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24.12.13

21.12.13

19.12.13

20 Sorbos de Evangelii Gaudium (2)

Textos inspirados e inspiradores de nuestro Papa Francisco, en el lenguaje de los tuits.

Propongo que, más allá de consideraciones de gusto o preferencia eclesial, todos meditemos y aprovechemos lo mucho aprovechable que hay en estas palabras del Sucesor de Pedro.

He preparado varias series de estos palabras. La primera fue publicada aquí. Para dar tiempo de reflexión, me propongo ofrecerlos en porciones digeribles de a veinte en veinte.

EvGa21 También el papado y las estructuras centrales de la Iglesia universal necesitan escuchar el llamado a una conversión pastoral. (32)

22 Una pastoral misionera no se obsesiona por transmitir una multitud de doctrinas que se intenta imponer a fuerza de insistencia. (35)

23 En sí misma, la misericordia es la más grande de las virtudes, ya que a ella pertenece volcarse en otros y… socorrer. (S. Tomás) (37)

24 Es necesaria una adecuada proporción [al predicar]. Ésta se advierte en la frecuencia con la cual se mencionan algunos temas. (cf. 38)

25 El Evangelio invita a responder al Dios amante que nos salva. ¡Esa invitación en ninguna circunstancia se debe ensombrecer! (39)

26 No deben quedar dudas que debiliten este mensaje: Hoy y siempre, «los pobres son los destinatarios privilegiados del Evangelio» (48)

27 Prefiero una Iglesia accidentada por salir a la calle, antes que enferma por la comodidad de aferrarse a las propias seguridades. (49)

28 No quiero una Iglesia preocupada por ser el centro y que termine clausurada en una maraña de obsesiones y procedimientos. (49)

29 No puede ser que no sea noticia que muere de frío un anciano en la calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa. (53)

30 Perdemos la calma si el mercado ofrece algo que todavía no hemos comprado mientras las vidas truncadas nos parecen un espectáculo. (cf. 54)

31 El Papa ama a todos, pero tiene la obligación, en nombre de Cristo, de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres. (58)

32 La inequidad genera tarde o temprano una violencia que las carreras armamentistas no resuelven ni resolverán jamás. (60)

33 [El relativismo] percibe a la Iglesia como si promoviera un prejuicio particular y como si interfiriera con la libertad individual (cf. 64)

34 La sociedad de la información termina llevándonos a una tremenda superficialidad a la hora de plantear las cuestiones morales. (64)

35 El matrimonio tiende a ser visto [hoy] como gratificación afectiva que puede constituirse de cualquier manera. (66)

36 El aporte indispensable del matrimonio a la sociedad supera la emotividad y las necesidades circunstanciales de la pareja. (cf- 66)

37 Necesitamos reconocer la ciudad desde una mirada contemplativa, esto es, descubrir al Dios que habita en sus calles y plazas. (cf. 71)

38 Las casas y los barrios se construyen [hoy] más para aislar y proteger que para conectar e integrar. (cf. 75)

39 Nuestra vergüenza por los pecados de algunos miembros de la Iglesia no deben hacer olvidar cuántos cristianos dan la vida por amor (76)

40 Reconozco que necesitamos crear espacios motivadores y sanadores para los agentes pastorales. (77)

15.12.13

9.12.13

La Inmaculada, Buena Noticia de Dios

De las cosas interesantes que trae Evangelii Gaudium es un renovado aprecio por la piedad del pueblo, o como se suele llamar, la religiosidad popular. Y un hecho que puede parecer paradójico a quienes observan las expresiones de fe de los sencillos es cómo se dan dos fenómenos que parecen contradecirse: por una parte, la alegre exaltación de la Virgen María con todos sus privilegios y dones singulares: maternidad divina, inmaculada concepción, asunción al cielo, impecabilidad, virginidad perpetua; por otro lado, la certeza de que esa misma creatura, tan prodigiosa por sus prebendas y altísimas virtudes, es a la vez tan cercana, tan próxima a la realidad y vida de los más humildes.

InmaculadaLa arrogancia hace imposible entender esa contradicción, y por eso, algunos creen que disminuyendo a María la “acercan” al pueblo. Pretenden disminuirla, por ejemplo, negando que sea perpetuamente virgen. Creen que al referirse a un modo de concebir como el de las demás mujeres la hacen más próxima a las demás mujeres, y de ese modo, más “normal.” Pero el truco no funciona. Cuando se declaró oficialmente a María como “Madre de Dios,” es decir: como Madre de Uno, Cristo, que es Dios, antes que la presión de grupos de teólogos hubo la presión, o mejor, la expresión multitudinaria de la fe en los más sencillos. Ellos no sentían que declarar a María Madre de Dios la alejara de ellos. Más bien lo contrario: negar la maternidad divina, sobre la base de complicadas distinciones como las que hizo Nestorio, dejaba a María como juguete intelectual de una élite de estudiosos. ¡La muy alta y bella Madre de Dios es próxima, y quitarle ese título no la acerca sino que la aleja!

Otro tanto pasó con la Inmaculada Concepción: una vez más, fue el pueblo, hermosamente acompañado por sacerdotes y religiosos, sobre todo franciscanos, quien se sostuvo obstinadamente en la afirmación de que ella era y es Inmaculada. ¿Eso la hace distante por hacerla tan única? Hubo teólogos que lo pensaron. Hubo quienes pensaron que afirmar que fue concebida con la mancha de pecado original, como todos nosotros, la “acercaba;” pero el pueblo fiel sintió otra cosa: sintió que su corazón era traicionado y que María quedaría reducida a un objeto de especulación de la élite de los grandes pensadores. Para ellos, como pueblo, todo era más sencillo: si Dios quiere hacer una estrella, la hace; si Dios quiere hacer una flor, la hace; si Dios quiere una creatura Inmaculada, la hace, para gloria de su amor y bien de todos nosotros.

En este sentido, y con estos ejemplos, aprendemos algo importante: la teología y la fe son inseparables de la adoración. Sólo el que perpetuamente admira perpetuamente entiende, hasta donde es posible entender, al Dios que supera toda comprensión.