Los Santos Mártires Rioplatenses y el heroísmo misional y caballeresco

Los Santos Mártires Rioplatenses

Los Santos Mártires Rioplatenses

San Roque González, San Alfonso Rodríguez y San Juan del Castillo son conocidos como los Santos Mártires Rioplatenses. Misionaron en la selva, evangelizando a las tribus guaraníes.

Luego de que fueran martirizados con diabólica saña, los nativos conversos y algunos caballeros españoles fueron a reestablecer la justicia y a reparar las ofensas contra la Inmaculada Concepción, cuya imagen había sido sacrílegamente tratada por los asesinos. Esta imagen era llevada a todas partes por San Roque González. Él la llamaba “La Conquistadora”.

Los Santos Misioneros con la Virgen ConquistadoraLos Santos Misioneros con la Virgen Conquistadora

Valga decir entonces dos palabras sobre el heroísmo misional de los Santos –nos referiremos especialmente a San Roque- y sobre el heroísmo caballeresco de los guerreros que ajusticiaron a los asesinos. Para este escrito tenemos en mente principalmente un olvidado opúsculo escrito por el jesuita A. Rojas, intitulado: “Ilustre ciudadano paraguayo: S. Roque González de Santa Cruz” y una investigación del historiador correntino Gustavo Sorg.

Los Santos Mártires Rioplatenses misionaron en Rio Grande do Sul en una zona que fuera, por ellos, bautizada como “Tupasyretá”, que significa “Territorio de la Virgen” (cfr. Rojas, p. 11).

Fue un Misión muy peligrosa. Por algo murieron mártires… Los riesgos estuvieron desde el mismo principio de la Misión. En efecto, cuando los tres jesuitas llegaron a Yapeyú –donde, luego fundaron una Reducción-, los Misioneros fueron recibidos por 400 indígenas en son de guerra (cfr. Rojas, p. 20).

Los Mártires nos dejan el supremo ejemplo de paciencia. San Roque González, a pesar de ser un varón de temperamento naturalmente fuerte, sabía soportar los “fracasos” apostólicos con una entereza magnífica. De hecho, ante los fracasos de su Misión por Rio Grande do Sul, repetía con frecuencia este epifonema: “todo es nada para lo que se debe al Señor, por Quien se hace”.

La escuela de paciencia es la Pasión de Cristo. Así se ve en la vida de todos los Santos. San Roque González, se sabe, era un gran contemplativo de la Pasión. Rojas relata que la vista de San Roque quedó gastada de tanto llorar por meditar la Pasión de Cristo.

La paciencia de los Santos Rioplatenses no sólo se ve en su soportar sufrimientos físicos sino también en su lidiar con la lengua nativa, el guaraní. A juicio del P. Rojas, el guaraní es la lengua más difícil del mundo.

Mientras San Roque instalaba la campana de la iglesia, un sicario enviado por el brujo local le deshizo el cráneo con un hacha y lo partieron por la cintura. Quemaron su cuerpo pero, milagrosamente, quedó intacto el corazón, que todavía se conserva en el Paraguay. Para gran asombro de los asesinos, el corazón del Santo les habló exhortándolos al arrepentimiento. Les dijo: “aunque habéis matado mi cuerpo, mi alma está en el cielo. Dios os va a castigar sobre todo, porque maltratasteis la imagen de la madre de Dios. Sin embargo yo volveré y os ayudaré”.

El corazón incorrupto de San Roque González. ¡Corazón que habló!El corazón incorrupto de San Roque González. ¡Corazón que habló!

¿Por qué lo mataron? Por odio a la Fe. Los Santos Misioneros evangelizando a los guaraníes los liberaron del dominio de los hechiceros y los brujos. Estos ministros de las tinieblas, por tanto, se cobraron su infernal venganza. Valga decir que los asesinos nos eran guaraníes, sino que pertenecían a otras tribus y fueron movidos por los oscuros brujos.

La fortaleza de San Roque González llevó a un anciano a hacer un gran acto de parresía, que le costó la vida. ¿Qué pasó? Luego del martirio de San Roque, el anciano aborigen reprendió el crimen y así el también fue martirizado.

Al oír el tumulto, San Alfonso Rodríguez salió de su choza, e inmediatamente lo asesinaron a golpes. Era el 15 de noviembre de 1628. Unos días después asaltaron la misión cercana y allí mataron a San Juan de Castillo.

descarga¿Qué pasó luego? El P. Clavijo fue a pedir auxilio a la Reducción de Inmaculada Concepción, cuyo encargado era Fray Gamarra. Desde allí el P. Clavijo va con el Capitán Manuel Cabral hasta Corrientes, donde se alistan los primeros siete voluntarios. Cabral fue el primero en alistarse. Observa el P. Rojas que el Capitán Manuel Cabral hizo “en Corrientes ante Fray Juan de Gamarra un juramento sagrado con sus soldados de no volver sin haber vengado las injurias inferidas a la Limpia Concepción”. Luego se dirgieron a la Reducción de Itatí, donde se alistan 200 valientes aborígenes como voluntarios. Es de notar que el P. Clavijo que había ido a pedir auxilio, terminó volviendo como capellán de 200 nativos, 7 españoles y un Capitán.

