Una Novena a san José, una (posible) publicación futura

El mundo secularizado necesita imaginar de nuevo motivos para ser humanos. La Navidad es una de esas poderosas razones, que nos mueve a no desperdiciar lo mejor de nosotros mismos: la capacidad de estar despiertos, de velar, para impedir que triunfe la oscuridad del egoísmo y del sinsentido. Dejemos que Jesús camine, en favor nuestro, “desde el Oriente al Occidente”.

Con este deseo, he escrito esta Novena a san José. En cada uno de los días se propone un tema de reflexión. San José, estrechamente vinculado al misterio de la Encarnación, aparece en la Sagrada Escritura como un creyente y un hombre justo. A él se le encomendó la misión de ser custodio del Redentor. La Iglesia lo invoca como patrono. Se presenta como obrero, trabajando en el taller de Nazaret, y como perseguido, por defender a Jesús y a su Madre.

El pueblo cristiano lo venera, y simboliza ese afecto en la expresión bíblica “Id a José”. Es invocado, asimismo, como patrono de la buena muerte, al que cabe implorar la gracia de nuestra conversión.

Que san José nos haga conocer mejor a Jesús, con el conocimiento que brota del amor iluminado por la fe.

                                                        Guillermo Juan Morado

Los comentarios están cerrados para esta publicación.