Amigos virtuales
Es muy bella la definición de amistad que proporciona el “Diccionario de la Real Academia”: “Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”. El afecto es una forma de amor, de cariño. Pero en la amistad ese afecto es libre, desprendido, participado. La comunicación lo hace más vigoroso, lo confirma, lo corrobora.
En un blog se hacen amigos, amigos “virtuales”, aunque no por ello menos reales. Porque el tiempo dedicado a Internet es real y, en un comentario o en un post, uno va dejando siempre, de una forma o de otra, algo de sí mismo.
Al leer los comentarios se aprende. No sólo por lo que dicen, sino por la capacidad de desvelar, hasta cierto punto, a la persona que los dice. Personas inteligentes, cultas, curiosas, persuasivas, obstinadas, que, con sus ecos, nos ayudan a comprender la complejidad de las cosas y la limitación de nuestra aproximación a ellas.