Confesar la fe con alegría
El Obispo de mi Diócesis, Tui-Vigo, ha tenido la feliz iniciativa de mandar recoger en un librito titulado “Confesar la fe con alegría” los textos del mensaje del Papa en su viaje apostólico a Santiago y a Barcelona. De este modo, y ésa es la intención del Obispo, las palabras del Papa podrán ser leídas y meditadas con calma por los diocesanos.
En la presentación, D. Luis Quinteiro escribe: “Confesar la fe con alegría, coherencia y sencillez es el maravilloso reto al que nos convoca hoy la Iglesia a través de su Pastor Universal. Nuestras lamentaciones y excusas no sirven de nada. Necesitamos ahondar en nuestra fe con gozo, generosamente, y sin rebuscamientos, con transparencia”.
El Evangelio nos pone en relación con la verdad de la vida y de las cosas, superando así las artificialidades que nos rodean. Por otra parte, la fe que profesamos “no es un elemento marginal de nuestra vida ni una dimensión prescindible de la vida social humana”.
Los textos del Papa, concluye el Obispo, “son unos textos que convertiremos en una referencia continuada para nuestra vida eclesial diocesana”.

Me complace hacer una referencia - es de bien nacidos ser agradecidos - a un blog muy interesante:
PRESENTACIÓN
No tengo yo gran competencia para hablar del deporte. Es un asunto sobre el que mi interés resulta más bien limitado. La actividad física, el entrenamiento, la sujeción a las normas de una competición constituyen aspectos de lo real que nunca he puesto en primer plano, quizá por incapacidad personal para valorarlos.
A la hora de valorar las realidades de la fe las estadísticas fallan o pueden fallar. En el mundo de la fe lo que está en juego es, en definitiva, Dios y el hombre. Dios que habla y el hombre que escucha. Dios que ama y el hombre que responde, sostenido por Dios, al amor más grande.












