19.02.18

Crónicas indianas (2): De bengalíes y relojes suizos al Himalaya. Por Cristián Rodrigo Iturralde

De bengalíes y relojes suizos al Himalaya

Por Cristián Rodrigo Iturralde

 

(Fast Forward o versión abreviada del vuelo de Delhi al estado de Bengala Occidental[1] desde que salí del hotel) Valija hecha, café, esperar, café, esperar, esperar, taxi, “hola” al taxista (sin respuesta), tráfico, “Autopista al infierno” por AC DC suena en la radio, aeropuerto, “gracias’ al taxista (sin respuesta), más aeropuerto, esperar, esperar, abordando avión, comiendo, picante en la comida, picante en el agua, picante en la ventilación, denme un #$%!!#  respiro.   Me desmayo, PAZ. Me reaniman, #$@ (sigo en la India #!%$#%).

 

(Play, en tiempo real) Uff…. “¡Llegué! Deo gratias. Falta menos”, respiré aliviado, mientras el comisario de abordo despedía con un “enjoy your stay”, un guiño de ojo y una mueca (que en ese momento no pude descifrar) a los pasajeros occidentales. No sé si lo soñé o qué, pero recuerdo que seguidamente a sus palabras la tripulación y medio aeropuerto explotaron en carcajadas… Pero como haya sido, en ese momento estaba casi exultante de alegría. Delhi ya había quedado atrás (aunque marcado en mi memoria para siempre) y solo me restaban ocho horas en 4X4 de zigzagueantes subidas y bajadas para llegar a Naga, esto es, a la misión: mi destino final (Pero todavía me quedaba besar algunos sapos).

Leer más... »

16.02.18

Crudo relato de un voluntario en la misión de un país donde Cristo no reina: la India

Durante casi dos meses, mi amigo laico Cristián, vino a visitar estas remotas tierras himaláyicas para misionar y hacer apostolado en el norte de la India.

Vengan aquí estas crudas impresiones que quedaron en su alma al caminar por este territorio donde aún Cristo no es conocido.

Da mihi animas, coetera tolle!

P. Federico

                                 Nueva Delhi (o una hora en Mad Max Reloaded)

                                                       PRIMERA PARTE

                                          Por Cristián Rodrigo Iturralde

   

          El día D finalmente llegó y ya estaba en Delhi. Qué hora era, como estaba el clima y toda la estilística introductoria propia de buena literatura, se las debo. Lo que puedo decirles es que para llegar por aire a casi cualquier punto de la India (y a no pocos del Asia) hay que pasar forzosa e inevitablemente por su capital, lo cual, permítanme adelantarles, es una singularísima experiencia de vida (no necesariamente edificante); un arrasador tornado de crudísima realidad que en tiempo récord se lleva puesto hasta al pobre desgraciado que -sin tomarla ni beberla- pulula por el aeropuerto aguardando su trasbordo.
         También puedo decirles que la primera hora en aquella ciudad fue realmente caótica, insalubre para cualquiera de los cinco sentidos. Nadie está preparado para esto, créanme.
Lo he visto todo: hippies de todos los colores y medidas que no más llegaban se tiraban por las ventanas maldiciendo a toda la generación Woodstock; Zen, yoguistas y toda la barahúnda new age volviendo sobre sus pasos, cabizbajos, peregrinando hacia El Escorial y la Capilla Real de Granada, para pedirle perdón al Generalísimo y a los Reyes Católicos. Antropólogos, igualitaristas y sociólogos rojos abarrotaban desesperados las librerías en busca de exponentes del darwinismo decimonónico; otros se persignaban en secreto y buscaban algún padrecito octogenario que los exorcizase.
          Mi nivel de desconcierto no era menor, como podrán suponer… ¡Y recién llegaba!
         Pero me estoy adelantando.

         Después de pasar los 531 chequeos internos de rigor (al parecer chequeaban que ningún vivillo ingresara algún modal de contrabando a este país) y de responder las 353 preguntas del último oficial de Aduana (básicamente, le explicaba a este buen hombre que mi intención no era trabajar y vivir en su país, aprovechándome de los incontables beneficios que ofrecía esta panacea del desarrollo mundial, sino hacer turismo), logré que estampara el sello de ingreso en mi pasaporte. Ya con mis bártulos fuera del aeropuerto, agotado y con pocas ganas de regatear (uno puede pasar medio día intentando practicar este deporte nacional con los nativos, pero tenga por seguro que aun cuando piense que ganó, perdió en realidad 3 a 0. Los indios son maestros absolutos en esta disciplina), me subí al primer taxi que se me cruzó.  Llegado a mi morada de Parjenga (barrio popular entre los “mochileros” o “backpackers” por sus precios económicos) y tras 20 minutos de discusión con el chofer, que pretendía cobrarme casi el doble de lo pactado originalmente, una sensación de alivio y felicidad me invadió: ¡finalmente había llegado a la India!  Era ahora tiempo de disfrutar.

          Desensillé y me propuse salir a estirar las piernas y caminar un buen trecho por la ciudad. Si bien estaba exhausto (luego de las casi 30 horas de viajar asardinado), mi curiosidad pudo más. En realidad, lo que quería era intentar descubrir el motivo por el cual toda la progresía bon vivant occidental (jactanciosamente atea y generalmente anticristiana) vive y celebra con locura estos lares y su cultura. ¿Qué veían acaso (desde sus cómodos aposentos parisinos, claro) estos renegados devenidos en panegiristas del orientalismo que se nos escapaba a nosotros, los incurables fachas del medioevo? Estaba a punto de descubrirlo…

 

          A punto de poner un pie en la acera (por llamarla de algún modo) y sin decir agua va, una fuerza desconocida me cogió abruptamente por las pestañas y me transportó  a una dimensión que ni el propio George Lucas ni el más fatalista de los exegetas del Apocalipsis imaginó jamás. No entendía nada; estaba completamente desconcertado. Sin pedirlo ni quererlo, súbitamente, pasé de turista a ser parte de lo que no podía ser otra cosa que una película del género diatópico (de bajo presupuesto). Todo se veía muy claro, demasiado claro; tan claro que obnubilaba, hacía retorcer al estomago y desgarraba el alma del más insensible. La posición en la que estaba me permitía observar en detalle cada cuadro de cada escena; aun los maxilares e incisivos de algún personaje secundario ubicado a kilómetros de distancia. Nada me escapaba. Descubrí que incluso podía interactuar con sus personajes estelares. ¿Quién acaso no querría vivir experiencia semejante? ¡Es el sueño de todo cinéfilo!

