InfoCatólica / Non mea voluntas / Archivos para: 2020

30.09.20

«¿Examen de conciencia o autocrítica». Parte IIª

Ciertamente, y que conste que he buscado, solo he encontrado UNA explicación SEGURA por CIERTA -es “Palabra de Dios"-, al “caos” -por decirlo suavemente- generado en la Iglesia, de la mano de parte de sus jerarcas -adormecidos y motivados por sus asesores y entendidos-; más la de los mandamases de casi todas sus Instituciones.

Un caos que ha arrancado de cuajo -no ha quedado ni hierba- el catolicismo de naciones enteras tras el CV II: es un hecho innegable por evidente, la extensión y la profundidad de la profunda DESCRISTIANIZACIÓN que ha generado. Aunque bien es cierto que hay ciegos, que no quieren ver: lo señala el mismo Jesucristo.

Y es san Pablo quien la profetiza con total acierto -¡siempre nos quedará san Pablo-!, en la segunda carta a los Corintios: haberse vuelto (¡la propia Jerarquía!…, con las excepciones de rigor) al dios del mundo, que ha pervertido sus mentes, para impedirles que vean brillar el esplendor del Evangelio de Cristo que es imagen de Dios.

Lo denunciado por los profetas siempre se cumple. Es lo bueno que tienen.

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25.09.20

La IIIª república ya está aquí. De hecho.

Lo digo por si alguno no se ha enterado todavía. Y lo digo también por las reticencias en decirlo a las claras de tantos opinadores, columnistas, directivos de programas y tertulianos: no acaban de rematar en sus pronunciamientos: amagan, llegan hasta la línea roja (nunca mejor dicho)…, pero no la cruzan.

El único que se ha acercado ha sido Mister X, famoso por recibir aquel “¡Váyase, sr. González!". Y, claro, con la corrupción y el saqueo de España que había ejecutado, amén algunas otras cosillas de las “cloacas del Estado", pues se fue.

Pues este buen sr., que ya está por encima del bien y del mal -está forrado, que es la obsesión de todo buen miembro de la progrez, y no paran hasta que lo consiguen-, se explayó hace un par de días con lo de la “republiqueta” del tamdem Sánchez-Iglesias, que “tanto monta…". 

Claro, que es lo que se lleva: no señalar, por si acaso… Cosa que ni de lejos hacen los de enfrente: señalan, y señalan y señalan… que no es que, de este modo, algo quede: es que queda TODO. Y a su. favor, por supuesto.

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22.09.20

¿La Fe y la Doctrina valen para algo? Parte IIª

Acabábamos la Iª parte con el siguiente interrogante: “¿La Fe y la Doctrina sirven para algo, da soluciones a la vida real de las personas, de la sociedad y de la Iglesia; o no sirve para nada, y todo es un mero bla, bla, bla para entretenimiento de clérigos y demás?”.

Y sigo diciendo que, aparentemente, da la impresión, basada en hechos y dichos, de que NO. No sirve nada, pues todo son “opiniones” a granel. Y me explico. 

Si todo un sr. cardenal de la Iglesia Católica, en pleno ejercicio de su ministerio y su oficio, se marca    -¡públicamente y con publicidad!- que él, en las próximas elecciones de EEUU, va a votar al candidato demócrata, un tal Biden que, amén de ser “católico” -¡No te lo pierdas!-, es abortista “a muerte", súper lógico: de los hijos de los demás, supongo; de los suyos no me atrevo a señalar nada: me faltan datos. 

Y, puestos en faena, ha largado que lo primero que va a hacer si sale elegido, es echar abajo las leyes que ha ido implantado, paso a paso, el candidato republicano, el sr. Trump -actual Presidente del Pais-, a favor de la vida y de la libertad en el ejercicio de la propia fe…, la pregunta o preguntas inmediatas son evidentes:

A un cardenal de la jerarquía católica, si su Fe no solo no le lleva a defender la vida, toda vida, desde su concepción hasta su muerte natural, como afirma, sí o sí y sin excepciones, la Doctrina Católica, sino que “puede” -se ve “autorizado", por su Fe y carguete- apoyar públicamente en unas elecciones a Presidente, al candidato decididamente abortista, ¿para qué le sirve la Fe, concretada en la Dcotrina, además de su encarguito en la Iglesia? Ya se ve que para nada. O para hacer burla de Ella.

Porque si no le lleva a eso -si no le sirve para eso: defender toda vida-, da la impresión de que la Fe no sirve para nada real de la vida real. Es lo que se desprende de la declarada de este buen señor.

