21.05.10

Ordenaciones en Santiago de Compostela

El pasado domingo, solemnidad de la Ascensión, se celebraron ordenaciones de diáconos y de sacerdotes en la Catedral de Santiago de Compostela. Muchos de los ordenados son alumnos míos, que tienen la paciencia de soportarme cada miércoles. Desde el blog les hago llegar mi felicitación.

Esto es lo que les decía D. Julián, el Sr. Arzobispo, en la homilía:

HOMILÍA en las ORDENACIONES

16 de mayo de 2010

“El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres”. Este es nuestro sentimiento en esta celebración en la que estos hermanos nuestros, unos recibirán el presbiterado y otros el diaconado dentro del Año Jubilar Sacerdotal y en el Año Santo Compostelano. Os acompañan, queridos candidatos, vuestra familia y amigos a los que saludo y felicito también cordialmente, uniéndose también toda la comunidad diocesana a vosotros. Mi gratitud al Sr. Rector, Formadores, Profesores, Sacerdotes, Miembros de Vida Consagrada y Laicos que os han acompañado con el testimonio de su fe, con la ciencia de sus conocimientos y con la bondad de su virtud.

Jesús “hizo y enseñó” (Hech 1,1). Realizaba primero lo que después enseñaba; enseñaba siempre lo que vivía primero con fidelidad a la voluntad del Padre, encomendando a los apóstoles: “Id por el mundo entero; predicad mi evangelio a toda criatura” (Mc 16,15). Este mandato ministerial suponía que fueran ellos mismos “testimonios vivientes del Evangelio” con toda su vida. “Vosotros daréis testimonio de estas cosas”. Así lo hizo el Apóstol Santiago, amigo y testigo del Señor, así lo habéis de hacer vosotros. Esta era la misión y la esperanza con que Jesús amaba a los suyos en la
noche pascual del Cenáculo y ese fue el mandato en su Ascensión al Padre. El futuro de su causa y su obra se confiaban a la responsabilidad testifical del Espíritu Santo y de los suyos; de éstos por su incorporación selectiva y vocacional a Cristo Jesús; del
Espíritu Santo, como garantía divina de que el testimonio de los suyos fuera auténtico, a pesar de su condición humana defectible.

Esta solemnidad nos indica que el triunfo en plenitud del Señor es el nuestro, el de la humanidad, el de la historia, el de la creación toda. Ahora tenemos un proyecto en el que poder mirarnos; la humanidad un objetivo total al que aspirar; la historia un final feliz que contar; la creación una plenitud a alcanzar. “Este es el plan: recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de
la tierra” (Ef 1,10).

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20.05.10

Mayo en el blog: Curioso ser María

Aparentes “paradojas” pueden servirnos para profundizar en la singularidad de María: “Tan pasiva a la gracia, tan silenciosa y tranquila, como dotada del poder sacerdotal de hacer descender al propio Dios hasta su seno con un simple Fiat, más poderoso que el que originó el Universo". Ofrecemos, como colaboración a “Mayo en el blog", este original texto de Luis.

Curioso ser María. Hija del hombre, madre de Dios.

Es la esclava que proclama su propia grandeza, la profeta que anuncia que la verán feliz y santa todas las generaciones. Es la grandeza que se mira con la mirada de la Trinidad, y que puede ver a la Trinidad en su seno haciendo una Obra más grande que los Universos.

Tan pasiva a la gracia, tan silenciosa y tranquila, como dotada del poder sacerdotal de hacer descender al propio Dios hasta su seno con un simple Fiat, más poderoso que el que originó el Universo. Con el mismo “hagan” nuevamente mutará el agua en vino. Y será el Fiat que repetirá al ofrecer a su Hijo en la Cruz al Padre, uniendo su propio corazón al corazón traspasado, de modo tal que es difícil discernir, en el orden de la gracia, cuál corazón es cuál, en cuál hay mayor gracia, si es la misma gracia y la misma misericordia. Y si la culpa de la primera Eva fue feliz, el Fiat de la segunda es ciertamente necesario para la Redención del mundo.

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17.05.10

Ordenación de diáconos

Para los que van a ser sacerdotes, el Diaconado no es el “paso final”, ya que queda aún el Presbiterado. Pero psicológicamente, sí lo es. Es verdad que existen “órdenes menores”, ahora llamadas “ministerios”, y que el camino hacia el presbiterado está pedagógicamente jalonado por pasos sucesivos: el Rito de Admisión, el Lectorado y el Acolitado, todo ello antes del Diaconado.

Pero el Diaconado es otra cosa. Es un ministerio ordenado. Uno de los tres grados del sacramento del Orden. El candidato a la ordenación llega a la Catedral vestido ya con traje eclesiástico – quizá por primera vez en su vida - ; normalmente, al menos entre nosotros, con el clergyman. Ayer, dos de mis alumnos, se presentaban así. De golpe, de verlos con traje civil, aparecen ante todos vestidos de sacerdotes.

En la celebración se les imponen las dalmáticas, las vestiduras propias de su grado. En la Liturgia, los diáconos ocupan un lugar muy próximo al Obispo, al que han de auxiliar en la Misa y, también, en otras funciones pastorales. Las dalmáticas son aun más aparentes que las casullas. Se llevan por encima del alba y sobre una estola que se coloca sobre el hombro izquierdo y que no cae a ambos lados del pecho, sino que se anuda a la altura de la cintura en la parte derecha del tronco. Normalmente, suelen hacer juego con la casulla que lleva el Obispo.

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16.05.10

Mayo en el blog: De Santa María la Real a Oxford

En esta serie de “Mayo en el blog” presentamos ahora un interesante texto que, dentro del género testimonial, combina los recuerdos autobiográficos con el descubrimiento y la profundización en el sentido de una oración mariana: el Rosario. Realmente, como han dicho los Papas, el Rosario es un resumen del Evangelio. Agradecemos a William (Marcos en el blog) esta aportación, no exenta de humor.

DE SANTA MARÍA LA REAL A OXFORD
(Escrito por William)

Corría el año 1984, durante un verano en Pamplona, mi madre -devota de la Virgen Sta María la Real- decidió que su hijo de casi 9 años comenzara a rezar el rosario, con ella, ante la Virgen. Me encantaba visitar el Monasterio o la Catedral, escuchar el Ángelus, o ver los sepulcros de los Reyes de Nájera, pero no entendía la devoción del rosario aunque asintiera cuando mi madre lo explicaba con paciencia. Afirmaba que era un bien para la familia.

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15.05.10

Los pies se hicieron semejantes a la cabeza

Homilía. Solemnidad de la Ascensión (Ciclo C)

En el Credo profesamos que “Jesucristo subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso”. A los cuarenta días de la Resurrección, Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, es elevado y exaltado a la derecha del Padre, entrando su humanidad, de modo irreversible, en la gloria divina. El Señor toma así posesión de la realeza de Dios sobre el mundo, de un Reino que no tendrá fin.

Su misterio pascual no queda recluido en el pasado: “Todo lo que Cristo es y todo lo que hizo y padeció por los hombres participa de la eternidad divina y domina así todos los tiempos y en ellos se mantiene permanentemente presente. El acontecimiento de la Cruz y de la Resurrección permanece y atrae todo hacia la Vida” (Catecismo 1085). Lejos de alejarse de nosotros, por su Ascensión se hace presente de un modo nuevo, con la presencia invisible, pero que todo lo abarca, de Dios.

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