          El problema es que la película en cuestión era Mad Max…

          Historia que como saben transcurre en un mundo post apocalíptico y por momentos surrealista; ciudades destruidas y atiborradas de toneles de basura que lo tapan todo, donde nada es potable y la contaminación llega a tan inusitados extremos que uno llega a preguntarse si acaso respirar es necesario. Los personajes siniestros se multiplican cual conejos, y los bribones y rateros se entremezclan con algún sujeto más o menos simpático que mientras sonríe y habla con su cofrade, dispone de sus necesidades fisiológicas en la vía pública sin ningún tipo de pudor. Laberintos de zigzagueantes y destartalados callejones sin señalizar (sin orden lógico ni cronológico) y patios oscuros se suceden ininterrumpidamente por toda la ciudad. El aire es rehén de una hediondez tan concentrada capaz de desmayar a las propias piedras; ni el omnipresente e invasivo curry es capaz de atenuar el olor nauseabundo y darle al olfato un time out.

 

(NOTA. No. no era una película. Ya había caído en cuenta que este era simplemente uno de esos casos donde la realidad supera con creces a la ficción).

          Anonadado y desconcertado por igual, sediento y cansado ya de caminar y de las repetitivas imágenes, decidí tomar uno de los famosos tuc-tuc para volver a mi –nunca más estimada- cueva habitacional (ya había visto demasiado). Tal vez tomando un camino alternativo y elevado a 100 centímetros del suelo podía obtener una radiografía mas precisa y amplia del lugar, evitando así que los arbustos (sea decir, los millares de indios que caminan y se chocan en espacio de un metro cuadrado) me tapasen el bosque. “Quién sabe…”, pensé entonces. “Tal vez el panorama y mi perspectiva del lugar cambien radicalmente”. “Sí”, me intenté convencer. “Seguro que así será”.

 

(NOTA. Veamos: ciertamente no esperaba encontrarme repentinamente en las praderas de Salzburgo rodeado de operas wagnerianas. Mis expectativas eran ciertamente bastante más modestas: nomás esperaba que Dante Alighieri no se hubiera quedado corto con los pozos subterráneos). 

 

          Y bien, amigos, recapitulando, mi wishful thinking no funcionó: nada cambió. Sólo cambiaban cada tanto los rostros y la fisonomía de las piedras y los caminos. A cada paso tipos recostados en las veredas fumando y tomando, acosando a las transeúntes; personas bañándose y lavando sus cosas en riachos radiactivos que rajan la tierra; animales decrépitos y olorosos por doquier husmeando la basura y merodeando los puestos callejeros de comida; cocineros y vendedores hurgando sus narices y rascando indisumuladamente distintas partes de su fisionomía para luego, con esas mismas manos, entregar la mercadería a los comensales o mostrar sus productos a potenciales clientes. Interminables e infernales bocinazos a toda hora, y por las dudas, hacia todo ser vivo que su campo visual alcance a avistar. Conductores temerarios conduciendo a contramano y a toda velocidad, llevándose puesto lo que venga e ignorando deliberada y reiteradamente toda señal de transito.  ¿Los policías y los guardianes de tránsito? Poniendo orden desde sus smart phones (viendo partidos de cricket o en su defecto intentando ligar en aplicaciones de citas).

          “Gracias”, “por favor” y “perdón” son palabras taboo por estos pagos; a nadie se le ocurra esbozarlas. En dos meses en la India solo un temerario local cometió tal osadía (cuando sucedió casi se me pianta un lagrimón). Probablemente, este pobre desgraciado, se animó a ello porque no tenía nada que perder, pues tenía la poca fortuna de pertenecer a la casta más baja de la sociedad, y eso aquí (en este país férreamente estratificado) es peor que el infierno. Nada de respeto o caridad hacia el desposeído.  En esta religión hinduista-budista, la pobreza es vista como un justo castigo de Dios a acciones pasadas que el individiuo debería purgar en vida. El adinerado, contrariamente, es tenido como bendecido y elegido por su Dios o panteón de ídolos. ¡Así que no se le ocurra a nadie aquí ser pobre y pretender algún respeto!

 

          Pero para que no me acusen de optimista o de estar recibiendo dinero del Ministerio de Turismo de la India (presentando al mundo a este país como un paraíso), diré solo una cosa más (a mi se me acaba la tinta y a usted el tiempo). Todo aquel que se aventure a aterrizar aquí debe reservar (imperiosamente) una buena dosis de energía para mantenerse alerta como búho en celo a toda hora. Esto, si quiere evitar ser chantajeado (indudablemente, una de las especialidades gourmet de este país, particularmente de la estampida bengalí). Y no hablo de lo que aquí es el pan de cada día: sobreprecios, billetes falsos, vueltos insuficientes, servicios abonados y no prestados, sobornos para presentar o “acelerar” trámites, mercadería fraudulenta, etc. (de eso no se salva ni Dios). No, mi objetivo es bastante más realista y alcanzable. Estése atento para que al menos no le suceda lo que a mí: que le vendan una “Pepsi Cola” trucha (con el exacto mismo packaging que la original, le enchufan una pócima indescifrable). Sólo en la India…     

 

          Bottomline: Quien quiera sobrevivir en la India y no morir en el intento debe olvidar todo lo que conoce y eliminar del vocabulario la palabra “obviedad”. Luego, recién luego, ensaye frente al espejo unas cuantas veces al día la cara de perro espanta pájaros y amigos. Logrado eso, tal vez y solo tal vez pueda sobrevivir uno o dos días. Eso o que se lo lleven puesto, querido amigo. Ud. elige.