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17.09.20

«¿Examen de conciencia o autocrítica?» (Solsona, 1955). Parte Iª

Le tomo prestado el título a don Vicente Enrique y Tarancón, qepd, a la sazón obispo de Solsona por aquel entonces, pero ya apuntando maneras: había sido elevado a Secretario de la Conferencia de Metropolitanos. Luego, aún seguiría subiendo, por supuesto.

Y se lo tomo prestado porque, o nos paramos seriamente a pensar EN CATÓLICO, y rectificamos, o nos vamos todos al garete, católicos y no católicos… Porque, entre otras cosas, ya nos hemos ido. Aunque siempre hay esperanza, porque siempre se puede rectificar, y volver a empezar.

En su librito, el sr. obispo recogía dos cartas pastorales suyas, con las que trataba de justificar y proponer un cambio radical en las relaciones que, hasta entonces -y durante algunos años más-, había tenido y tenía la Iglesia Católica con el Gobierno de España: con Franco como Generalísimo y Jefe del Estado.

Un gobernante que, desde muy joven, había puesto como eje de su obrar su SER CATÓLICO: hijo de Dios en su Iglesia, en medio del mundo. También, insisto, desde ese puesto. Hasta su muerte: basta leer su testamento para certificarse de esto.

Eso significó, en España, que la Iglesia Católica pasó, de ser perseguida, a recuperar su lugar como “alma” y “ser” de la Nación Española. Por dar un dato bien concreto: todos los obispos que cayeron bajo la dominación roja, fueron brutalmente torturados y asesinados; solo se salvó Barraquer, con sede en Tarragona, al que salvó in extremis el gobierno de la Generalitat cuando ya se lo iban a apiolar los rojelios; por lo que les estuvo eternamente agradecido; y fue catalanista hasta su muerte.

Sí, España había sido católica desde siempre: desde fines del s. VI y, muy especialmente, desde el s. XV, con los Reyes Católicos -significativo título, que ya llevaron todos-; y hasta la democracia actual, España fue CATÓLICA. Todas sus empresas fueron CATÓLICAS. Salvo el pequeño paréntesis republicano, cuando comienza la sangrienta persecución, Hasta el punto de que su más alto representante se jactó de que “España ha dejado de ser católica", siempre lo fue. Empezando, lógicamente, por todos sus Reyes y siguiendo por sus súbditos: todos católicos, y “a mucha honra".

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25.08.20

¿La Fe y la Doctrina, valen para algo? Parte Iª.

Porque da la impresión de que no: visto lo visto, oído lo que se dice y nadie corrije, y leído lo que se publica, y que nadie con autoridad se encarga de rebatir… no vale absolutamente para nada -ni por lo civil ni por lo eclesiástico-, en la vida real. Ni siquiera para salvarse, porque se salvan todos, según la prospectiva más actual de “lo (falsamente) católico". Pero vamos por lo eclesiástico.

Ante lo que está pasando dentro mismo de nuestra Santa Madre Iglesia, caben estas posturas. Que caben, porque son las que se dan: no pretendo inventarme ninguna.

*Una: mirar para otro lado, y silbar un motivo animante que, como mínimo, distraiga, y sirva para pasar el rato. Y “aquí paz y después gloria”. O “ahí me las den todas”. Vamos: con complejo de farero solitario y aislado.

*Otra: “no querer darse por enterado”, que es una vuelta de tuerca mucho más intencional y, por tanto, más grave que la anterior. Uno va a lo suyo; en el mejor de los casos, se refugia “en lo de siempre", que es lo seguro, y además evita todos los problemas que el enterarse podría generar. Y seguimos con la paz y la gloria, que no está uno para disgustos. Y tan contentos. Con complejo de “mirarse el ombligo", que para eso es mío. También puede mirarse al ajeno, pero es más “peligroso". O con complejo “de mi burbuja” o de “invernadero". 

*Otra más: estar en perfecta sintonía con la que está cayendo; bien con una participación activa, bien pasiva…, pero estando en el ajo: “¡que ya es hora que todo esto cambie; y no se puede esperar más, que el reloj corre!". Con lo cual, perfecto. Con complejo de “salvadores y redentores", por lo eclesiástico (también pasa por lo civil, no se crean: son los “salvapatrias").

*Y aún otra más: siguiendo al Señor, creyendo en Él realmente, entendiendo lo que nos dice, mirando a su Iglesia y a las almas todas, entrando al trapo: a fondo, con urgencia, con sentido pastoral y/o celo apostólico: sacando adelante la propia vocación de hijos de Dios en su Iglesia en medio del mundo.

Sea uno laico, religioso o sacerdote, y esté donde esté: metido y participando, con su vocación, su carisma, o como quiera llamarse. Pero, como se dice en términos futbolísticos, “echandose a la espalda” la Iglesia, las almas… lo que haga falta.

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