Despropósitos litúrgicos contemporáneos: Antropocentrismo Litúrgico

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Ya hemos hablado mucho en este blog sobre los abusos litúrgicos, sus posibles orígenes, sus causas probables y su gravedad. Sin embargo, hay que destacar que existe un punto de inicio en común de todas estas rebeldías a lo que la Iglesia manda, para así celebrar “con la Iglesia", es decir, en comunión con ella.

La comunión eclesial no es solo un vínculo de promesa o de palabra, si no es estar en común-unión con ella. En palabras latinas, es el “Sentire cum Ecclesia", sentir con la Iglesia, y por tanto, actuar conforme a lo que ella nos enseña como Mater et Magistra.

Y el punto de conflicto más importante, ha causado y sigue causando grave daño a la Iglesia, es sin duda, el Antropocentrismo de la Fe, que tiene su epítome en la Sagrada Liturgia.

El gran liturgista Mons. Nicola Bux, en una entrevista concedida a AlbaDigital.es, nos habla claramente sobre este aspecto tan dañino, y sus repercusiones en la vida litúrgica de la Iglesia. Comentaremos esta importante entrevista por su gran importancia para la “Reforma de la reforma” que está en curso por parte del Santo Padre el Papa Benedicto XVI, como respuesta precisa y necesaria a toda la deformación introducida a causa del antropocentrismo litúrgico.

- ¿Podría explicar en qué consiste la participación actuosa de mente y de corazón?Dice San Pablo en su Carta a los Romanos, en el capítulo 12, que debemos ofrecer nuestros cuerpos como sacrificio razonable, agradable a Dios. Esa es una participación “activa”, es decir; de acto, de acción. Nuestra acción máxima es la de unir nuestra vida a Cristo y, sobre todo, ofrecer nuestra vida a la oferta de Cristo en el sacrificio de la Cruz. Esta es la Misa.

Esta es la participación, la parte que falta cuando San Pablo, en la carta a los colosenses, dice “cumplo lo que falta al sufrimiento de Cristo en mi carne, a favor de su cuerpo, que es la Iglesia”. Él quiere decir que esa actividad, esa acción en la liturgia es unir nuestra vida a la de Cristo. Esa es la participación que la constitución litúrgica del concilio habla y remite: promover, pedir. Por tanto, que los fieles en la liturgia sean conscientes de que cumplen esa parte, que falta -en cierto sentido- a Cristo. Uno puede decir “¿Cómo puede ser? ¿A la Redención de Cristo le falta algo?” No, es completa, “todo está cumplido”. Es nuestra parte la que falta, tenemos que poner de nuestra parte. Esto requiere que miremos a Cristo, que le contemplemos.
Mons. Bux hace una alusión clara y precisa a lo que corresponde a la “Actuosa Participatio", la verdadera participación del hombre como creatura de Dios, en la Liturgia, que es propiedad absoluta de Dios. La verdadera participación de los fieles y de los ministros en la Sagrada Liturgia no está en cambiar todo lo que la Iglesia manda al arbitrio personal, como si nuestra fuera la potestad de cambiar lo establecido por institución de Dios a través de su Iglesia, sino que, por el contrario, el hombre, a través de lo que la Iglesia ha establecido, busca llegar hacia Dios mediante su participación del Misterio del Santo Sacrificio, sufriendo con Cristo.

- Frente a la participación actuosa, ¿cuales son las características de la mala participación?

Se caracteriza en que, en vez de partir de Cristo, partimos de nosotros mismos, de nuestras ideas, de nuestros proyectos, del deseo de éxito, de organizar la liturgia, de crearla, de cambiarla según los gustos subjetivos y, en suma, poniendo en el centro de la liturgia no al Señor, sino a nosotros mismos. Creo que hoy un síntoma de este centralismo humano, antropologíco, es la sede del celebrante en el centro de la Iglesia. Nunca en la historia se dio así. Incluso el obispo antiguamente no se sentaba nunca en el centro, sino que encabezaba la asamblea, mientras era el altar lo que estaba en el centro.
Aquì, Mons. Bux ejemplifica de manera notable una característica que pudiese pasar inadvertida, pero sin embargo, es ejemplo claro y sustancioso del antropocentrismo litúrgico que existe hoy en día.

- Pero hoy la sede está en el centro…

Hemos puesto al hombre en el centro, en vez de al Señor. Alguno puede objetar que el sacerdote representa a Cristo. Sin duda esto es cierto, aunque en una medida muy reducida. Antes Cristo era representado por la centralidad del santuario, del altar. El sacerdote es un ministro de Cristo, por tanto, importante, pero no puede estar siempre en el centro, cuando ofrece la oración de gracias, la eucaristía.
Me atrevo a agregar, en consonancia con lo dicho por Mons. Bux, de que otro síntoma de este Antropocentrismo Litúrgico es la orientación del altar y del celebrante en la Liturgia, ya que la celebración Versus Populum resalta no solo la centralidad del sacerdote en la Misa (cosa que está totalmente equivocada), sino que le da a los fieles una cierta importancia desmedida, justificando mediante el hecho de que “los fieles también son presencia de Cristo". De ello, se ve que, si un sacerdote en sí, aunque actúa In Persona Christi, no por ello constituye el centro de la Liturgia, menos el pueblo que viene a ser una “figura de Cristo como cuerpo, asociado por cierto a la Iglesia".

- ¿Por qué la entrada del novus ordo se produjo de una manera tan súbita y, para algunos, tan traumática?

La reforma litúrgica fue impuesta por expertos estudiosos que después se sirvieron de un decreto papal para poder dar fuerza a esa reforma. Es una reforma que no respeta el desarrollo que se había dado antes (1950, 1960) en continuidad, sino que es una reforma que ha creado un trauma. Todos recordamos cuando fue promulgado el calendario de los santos, en 1970; hubo muchas reacciones polémicas; así también cuando fue promulgado el ‘Ordo Missae’, porque se divisaba que venía obligada una forma de celebrar que no estaba en relación con las formas precedentes.
Inclusive, si nos ponemos a pensar, y estudiamos la Reforma de 1969 a la luz del documento conciliar Sacrosanctum Concilium, veremos que la Reforma realiza y propone muchas cosas que el mismo documento conciliar veía con malos ojos. De ahi que muchos grupos, conscientes de ello, hayan protestado enérgicamente por la clara y abierta hermenéutica rupturista del post-concilio con el desarrollo orgánico de la Liturgia a través de los siglos, y también, con el mismo concilio.

- ¿Esto quiere decir que la reforma de Pablo VI no fue buena?

