
1) debes reconocer que eres pecador y nesecitas el perdon de Dios.

2) debes reconocer que jesus es DIOS y que murio en la cruz por ti

3) debes abrirle voluntariamente tu corazon a jesus

4)debes CREER EN JESUS Y RECIBIRLE como UNICO Y SUFICIENTE SEÑOR Y SALVADOR DE TU VIDA

5) debes pedirle a jesus Que te lave tus pecados con su sangre

6) debes pedirle a jesus que anote tu nombre en el libro de la VIDA del cordero de Dios

Oración de Vida

Señor Jesucristo,
Vengo ante Ti reconociendo ser pecador.
Pero ahora, Señor, te pido perdón
y me arrepiento de todo pecado y de toda obra mala.
Señor Jesucristo, yo sé que Tú eres Dios,
que ha muerto por mí
cargando todo el juicio,
toda maldición
y toda enfermedad
que me correspondía en la Cruz del Calvario
y derramaste hasta la última gota de Tu Sangre
para el perdón de todos mis pecados.
Señor Jesucristo,
Te abro voluntariamente las puertas de mi corazón
y Te recibo
como único y suficiente Señor y Salvador de mi vida.
Te entrego mi vida... Soy Tuyo, Señor.
Lávame con Tu Sangre de todos mis pecados.
Anota mi nombre en el libro de la vida del Cordero de Dios.
Amén y amén.

------------------------

Fernando, gracias por haber compartido su reflexión sobre el tema y haber dejado esa oración (que cambié a minúsculas para que no pareciese que estuviera gritando). Un saludo y siento haber tardado tanto en publicar su comentario.
01/04/11 6:33 AM

Los comentarios están cerrados para esta publicación.