Memoria y profecía: Un importante discurso de Benedicto XVI
El papa ha dirigido un importante discurso a los participantes en el congreso promovido por el Ateneo de San Anselmo, organizado con ocasión de los cincuenta años de su fundación. Es decir, el papa ha hablado para los principales expertos en liturgia de todo el mundo, pues estos especialistas son los que acuden a este tipo de convenios.
¿Qué les ha dicho? Intentaré, en este breve artículo, elaborar una especie de mapa conceptual resaltando las principales ideas apuntadas por Benedicto XVI. A mi modo de ver son las siguientes:
1º La creación del Instituto Litúrgico de San Anselmo se debió al deseo del beato Juan XXIII de responder a las exigencias de reforma de la liturgia que surgieron en el contexto del llamado “movimiento litúrgico” - el Instituto tenía como principal finalidad “asegurar una sólida base a la reforma litúrgica conciliar” - . ¿Cuáles eran estas exigencias? El papa las enumera con gran claridad:
a. El objetivo del movimiento litúrgico era “dar nuevo impulso y nuevo aliento a la oración de la Iglesia”.
b. Se veía, en la vigilia del concilio Vaticano II, “la urgencia de una reforma” en el campo de la liturgia.
c. La exigencia pastoral que animaba el movimiento litúrgico pedía que se favoreciese y se suscitase “una participación más activa de los fieles en las celebraciones litúrgicas a través del uso de las lenguas nacionales”. Asimismo, se deseaba una profundización en el tema de la “adaptación de los ritos en las diversas culturas”.
d. La necesidad de profundizar en “el fundamento teológico de la liturgia” para que la reforma estuviese “bien justificada en el ámbito de la revelación y en continuidad con la tradición litúrgica de la Iglesia”.
2º “El Pontificio Instituto Litúrgico entre la memoria y la profecía” es el título del congreso, título que da pie al papa a hablar primero de la memoria y, después, de la profecía.