Era buena, estaba bienintencionada, pero quizás el mismo Pablo VI, como algunos estudiosos han profundizado, no pensaba que se hubiesen traspasado las fronteras que la constitución litúrgica había establecido, sobre todo en el artículo 23, por ejemplo: “que las nuevas formas deben desarrollarse orgánicamente de las ya existentes”. El rito de Pablo VI puede ser celebrado digna y correctamente si se recupera el sentido de la liturgia que tiene el rito tradicional.
Y es el Papa Benedicto XVI quien ha dado Cátedra al respecto.

- ¿Cual es el objetivo de las reformas litúrgicas de Santo Padre?

Seguir al Papa significa volver a dar centralidad a Cristo en la liturgia, que es el lugar de la presencia de Dios, donde el hombre lo puede encontrar. El hombre de hoy busca a Dios. “En el mundo hay muchos lugares donde la fe corre el riesgo de apagarse”, dice Benedicto XVI a los obispos después de revocar las excomuniones a los cuatro obispos ordenados por Monseñor Lefebvre. En el mundo la fe corre el riesgo de apagarse, hay una necesidad por hacer a Cristo presente en el mundo. Y no hay mejor modo de hacerlo que celebrar la Liturgia en modo ‘mistérico’, digno, profundo. Así que debemos seguir al Papa que conoce bien la liturgia desde el punto de vista histórico, moral, jurídico, pastoral.
No seguir al Papa por tanto, no es solo una simple desobediencia o diferencia de opiniones, sino una abierta trasgresión a la comunión eclesial, aludiendo a la sabia frase: “Ubi Petrus, Ibi Ecclesia".

- Desde luego, Benedicto XVI aboga por ahondar en el estudio de la liturgia.

Todos -tanto amantes de la tradición como los que aman la innovación- hemos de estudiar más las fuentes litúrgicas, la patrística, las Sagradas Escrituras, la teología medieval y moderna, para descubrir todo lo que se ha desarrollado en 2000 años de historia de la Iglesia. Siempre ha habido reformas litúrgicas, pero no de manera traumática, sino con un desarrollo orgánico. La liturgia se debe desarrollar como se desarrolla un paisaje; no con terremotos, sino con una modificación sin traumas, casi sin darse cuenta. Hoy somos muy sensibles al medio ambiente. No queremos que el paisaje se desgaste, queremos que su desarrollo sea respetado. Así también debe ser para la liturgia.

- Que se celebre la Misa con dignidad tambien parece ser uno de los objetivos de este pontificado.

Dice el Santo Padre que deben haber cada vez más comunidades y lugares ejemplares, que celebren la liturgia con buen ejemplo, con la adoración de Dios. “Participar” quiere decir adorar a Dios, conocer que está presente. Saber que nosotros servimos a Dios, que le damos gloria. Esto es lo que hoy es necesario, porque los jóvenes que buscan climas y ambientes ‘excitantes’ entren en estos ambientes, que no son iguales a los del mundo. Son distintos porque es el lugar del Cielo en la Tierra, el lugar del encuentro del hombre con Dios. Los jóvenes pueden asombrarse de la belleza de las Iglesias.

- La tradición artística de la Iglesia podría ser de gran ayuda para propiciar este encuentro…

Aquí, en España, tenéis unos retablos muy bellos que son un símil de las iconostasis orientales. Cuando uno entra y ve estos retablos extraordinarios, ojos y corazón van a lo alto: el color, el esplendor, la gloria dada a lo divino. También el oído, que escucha la música gregoriana y polifónica. Son cosas que buscan las generaciones jóvenes. Por no hablar de la lengua sagrada, del latín. Hoy los jóvenes viven en una sociedad multicultural. No tienen el problema de decir “no entiendo la lengua”, como las generaciones pasadas. Debemos recrear este clima de la liturgia, que ayuda a la generación de hoy a no buscar en sitios erróneos, sino a buscar a Dios, a buscarse a sí mismos encontrando a Dios.
En muchos lugares, donde se ha llevado a cabo una devastación de la Sagrada Liturgia y su reemplazo por elementos de otras culturas y credos, así como invenciones propias y a gusto de las comunidades y de sus ministros, se han perdido estos elementos, puesto que no se considera un elemento importante: Las personas son inteligentes, y no son unos “brutos", por lo que la gente es capaz de aprender latín, de aprender a cantar, de cantar gregoriano, de rezar, de buscar a Dios en lo profundo, y en definitiva, de aprovechar los innumerables frutos que provienen de la Actuosa Participatio en el Santo Sacrificio de la Misa.

- ¿El sacerdote mirando a la Cruz en vez de a los fieles cumple una función escatológica?

He dicho antes que la liturgia es la mirada hacia el Señor. De todos, porque la liturgia está enteramente orientada al Señor, es adoración y contemplación del Señor. La posición del sacerdote es vuelto a oriente, es decir, a donde sale el sol, es decir, a Cristo; sol de la justicia, el “sol que surge de lo alto”, como dice San Lucas y en el cántico de Zacarías “el Señor que viene y que vendrá”. Esta mirada, físicamente, está significada por el hecho que también el sacerdote mira a oriente, y todos los fieles, si ven que el sacerdote hace eso, mirarán a oriente también. Como dice el Santo Padre en sus escritos de teólogo, “la Misa no es una especie de círculo cerrado”, donde lo que hacemos es, justamente, un círculo, nos miramos entre nosotros, sino que está abierta al futuro, que viene, que irrumpe.

- ¿La Misa ad orientem ayuda a los fieles a penetrar en el misterio eucarístico?

La palabra “escatología” quiere decir “las últimas cosas que entran en el tiempo”, del griego “escatá”. Es el Señor quien hace las últimas cosas, las cosas siempre nuevas, el Señor que viene a renovar la tierra. La orientación del sacerdote hacia el ábside, hacia la Cruz, es un hecho muy importante. Ahora el Santo Padre pone la Cruz sobre el altar para que, incluso si no se puede celebrar vuelto al Oriente, la Cruz sea el punto de orientación; para que los fieles no miren al sacerdote, sino a Cristo, a la Cruz. Eso es muy importante como modo de continuar la reforma litúrgica, que no se acaba, que continúa siempre, en cada generación. Por tanto, esto de la orientación hacia el Señor, también física, psicológicamente, ayuda a los fieles a entender que la liturgia está orientada al Señor.

- ¿Se puede decir entonces que la Misa Gregoriana se celebra “de espaldas al pueblo”?