Ya ve como le fue a los hippies, a los Zen, los yoguistas y los rojos…

 

                                                                   ——-

 

                             Nueva Delhi (o una hora en Mad Max Reloaded)

                                                      SEGUNDA PARTE

 

          Sí, soy consciente que lo dicho anteriormente no invita justamente al regocijo ni predispone demasiado bien al espíritu. Es seguro que tampoco me he ganado demasiados amigos en la India. Pero, contrariamente a lo que muchos de ustedes estén pensando, les aseguro que mi crudo relato de los hechos invita a la esperanza y enaltece a los héroes y los santos. Pues para abrazarlos y amarlos, hay primero que conocerlos. Y parte esencial de este aprendizaje es conocer contra “qué” se enfrentaron. Y no hablo solo de las persecuciones físicas recibidas por los salvajes de estos lugares sino de la dureza de corazón de un pueblo envenenado por milenos de uno de los más atroces paganismos, el hinduista-budista.  (¿Religión?) Doctrina que no conoce la caridad ni el amor y rige a los suyos por medio del temor y las represalias. Doctrina enteramente clasista que obliga al pobre a mantenerse en su pobreza y al rico a mirar a éstos con desprecio (ya que éstos estarían purgando felonías pasadas).

          En todo momento que estuve en la India pensé muy particularmente en un solo nombre: San Francisco Javier. Creo que solo conociendo la India puede uno tomar verdadera y seria conciencia de la estoica misión emprendida por éste (sin olvidar a Santo Tomás apóstol y a Santa Teresa de Calcuta) y otros santos y mártires misioneros que dejaron –y dejan- su vida en los lugares más recónditos e indeseables del planeta para ayudar a los más desgraciados. A las pocas semanas de estar aquí pude comprender rectamente por qué el discípulo de San Ignacio de Loyola llegará a decir en sus últimos días que “estaba dispuesto a ir a donde lo necesitaren, inclusive a la India”. Si acaso alguna vez me pregunté el por qué del añadido anterior al sustantivo final, ya no me quedaban dudas.

 

          Indefectiblemente, todo esto lo pone a uno a pensar, a reflexionar. ¿Cómo es posible que exista algo como la India pasadas ya dos décadas del siglo XXI? Desde ya, la hermenéutica marxista se cae a pedazos, pues potencia europea cristiana “expoliadora” o “blanco imperialista” a quién culpar, no hay. Casi 70 años han pasado desde su independencia de la Corona Británica y varios siglos desde la ocupación portuguesa. La India, inmenso país, alberga un sin fin de recursos naturales y se ha convertido en la actualidad en una potencia económica e industrial. No. Ciertamente la explicación a su calamitoso estado pasa por otro lado. No la encontraremos en móviles materiales sino en su religión (idolatría, más precisamente), que a fin de cuentas es siempre la dadora principal de la cultura. ¿Acaso alguien tiene una explicación más atendible?[1]

          Aun aquel que rechaza a priori la explicación teológica a este fenómeno no le quedará más remedio que rendirse ante la evidencia tangible y constatable, y reconocer así, forzosamente, que si algo tienen en común las naciones más desarrolladas (material e intelectualmente) y libres, es justamente el cristianismo.  Lo mismo a la inversa: el factor común a la mayor parte de las regiones donde más se oprime a la población y más hambruna e ignorancia existe, es su rechazo al cristianismo (particularmente de la Iglesia Católica). La ecuación es harto sencilla: vea quien quiera ver.

           En los tiempos que corren, ¡vaya si lo sabremos!, referirse a alguna cultura o religión como superior o inferior a otra es casi una temeridad. Pero al mismo tiempo es una NECESIDAD[2]. Al menos en casos como el que nos ocupa. Si la India (y regiones/naciones en igual estado de descomposición) quieren salvarse, no les quedará otro camino (no lo busquen porque no lo hay) que CONVERTIRSE, convencerse y proclamar abiertamente que el cristianismo no solo es superior a cualquier otra creencia o cultura, sino que es NECESARIA[3].

 

Un abrazo a todos

In Hoc Signo Vinces

Cristián Rodrigo Iturralde

Misionero voluntario en tierras himaláyicas



[1] Como es sabido, la India se comporta como un estado confesional de religión hinduista (prima hermana del budismo). Máxime con el actual partido gobernante. El proselitismo religioso está seriamente limitado, y por lo bajo se persigue al cristianismo. En más de una oportunidad se ha orquestado la persecución del cristianismo (de distintos modos, llegando algunos extremistas al asesinato de cristianos).

[2] Máxime en casos tan evidentes como el mentado y aun de las naciones árabes y africanas (en su mayor parte).

[3] En fin… Ciertamente el tema da para largo. Pero no quería dejar de compartir con ustedes todo cuanto pasó por mi cabeza cuando mi primera incursión en aquel país.  Gracias a Dios, ya faltan pocas horas para mi vuelo hacia la meseta tibetana y encontrarme con mi querido amigo, el padre Federico. Empieza la misión.

8.01.18

De la Cuenta Regresiva Misional (Mission Countdown!)

-Misión Directa a los 637 pueblos que aun no oyeron la Buena Nueva- 

 

       Lanzamiento de la Cuenta Regresiva Misional  (C.R.M.)

