¿Amor de hombres?
El “amor” se define, según el Diccionario, como el “sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser”. El amor, así definido, revista múltiples matices. Necesitamos y buscamos el encuentro con otros: el amor de los padres, el de los hermanos, el de los amigos. También, si es el caso, el amor conyugal.
La amistad es una de las más nobles y humanas modulaciones del amor. Sentimos afecto personal por los amigos. Un afecto puro y desinteresado – al menos, en el ideal de amistad - ; un afecto compartido con otra persona; un afecto que nace y se fortalece con el trato.
La Escritura levanta acta de amistades profundas. Como la de David y Jonatán. En la elegía entonada por David por la muerte de Saúl y de Jonatán, dice, con respecto al segundo: “por ti lleno de angustia, Jonatán, hermano mío, en extremo querido, más delicioso para mí tu amor que el amor de las mujeres” (2 Samuel 1,26).