Es una frase artificiosa, porque no es verdad. La Misa hacia el pueblo se ha creado en el siglo XX, por un movimiento de opinión que pensaba darle la vuelta a las cosas. Por desgracia, lo han logrado. La Misa no es “de espaldas al pueblo”. Basta asistir a las liturgias orientales, que se celebran todas vueltas hacia el santuario. Hay una parte que sí está vuelta a la asamblea, la liturgia de la palabra, pero la de la anáfora, de la eucaristía, es hacia el Señor. En la liturgia de la palabra, Dios nos habla. En la Eucaristía, nosotros oramos al Señor, le respondemos. Esto es un punto muy importante, desde el punto de vista teológico, psicológico y misionero.

- Frente a los que acusan a la Misa Gregoriana de ‘estecista’, ¿qué cabría responderles?

Yo conozco muchos partidarios de la Misa nueva que tienen un gusto “esteticista”. Es la tentación de todos, la tentación de la forma. No es una condena, porque el hombre tiene ojos y necesita de la forma. No me puede llegar ningún contenido sin ella. Si veo un dulce, una tarta, que estuviese deformada, no me la como. Si en vez de eso, es bonita, está confeccionada, etc., me atrae.

La liturgia es una forma (en griego ‘éstesi’ y ‘forma’ son lo mismo), que debe atraer. No es errado que haya estética. Hasta la teología, dice Hans Urs von Balthasar, es una estética, es una belleza que atrae, pero debe atraer al contenido. Por tanto, la estética no es algo exclusivo de los partidarios de la Misa Gregoriana. Está también en los de la liturgia nueva. La estética es la forma a través de la cual llegamos al contenido principal de la liturgia que es “aquél que es la belleza”, por definición “el más bello de los hijos de los hombres”. Somos atraídos por Él.

Quería concluir invitando a sacerdotes, obispos, y también al Arzobispo de Madrid, a quien he tenido el honor de conocer en el Sínodo de los Obispos sobre la Eucaristía, que sé que es una persona con gran clarividencia, comprensiva, que profundiza en las cosas, a promover esta realidad. Realidad de muchos jóvenes, que -se puede ver en Internet- quieren la celebración de la liturgia tradicional. Así que invito a los obispos a no cerrar los ojos ante esa realidad. La realidad viene antes que nuestras ideas y, como padres, han de ejercer la paternidad; alentando, sosteniendo, corrigiendo, ayudando. Porque así nosotros ayudaremos a este trabajo del Santo Padre de traer a Dios al mundo y de ayudar a los hombres a encontrar a Dios.”

Esta importante síntesis sobre un tema tan escabroso y díficil de tratar es un punto de partida, que nos debe llamar poderosamente la atención para llevar esto a la práctica, devolviéndole a la Sagrada Liturgia lo que muchos le han robado: Su Sacralidad, Su CENTRO, que es Nuestro Señor Jesucristo.

17 comentarios

  
Juan Stuse
Discrepo en varios aspectos de las tesis sostenidas en este artículo. La centralidad absoluta pertenece a Cristo durante la Misa, y Cristo está en el centro cuando el altar está entre el celebrante y el pueblo. En ese momento, el Sagrario ya no es el centro, porque en el altar se renueva el Sacrificio del Señor. La ubicación del Sagrario debe presidir el templo, pero la celebración es más teocéntrica si la consagración se efectua en un espacio donde la figura sacerdotal no la oculte al pueblo. El antropocentrismo puede estar más latente en el rito antiguo, aunque también más disimulado.
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ME:
Estimado Juan: Lo que usted afirma no es correcto, ya que en la forma tridentina siempre ha sido Cristo el centro y el "Oriente litúrgico" de toda acción en la Sagrada Liturgia.
Por otro lado, para que el Centro sea Cristo, no se refiere a un circulo cerrado, sino que abiertos, en dimensión horizontal, orientados a Cristo, que es el centro, no de algo cerrado, sino de algo orientado, en donde confluyen todas las miradas desde todos los puntos de la Iglesia, y que está abierto a la trascendencia.
Saludos.
PD: Durante la Misa, en efecto, el Altar es lo más importante, pero no es lo único, ya que el sagrario contiene la presencia real en toda su majestad, por lo cual, sigue siendo elemento central dentro de la liturgia, por ser la presencia del mismo Cristo que se hace presente en el altar por acción del Espíritu Santo.
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17/05/10 9:30 PM
  
Pioquinto
Dios le bendiga, don Marco Echeverría, por traer a colación este importantísimo tema. Es inconcebible que haya habido misas llamadas "de indulto", como si se tratara de un criminal. Y que la gente se avergonzara de ser afecto a ellas, todo, antes de parecer anticuado.
El Santo Padre Benedicto XVI actuó como el caballero andante con hermosa armadura y rescató a la doncella (la Santa Misa), presa en la almena del castillo. Pero algunos de los carceleros, quieren volverla a encerrar, entre ellos mi obispo diocesano, pues el tema de la Misa Gregoriana es un tema tabú en sus conversaciones. Solo para no desentonar con el motu propio, mandó la misa lo más lejos que pudo, a las montañas, para sean pocos en el estado los que puedan asistir. Me imagino que la situación es similar en otras partes del mundo. Lex orandi, lex credendi, la liturgia del rito extraordinario es lo más hermoso de éste lado del paraíso, a los que la acusan de elitista, esta era la única oportunidad que los pobres tenían de estar en medio del lujo y la magnificencia. Y los tesoros que hay en las iglesias son patrimonio de la humanidad. El presidente Teddy Roosevelt no era católico, pero habiendo asistido de invitado a una misa, se quedó prendado de ella: "Nunca la cambien, es perfecta, consérvenla para sus hijos y para los hijos de sus hijos". Qué hemos conservado? Es hora pasada de ponerse a trabajar y restaurar lo que estaba perdido.
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ME: En efecto, estimado PioQuinto, la situación es apremiante por recuperar la verdadera centralidad de Cristo. Saludos.
17/05/10 9:31 PM
Quizás unos textos de discursos de nuestro Santo Padre, que colgué en mi página ayuden a ver un poco mejor este tema.
También las imágenes de celebraciones denuncian el dislate de algunos abusos.

