Había estado (V).
(Escrito por Norberto)
Ambrósyos (el que es inmortal) Amyntas (rey de Galacia de quien descendía) Rutilus (rubio pelirrojo), ése era el nombre de quien había ganado el corazón de Ana, y ésta, a su vez había prendado al hombretón gálata, ambos, con el paso de los años, ratificaron que la pasión de juventud iba por el camino adecuado, no sin pruebas, dificultades y contratiempos – los abortos de Ana que casi se cobran su vida – Ambrosyós demostró la entereza de ser un hombre de los pies a la cabeza, un celta de verdad, fiel, honrado, comprometido, de palabra. Ana ponía el encanto y la dulzura, la picardía femenina, y tenía 17 años después encandilado al gálata, a sus suegros los tenía más que ganados y hablaban maravillas de él a quienes en, su círculo judío, comentaban sutilmente, y sin sutileza, acerca del “matrimonio imposible”.
Era un tipo de 6 pies y 2 palmos (≈ 1,95 m.), y unas 215 libras de peso (≈ 97,5 Kg.), atlético, sin un gramo de grasa, de pelo ensortijado que dejaba tapar las orejas y una pequeña melena que ocultaba el cuello aunque no tan larga como sus lejanos antepasados, barba y bigote poblado algo más claros que el pelo; brazos y piernas musculados, piel blanca, y metalúrgico de profesión, aunque sus ancestros eran nobles y formaron parte de la tetrarquía gobernante de los trocmii, con su capital en Tavium, su tribu celta que junto a los tectosages - capital en Ancyra (Ankara) - y los tolistobogii - capital en Pessinus (Pesinunte) - habían aposentado en la parte central de Anatolia, aunque él había nacido en Tarso; su familia se había ido desplazando hacia el sur, dado que la profesión tradicional de metalúrgicos, precisaba de metales para su labor y en Tavium escaseaban frecuentemente, así pues, se desplazaron a la costa, donde importantes centros comerciales permitían el aprovisionamiento de materia prima, y, el cumplimiento de los encargos.

Platanito tiene nombre propio y su muerte ha sido objeto de comentarios en los medios de comunicación social. Platanito es el toro lanceado por un caballista en una fiesta medieval que celebran cada año en Tordesillas.
Los cristianos reconocemos y exaltamos la Santa Cruz. Como dice el apóstol San Pablo: “Nosotros hemos de gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo: en Él está nuestra salvación, vida y resurrección; Él nos ha salvado y libertado” (Ga 6,14).
Dicen que la princesa Marta Luisa de Noruega posee cualidades que le permiten comunicarse con el más allá, con los ángeles – esperemos que con los buenos – y con los difuntos.












