La respuesta a la pregunta por la esencia del Cristianismo

Lo esencial en el cristianismo es Cristo mismo: “no hay ninguna determinación abstracta de esta esencia. No hay ninguna doctrina, ninguna estructura fundamental de valores éticos, ninguna actitud religiosa ni ningún orden vital que pueda separarse de la persona de Cristo y del que, después, pueda decirse que es cristiano. Lo cristiano es él mismo, lo que a través de él llega al hombre y la relación que a través de él puede mantener el hombre con Dios” (Guardini, La esencia, 103) 

La persona de Jesucristo, en su unicidad histórica y en su gloria eterna, es la categoría que determina el ser, el obrar y la doctrina de lo cristiano.

Se trata de algo paradójico, pues la persona histórica ocupa el lugar de un concepto general y, en el obrar, de una norma general. Incluso si se habla del cristianismo como religión del amor se debe precisar que se trata “del amor a Cristo y, a través de él, del amor dirigido a Dios, así como a todos los hombres” (Guardini, La esencia, 106).

Guillermo JUAN-MORADO.

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