Un saludo.
17/05/10 10:49 PM
  
evaristo
Según mi parecer la reforma liturgica del Vaticano II también sigue haciendo mella en las celebraciones en San Pedro del Vaticano. La Sede del Papa ha estado tradicionalmente bajo la cátedra de San Pedro en el ábside. Después de la reforma se añadió al Altar un entarimado para que el Papa presidiera la liturgia delante del Altar de la Confesión humillando así al mismo Altar. ¿Por qué no vuelve el Papa a ocupar su sede en el lugar propio? Creo que lo debería hacer. Así daría ejemplo.
17/05/10 11:14 PM
  
norverto
Breve correccion, por eso va de nuevo...
Algunas observaciones... Primero decir, que Mons. Nicolas Bux esta claramente a favor de la misa tridentina. 2.-Sobre el "Hacia Oriente"... A Cristo, sol que nace de lo alto. Anja, y yo me pregunto el culto hacia oriente no está mas cerca del culto al dios sol? Como es bien sabido, nosotros los cristianos acabamos cristianizando un culto que originalmente no era nuestro. Yo me pregunto, ¿Nuestros acto litúrgico fundamental (fuente y culmen) tiene como acto fundante una celebración pagana (al dios sol), los antiguos sacrificio del templo de Jerusalen o por el contrario, la institución de la Eucaristía en la Ultima Cena? Se celebró en un altar de los sacrificios en donde solo entraba el "sacerdote del tempo" una vez al año o se celebró en una habitacion puesto todos a la mesa o en todo caso en un ambiente comunitario con claros gestos de compartir en ese "AHORA" permanente y para siempre a perpetuidad en Conmemoracion de quien lo instituia? Yo me imagino que si hemos de insistir por el vueltos hacia Dios, tambien habremos de elegir otras palabras consecratorias más proximas a los ritos del Ant. Test. que al rito fundante y único del Nuevo Testamento.

Evidentemente, que el tema esencial de todo esto, no es la liturgia por si misma. Simplemente el interés está en otra parte: Un Idioma es un carro de colonizacion y uniformizacion... nuestra Iglesia, en algunos de sus jerarcas lo sabe muy bien. Antiguamente cundo un imperio ganaba la batalla, una de sus acciones en entrar en poco tiemp en vigencia era la prohibicion del propio idioma. Pero más que eso, es ante todo esto: Como habrá que preguntarlo todo al sacerdote de nuevo (como sucedia antes con el latin) implicaría el tener las llaves del saber y las llaves de dominio total y absoluto sobre los fieles... Simlemente lo que muchos ilusos actalmente en nuestra Iglesia no se dan cuenta, es que eso es imposible hoy. Excepto que lleguemos a modos de manipulacion como los ultraordoxos judios hoy en Jerusalen... que dicen cosas, más o menos como estas: Es importante las matematicas para los ninos? Si, pero basta hasta el cuarto grado...


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ME: Con esa visión, estás planteando que la Iglesia quiere manipular a los fieles. El tema de la lengua y los gestos litúrgicos va más allá de lo mundano, sino que apunta a lo divino.
Así mismo, estar "en contra" de la Misa Tridentina, es estar en contra de la voluntad del Papa Benedicto XVI, y también en contra de la Bula de S.S. Pio V, y por tanto, es estar en contra de la Iglesia. Así de sencillo.
Saludos+
17/05/10 11:34 PM
  
Norverto
Cuidado, que no he dicho que la Iglesia quiera manipular a los fieles. Porque nuestra Iglesia es mucho mas grande que dos o tres grupos que como especies de pujilatos se disputan tajadas de poderes en los alrededores de Roma. El que el Papa haya liberado la misa tridentina, no significa que se va a volver al latin como lengua unica de la celebracion liturgica. Es solo eso, liberalizarla para que los fieles que lo quieran puedan tambien celebrar la eucaristia en latin y segun el rito de Pio V. Es un derecho de los fieles. Ahora bien, conociendo yo un poco las intringulis de nuestra iglesia, conozco bien que este es el deseo de determinados ambientes eclesiales (el que se vuelva al latin como lengua unica para las celebraciones). Por otro lado, entreveo (te doy el derecho de la duda) que quieres ligar Eucaristia segun el rito ordinario con una inclinacion mas hacia lo mundano que a lo divino. Si asi fuere, no me parece justo... ademas estas asumiendo que es mas divino celebrar en latin que en otra lengua, o que es mas sagrado y mas proximo al misterio celebrar hacia oriente y de espalda al pueblo que hacerlo vuelto al pueblo in persona Christi, ademas del Altar en el Centro, recordando que significa que es Cristo mismo victima, sacerdote y altar... No te parece o se te olvida que si bien Mos. Bux habla del vuelto hacia Dios para hacer incapie en la apertura hacia el "fuera de nosotros" y el "Cristo viene de Oriente" arrasa de plano no con poca doctrina vaticana (del Vat. II). Por ejemplo, que esta doctrina acentua la presencia de Cristo permanentemente en medio de su Iglesia, de su comunidad, del Qahal de Dios. Y no por el contrario, como algo lejano, misterioso, que no esta... Me parece que se quiere matar de un plumaso elementos tan esenciales como aquello de las formas esenciales en las que Cristo esta presente en la Eucaristia: 1.Cristo esta presente en la Asamblea que se reune en su nombre (esta asamblea es santa en el momento de la celebracion); 2.-Cristo esta presente en su Palabra que se proclama; 3.-Cristo esta presente en el ministro que preside en su nombre; 4.-Cristo esta presente en las especies del Pan y el Vino consagrados, verdadero Cuerpo y Sangre de Cristo. Por que optar, por su presencia actuante y viva en medio de la Comunidad o por su ausencia que enaltece el misterio de su no presencia que volvera? La Ekklesia que lo vive, lo siente y lo celebra no esta cerrada sobre si misma, sino gozosamente abierta al futuro. Pero mientras esto sucede, continuamos en la Obra de Tiempo del Espiritu (Dios Mismo) que es el tiempo de la Iglesia. y mientras esto dura, damos testimonio de que El esta en nuestros corazones muy vivo... por eso, celebramos (leiturgia), servimos(Diakonia), anunciamos(kerigma) y compartimos y convivimos juntos bajo un Solo Dios, una sola fe, un solo bautismo, una sola palabra (koinonia). Si quieres, puedes colocar estos elementos comenzando por la Diakonia y tambien funciona. Es decir, si servimos, predicamos, y vivimos en comunidad, celebramos que todo lo hacemos en nobre del Unico Cristo... es decir, presentamos las ofrendas agradables, mas aun, nos presentamos nosotros mismos como ofrendas agradables ante El y desde alli, MIENTRAS dura esta vida, volvemos con fuerza por su espiritu a visibilizar en y por su nombre los demas actos... En pocas palabras, no podemos disociar ni dividir, mas aun, seria grave desarraigar el acto liturgico por excelencia (fuente y culmen, principio y fin, fuente de donde dimana y cumbre hacia donde todo tiende) de los demas actos (los otros tres: diakonia, koinonia, kerigma) expresivos-esenciales del actuar de la Iglesia.
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ME: Estimado, No pretendo decir que la Forma Ordinaria acentúa o lleva a lo mundano, lo que es injusto y totalmente desacertado. Colocando en mi boca las palabras de Mons. Nicola Bux, así como unas muy parecidas del Prefecto de la Sagrada Congregación para el Culto Divino y disciplina de los Sacramentos: "El rito de Pablo VI puede ser celebrado digna y correctamente si se recupera el sentido de la liturgia que tiene el rito tradicional." Y a esto se refiere no a que la Santa Misa en su forma ordinaria sea mundana y deba resacralizarse, por asi decirlo, mediante la adopción del sustrato de la forma extraordinaria, sino que, por el contrario, es tomar el fondo que la Santa Misa ha tenido siempre y colocarlo como corresponde, evitando las numerosas interpretaciones reduccionistas que muchos clérigos y laicos le entregan a la Misa. Una Misa Novus Ordo, bien celebrada, es sin duda de gran provecho, tanto como la de la forma extraordinaria.
Por otro lado, decirle que la Santa Misa Tridentina nunca fue abolida, por lo que el Motu Proprio no es una "liberalización", sino una promoción y una aclaración en torno a esta forma, que como vemos, el Papa ha apoyado en numerosas ocasiones, instruyendo a sus Obispos a que TODOS LOS FIELES tengan la gracia de conocerla. El Papa, tomando este mismo punto, se ha encargado de demostrarnos como Celebrar la Santa Misa, en su forma ordinaria, con un sustrato en continuidad a la Tradición de la Iglesia... Cualquier rupturismo con la tradición eclesial es claramente una ruptura de la comunión.
Finalmente, decir que de las muchas presencias de Cristo, figuradas o reales, la más importante corresponde a la presencia Eucarística, que es presencia REAL y SUSTANCIAL por excelencia, y que por tanto, es la fundamental y más importante de la Liturgia. La segunda es la Presencia In Persona Christi, por parte del Sacerdote en la Liturgia, ya que actúa como Cristo. Finalmente, podemos encontrar la Presencia de Cristo a través de la Sagrada Escritura, que es palabra de Dios. Después de estas tres, en el orden dado, vendrán todas las presencias secundarias, aunque no menos importantes.

