InfoCatólica / No sin grave daño / Etiquetas: bendición a parejas homosexuales

6.01.24

¿Una posible solución?

Dos sillas

El P. Santiago Martín propone una salida al problema creado por FS basándose en un párrafo del Comunicado de Prensa con el que el Card. Fernández ha intentado “aclarar” FS.

Ese párrafo es el siguiente:

Imaginemos que en medio de una gran peregrinación una pareja de divorciados en nueva unión le dice al sacerdote: “Por favor, danos una bendición, no encontramos trabajo, él está muy enfermo, no tenemos casa, la vida se está volviendo muy difícil: ¡que Dios nos ayude!””

La idea del P. Martín es que en este caso se estaría bendiciendo a las personas, no a la pareja, y que eso no debería crear dificultad alguna, y que aquí el Card. Fernández está hablando de bendecir a las personas, no a las parejas, lo cual, dice el P. Martín, es totalmente legítimo.

Agrega el P. Martín que se pide aquí para que estas personas avancen en el camino para cumplir la Voluntad de Dios, aunque el P. Martín preferiría una exhortación a la conversión.

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29.12.23

7.07.23

Reciente entrevista a Mons. Fernández

Bendición

En su entrevista concedida a “Infovaticana”, Mons. Fernández respondió de esta manera a la siguiente pregunta (los resaltados en negrita son nuestros):

“En 2021 este Dicasterio afirmó que no se puede bendecir a las parejas homosexuales, ¿está usted de acuerdo?”

“Mire, así como estoy firmemente en contra del aborto (y lo desafío a que encuentre alguien en Latinoamérica que haya escrito más artículos que yo en contra del aborto), también entiendo que «matrimonio» en sentido estricto es sólo una cosa: esa unión estable de dos seres tan diferentes como son el varón y la mujer, que en esa diferencia son capaces de engendrar nueva vida. No hay nada que pueda compararse con eso y usar ese nombre para expresar otra cosa no es bueno ni correcto. Al mismo tiempo creo que hay que evitar gestos o acciones que puedan expresar algo diferente. Por eso pienso que el mayor cuidado que hay que poner es en evitar ritos o bendiciones que puedan alimentar esa confusión. Ahora, si una bendición se da de tal manera que no provoque esa confusión, habrá que analizarlo y confirmarlo. Como verá, hay un punto en que se sale de una discusión propiamente teológica y se pasa a una cuestión que es más bien prudencial o disciplinar.”

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