«¿Examen de conciencia o autocrítica». Parte IIª

Ciertamente, y que conste que he buscado, solo he encontrado UNA explicación SEGURA por CIERTA -es “Palabra de Dios"-, al “caos” -por decirlo suavemente- generado en la Iglesia, de la mano de parte de sus jerarcas -adormecidos y motivados por sus asesores y entendidos-; más la de los mandamases de casi todas sus Instituciones.

Un caos que ha arrancado de cuajo -no ha quedado ni hierba- el catolicismo de naciones enteras tras el CV II: es un hecho innegable por evidente, la extensión y la profundidad de la profunda DESCRISTIANIZACIÓN que ha generado. Aunque bien es cierto que hay ciegos, que no quieren ver: lo señala el mismo Jesucristo.

Y es san Pablo quien la profetiza con total acierto -¡siempre nos quedará san Pablo-!, en la segunda carta a los Corintios: haberse vuelto (¡la propia Jerarquía!…, con las excepciones de rigor) al dios del mundo, que ha pervertido sus mentes, para impedirles que vean brillar el esplendor del Evangelio de Cristo que es imagen de Dios.

Lo denunciado por los profetas siempre se cumple. Es lo bueno que tienen.

La Iglesia Católica, entendida en sus miembros prominentes, no solo rechazó la CONFESIONALIDAD del Estado Español -único Estado confesional en el mundo en esos años-, y que era su ADN histórico-nacional; es que le acabó dando “asco", después de haberse desgañitado alabando la postura española, de Franco hacia abajo, desde 1937. Habría que destacar, porque es cierto, a Pío XII. 

Todavía, en 1965, Pablo VI seguía alabando la Fe del Caudillo: “conozco su Fe”, decía al embajador español, Garrigues-, hasta el punto de que “le impuso", precisamente en base a su bien reconocida fidelidad, todo lo que salió de la Gaudium et spes, especialmente lo contenido en el tan traído y llevado -tan discutido como controvertido: tan nefasto- Esquema XIII, que se aprobó contra todas las objeciones que se le hicieron.

Y se le hicieron muchas, en tiempo y modo, ante el Papa en persona, y en el propio Concilio; con razones de mucho peso. Se podrían señalar más, pero me he quedado con estas:

Primero: que las pretendidas fundamentaciones escriturísticas y doctrinales a las que decían agarrarse, no se sostenían. Ni siquiera la habían cogido por las hojas: es que estaban algo así como inventadas. Era la crítica de mayor envergadura y profundidad: la propia y específica que se podía esperar y exigir de la Iglesia. De toda lógica.

Segundo: que, dada la complejidad de los temas planteados, era muy precipitada su aprobación -quería cerrarse antes de acabar el Concilio-, y se podía -y se debería- esperar incluso hasta después del Concilio: había soluciones para eso.

Porque lo que se presumía y, en cierto modo ya se veía, era que el cambio, al ser tan radical, rompía con la tradición de siempre: de hecho, se “borraron” todos los Documentos papales del s. XIX y casi primera mitad del XX en contra del modernismo y del marxismo; amén los referentes a la naciente Doctrina Social de la Iglesia.

Tercero: que se estaban tomando posturas y resoluciones contempladas desde la única perspectiva de los gobiernos demócrata-liberales, o simplemente ateos; y, además, a su favor; y se dejaba indefensos y a los pies de los caballos a los gobernantes católicos y a sus súbditos, católicos también. Lo cual parecia, a muchos, una verdadera locura.

Cuarto: que la Iglesia Católica, que siempre había practicado una neutralidad exquisita ante los “modos de gobierno” de las naciones, pues eran de la exclusiva libertad y competencia de los laicos -como declaraba el propio CV II-, se estaba metiendo de hoz y de coz, cambiando su modus inteligendi, operandi et docendi, precisamente en el terreno “político": que ni había sido ni era el suyo.

Quinto: que había fuertes contradicciones en las afirmaciones entre los diferentes documentos sobre ese mismo tema.

¿Por qué todo esto, y más desde la Iglesia?

Lo primero y más sustancial: muchos arrastraron a la Iglesia a este “berenjenal” -por decirlo suavemente-, ¡sin ninguna base teológico-doctrinal!: todo fueron razones de conveniencia… ¡POLÍTICA!