Luego de pasar por tres Reducciones más, llegan a la Reducción La Candelaria, donde pasaron la noche. Valga comentar que La Candelaria, era un gran campamento guerrero –con fines puramente defensivos, claro-: habían 1200 indios y 10 españoles. Mas ¿por qué necesitaban defenderse? No sólo por los brujos sino por los esclavistas brasileros –los famosos bandeirantes– que venían a cazar aborígenes como si fueran bestias salvajes para venderlos.

Así, la noche del 18 de diciembre durmieron en La Candelaria. Al otro día, un ejército de indios que respondían a los brujos, atacó la Reducción. Con heroísmo, los Defensores de las Reducciones vencieron.

Es interesante notar que, como apunta Sorg, en medio de la batalla, los defensores rodearon el monte y avisaron “a los enemigos fortificados que entregasen a los culpables de la muerte de los padres, [y] que si así lo hacían, les aseguraba la vida y libertad de los demás, [mas] le[s] respondieron que no saldrían y si entraban les matarían a todos y en sus cabezas habrían de beber chicha”. Gracias a Dios no bebieron ninguna chicha y los asesinos fueron derrotados y hechos prisioneros.

Salvo uno que murió con signos externos de impenitencia y desesperación -el pagano Caburé-, los doce verdugos de los Santos Mártires Rioplatenses se convirtieron in articulo mortis y fueron bautizados, antes de padecer la pena capital. Los doce verdugos, así, imitaron a San Dimas, alcanzando la gracia de la conversión en el último instante de sus desdichadas vidas, logrando así tomar el Cielo por asalto. ¡Qué grande es la Misericordia de Dios! Que esos nuevos Dimas oren por nuestra conversion firme y sincera…

Pero, ¿qué paso con la imagen de la Virgen Conquistadora? Leamos lo que dice el Padre Rojas:

“Los defensores de las reducciones llegaron a Caaró el 21 de diciembre, y encontraron rasgado por el medio el lienzo de la Virgen Conquistadora. Juntaron los fragmentos, y los pusieron en la bandera del ejército como glorioso trofeo de sus batallas. Esta bandera mariana llegó triunfante hasta Concepción de Itatí en procesión y fiestas. […] Y quedo el cuadro en el Santuario de Itatí envuelto en el clamor de las campanas, el perfume del incienso y la oración de los fieles”.

Santos Mártires Rioplatenses, rogad por nosotros para que seamos celosos Apóstoles de Dios

Padre Federico

(Wufeng, Taichung, Taiwán; 6-5-2015)

7 comentarios

  
pelicanillo
Mil gracias padre Federico. Cada vez que se le escucha o lee se le aviva a uno la fe.
11/09/20 1:08 AM
  
hornero (Argentina)
La batalla continúa, se ha endurecido. Cada uno debe asumir su puesto en los escuadrones que conduce María secundada por las milicias angélicas.El Ejército de la Virgen combate contra el demonio, golpea sus centros de poder, libera los territorios, feudos del Reino usurpados por los secuaces del "príncipe de este mundo". He recibido de sus Manos mi batallón, serán miles o millones, no lo sé. Hombres y mujeres de toda condición, pueblo, cultura y nación, para conducirlos a la victoria. Cada cual recibe de Cristo por medio de María un destino en su ejército y su parte en la batalla. Mi batallón está formado por intelectuales, científicos, artistas, y analfabetos; por jóvenes, viejos o niños por nacer; por trabajadores, campesinos, lisiados, encarcelados y moribundos. Son nuestros hermanos convocados por María.
Somos miles/
somos millones/
no cuentan los fusiles/
no cuentan los cañones/
estallan las oraciones/
de victorias en victorias/
del Pater y del Gloria.



11/09/20 10:48 AM
  
Dr.Gabriel Galán Imola-Profesor egresado del I.P.A. y Abogado
Gracias por este artículo, recién con El me entero de esta historia y sus mártires.- Como nos ocultaron durante 18 años de educación escolar, liceal y universitaria bajo el mal llamado laicismo toda nuestra real historia. Soy uruguayo por nacimiento y madre uruguaya y Paraguayo por padre y agradezco enormemente este aporte informativo.- En la confusión que vivimos nuestra mirada más que nunca debe dirigirse a los mártires y por sobre todo a través de ellos en Cristo Jesús y su Madre Santísima.-Paz y Bien.-
11/09/20 1:37 PM
  