       Entre estas dos gloriosas Solemnidades de la Epifanía y el Bautismo del Señor, respondiendo al Mandato Misionero que nos dejó Jesucristo antes de subir a los Cielos (Mt 28, 19-20; Mc  16, 16), y obedeciendo los incesantes y apremiantes llamamientos misionales de los últimos Sumos Pontífices (S.S. León XIII, Ad Extremas, Catholicae Ecclesiae; S.S. Benedicto XV, Maximum Illud; S.S. Pío XI, Rerum Eclessiae; S.S. Pío XII, Fidei Donum, Evangelii Praecones; S.S. Juan XXIII, Princeps Pastorum; Concilio Vaticano II, Ad Gentes; S.S. Pablo VI, Evangelii Nuntiandi; S.S. Juan Pablo II, Redemptoris Missio; S.S. Francisco, Evangelii Gaudium), sabiéndonos pobres y pecadores, desde la nada de nuestros cinco panes y dos peces (cfr. Mt 14, 17), mas abandonados en la Omnipotencia del Señor de los Ejércitos y en la Virgen Sacrosanta, Patrona de toda hazaña, lanzamos ante el mundo todo, lo que damos en llamar la “Cuenta Regresiva Misional” (Mission Countdown).

       Lanzamos a nivel global este proyecto por medio de nuestros blogs (www.infocatolica.com/blog/maradentro.php y www.adgentes.sanelias.net) y del canal de Youtube del Omnes Gentes Project (www.youtube.com/channel/UCZi70I4cl1Dp1KXFEVmbIQA).

       ¿Qué es la Cuenta Regresiva Misional?

       Es un proyecto apostólico que busca anunciar el Evangelio a los 637 pueblos donde nunca fue anunciado.

       A estos pueblos los damos en llamar, “pueblos no-contactados” (untouched populations), los cuales son pueblos famélicos ya que son pueblos hambrientos de la Palabra de Dios, si bien no la conocen (cfr. Mt. 4, 4). Y están hambrientos de la Palabra de Dios ya que están hambrientos de felicidad y ésta no está sino en Cristo Jesús. Los pueblos “no-contactados” son los pueblos más pobres de los más pobres. Y son los más pobres, aun cuando tengan una buena situación económica, sanitaria, afectiva o social (lo cual de todos modos, no parece ser el caso de ninguna de estas tribus). Son los más pobres por un solo motivo: no conocieron jamás a Jesús.

       La Cuenta Regresiva busca que el primerísimo anuncio de la Buena Nueva (a los dichos 637 pueblos) se realice antes del Bimilenario de la Redención, que sería en el 2033.  

       Esto es, hay que alcanzar el desafiante objetivo en 16 años, lo cual supone la ingente y hasta poética tarea de anunciar el Evangelio en 39 ó 40 pueblos por año, lo cual exige una media de poco menos de un pueblo por semana. Esto requiere un ejército misionero, pero confiamos que Dios suscitará en muchos el llamamiento a dejar las redes (“relictis retibus”, cfr. Mc 1, 18) de la pesca terrena o comercial, para consagrarse, temporaria o perpetuamente, a la pesca de almas en tierras remotas y cuasi desconocidas, donde la única seguridad será el auxilio y la gracia de nuestro Padre Celestial.

       El basamento bíblico fundamental de este avance misional se encuentra en Mt 24, 14: “Y esta Buena Nueva del Reino será proclamada en el mundo entero, en testimonio de todos los pueblos, y entonces vendrá el fin” (“Et praedicabitur hoc Evangelium Regni in universo orbe in testimonium omnibus gentibus, et tunc veniet consummatio”).

       No es un proyecto de “plantación de la Iglesia” sino de “plantación de semillas”, de las primerísimas semillas del Reino, esto es, las primicias de las semillas, las cuales crecerán hasta que, Deus volente, un día florezca la Iglesia en esas zonas que aun ignoran al Salvador.

       No es un proyecto de obras sociales, humanas o ecológicas, sino una obra puramente sobrenatural, es decir, una obra que sólo se entiende desde la fe. Es una obra de fe, no un emprendimiento terreno.

       Valga decir que “no es la nuestra guerra de armas sino de almas”, como bien se dijo.

       En lo que toca a la Cuenta Regresiva Misional, valga precisar que no se buscará emprender acciones apostólicas de largo plazo en las tribus, sino que el objetivo será mucho más modesto, esto es, hacer el primerísimo anuncio del Evangelio.

       Es la primera de todas las siembras que la Iglesia de Dios hará en los 637 pueblos que aun ignoran al divino Redentor. Es la primera apertura del camino. Es el primer ataque contra los demonios (¡estos existen!) que hace milenios tiranizan tribus por medio de la idolatría, la superstición y, a menudo, otras costumbres perversas que varían según cada pueblo (satanismo, magia negra, brujería, adivinación, astrología, comercio con demonios, canibalismo, infanticidio, poligamia, poliandria, etc.).

       Es un proyecto muy específico y modestísimo, pero su modestia no supera su urgencia ya que no hay urgencia más lacerante que la ignorancia del Salvador. Es por esto que la Iglesia ha dicho, por boca de S.S. Pío XI (Rerum Eclessiae, 53) que “nadie debe ser tenido por tan pobre y desnudo, nadie por tan débil, hambriento y sediento, como el que carece del conocimiento y de la gracia de Dios”. 

Es el primer sembradío. Luego, la Iglesia, como Madre bondadosísima que es, enviará sagrados operarios que continúen la obra comenzada por una vanguardia de pocos.

       Algunos errores a evitar

       La Cuenta Regresiva buscará evitar caer en congregacionalismos, clericalismos, burocratismos, legalismos o centralismos.

