Complicados
No sé si es un efecto de nuestra condición de animales racionales o una secuela del pecado original. En cualquier caso, los seres humanos somos, o tendemos a ser, bastante complicados, enmarañados, difíciles de comprender.
Cualquier persona que tenga que trabajar directamente con otras personas – en algún grado, todo el mundo ha de hacerlo – podrá corroborar, pienso, esta aseveración. Los pensamientos, los sentimientos, las impresiones, los juicios de los otros – y hasta los nuestros - pueden confundirnos, enredarnos o aturdirnos.
Cuando se quiere contar la historia de un acontecimiento, buena parte de la grandeza del historiador estriba en la capacidad de establecer un orden, de rescatar una lógica, en medio de una jungla embrollada de motivaciones, responsabilidades, causas y consecuencias.