Homines transeunt, sed veritas Domini manet in æternum.
Homines transeunt, sed veritas Domini manet in aeternum (beato Tomás de Kempis: De Imitatione Christi, Capítulo 5, punto 2).
Religión en Libertad acaba de dar la noticia de que la Fundación Juan Maragall ha pedido a los obispos de las diócesis de Cataluña que se pronuncien contra http://www.germinansgerminabit.org/. La noticia ya ha sido comentada por Germinans Germinabit, Luis Fernando Pérez Bustamante y Francisco José Fernández de la Cigoña.
Al hilo de esta noticia -y sin ánimo de ser exhaustivos- querría hacer cuatro observaciones, tres preguntas y un comentario.
[1.-]
Si Germinans Germinabit mintiera, insultara, injuriara, alterara el orden público o las buenas costumbres, habría sido denunciado ante las autoridades civiles competentes, y el auto emitido por un juez habría ordenado el cierre cautelar de su página-e hasta la celebración de la vista. Pero éso no ha sido así. Por lo tanto, no se trata de la denuncia de un delito civil.
[2.-]
Si Germinans Germinabit hubiera transgredido algún cánon, habría sido denunciado ante las autoridades eclesiásticas competentes que, en estricta aplicación del Código de Derecho Canónico de 1983, habrían ordenado el cese de sus actividades como grupo, que no implicaría necesariamente el cierre de su página-e. Pero éso tampoco ha sido así. Por lo tanto, tampoco se trata de la denuncia de una falta canónica.
[3.-]
Si Germinans Germinabit esparciera el error, la herejía, la inmoralidad, la apostasía, el pecado y el escándalo, habría sido denunciado ante las autoridades eclesiásticas competentes, que habrían ordenado el cese de sus actividades como grupo y el cierre de su página-e. Pero tampoco en este caso éso ha sido así. Por lo tanto, tampoco se trata de la denuncia de una herejía.
[4.-]
Dado que la denuncia no es por una falta o delito civil o eclesiástico, sólo queda la posibilidad de que se trate de una “denuncia pastoral”.
El problema es que, no habiendo falta o delito civil o eclesiástico, ninguna pastoral es denunciable. Y lo es mucho menos si se realiza sin usar el cargo eclesiástico, como simples fieles laicos, fuera del ámbito eclesial en general y parroquial en particular.
[5.-]
Ante la noticia que da Religión en Libertad, y que comentan Germinans Germinabit, Luis Fernando Pérez Bustamante y Francisco José Fernández de la Cigoña, no puedo sino hacerme -entre otras y de momento- al menos tres preguntas:
-A-
¿Qué interés especial tiene en este asunto pastoral la Fundación Juan Maragall?
-B-
¿Por qué la Fundación Juan Maragall hace una petición a los obispos de las diócesis pertenecientes a la provincia eclesiástica Tarraconense, formada por las diócesis de Barcelona, Gerona, Lérida, San Feliz de Llobregat, Solsona, Tarragona, Tarrasa, Tortosa, Urgel y Vic?
Podría haberla hecho sólo a los obispos de Barcelona, de donde son los miembros de Germinans Germinabit.
O la podría haber hecho a la Conferencia Episcopal Española, de donde proceden la inmensa mayoría de los lectores de http://www.germinansgerminabit.org/, tal y como claramente indica el propio contador de visitas de la página-e.
-C-
¿Cuándo se ha visto a un grupo de obispos criticando acciones pastorales de fieles laicos, realizadas fuera del ámbito eclesial en general y parroquial en particular, cuando no son constitutivas de falta o delito civil o eclesiástico alguno?
¿Es ése el espiritu del Concilio Vaticano II al que a veces se refiere la Fundación Juan Maragall?
[6.-]
De ningún modo puedo creer que la acción pastoral de un Cardenal Arzobispo de la Iglesia -Una, Santa, Católica y Apostólica- en la diócesis de Barcelona, teniendo como divisa en su escudo episcopal “Charitas Christi Urget Nos”, no esté guiada por la Caridad de Cristo.
Me inclino, más bien, a pensar que la Fundación Joan Maragall está intentando valerse de n.s.b.a. Cardenal-Arzobispo para que haga un trabajo que ellos no son capaces de realizar por sí mismos.
Espero que no sea, justamente, lo contrario.
—
P.S.
Supongo que nadie va a usar el argumento de que “Vd. no conoce la idiosincrasia de la Iglesia en Cataluña“, porque entonces tendría que decirle que nací en un piso en la calle Rogelio de Lauria, cerca de la Gran Vía de las Cortes Catalanas, entonces Avenida de José Antonio Primo de Rivera.