       Hay y habrá actuación de varias congregaciones, pero no será congregacionalista ya que no está ni estará ligada exclusivamente a ninguna congregación en particular, sino que todas las congregaciones y grupos son bienvenidos a trabajar para que Cristo sea anunciado a los pueblos que jamás conocieron la Luz, esto es, que jamás conocieron al único que es “el Camino, la Verdad y la Vida” (“Via, Vita et Veritas”, Jn 14, 6). No podemos permitir que la competencia entre congregaciones, que antaño obstaculizó la conversión de China, vuelva a poner trabas a la predicación misional.

       Habrá participación sacerdotal y religiosa, pero no será clericalista ya que todos los hijos de Dios y de la Iglesia, ordenados o no, tienen del deber de dar testimonio del Evangelio, imitando a Cristo que vino para dar testimonio de la Verdad (“ut testimonium perhibeam veritati”, Jn 18, 37).

       No habrá burocratismo alguno ya que no se puede encadenar la Palabra de Dios tras los sellos o firmas de una oficina curial, episcopal o vaticana. De todos modos, cualquier Obispo con fe, dará la bienvenida y el apoyo a quienes osen partir en expediciones a anunciar el Evangelio a tribus remotas que hayan caído dentro de los márgenes geográficos de su jurisdicción y que nadie haya evangelizado.

       Habrá obediencia legítima, pero no habrá legalismo alguno y no habrá connivencia con los “leguleyos de la cobardía” ya que, como reza el Código Canónico en su último canon (c. 1752), “la ley suprema es la salvación de las almas” (“salus animarum, suprema lex”).

       No habrá centralismo ya que no buscamos ejercer ninguna autoridad, sino exhortar a los católicos a correr a anunciar la Buena Nueva a los pueblos que jamás tuvieron la dicha de  oírla.

De la aventura misional y el desafío pendiente

       Al leer la lista de los 637 pueblos (disponible online) donde no fue anunciada la Palabra de Dios (“untouched peoples”), muchos sentirán miedo al imaginarse predicando en esos pueblos. Muchos dirán que ir a predicarles equivale a ir a buscar el martirio y que por ende será un suicidio. Si bien en algún caso esto puede ser cierto, este tipo de discursos es típico en la boca de los tibios, siempre afectos a toda cómoda minimización de la santidad. Los tibios con este tipo de palabreos, disuaden a los buenos de las grandes gestas misionales. Que los tibios se queden con sus contabilidades y seguridades, con sus conforts y regalías, con sus horarios y rutinas…

       Y que los que quieran navegar “mar adentro” (“duc in altum”, Lc 5, 4) confiando en Aquel que nos dijo “no tengáis miedo” (“nolite timere”, Mc 6, 50), se alisten en las filas de los Mensajeros del Evangelio, confiando sin límites en nuestro Padre Celestial que alimenta las aves del cielo y viste los lirios del campo (cfr. Mt 5, 25-34). Y para quien, a pesar de lo dicho, siga agobiándose con escrúpulos y miedos humanos, sepa que hay una legión de sectarios protestantes misionando en lugares sin cristianos donde la persecución acecha sin piedad.

       Sin perjuicio de lo dicho, y pensando que a veces Dios se digna coronar algunos de Sus siervos con la palma martirial recordemos, algo muy sabido: los mártires son la mejor batalla de la Iglesia, esto es, son su primera línea en la ofensiva tenaz contra los enemigos del alma: el mundo, el demonio y la carne.

       Convocatoria final

       Si alguien quiere embarcarse en la Gesta de las 637 tribus, esto es, en la Cuenta Regresiva de la Misión, puede obrar por su cuenta o contactarse con los responsables del Omnes Gentes Project (www.ogp-ose.org ; [email protected]).

       Hay cuatro modos directos de cooperar con la Cuenta Regresiva Misional (CRM):

  • Como Expedicionario Misionero: partiendo a anunciar el Evangelio a alguno de los 637 “pueblos no-contactados”.
  • Como Orante: adoptando espiritualmente uno de los 637 pueblos (Campaña de Adopción de Pueblos).
  • Como Difusor del proyecto: propagando la Cuenta Regresiva entre los católicos;
  • Como Padrino o Madrina, sabiendo que “quienquiera diere de beber tan sólo un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, a título de discípulo, en verdad os digo, no perderá su recompensa” (Mt 10, 42).

 

 

       Que Dios y la Virgen nos den la gracia de gastarnos y desgastarnos (“impendam et superimpendar”, 2 Cor 12, 15)  en el anuncio directo del único Salvador, nuestro Señor Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, que vendrá a juzgar vivos y muertos y Cuyo Reino no tendrá fin.

       Que los Santos Ángeles nos ayuden a asimilar la Palabra de Dios, que nos promete que “el que crea y se bautice, se salvará; el que no crea, se condenará” (“Qui crediderit et baptizatus fuerit, salvus erit; qui vero non crediderit, condemnabitur”, Mc 16, 16).

       Que el Verbo de Dios nos dé la gracia de ser parte en esta gesta de frontera, con alegría aventurera y con la sobrenatural convicción “mueve-montañas” (cfr. Mt 17, 20) que mueve a contar permanentemente con lo imposible ya que se sobreentiende que si se reza con una fe grande “como un granito de mostaza”, nada será imposible puesto que “no hay nada imposible para Dios” (“non erit impossibile apud Deum omne verbum”, Lc 1, 37).

       Que la Virgen nos alcance la gracia de alistarnos en los escuadrones conquistadores de pueblos para el Reino de Dios.

       Que Ella nos ayude a vivir el extremismo de la Misión, nacida de la caridad teologal y heroica, que mostrará el esplendor y el resplandor de la eterna juventud de la Iglesia, siempre fecunda en nuevas y renovadas hazañas apostólicas.

       Que Dios nos dé la gracia de jugarlo todo, para merecerlo todo.

       Que el Señor de los Ejércitos nos dé la gracia de quemarnos y consumirnos por la salvación eternal de las almas.