Antes de terminar, recordarle lo mismo que ha dicho Mons. Bux: La orientación Versus Populum es un invento post-conciliar. La forma primigenia, y totalmente correcta, corresponde a Versus Deum, Ad Orientem, o como le quiera llamar, puesto que resalta la dirección en la que todos debemos estar orientadas. Ahora bien, la gracia que tiene, entre otras tantas, es el hecho de que evita poner al Sacerdote en el Centro, ya que el sacerdote es solo una herramienta de Dios, y no el centro de la Sagrada Liturgia. Al respecto, Mons. Klaus Gamber ha realizado un gran estudio sobre porqué la orientación Ad Orientem es correcta en la Liturgia, y porqué la forma versus populum, aunque esté autorizada, no corresponde al querer del propio concilio (para ello, puede revisar Sacrosanctum Concilium e incluso, la Instrucción General Del Misal Romano de 1969, donde en ningun lugar se dice que se celebre hacia los fieles).

Saludos Norverto.
18/05/10 10:33 AM
  
Juan Stuse
Lo lamento, pero no me convence, Marcos. La cuestión no radica en simbolismos espaciales, sino en obtener la mejor ubicación de los protagonistas, Jesús, quien le representa y los participantes. No es tanto un problema de iconografía sino de espiritualidad. Pienso que el Espíritu Santo condujo acertadamente muchas aspectos del Nuevo Rito, aunque no siempre fuera obedecido. La sacralidad se refuerza mediante la elevación del altar en gradas, pero ello se logra sin necesidad de ocultar el canon a los asistentes. Lo que Vd. llama "circularidad" se desprende de la primera Eucaristía histórica, donde Jesús no dio la espalda a los apóstoles para consagrar, sino que se ofreció a sí mismo ante ellos, porque quien le ve a El ve al Padre. Saludos.
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Estimado Juan: No busco convencerle, que no soy quien para hacerlo. Nada más pretendo expresar lo que la Iglesia enseña, a través de su tradición, y claro, agregar ciertos comentarios tanto propios como de destacados Obispos, y del Magisterio ordinario y extraordinario de la Iglesia.

En cuanto al protagonista, le recuerdo que en la Santa Misa, el único "protagonista" es el de Cristo. El sacerdote es un instrumento, que, In Persona Christi, actúa haciendo las veces de Cristo ofreciendo el Santo Sacrificio. En cuanto a los fieles, ellos no son protagonistas (y sería erróneo creer esto), sino que participan de la Santa Misa (La actuosa participatio de la que habla Mons. Bux) para nutrirse de los Santos Misterios y aprovechar las Gracias de la Santa Misa.
Por otro lado, usted señala: "La sacralidad se refuerza con el altar elevado por gradas", lo que claramente es un elemento menor, ya que la Sacralidad de la Santa Misa no es función de la altura o elevación del altar, o de los adornos en las bancas, o de la belleza del templo en general, sino que depende de la correcta celebración y la perfecta disposición del Celebrante y de los fieles que asisten y participan de la Santa Misa. Si esto último no existe, lo demás es totalmente infructuoso, aunque la Santa Misa igual se lleva a cabo y sus frutos son igualmente aprovechables (como pasa en muchos lugares, donde los sacerdotes celebran en 10 o 15 minutos la Misa, con desgano y con la mínima preocupación, o cuando los fieles participan inadecuadamente, o no participan derechamente).

Finalmente, no conocemos lo que pasó en la Santa Cena de Jueves Santo, puesto que no hay registro ocular o histórico de la disposición espacial. Sin embargo, me remito adecirle que los alli participantes son los apóstoles, y por tanto, OBISPOS, Clérigos, instituidos en el mismo acto para ofrecer los Divinos misterios. Finalmente, debemos recordar que la doctrina del arqueologismo litúrgico ya fue condenada mediante la encíclica Mediator Dei del venerable Pio XII, puesto que el desarrollo orgánico de la Sagrada Liturgia desde los primeros siglos hasta lo previo al concilio siempre fue un desarrollo orgánico y en continuidad con el Sentir de la Iglesia y su tradición. De hecho, tanto el Papa como destacados liturgistas han criticado la reforma de 1969 por ser rupturista con la tradición de la Iglesia, y que por ella, se han introducido problemas graves en la Sagrada Liturgia, no por culpa de ella, sino a causa de que ha dejado abierta la puerta a interpretaciones arbitrarias.
Espero que haya entendido algo mejor lo que he planteado.
Saludos, estimado Juan.
18/05/10 10:42 AM
  
Tulkas
Hace un par de años yo pensaba igual que Noverto: la Última Cena como referente fundamental de lo que debe ser la Misa, la Prescia de Cristo en la Asamblea y en la Palabra, el Altar como Mesa, la asamblea, la asamblea, el encuentro, la asamblea, el encuentro... pufff y no es mentira nada de eso.