Y se la metió ahí porque ¡dio “vertigo” no estar ahí! Pero claro, con su “servicio y diálogo con el mundo, etc", se había pillado los dedos… y muchas más cosas. Entonces, ¿a qué se agarró? “Era lo que se llevaba", eran “los signos de los tiempos… POLÍTICOS” -que no del Espíritu-, pero… no podía quedarse fuera. ¿Por qué no? Misterio. Lo cierto es que ¡le dio VÉRTIGO estar y quedarse en su sitio: donde la había puesto Dios!

Y sucumbió a la Tentación. Y perdió su sabor, y se desvirtuó, y se pudrió, y se apagó…

Porque, poco a poco, paso a paso, pero ya sin marcha atrás -como se ha dicho de las cosas que se pretendían cambiar, y que están cambiando-, se fue urdiendo, sí o sí, el cambio de horizonte, de finalidad, de métodología, de vida… hasta llegar a donde hemos llegado.

Y así, hemos pasado de “salvar al mundo” a “servirle”; cambio que no es un “detallito de adorno": SALVAR, incluye “servir", como siempre ha hecho la Iglesia a través de sus hijos: en caso contrario, no sería creíble. Pero SERVIR no incluye “salvar", como se está viendo, pues está en otro orden de cosas; en concreto, en el orden sobrenatural: o sea, en el lado opuesto.

De hecho, y señalando: hemos pasado de proclamar, en/con el CV II, que “la Santa Misa y la Eucaristía son el centro de la vida del cristiano", a dejarles sin Misas y sin Comunión; hemos pasado de “dar doctrina” y “dar razones de nuestra Fe", porque las tenemos, a “asumir los postulados mundanos"; hemos pasado de “la Fe infusa", a la fe “a la carta", a la doctrina a la carta, a los sacramentos a la carta, a la iglesia a la carta"; de “el sacerdote, otro Cristo", a volver una y otra vez    -cansinamente, y contra toda verdad revelada-, a que hay que “ordenar” señoritas…, que me da que no es ponerlas en orden: por estatura, por ejemplo; hemos pasado de “dirigir almas” a “la libertad de conciencia", que puede llegar a decir que, inmersa una persona en una situación estable de pecado grave, puede acercarse a comulgar, sí o sí, y “aquí paz, y después gloria".

O a decir -el cardenal Tobin, a día de hoy miembro de la Jerarquía Católica en EEUU-, que va a votar a Biden, rabiosa y vitalmente abortista; y que los católicos le pueden votar sin ningún problema de conciencia.

Y de estas cosas, y otras más que se podrían aducir, salen -porque esto es como el Credo: se empieza por “creo en Dios Padre…” y se acaba en “la resurrección de la carne”-, a que hay que cambiar esto del 6º y 9º mandamientos, que hay que admitir a los LGTB, etc., después de pasar -por descubrirse, y denunciarse-, por casos y casos de pederastia y demás…

Y todo, para acabar recogiendo plásticos y repoblando la amazonia: momentos cumbre de la conversión “ecológica"…, único calificativo que cabe ya en la “nueva iglesia” a la palabra “conversión". Sin olvidar, por supuesto, “el cuidado de la tierra” como eje central del quehacer eclesial, a lo que parece; escuchando las voces de la creación, sí… pero cerrándole el micro a Dios Creador.

Le dio “grima” el bonus odor Christi; y abrió puertas y ventanas al mundo, para orearse, y que entrase… ¡"el humo de satanás"! Que ya tiene mérito. Lo denunció el mismo Pablo VI, que lo sabía muy bien, pues maniobró todo lo que pudo y más para que todo eso llegase a buen término.

En la GS y en el Esquema XIII, dos temas fueron los fundamentales: la libertad religiosa, convertida casi inmediatamente y por vía de hecho, en “libertad de conciencia", denunciada siempre   -hasta entonces, al menos-, como un mal moral por la Iglesia; y la acusadísima deriva hacia la “democracia liberal"  en el Occidente europeo -con la creación de partidos y sindicatos, y con el “positivismo jurídico” por bandera-, como “única” forma posible de gobierno de la polis. En los países marxistas podían seguir con lo suyo…

Porque, y como consecuencia inevitable, estaba ya en avanzado estado de gestación la “apertura” a los regímenes maxistas, en el Oriente europeo: ¡había ya que firmar y fumar la “pipa de la paz"! Una “pipa” a la que nunca hicieron honor esos regímenes, que siguieron persiguiendo y matando católicos. Pero no había tiempo -no había deseos- para detenerse a mirar -mucho menos, denunciar- todas esas “menudencias": ¡era casi de mal gusto… eclesial! La “iglesia", como “madre", estaba por encima de esas cosas.