hornero (Argentina)
Creo sugerir una buena idea, ésta de alistarse en el ejército de la Virgen, asumiendo la responsabilidad de trabajar por la conversión y santificación de una parte o legión de los más de siete mil millones de nuestros hermanos, de modo tal, que no quede un solo hombre sin otro hermano que ore y se esfuerce por su salvación. Salvar a un hermano significa integrarlo plenamente en el Pueblo santo de Dios, lograr que se sume a los trabajos por el Reino de Cristo entre nosotros, por este Reino que Viene a instaurarse en plenitud y habrá de transfigurar a la Iglesia, a la humanidad y al universo. No somos nosotros quienes elegimos a nuestros hombres, nos los confía Cristo por medio de su Madre, no sabemos cuántos son, ni quiénes, pero, algún día nos reconoceremos y cantaremos juntos la Victoria. Nuestra Madre nos los confía; por la Fe creemos sin verlos, por la Caridad nos jugamos por ellos, por la Esperanza combatimos y avanzamos juntos. Cada uno puede pedir a la Virgen, le conceda niños, huérfanos, ancianos, enfermos, familias, políticos, empresarios, investigadores, hombres o mujeres, seglares o eclesiásticos, compatriotas o de otras naciones, maestros y estudiantes, campesinos u obreros industriales, ricos o pobres, dónde haya un hombre debe estar nuestro empeño. S. L. de Montfort (1673-1716) nos anuncia y enseña acerca de los “Apóstoles de los últimos tiempos” (55-59); ciento treinta años después (19 de setiembre de 1846), la Virgen en La Salette, los convoca: “llamo a los Apóstoles de los últimos tiempos, a los fieles discípulos de Jesucristo, a los que han vivido con desprecio del mundo y de sí mismos…en el silencio, en la oración…desconocidos del mundo. Es tiempo que salgan y vengan a iluminar la tierra…” (30); en el Mensaje al MSM (P. Gobbi, 1-En-1992), la Virgen dice: “Salid de vuestro ocultamiento…Vuestros tiempos han llegado...Mostraos a todos…apóstoles de estos últimos tiempos que Yo desde hace ya veinte años estoy formando…Caminad por la senda del desprecio del mundo y de vosotros mismos…Así llegaréis a ser los buenos Samaritanos para la Iglesia de hoy, que tanto sufre. Amad siempre; no juzguéis a nadie”.
12/09/20 1:19 AM
  
Palas Atenea
Dr. Gabriel Galán: Me extraña sobremanera que no conozca la historia, no hay muchos mártires en América porque era un destino muy duro pero no excesivamente peligroso en comparación con Asia. Este episodio es uno de los pocos de martirio en este continente que yo conozca. Solamente los mártires de Tazacorte, que fueron asesinados en aguas de las Islas Canarias por piratas hugonotes-40 jesuitas-cuando se dirigían a Brasil son muchos más que los martirizados en tierras americanas.
12/09/20 5:34 PM
  
hornero (Argentina)
Si hubiera mil voluntarios que quisieran hacerse cargo de una legión de hermanos, encabezándo como "Apóstoles de estos últimos tiempos", contaríamos con un promedio de siete millones seiscientos mil hermanos por legión; si en cambio fuéramos un millón de Apóstoles, cada legión se compondría aproximadamente de siete mil seiscientos hermanos. Números no pequeños, que revelan la magnitud de la empresa a la que nos convocan Cristo y María. Que el Señor y su Madre nos den la sabiduría, fortaleza y amor para responder a nuestra vocación fundamental de Evangelizar.

12/09/20 8:18 PM
  
Luis Piqué Muñoz
¡Qué Infinita Gloria la de los valientes y cristianos Mártires! Y mientras nosotros en Occidente nos revolcamos en nuestras propias inmundicias y reaccionamos cobardemente ante la Salvaje Persecución que sufre Cristo por la Tiranía democrática atea Occidental ¡cuando No es la propia iglesia la que se convierte en perseguidora del Bien, la Virtud y el Amor de Cristo, por quedar Bien con el Perseguidor laico y por cobarde Temor! La Iglesia, el Cristiano ¡el Hombre! está hecho para el Combate por Dios, el dulce Jesús ¡la maravilla del Amor, del Gozo del Espíritu santo! y dar su Sangre en la Gloria del Martirio ¡nunca es más Grande el Hombre ¡Dios, el dulce Jesús! que cuando está alzado en la Cruz! La verdadera Felicidad, la Omnipotencia es el apasionado ¡la Pasión! Sacrificio por Amor, por Amor a Dios y al Prójimo ¡qué mejor motivo para la Muerte y los Peores Horrores que sublimarlos en el dulce Amor de Jesús, de Cristo, de Dios! ¡El Poder del Amor es absoluto, sobrenatural e Infinito y Eterno! ¡Viva la Cruz! ¡Viva el Amor! ¡Viva Dios! ¡Viva Dios! ¡Viva Dios!
15/09/20 3:40 PM

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