Amistad con el mundo: enemistad con Dios
Así escribe Santiago: La amistad con el mundo es enemistad con Dios. Palabras que no admiten ‘interpretación’, porque son de recibo estrictamente literal.
A mayor abundamiento, subraya: Cualquiera, pues, que desee ser amigo del mundo, se constituye en enemigo de Dios.
San Juan tampoco se apea de este aserto. Escribe: Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Amén.