¿Hay materia, en la propia Iglesia Católica, para un examen de conciencia y/o para la “autocrítica"? Palabra muy del gusto marxista…, especialmente para que se la apliquen los demás: ¡ellos siempre son como Dios: todo lo hizo bien!

Corto aquí, pero me da que aún queda tema para más. Ya veremos.

9 comentarios

  
Luis Ignacio
Si se me permite, un matiz: la Iglesia no ha condenado la "libertad de las conciencias" si no que más bien la ha fomentado. En cambio, sí ha condenado, y en términos muy severos, el concepto "libertad de conciencia".

En mi modesta formación filosófica, entiendo que "libertad de las conciencias" se refiere a la potestad de la conciencia de cada persona para juzgar en cada caso concreto lo que está buen y lo que está mal, a la luz del derecho natural y de la verdad revelada, en ejercicio de la virtud de la Prudencia. En otras palabras, la conciencia bien formada actúa como Juez que aplica en cada episodio de la vida la ley establecida por el Creador.

Em cambio el perverso concepto "Libertad de Conciencia" es un concepto ideológico fruto del Liberalismo de "las Luces". La conciencia como Legisladora de lo que está bien y lo que esta mal, con exclusión del plan de Dios para la criatura. Autonomía de la conciencia, dicen. La dictadura del relativismo como fruto amargo.

Desde luego, choca ver como algunos textos magisteriales han querido bautizar el término "Libertad de Conciencia". Quiero pensar que es fruto de la indigencia intelectual que abundó en los seminarios y noviciados donde se "formaron" muchos presbíteros en un pasado hoy relativamente lejano, y no de la mala fe. El Espíritu Santo pondrá las cosas en su sitio.




Tienes toda la razón: muchas gracias. Y yo lo he dicho al revés. Perdón por mi descuido, que no ha sido intencionado, y que corrijo inmediatamente.
01/10/20 10:01 AM
  
maru
Nunca mejor dicho Padre: la Iglesia Católica, ha pasado de "salvar al mundo" a ''servir al mundo'', en todos sus planteamientos de progresismo cutre, porque ya me dirán si el aborto es progresismo; ya en Corinto, se ofrecian niños (los mataban, claro) para ofrecerlos a las falsas divinidades, lo mismo que los matan ahora. Y como vd. muy bien dice, ''salvar'' es ''servir'', pero ''servir'' no es ''salvar'' sino todo lo contrario.
01/10/20 12:05 PM
  
Rubén (de Argentina)
¡Excelente artículo! ¡Y muy valiente! Y hablando de profecías, la Virgen María pidió en Fátima que su tercer mensaje recién se diera a conocer en 1960 (vaya año). Y cuando el Papa Juan XXIII leyó el mensaje, evidentemente lo que contenía (el secreto completo), le echaba por tierra sus sueños del CVII y no lo publicó y todavía echó un manto de duda sobre el mismo. Digo el secreto completo porque sólo se publicó la tercera memoria de Sor Lucía y no la cuarta, aquella que dice "en Portugal, el dogma de la fe permanecerá para siempre". Pero como dice el Señor, "no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz", tarde o temprano se conocerá la cuarta memoria y los Papas que opusieron resistencia a la voluntad de la Virgen María (es increible que todavía no se haya consagrado Rusia a su Inmaculado Corazón) tendrán que dar cuenta de ello. Y todo esto que está pasando y que usted tan bien describe, es para que se cumpla también lo dicho en 1 Corintios 11,19:

Porque es necesario que haya entre vosotros divisiones para que se manifieste entre vosotros cuales sean los probados.
Rezo por usted y le agradezco a Dios una vez más el que nos haya dado sacerdotes así, que no temen el hablar con la verdad, que no la callan, por más dura y cruda que sea.
01/10/20 2:11 PM
  
Luis Enrique
Pero, ¿el cristiano no tiene la obligación de ayudar a formar su conciencia por la que, a través de la conciencia, pueda ser dirigido por la Ley natural.