He estudiado, he trabajado y me he casado en Barcelona, donde he vivido sin interrupción desde el día en que nací hasta el día en que cumplí treinta y un años. He vivido todo el postconcilio de la Iglesia en Cataluña. He vivido la llegada y 17 de los más de 23 años de Jorge Pujol Soley en la presidencia de la Generalidad de Cataluña. Y he vivido con especial intensidad la situación pastoral de algunas parroquias en Nou Barris.
Sé de lo que hablan en Germinans Germinabit. Y no hablan, precisamente, de oídas.
9 comentarios
Es que no hay nada bajo el cielo como un tolerante de oficio y estola, calzado con levita pontifical y ungido de lo alto, dispensando los santos óleos de la tolerancia. Sobre todo cuando se propone destolerar. Lo podemos comprobar ahora mismo, en este tiempo nuestro de tantas suavidades, talantes y componendas retóricas en que, día sí y día también, unos cuantos señores se arrogan para sí y para sus conventillos los honores de la tolerancia y hasta de las libertades, mientras a los demás se nos extiende el correspondiente diktat con que ser despachados al foso de los leones. Tras el desahucio, el lanzamiento; he aquí el reglamento de estos nuevos heraldos de la modernidad.
En Cataluña desgraciadamente ocurre lo que escribía Frank Brentano sobre Luis XIV: que quería que el pueblo que asistía a la Santa Misa le diera la cara a él y la espalda al Altar. En el Territorio Sistach ocurre otro tanto: que, al parecer, hay que atender más a la clerecía progre [a los responsables del destrozo de la Iglesia en aquellos pagos] que a la palabra de Cristo o de su Vicario.
Dan ganas de llorar al ver como el Territorio Sistach es ahora Territorio Apache o, por mejor decir, Reserva Apache. Acabada una cacería, parece que comienza otra: estos curitas progres se han propuesto exterminar a todos, qué cosas. Pero eso es imposible; deberían saberlo. Por cada Germinans que eliminen se levantarán tres para gritar al mundo lo que está pasando allí, la escabechina de cristianos que está aconteciendo en Territorio Sistach. Como le dijo Tigelino a Nerón en cierta ocasión en que éste estaba obsesionado por eliminar a todo aquel del que sospechaba que quería matarle: "César, tranquilo. El que te suceda será uno al que no habrás podido eliminar". Eso.
Decía Guillén de la Carrera, allá por la cuarta decuria del siglo XVII, que el odio y la pasión turban el entendimiento y son veneno de la razón. Y eso no debería olvidarlo Su Eminencia Reverendísima pues si algunas injusticias se hicieron con él, buenas lamentaciones hizo de ellas. Y no se angustie mucho S.E.R. por el estado de ansiedad de la banda progre que, como decía Sören Kierkegaard, la angustia es sólo el vértigo frente a la libertad.
Y ahora mándelos a todos a rezar.
El delito que cometen Germinans es un "delito de opinión".
Se les ve el plumero: Mucho talante, mucho diálogo, pluralidad, tolerancia, multiculturalidad, solidaridad, buen rollito,... y en el fondo son unos censores inquisidores dictatoriales.
Gracias por el "feedback".
Después de tu artículo y el de Germinans, no estaba muy seguro de haber "centrado" correctamente el asunto.
_luis bcn_
¡Te felicito, valiente! ¡Todavía en territorio nacionalista!
Gracias por tu comentario. Estoy totalmente de acuerdo contigo.
Como aconsejaba mi padre, en paz descanse: "Ánimo, serenidad. Y (en Cataluña) ni una palabra de todo esto a nadie. Nunca se sabe quién está escuchado."
_Foix_
Ciertamente, la intolerancia de los "tolerantes" es la más intolerante. Están tan acostumbrados a que nadie se rebele contra su "tolerancia" que las disidencias públicas les desquician.
Esas disidencias, muy en especial la de Germinans en la diócesis de Barcelona, pone al descubierto las trampas y mentiras de la neolengua eclesial local. Y no me refiero al uso totalitario y aldeano del catalán, que también.
Cuando se dice "llibertat", se quiere decir "lo que yo te diga". Cuando se dice "justícia", se quiere decir "como yo te diga". Y así en todo "ad nauseam".
Hay un sector de la Iglesia en Cataluña al que no le importa cuál sea tu religión, tu ideología, tu lengua y tu nacionalidad siempre y cuando seas nacionalista catalán y hables en catalán. Y ese sector no está sólo. Una parte de la sociedad civil también es así.