No sé de dónde me surgió entonces la idea de que lo importante no es la asamblea concreta que se reune, que lo fundamental no es el ombliguismo, el particularismo, sino que esa asamblea concreta, es, cuando se reune en torno a su Señor, imagen viva de la Iglesia Católica, de todos los lugares y de todos los tiempos. La conclusión lógica era que la asamblea cocreta que se reune debe tener signos externos de eclesialidad, de comunión objetiva, visible, palpable, con la Iglesia toda, dispersa por todo el orbe y reunida en el Cuerpo de Cristo.

Es decir, hay que concentrarse en lo que es realmente esencial y no dipersarse, no disgregar más los sentidos de la Misa hasta el punto de hacerla incomprensible para los asistentes, en definitiva,para la asamblea.
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ME:
Estimado Tulkas... gracias por comentar este artículo. En efecto, creo que tienes algo de razón, aunque me atrevería a decir que no es tan fundamental entender la Santa Misa, tanto como participar devotamente de ella, con la Actuosa Participatio, aprovechando esas gracias que de ella emanan...
Existe un peligro grave en torno a pretender entender la Santa Misa, lo que es claramente imposible; Y de lo poco que podremos entender, debemos tener en cuenta que la Iglesia ha decidido hacerlo de una forma y no otra.
Saludos, estimado Tulkas.
18/05/10 10:57 PM
  
norverto
Marcos, saludos... mira, parece que se te olvidan u omite el profesor K. Ganber que originalmente se celebro la Eucaristia, no en tempo, sino por las casas... si es que a antiguedad en la forma vamos... Por otro lado, dices que el misal de 1969 no dice nada al respecto de la forma en que debe celebrar el ministro. Pues te dire que con la nueva Forma de entender la ubicacion del Altar (en el centro de la asamblea) lo explica todo. Por otro lado, tienes una vision extremadamente fisicista de la comunion. Si romper la comunion se refiere a una forma u otra... entonces mutilas esta verdaderamente.
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ME: En efecto, en los primeros tiempos la Eucaristía se celebró en la Casa de personas de buena fe, que eran parte de la comunidad primigenia. Sin embargo, le recuerdo que S.S. Pio XII, venerable, en su Encíclica Mediator Dei condena el arqueologismo liturgico, es decir, justificar cambios y errores mediante la alusión a prácticas de los primeros tiempos de la Iglesia, dado que la Liturgia se ha desarrollado Orgánicamente. Esto lo tiene claro Mons. Klaus Gamber, y también Mons. Nicola Bux, que ha aludido al tema de la orientación versus populum como algo relativamente nuevo en la Iglesia, que no concuerda con las prácticas de la Iglesia durante 1800 años (e incluso más).
En cuanto a lo del Misal de 1969, en su instrucción general, no se dice nada de la orientación de la Misa, y es más, entrega todas las rúbricas como si fuere realmente Ad Orientem. El cambio en las rúbricas proviene desde la actualización a esas rúbricas, debido a que se instauró la costumbre, promovida por los "aperturistas" del concilio, que buscaron radicalizar las cosas dichas por el concilio, pasando por encíma, incluso, de todo lo que el mismo concilio condenó.

Finalmente, no tengo una visión fisicista de la comunión. El viejo adagio versa: UBI PETRUS IBI ECCLESIA. Si el Papa nos da el ejemplo, nos exhorta mediante su magisterio extraordinario, emite Motus Proprios, como Summorum Pontificum, lo que es Magisterio de la Iglesia, y palabra a seguir. No hacer caso, y estar "formalmente" en comunión, pero cuando el corazón y las acciones reniegan lo que la misma Iglesia ha enseñado y ordena, eso es estar fuera de comunión. Es algo que está patente desde los primeros siglos del Cristianismo, y hoy en día se ha olvidado, ya que ha pasado a tomar importancia las famosas "Legítimas diferencias", que mal entendidas, pasan a llevar la esencia de la unidad en comunión con Pedro, y por ello, con la Iglesia.
Saludos Norverto.
19/05/10 12:16 AM
  
Miki V.
Monseñor Bux es uno de los liturgistas más importantes del momento. La verdad es que merece mucha, mucha, consideración.
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ME: Muy cierto, estimado Miguel.
19/05/10 10:30 PM
  
Iohannes
Les recomiendo a todos vivamente, para enriquecer este debate, la lectura del subcapítulo "El altar", dentro del libro "El Espíritu de la liturgia. Una introducción", de J. Ratzinger (2000). Ahí encontrarán la reflexión que está detrás de lo que ahora hace el Santo Padre y de lo que piensa N. Bux. Ha habido, a mi modo de ver, una muy incorrecta interpretación postconciliar de Sacrosanctum Concilium 7, número en el que se habla de los distintos modos de presencia de Cristo en la acción litúrgica (ministro, especies eucarísticas, Palabra, asamblea). Muchas desviaciones posteriores vienen de no entender la "gradualiad" de estos modos de presencia.

El argumento de Ratzinger va precisamente en esta línea: él dice que no podemos estar en la Misa mirándonos unos a otros (ministro y asamblea), sino que hay que mirar a Cristo, que es el centro, y que ese papel lo desempeñaba antes la Cruz encima del altar en la Misa tridentina, símbolo del Oriente, del que vendrá el Señor. La Asamblea, así (ministro incluido), miraba hacia el frente y hacia arriba, al encuentro de Cristo que viene. En diálogo con un teólogo que le objeta diciéndole precisamente que no hace falta mirar hacia una Cruz, porque Cristo está ya presente en el bautizado (mucho más en la Asamblea), y por tanto es adecuado mirarnos unos a otros, Ratzinger responde que esto no es correcto litúrgicamente, por una sencilla razón: sabemos que el hombre es imagen de Dios, pero el pecado ha dañado esa imagen, y es PRECISAMENTE a pedir a Dios que repare esa imagen en nosotros y nos enseñe a mirarnos adecuadamente a lo que venimos cuando celebramos la Eucaristía. Luego es totalmente incorrecto COMENZAR YA la Eucaristía mirándonos unos a otros, como si ya fuésemos imagen plenamente realizada de Cristo. En este sentido, la orientación anterior reflejaba mejor esta tensión escatológica. Por eso ahora el Papa ha colocado una Cruz en el centro del altar en las celebraciones papales. Ya lo proponía en este libro, como posible solución para no tener que volver a cambiar la arquitectura de todas las iglesias "postconciliares".

