XXXV. Finalidad de los milagros
El inicio de los milagros de Cristo[1]
Santo Tomás, en el artículo tercero de la cuestión que trata de los milagros de Cristo en general, establece que comenzó a hacer milagros al iniciar su vida pública, frente a las narraciones de los evangelios apócrifos de milagros desde su infancia. Recuerda que según el Evangelio: «fue en las bodas donde comenzó Cristo a hacer milagros mudando el agua en vino», tal como «dice San Juan: «Este fue el inicio de los milagros que hizo Jesús en Caná de Galilea»[2].