Para el católico, la ley natural viene asumida -y confirmada, y elevada- por la Ley Sobrenatural, que es la "Lex perfectae caritatis": la que nos ha mostrado el mismo Dios con su Pasión y Muerte.
01/10/20 7:37 PM
  
Luís Ignacio
Querido Rubén (de Argentina): comparto con Usted la devoción a Ntra Sra de Fátima y a los tres pastorcitos (el proceso de beatificación de Lucia aun está en marcha pero es notorio que fue una grammn santa). A todos los devotos de Fátima les recomiendo el libro "Un camino bajo la mirada de María". Es un libro testimonio escrito por las Hermanas Carmelitas que convivieron con Lucía en el Carmelo de Coimbra. La edición en castellano fue editada por San Pablo hacia el 2007 más o menos. Es lo mejor que se ha escrito sobre Lucia, a quien no le faltó la cruz a lo largo de su vida, como queda patente en el libro. Siempre respondió con humildad y amor de Dios a las muchas pruebas por las que pasó.
Las hermanas afirman citando literalmente a Sor Lucia que ésta les dijo que lo revelado por encargo de San Juan Pablo II en 2002 es todo el secreto, y todo lo que ella escribió en su día. No hay más, "pero hay gente que nunca está satisfecha". Las teorías de Antonio Socci avaladas por Zavala sobre una cuarta parte aún secreta son meras elucubraciones que hacen mucho daño a la credibilidad de Jusn Pablo II y su inmediato sucesor.
La reacción de Juan XXIII a la lectura del secreto wue Usted cita es la que defiende Roberto de Mattei, basándose en un testimonio del secretario personal del Papa Mons Capovilla, pero también es una mera elucubración. Nadie sabe lo que pasó realmente por la cabeza del Papa para no hacer público el secreto, salvo Dios naturalmente.
En cuanto a la Consagración de Rusia hecha por San Juan Pablo II en 1983 (si no recuerdo mal) , Sor Lucia afirma que esta vez sí se hizo lo que pidió la Virgen (todos los obispos en unión con el Papa) y mención implícita de Rusia (mas o menos el Papa citó a "aquellos países que lo necesitan" o algo por el estilo. Hablo de memoria, pero todo está en el libro citado.

"Penitencia, penitencia, penitencia" ea la parte nuclear del mensaje y lo qje realmente nos debe ocupar, si queremos escuchar al Señor y a ls Virgen.

Un cordial saludo

01/10/20 11:24 PM
  
Rubén (de Argentina)
Luis Ignacio:

Como comprenderás, este no es un espacio para hablar de lo que dijo la Virgen en 1917 en profundidad porque desvirtuaríamos el enorme artículo que nos regaló el Padre Aberasturi. Dejemos al margen si existe o no una cuarta memoria, porque si la hay, tarde o temprano saldrá a la luz. Que por otra parte, esa cuarta memoría sería la explicación de la visión y no un secreto adicional. Lo cierto es que desde antes de 1960 se conocía que el tercer misterio comenzaba con "En Portugal, el dogma de la fe se conservará para siempre...". Si eso era apócrifo, ¿por qué Lucía calló y no dijo nada durante medio siglo respecto de que esa frase no estaba incluida en el mensaje? ¿Pecado de omisión?

Respecto de Juan XXIII, juzguemos obras, juzguemos acciones (que eso sí lo podemos hacer) y no intenciones que como bien dices tú, solo las conoce Dios. Lo cierto es que:

1. La Virgen pidió que su mensaje se diera a conocer en 1960. Y eso se sabía desde antes de que Juan XXIII fuera Papa.

2. Juan XXIII leyó el mensaje y no lo publicó.

O sea, Juan XXIII puso su opinión personal por encima del deseo de la Virgen María (son hechos: la Virgen pidió algo y Juan XXIII no lo hizo, dio prioridad a su propia voluntad). Juan XXIII creyó ser más sabio y más prudente que la Madre de Dios. Si la Virgen María pide algo (y más como lo pidió, demostrando su presencia con un portento que desafió las leyes de la física), SE HACE. Y eso es más perentorio aún para quien se dice Vicario de Cristo. Juan XXIII no lo hizo, y con ello desobedeció a la Virgen, y a también a su Hijo. No importa que razones hubiera tenido el Papa; la Virgen sabe más y si ella lo pidió, por algo lo pidió. Juan XXIII evidentemente no creyó, no tuvo fe. Y no juzgo el interior del Papa sino sus actos, porque fe es asentimiento. Y Juan XXIII no asintió a lo que pidió la Virgen. Por lo tanto no creyó que aquello venía de la Virgen.