Cita textual de SC 7: "[Cristo] está presente en el sacrificio de la Misa, sea en la persona del ministro (...), sea SOBRE TODO bajo las especies eucarísticas...". He resaltado el "sobre todo", pues me parece que es lo que no se ha interpretado nada bien después del Concilio. La Presencia eucarística está por encima de todas las demás (como no podía ser de otra forma), sea la de la Asamblea, sea también la del ministro. Y esto debería significarse ritualmente, especialmente en este último caso. Como dice también Ratzinger en su libro, el centro ha de ser el único Sacerdote (Cristo), nunca su ministro.

Ahora bien, no estoy de acuerdo con el blogger en un punto: en la importancia que da a la presencia del sagrario DURANTE la Misa. Esto es erróneo, y da lugar a desviaciones también en cuanto a piedades eucarísticas "intra-misa" que no respetan el ritmo celebrativo. Si se fija, en la Misa tridentina, el Sagrario, aunque está en el centro del altar (para que se vea bien durante el día), durante la Misa no tiene ninguna relevancia RITUAL. Incluso puede estar tapado. La razón es sencilla: lo importante es la tensión de la Iglesia hacia Cristo QUE VIENE y QUE SE VA A HACER presente. La función principal de la reserva, no lo olvidemos, no es la adoración eucarística (y menos durante la Misa), sino la distribución de la comunión a los ausentes y a los enfermos. La adoración eucarística fuera de la Misa, y la Presencia real permantente, son finalidades muy importantes y multiseculares, pero, repito, no la principal (y menos, como ya digo, durante la celebración eucarística). Por tanto, no se trata tanto de centrarnos en la presencia eucarística de Cristo que ya está en la iglesia (Sagrario), sino en la que se va a hacer presente (consagración), y por eso nuestra mirada ha de dirigirse hacia el altar, y si allí hay algo que focalice nuestra atención hacia Cristo (Cruz) y no hacia nosotros mismos (que esperamos ser transformados por la Eucaristía), pues mejor. Esto no significa que el Sagrario haya que cambiarlo de sitio; simplemente que durante la Misa no tiene ninguna relevancia ritual (salvo en el momento de distribuir la comunión, si hay que ir a por el copón, claro está).

Por lo demás, de lo más luminoso de la entrevista a D. N. Bux me ha parecido cuando recuerda aquello del Concilio de "que las nuevas formas deben desarrollarse orgánicamente a partir de las ya existentes". Acertadísimo. Cómo sufre uno a veces. Se lo dice un presbítero que ha crecido siempre y ahora celebra con el "Novus Ordo". Diré, no obstante, que desde niño el Señor me regaló un inmenso amor hacia Él a través de la Liturgia, y sepan que la que yo veía y celebraba (y así ha sido siempre) era esta que ahora llaman "Novus Ordo". Así pues, bendito sea el Santo Padre, que quiere sacar todo lo bueno, sin "quebrar la caña cascada ni apagar el pábilo vacilante".

Deus bendicat omnibus vobis.

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ME: En efecto, Ioannes, comparto todos sus puntos. De hecho, aclaro un poco mi posición sobre el Sagrario. El sagrario, si bien, es importante, no es central durante la Santa Misa (en efecto, puede estar tapado por un velo). Y es necesario que lo rectifique, puesto que cambié los términos. Y en efecto, tiene razón usted en el hecho de que existan actos piadosos intra Misa, ya que van en detrimento del mismo Santo Sacrificio.

Saludos y Gracias por su comentario.
19/05/10 11:19 PM
  
Tulkas
Releyendo el texto de Bux la verdad es que el segundo párrafo no me parece una mera elucubración abstracta de una situación no deseable, sino más bien una descripcion de la praxis actual concreta del Novus Ordo.

Pasa en ocasiones que si en tu barrio hay dos iglesias, y vas el mismo Domingo a una a las 10 am y a la otra a las 12 am resulta que lo celebrado en ambas no tiene ningún parecido. Y si además lo comparas con el texto del Misal Romano resulta que tampoco se parecen en nada.

La Liturgia, tras décadas de mala praxis del Novus Ordo, ha devenido en algo informe y moldeable según el capricho de los celebrantes, pero no sólo de los celebrantes, sino incluso de cualquiera que pase por allí.

Litúrgicamente la Iglesia latina actual no habla un lenguaje común ni tampoco un lenguaje coherente. Cada movimiento, grupo, parroquia, asociación, capillita o cofradía elabora una liturgia a la carta, tan diferentes unas de otras que hay que reconocer que ya hay barreras insalvables fomentadas por una praxis litúrgica heterogénea hasta la náusea y empobrecida hasta el escarnio.

En lugar de lenguaje común y punto de encuentro para todos los católicos del orbe, la praxis litúrgica actual es más bien un Babel ensordecedor.
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ME: Bienvenido Tulkas: Tienes muchisima razón. Me quedo con una frase vuestra que es muy cierta: La Liturgia, tras décadas de mala praxis del Novus Ordo, ha devenido en algo informe y moldeable según el capricho de los celebrantes, pero no sólo de los celebrantes, sino incluso de cualquiera que pase por allí.. Por ello es tan importante recuperar el sentido litúrgico de la forma Extraordinaria, que más que un mero ritualismo, apunta a hacer las cosas como la Iglesia nos dice que debemos hacerlo, y no dejarnos llevar por nuestras propias sensibilidades.
Saludos cordiales.
20/05/10 4:37 PM
  
Marta
Igual es sólo un detalle mínimo... Pero si los sacerdotes dejan de mirar al pueblo y sentirse ellos el centro de la liturgia y se ponene, al igual que todos los demás fieles, a mirar a Dios durante la misma, quizá ese gesto les ayude a vivir la liturgia realmente para Dios y no para ellos...

Hace un par de domingos, un sacerdote, después de una homilía larguísima dijo: "ahora nos saltamos el credo porque ya nos lo sabemos todos"... En fin, aunque su homilía hubiera sido muy buena, me parece evidente que es más importante y más lleno de contenido el Credo que sus palabras y que sin el Credo no estaríamos allí... ¡Ójala lo entendieran!

