¿Tolerancia? Sí. Pero con SERIEDAD.
Me he encontrado este tema -necesario a más no poder, por otro lado: ya no sabemos ni por dónde hay que tirar en casi ningún tema-, a propósito de una Tercera de ABC (14-02-2022), escrita por el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Javier Martínez-Torrón, “De tartas, gais y tribunales”. Aplaudo al diario y al firmante.
El autor no lo saca a relucir, al menos explícitamente; pero como me ha parecido que planeaba en el ambiente, me ha dado pié a mí para sacar este post.
Una Tercera en la que don Javier defendía, con criterio, lo siguiente: “Frente a quienes defienden el pensamiento homogéneo en lugar del pensamiento libre, resulta esencial evitar que se instrumentalicen los derechos humanos; que se utilicen no para defender la dignidad humana de toda persona con independencia de sus opciones personales de vida, sino para apuntalar la superioridad moral de una determinada opción ideológica”.
O sea: le zurra a la opción de la PROGREZ, apuntalada por masones, sociatas, marxistas en Occidente, oportunistas, estultos de enciclopedia, etc., todos ellos bien conjuntados y regados -no va de vinos- por el NOM, de fama, perricas e implantación astral. Como mínimo.