Y para terminar, Rusia no fue formalmente consagrada al Inmaculado Corazón de María. Lo que hizo el Papa Juan Pablo II no fue una ceremonia de consagración como se debe. Si Rusia hubiera sido consagrada, hubieramos tenido la paz (un período de paz) de la que nos habló la Virgen. ¿Lo viste por algún lado a ese tiempo de paz? Los hechos hablan por sí mismos. Lo que tenemos es al comunismo más fuerte que nunca en China y persiguiendo a la Iglesia como en los tiempos de los primeros cristianos y una apostasía generalizada (los artículos del Padre Aberasturi la describen de una manera inmejorable), con el aborto, la eutanasia, la ideología de género, etc., etc. campeando a sus anchas que más que en el período de paz nos hace pensar en 2 Tesalonicenses 2:2-4 y el art. 675 del Catecismo.

Otro cordial saludo para ti Luis Ignacio.
02/10/20 8:00 PM
  
Vicente
Ver Doctrina Social de la Iglesia y aprendamos de ella.
03/10/20 1:45 PM
  
DylanBob
O sea que San Juan Pablo II no le creyó a la Santísima Virgen?. Porque como podemos juzgar hechos,,, O sea el Santo Papa no quería la paz? Se desprende del comentario de Rubén de Argentina yo no agrego ni quito nada. Gracias.
04/10/20 2:03 AM
  
javier dolid
La descristianización casi general del Occidente cristiano es un hecho innegable que, aunque hunde sus raíces en antecedentes algo más remotos, se manifestó abruptamente en la década de los sesenta del pasado siglo, y ha ido creciendo y progresando a partir del CVII.
Parece indudable que el desarrollo de este fenómeno ha sido propiciado por el “caos” generado en la Iglesia por una parte significativa de su jerarquía que, aparentemente más preocupada por la política y por cuestiones que se dilucidan en el ámbito político que por la salvación espiritual de los hombres, ha posibilitado la extensión de un ambiente de confusión en niveles inferiores del presbiteriado más en contacto con el pueblo fiel que, en muchos lugares y comunidades parroquiales, se ha quedado sin referencias seguras y que, para la práctica religiosa, se ha sentido abandonado a criterios personales acomodaticios según libre discernimiento de las conciencias de sus pastores más inmediatos..
En este contexto, sí sorprende de manera especial el papel de la Jerarquía que, en muchos casos, parece haber descuidado su misión principal de predicar el mensaje evangélico y vigilar para que el contenido de la Fe que recibimos y practicamos se siga ajustando a las exigencias y pronunciamientos del credo católico.
Desde luego la culpa del mal la tenemos todos, y todos somos responsables, cada uno en la medida de sus omisiones. Por ello, porque sus responsabilidades a este respecto son extremadamente altas, sorprendente la aparente tranquilidad de conciencia de muchos de nuestros pastores seguramente bienintencionados. De los mal intencionados, que algunos seguramente habrán, sorprende menos porque estos, fieles a su señor, están a lo suyo, es decir a favorecer la corrosión de las estructuras de la Iglesia,
Respecto de estos últimos sí sorprende mucho la aparente desenvoltura y desparpajo con que se conducen y se manifiestan de palabra y de obra para sembrar la cizaña y el desconcierto de los fieles católicos. La apariencia de impunidad resulta sorprendente.
¿Será que la verdadera Iglesia debe ser pobre y pequeña y que el Reino de Dios no es posible en la Tierra?
https://infovaticana.com/2020/10/05/los-masones-fratelli-tutti-demuestra-lo-lejos-que-esta-la-actual-iglesia-catolica-de-sus-antiguas-posiciones/
Anunciamos tu muerte y proclamaremos tu Resurreción. Ven Señor, Jesús
05/10/20 8:11 PM

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