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ME: Muy cierto estimada Marta. Y es más: No es un detalle mínimo, sino que con los detalles que hacen la diferencia. Saludos.
22/05/10 9:26 AM
  
Pioquinto
No deja de impresionarme que se le siga quitando importancia al Credo. Otro sacerdote, casi al final de la Misa, dijo: "Ay ya se me andaba olvidando el Credo" y precipitadamente empezó a rezarlo. La nueva liturgia deja mucho lugar a la creatividad del celebrante, tanto así que no hay dos nuevas misas iguales.
22/05/10 10:47 PM
  
marcial
Vengo ahora de la Santa Misa. Uno de los momentos más terribles es cuando hacen entrada un par de monjas guitarra en ristre. El peor, cuando "alegran" la liturgia con una melodía de esos dos grandes liturgistas que fueron Simon y Garfunkel. En mi iglesia, la figura de Cristo crucificado está en un lateral, de forma que sólo puede verse de perfil. El Sagrario ha sido descendido de su lugar original, donde se ha colocado un libro, y ahora se encuentra semiescondido tras la silla que usa el sacerdote. Observo que muchas personas, al entrar, van a buscar el agua bendita con que persignarse, pero el agua bendita no está. La comunión en sí la administran a una el sacerdote y una monja. Igual no hay inconveniente, pero ante la duda, que es de muchos, la cola del sacerdota duplica con creces a la cola de la monja. Yo sé que el sacerdote, y las monjas que lo ayudan, son infinitamente más virtuosos que yo. Por eso me siento mal haciendo estas críticas. Pero, por otra parte, ese sacerdote fue llamado, y yo no. Y si fue llamado, no alcanzo a comprender su ceguera por lo que respecta al culto. No lo entiendo, de verdad. Por otro lado, el obispo ya ha visitado en varias ocasiones esta iglesia, y al menos se habrá dado cuenta de la disposición del Crucificado y del Sagrario.
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ME: Estimado Marcial: Lamentablemente, vivimos tiempos en la Iglesia donde muchos sacerdotes y obispos se comportan, en alguna medida, como simples funcionarios, y no como tienen en cuenta el carácter sobrenatural que es inmanente en ellos debido al Orden Sacerdotal. Claramente no son todos iguales, pero esto es una muestra también de la falta de fe y la nula comprensión de la realidad sagrada, y claro que también de un Antropocentrismo litúrgico, donde la "asamblea" es lo importante, mas no Cristo, autor de la Gracia y centro de la Liturgia.
Le recomiendo algo: Rece. Enseñe. Medite. Actúe. Estudie. En la medida en que los propios fieles y las nuevas generaciones sacerdotales sean "germinantes" (usando el vocablo de Germinans Germinabit), podremos revertir el grave daño introducido por el pecado en la Iglesia.

Saludos in Christo+

Me siento mal, perturbado por tantas cosas que me molestan en la Misa, sin saber si tengo razón o si estoy juzgando mezquinamente.
20/06/10 8:44 PM
  
Jaime Meler
Gracias, Marco, por tus reflexiones.

Creo que convendría leer el libro de Ratzinger donde explica como el Sagrario no es un elemento de la celebración; donde,además, se explicita el sentido de la CRUZ gloriosa y la orientación escatológica.

Sobre el tema de la orientación puede verse una bibliografía actualizada en A. Gerhards, «Il dibattito sull’orientamento: riflessione teologiche», en Aa.Vv., Spazio liturgico e orientamento, Qiqajon-Bose, Magnazo 2007, 167-187.

En español, y del mismo año, tenemos el estudio del mozarabista Manuel Glez. López-Corps, «Orientem versus. Consideraciones en torno al altar», en Asociación Española de Profesores de Liturgia (XXIX Jornadas de la AEPL), La Eucaristía al inicio del tercer milenio, II, Grafite, Madrid 2007, 171-227.

Hay que notar que aunque en algunos lugares la venerable Liturgia Mozárabe se celebra cara al pueblo la realidad es el que el Misal Hispano no lo contempla en ningún sitio. De hecho, el Rito Gotho Hispano, como dice el estudioso francés Smith en "Ante altaria" se celebró siempre "Ad Dominum" es decir hacia el Oriente cuya direción era señalada con la Cruz.



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ME: Ciertamente, estimado Jaime. Gracias por sus muy interesantes acotaciones (Pretendo buscar esos libros para ver de que se tratan).
Saludos.
20/07/10 8:22 PM
  
Joaquín
No me gusta ni el titulo. Por mas que el presbitero haga lo que haga, si el fiel esta formado sabe quien es el que esta en el centro y al reves. El centro es el Señor, da igual la disposicion de los fieles y del presbitero, siempre estamos orientados hacial el Señor, lo tenemos levantado hacia el Señor. Discrepo que la asamblea tenga que mirar al crucifijo en la misa y centrar en el la mirada o la visión. En la Eucaristia miramos a la presencia del Señor, que en el dinamismo de la liturgia lo encontramos durante la celebracion y diferentes lugares. En el presidente cuando toma posesion de la asamblea en el introito, en las lecturas cuando es el mismo Señor el que nos habla, en el Altar que es el mismo Cristo Sacerdote, vícitma y altar, el cual es venerado al entrar con un beso e incensación, incluso en las visperas solemnes. En la plegaria eucaristica, etc. Después no es lo mismo una asamblea que se dispone a ver a Dios que baja y se hace presente como gracia que redime al hombre, como don de sí mismo y entrega a una liturgia en la que es el hombre que se pone o dispone a ofrecer a Dios Dios mismo.

Ya digo es falta de catequesis y de entender loq ue se celebra, es la disposición que tenemos cada uno o los fieles. Nos falta mucha formación para que bien de una o de otra forma se celebre sentire cum ecclesia.

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ME: Estimado Joaquín:
Lamentablemente, hoy en día, no existe formación litúrgica para los laicos, debido a múltiples factores. Y por tanto es deber de los sacerdotes, como curas de almas, de enseñar, con el ejemplo y utilizando todo medio disponible, una formación litúrgica al menos introductoria.
La presencia central de la Santa Misa es sin lugar a dudas la presencia Real de Cristo en el altar. Sin embargo, tal como nos explica el Santo Padre Benedicto XVI y su Maestro de celebraciones litúrgicas Mons. Guido Marini, mirar a la Cruz es la forma correcta de hacer presente lo que el concilio buscaba, y que siempre se ha practicado en la Iglesia, que es mirar hacia el Oriente Litúrgico, que es Cristo ("Mirarán al que traspasaron"). Luego, la orientación mirando hacia la cruz no es una forma de interponer un obstáculo entre el sacerdote y la gente, sino que es volver a lo que la iglesia ha hecho desde muy antiguo, que es estar debidamente orientados hacia el oriente litúrgico, que es Cristo, donde el Crucifijo es primordial para señalar dicha orientación (Desde muy antiguo (desde cuando se separa el Ágape de la Eucaristía, que ya lo vemos en San Pablo), la orientación litúrgica paso a ser Versus Deum, es decir, orientada hacia el occidente).

Sin extenderme más, puedo decirle, por tanto, que la disposición del Sacerdote orientado si es fundamental, primero, porque se hace conforme a lo que la Iglesia ha enseñado siempre, y segundo, porque es vital para enseñar gráficamente a los fieles el verdadero centro de la Liturgia.

Saludos cordiales!
01/11/10 8:08 PM

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