       Una vez más, la Cristiandad se pone en campaña…

                           “para que toda rodilla en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra

                                  se doble en el nombre de Jesús, y toda lengua confiese

                                                       que Jesucristo es Señor, para

                                                              gloria de Dios Padre

                                                                  (Filip. 2, 10-11).

                                                                 ¡Viva la Misión!

                                                               ¡Viva Cristo Rey!

                                                             ¡Viva María Reina!

 

Enlaces relacionados:

Índice de Pueblos Paganos

Fuentes y criterios lista OGP

Campaña de Adopción de Pueblos

 

 

Padre Federico, S.E.

Misionero en el Himalaya

Congregación San Elías

Naga, 6-7/I/18

Índice de Pueblos Paganos

Lista de los 637 pueblos donde no fue anunciada la Palabra de Dios.

 

India

637 Accukattavandlu
636 Ahluwalia
635 Aiton
634 Aiyarakulu
633 Alavan
632 Angarok
631 Aodheiya
630 Arayavati
629 Attagara
628 Badhai
627 Badhiphur
626 Bahai
625 Baharupi
624 Bakuda
623 Bamcha
622 Banai
621 Bandhi Nagalu
620 Bandi
619 Bandollu
618 Bangti
617 Bansi
616 Barad
615 Barar
614 Barika
613 Barmi
612 Barodysha
611 Baroi
610 Barot
609 Barthari
608 Barua
607 Basudeva
606 Batada
605 Beda
604 Bellara
603 Beria
602 Bhakta
601 Bhalla
600 Bharadi
599 Bharia
598 Bhumia
597 Bharwat
596 Bhatrajulu
595 Bhunjia
594 Bilaskuri
593 Bisnucriya
592 Bolla
591 Bondo
590 Borpi
589 Byadh
588 Campa
587 Candala
586 Candhai Maru
585 Capparband
584 Chaikwa
583 Chakali
582 Chaptegar
581 Chai
580 Charodi
579 Chatarkheya
578 Chayakkaran
577 Cheintz
576 Cherua
575 Chheepi
574 Chitari
573 Cingatanmar
572 Citrakar
571 Coorgui Andamanese
570 Dagui
569 Dalu
568 Damla
567 Dangayiya
566 Darai
565 Dasa Palangjika
564 Dasari
563 Dewar
562 Dewendrakulattan
561 Dhaki
560 Dhed
559 Dhekaro
558 Dhera
557 Dhyar
556 Dokpha
555 Dosali
554 Dowaniya
553 Eneti Dora
552 Erawallan
551 Gagra
550 Galada Kokani
549 Ganghila
548 Gangireddula
547 Ganti Chores
546 Gara
545 Garbi
544 Garmatan
543 Garvi
542 Guali
541 Gabara
540 Gavli
539 Ghadi
538 Ghdwa
537 Ghantarghada
536 Ghantiya
535 Godari
534 Golarana
533 Gomantak Maratha
532 Gond
531 Gonju
530 Great Andamenese
529 Gudikara
528 Guna
527 Hadi
526 Halir
525 Hardas
524 Hesi
523 Holeya Dasai
522 Ilayatu
521 Irika
520 Isia Velalar
519 Jadupetia
518 Jakkula
517 Jalkeot
516 Jandra
515 Janughanta
514 Jethi
513 Jhadi
512 Kakmara
511 Kalanadi
510 Kalbi
509 Kamalia
508 Kambalattan
507 Kanda
506 Kapadi: Kapadi, Kapadi Sansi
505 Karnibhakthulu
504 Karua
503 Kasikapadi
502 Katesar
501 Kathar
500 Kathi
499 Kavulthiyan
498 Kepmari
497 Khamba
496 Khamyang
495 Khowa
494 Kolari
493 Kota
492 Kottari
491 Kudiya
490 Kuliya
489 Kuluvan
488 Kunduvadian
487 Kunui
486 Ladia
485 Lahaula
484 Originario de Andaman Island
483 Maghia
482 Maheswari
481 Mala Masti
480 Malai Bellala
479 Malanith
478 Malayalar
477 Maleyan
476 Malia
475 Mana
474 Mangli
473 Maniyattikkaran
472 Masku
471 Matak
470 Mer
469 Mhalo
468 Mith Gauda
467 Mitha Ayyalavar
466 Mithna
465 Mogaveera
464 Monba
463 Mondiwar
462 Moothan
461 Moran
460 Mudugar
459 Muskhan
458 Musti Chenchu
457 Na
456 Nagaradu
455 Nagarchi
454 Nagavamsam
453 Nahal
452 Nairy
451 Narkhasa
450 Narkkala
449 Narksia
448 Nandiwala
447 Nanjil Mudali
446 Nar
445 Nasuvan
444 Nawaiyat
443 Neeli
442 Nema
441 Nicar
440 Nikanth
439 Noliya
438 Ongue
437 Pagativeshagallu
436 Pambala
435 Pamula
434 Panniandi
433 Paladhi
432 Parenga
431 Parvatara Jaculam
430 Perumkollar
429 Phera
428 Pomia
427 Puran
426 Puthurai Vannan
425 Racband
424 Radhi
423 Rajannalu
422 Raneyar
421 Ratal
420 Raval
419 Reddi
418 Reddika
417 Rehar
416 Rujjhar
415 Sabakhia
414 Sabar
413 Sadaru
412 Sadhu Chetti
411 Saha
410 Sakunapaksollu
409 Salivahanam
408 Samasi
407 Samayavallu
406 Sanei
405 Shanjai
404 Sansoi
403 Santarash
402 Saraogi
401 Saunta
400 Savalakkarar
399 Semman
398 Sentilenese
397 Seok
396 Serdukpen
395 Shabdakar
394 Shikari
393 Siddh
392 Silavantulu
391 Sinduria
390 Sinpho
389 Siyalgar
388 Sorgir
387 Suda
386 Sukiyar
385 Sunga
384 Sunuwar
383 Tajewale
382 Tak
381 Takari
380 Tambiran
379 Tenuku
378 Thachanad
377 Moopan
376 Thanapati
375 Thanga
374 Thogataveera Kshatriya
373 Tolakari
372 Tula Vina
371 Tulun
370 Uppara
369 Uppillian
368 Urindavan
367 Vadi
366 Valinjiyar
365 Vanjari
364 Vanjha
363 Vayati
362 Vellaiyan Kupam Padaiyaci
361 Vettaikkaran
360 Vettiyan
359 Vijabargiya
358 Vilkurup
357 Visavan
356 Wainadan: Wainadan Cetti, Wainadan Kader, Wainadan Pulayan
355 Wandjaro
354 Watal
353 Wayanad Pathiyan
352 Yatagiri
351 Yatibi
350 Yelmar
349 Zakhrin

