Presupuestos de las democracias, liberales o así.
O sea: de las “democracias liberales” nacidas masónicas, materialistas y anticatolicas, por ateas: se coloreen como se coloreen. Que, de cierto, ni son liberales, ni son democráticas: son un engendro demoledor para todo el que no pertenece, en cuerpo y alma, al Poder.
Porque estos Sistemas piden la entrega de cuerpo y alma. Lo note el ciudadano o no; caiga en la cuenta o no; lo discurra así o no. Que siempre será problema única y exclusivamente del ciudadano, nunca del que detenta el Poder. De sus adláteres, tampoco.
El orden del desarrollo de este post es aleatorio: no por orden de importancia de los enunciados, que van a ser pocos. Tres, en concreto.