InfoCatólica / Santiago de Gobiendes / Archivos para: Noviembre 2015, 14

14.11.15

¡No matarás!

Toda mi repulsa ante los atentados terroristas que ahora mismo están sufriendo en París. Los yihadistas están provocando una verdadera masacre en el corazón de Europa. Yo no tengo más arma que la palabra. Y yo no me callo: matar, asesinar es un pecado mortal, una verdadera barbaridad. Matar en nombre de Dios, además, es una blasfemia intolerable. Dios no manda matar a nadie. Dios es Amor y Misericordia. Utilizar el nombre de Dios para acabar con la vida de personas inocentes resulta inadmisible e indignante. La vida, la libertad y la dignidad de todo ser humano son sagradas. Malditos seáis los que derramáis la sangre de hermanos nuestros. Maldito odio, malditas ideologías, malditas doctrinas que incitan al asesinato y a la destrucción. Toda ideología, toda religión que atente contra la dignidad inalienable del ser humano debe ser combatida. Toda ideología, toda doctrina, toda religión que predica el odio y el asesinato del prójimo no puede provenir sino de Satanás.

Señor, ten piedad y dales el descanso eterno a las víctimas de estos atentados terroristas de París; consuela a sus familias y danos fuerzas para mantenernos firmes en la fe en medio de la tribulación. Te ofrezco mi vida: todo lo que soy y lo que tengo te lo debo a ti. Yo no soy más que polvo. Nada tengo. Escucha mi súplica y acepta mi ofrenda. Consuela a tu pueblo y líbranos del Maligno que busca la destrucción del hombre. Tú lo puedes todo: apiádate de nosotros. Tuerce los planes de los malvados y protege a los inocentes.

Madre Santísima, intercede por nosotros ante tu Hijo y protégenos bajo tu manto. Pisa la cabeza de la Serpiente y líbranos de todo mal.

Padre Nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la Tierra como en el Cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestra ofensas como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Dios te salve, María. Llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Dales, Señor, el descanso eteno a quienes han muerto, víctimas de la barbarie terrorista. Que brille para ellos la luz eterna. Descansen en paz. Amén.