Conozco el caso de un belga francófono que, llegado a Cataluña, inició una relación sentimental con una "noia ferma de la terra" (chica guapa). Al cabo de dos años hablaba y escribía perfectamente catalán, pero no tenía ni idea de español y había roto la relación sentimental. Como no encontraba un puesto de trabajo a su gusto en Cataluña, hubo de buscarlo fuera. Se quejaba, evidentemente, de su estupidez personal y lingüística. "Llàstima de temps perdut", decía.
Bueno, siempre le quedará Proust.
En Cataluña no quedan muchas "reservas espirituales". De hecho, la sola existencia de Germinans Germinabit es un milagro de tal envergadura que no creo que la mayoría de los que les conocemos nos lleguemos a dar verdadera cuenta de su dimensión. Es un fenómeno que sólo tiene explicación a través de la fe, por medio de la elevación al orden sobrenatural.
En Cataluña se considera "emigrantes" a los nietos de los trabajadores que fueron a excavar los túneles del metro antes de la Gran Guerra (la I Guerra Mundial). Excepto si son nacionalistas, claro. Conozco a más de un "català de la seba" que acabó la EGB antes de llegar a Cataluña. Y no me refiero a Montilla. Él llegó casi con diecisiete años.
Las "reservas espirituales" de Cataluña se han marchado de Cataluña. O han dejado de ser "reserva" de nada. De hecho, en Cataluña los nacionalistas me dejaban en paz por "bicho raro". Y, por raro, aislado. Y, por aislado, inofensivo. Sin embargo, los no-nacionalistas me aplicaron una estricta caridad fraterna que me dejó fuera de combate doce años. Con una sonrisa.
Y con una sonrisa "vuelvo". No a territorio catalán, por supuesto.
Por desgracia para Cataluña, Cataluña ya no es España. Y no volverá a ser parte de España. Al menos no de esta España de la Constitución de 1978 que todos conocemos.
Hoy es más fácil ser español en Portugal que en Cataluña. Es mucho más fácil encontrar un lugar donde escolarizar a los hijos en castellano o español. Por descontado, es mucho más fácil ser fiel a la Iglesia en Portugal que en Cataluña, muy especialmente en Barcelona.
Decía Jaime Balmes que "La caridad une y la política desune". Pues a eso se ha dedicado la Iglesia en Barcelona: a la política. Consciente y pertinazmente.
Es curioso el antisionismo visceral del clero más fanatizado con el tótem de la "Pàtria Catalana". Los judíos seculares no pueden sustituir a Y-WH por el Estado de Israel, pero el clero catalán sí que puede sustituir a "Déu" por los "Païssos Catalans".
Y, como diría La Trinca, "no passa res".
Ayer gritábamos "Todos somos don Marcelo". Hoy gritamos "Todos somos Germinans". Ayer todavía estábamos en Cataluña. Hoy lo decimos desde fuera. Si esto no acaba pronto, los católicos que queden mañana en Cataluña gritarán "Mori el Papa feixista, masclista i homòfob!".
En fin.
Por desgracia, la situación eclesial de la diócesis de Barcelona no tiene nada de particular. Lo verdaderamente particular es Germinans Germinabit.
Uno de los comentaristas habituales de Religión en Libertad, Fredense, se ha hartado de decir en los distintos blogs por activa, por pasiva y por perifrástica, que la situación en las comunidades de habla alemana es más preocupante.
Es la herencia de una parte de la "teología del Rhin". La teología de los teólogos en lengua alemana. Esa teología que el Santo Padre conoce mejor que nadie.
No en vano, al Papa siempre le ha sido más facil hablar acerca de la fe con el filósofo marxista Jürgen Habermas que con el cardenal Carlo María Martini o con el reverendo padre Hans Küng.
Viendo cómo trata Küng al Papa no hace falta ser profeta para imaginarse lo que una parte de la Iglesia en Cataluña haría con los miembros de Germinans Germinabit si estuvieran a su alcance.
_Luis R_
¡Cómo me gustaría poder reconocer que no hay nada más lejos de la realidad! Que las cosas no son así.
Que todos, unidos y en caridad, vivimos, rezamos, caminamos al encuentro de Cristo.
Por eso no dejo de pedirle, día tras día, a Dios que así sea.
Yo tambien me uno a su peticion diaria. Gracias.
En ese sentido había entendido sus palabras. Y en ese sentido quería que las entendira todo el mundo que pudiera leerlas. De ahí mi comentario.
Muchas gracias por entenderlo.
Los comentarios están cerrados para esta publicación.