Bután

348 Brokkat
347 Chali
346 Doya
345 Dzalakha
344 Gongduk
343 Kampa, Eastern
342 Lakha
341 Lunape
340 Matpa
339 Nupbi
338 Nyuenpa
337 Ole
336 Tseku

Mongolia

335 Tsaatan
334 Tuvinian

China

333 Adi
332 Ai Cham
331 Ache o Ake
330 Aling
329 Alu
328 Angku
327 Ani
326 A’ou
325 Apu
324 Asahei
323 Awu
322 Baheng
321 Baonuo
320 Beidongnuo
319 Bit (también en Laos)
318 Bogol
317 Bolozi
316 Bugan
315 Bunan
314 Buyang
313 Changpao
312 D’ang: D’ang Pale, D’ang Rumai, D’Ang Shwe
311 Deng
310 Dianbao
309 Diao
308 Doupo
307 Gaisu
306 Gao
305 Guaybun
304 Hagei
303 Hezhen
302 Hu
301 Jiasou
300 Jing
299 Jino
298 Kazakh
297 Khmu
296 Kong Ge
295 Kucong
294 Labapo
293 Lalu (Xinping, Xuzhang)
292 Laowu
291 Lati
290 Lawu
289 Lhoba (Lhoba Bogar, Lhoba Yidu)
288 Ling Hua
287 Liude
286 Liujia
285 Liwu
284 Longjia
283 Lopi
282 Lu
281 Luoluopo
280 Luzu
279 Mang
278 Manmet
277 Mengwu
276 Miao Eastern Xiangxi
275 Miao Enshi
274 Miao Lupanshui
273 Miao Mashan
272 Miguba
271 Ming
270 Mo
269 Monba (Monba Cona, Monba Medog)
268 Mongol Sichuan
267 Mongol Yunnan
266 Mongol of Henan County
265 Mozhihei
264 Muda
263 Muzi
262 Naheng
261 Naju
260 Namuyi
259 Naruo
258 Numao
257 Olot
256 Ongkor
255 Palyu
254 Popei
253 Pubiao
252 Puman
251 Puroik
250 Pusha
249 Qanu
248 Qiangyi
247 Qixingmin
246 Rao
245 Riang
244 Samadu (Este y Oeste)
243 Saman
242 Sanda
241 Sanqiao
240 Shenzhouren
239 Shixing
238 Shui
237 Taer
236 Tagu
235 Talu
234 Thami
233 Tibetan Boyu
232 Tulao
231 Tusu
230 Wopu
229 Wunai
228 Wutun
227 Xi
226 Xialusi
225 Xibe
224 Xijima
223 Ya
222 Yakut
221 Yanghuang
220 Yerong
219 Yizi
218 Yongchung
217 Youmai
216 Younuo
215 Yugur Enger
214 Yugur Saragh
213 Za

Vietnam

212 Arem (también en Laos)
211 Chut (también en Laos)
210 Cong
209 Gelau
208 Hung
207 Laha
206 Mang
205 Ngai
204 Pa Hng
203 Pubiao
202 Romam
201 Sila (también en Laos)

Laos

200 Aheu
199 Akeu
198 Alak
197 Alu
196 Bo
195 Giay
194 Hani
193 Jeng
192 Kasseng
191 Kate
190 Katong
189 Khmer
188 Khua
187 Khuen
186 Kongsat
185 Kri
184 Kuan
183 Laoseng
182 Lawi
181 Maleng
180 Mlabri
179 Mon (también en India)
178 Myen
177 Nguon
176 Nyahon
175 Odu
174 Pana (También en China)
173 Pouhoi
172 Poumong
171 Poussang
170 Puok
169 Salang
168 Salao
167 Samtao
166 Sapuan
165 Sedang
164 Singmoon
163 Sou
162 Tahanag
161 Taket
160 Tamoy
159 Taiten
158 Tchaho
157 Thet

Indonesia

156 Bukat
155 Gorap
154 Huaulu
153 Kayan (Kayan, Kayan Mahakam, Kayan River, Mendalam Kayan)
152 Penihing
151 Punan (Punan Aput, Punan Keriau)

