La fe de Simone Weil
Hay vidas que, en pocos años, lo dicen todo. La vida terrena de Jesús fue excepcionalmente breve y excepcionalmente fecunda. Y, a mucha distancia de Jesús, otros itinerarios nos recuerdan el suyo. Pascal vivió solo treinta y nueve años (1623-1662). También Simone Weil apenas se detuvo en este mundo: treinta y cuatro años, entre 1909 y 1943.
Su vida fue corta, pero plena. El teólogo Antoine Guggenheim resume, en pocas palabras, la inspiración del pensamiento de esta autora tan singular: “Su filosofía es una indagación personal al servicio de la humanidad, pero, ante todo, de quienes viven el desarraigo de su humanidad a causa de la miseria social, de lo que ella llama esclavitud y del anonadamiento de la desdicha”.
Simone Weil - filósofa, profesora, anarquista, obrera, combatiente contra Franco durante la Guerra Civil - fue una mujer nacida en el seno de una familia judía, aunque educada “fuera de toda religión”. Ella supo percibir que el cristianismo merecía, a pesar de todos los obstáculos que podrían presentarse, un estudio serio.