Tailandia

150 Chong
149 Hkun
148 Mpi
147 Nyahkur
146 Phunoi

Brunéi

145 Tutung

Burkina Faso

144 Samogho

Nigeria

143 Emai
142 Jimbin
141 Laru
140 Lopa
139 Nyam
138 Vute
137 Gbaya**
136 Bacheve**

Ghana

135 Chala

Guinea

134 Limba

Guinea-Bisáu

133 Basari

Guinea Ecuatorial

132 Yasa**

Sierra Leona

131 Bom

Togo

130 Bissa
129 Toussian

Camerún

128 Majera
127 Hijuk**
126 Eman**
125 Bonwali**

República Centro Africana

124 Ganzi
123 Tunya
122 Furu**
121 Benkonjo**

Chad

120 Bokoruje
119 Bua
118 Dama
117 Dendje
116 Karbo
115 Kulfe
114 Vale
113 Jumam**
112 Gula**

Congo

111 Gbaya
110 Minduumo*
109 Kango
108 Koburu
107 Ndunga
106 Sere
105 Yulu-Binga
104 Ngondi**
103 Ngbaka**
102 Mbangwe**

Gabón

101 Simba
100 Vumbu**
99 Seki**

Sudán

98 Binga,
97 Fa-c-aca
96 Turum
95 Umm Heitan

Sur Sudán

94 Dongotono
93 Morokmodo
92 Nyamusa

Etiopía

91 Dime
90 Ganza
89 Seze

Kenia

88 Konso

Uganda

87 Lulba
86 Mening

Surinam

85 Arawak

Guyana

84 Pemón

Venezuela

83 Cuiba
82 Mandahuaca
81 Motilón
80 Sape
79 Yabarana**

Colombia

78 Amaruwa
77 Bora
76 Cabiyari
75 Carabayo
74 Carapana
73 Cogui
72 Desana
71 Guanaca
70 Macauaje
69 Macaguan
68 Muinane
67 Siriano
66 Siripu
65 Totoró **
64 Tucano
63 Tunebo (Tunebo Angosturas, Eastern Tunebo)
62 Yari

Brasil

61 Akurio
60 Amanaye
59 Apama
58 Apiaka
57 Arana
56 Arara
55 Azoreans
54 Bararati
53 Bororo
52 Cumina
51 Gaviao
50 Jatapu
49 Kabixi-Txapakura
48 Kalapalo
47 Karuazu
46 Katukina (Katukina Rio Bia, Katukina Jutai)
45 Kaxixo
44 Kaoiupanka
43 Korubo
42 Kubeo
41 Kuikuro
40 Kwaza
39 Madeirinha
38 Makuna
37 Mapuera
36 Morerebi
35 Nabua
34 Paiaku
33 Pankara
32 Parauri
31 Pipipa
30 Pitaguari
29 Rio Liberdade
28 Rio Tapirape
27 Sakiriabar
26 Serra Do Taquaral
25 Shenanawa
24 Sharanahua
23 Suruwaha
22 Tapuia
21 Teles Pires
20 Tingui Boto
19 Truka
18 Trumai
17 Urapara Quara
16 Wayoró
15 Wokarangma
14 Xambioba
13 Xerente
12 Xucuru Kairí
11 Yabaana
10 Yakarawakta
9 Yanoma
8 Zoe

Irán

7 Zartoshi Zoroastrian

Irak

6 Mandaean

Pakistán

5 Kanauri

Rusia

4 Mansi
3 Soyot

Uzbekistán

2 Buryat
1 Kalmik Oyrat

** Requiere verificación.

*** Verificar si es una diáspora.

 

Enlaces relacionados:

De la Cuenta Regresiva Misional (Mission Countdown!)

Fuentes y criterios lista OGP

Campaña de Adopción de Pueblos

Campaña de Adopción de Pueblos

Hoy, día de la Epifanía del Señor, 6 de enero de 2018, se lanza la Campaña de Adopción de Pueblos (C.A.P.)

Este proyecto aspira a que ningún pueblo del orbe quede sin recibir el anuncio de la Buena Noticia, para que todos los pueblos puedan convertirse a la Santa Fe Católica y puedan, asimismo, salvarse.

Para que este proyecto pueda cumplirse es necesario que muchos  creyentes trabajemos por esta causa, y el modo de hacerlo será muy simple, esto es, que cada uno de nosotros, (o cada familia) asumirá el compromiso firme de rezar pidiendo tres gracias concretas, relativas al pueblo que a cada persona (o familia) haya adoptado, a saber: 1) que al pueblo llegue al menos un Misionero a hacer el anuncio de la Buena Nueva, 2) la conversión de dicho pueblo a Jesucristo y, por tanto, a la Santa Fe Católica, 3) la salvación eterna de dicho pueblo.

Para estos magnánimos fines contamos con medios humanamente insignificantes pero sobrenaturalmente potentísimos: 1) un avemaría por día, 2)  un rosario por semana, 3) una confesión por mes, 4) una peregrinación (o visita) por año a cualquier santuario.

En una primera etapa, los pueblos por los que se rezará son los que figuran en la lista de los 637 pueblos donde jamás se anunció la Buena Nueva.

La necesidad de estas prácticas se explica por el deseo de Dios de que nosotros pongamos algo de nuestra parte y así como Jesús no necesitó de nadie para hacer milagros, sí quiso que alguien pusiera los dos peces y los cinco panes para entonces multiplicarlos.

Del mismo modo, nuestras oraciones serán las pequeñas acciones que pondremos en manos del Señor, para que, multiplicándolas, produzcan abundante fruto, y podamos así sentirnos parte en Su divino plan.

La pobreza de los medios hará más evidente la intervención divina y pondrá de manifiesto la grandeza del Señor, en todo tiempo y en todo lugar.

Y esto es así, para que se vea en concreto todo el poder de Dios, que no Se deja ganar en generosidad y que devuelve el ciento por uno a lo poco que nosotros damos.

De este modo, muchas veces más, será un hecho el Salmo que reza “El Señor Escucha al Pobre que lo invoca” (Sal 34).

Quien quiera sumarse al proyecto, puede escribir a [email protected] . A cada interesado, se le asignará un pueblo de la lista. La lista de los adoptantes será publicada en el web-site del Omnes Gentes Project (OGP) y Cuenta Regresiva Misional (CRM): www.ogp-ose.org .

¡A trabajar por la salvación de las almas!

 

Enlaces relacionados:

De la Cuenta Regresiva Misional (Mission Countdown!)

Índice de Pueblos Paganos

Fuentes y criterios lista OGP

 

Leonor Suaya

Directora de la Campaña de Adopción de Pueblos

Omnes Gentes Project (OGP)