La Misa cara al altar
La publicación de la “Opera omnia” del Santo Padre, que será una recopilación de sus escritos sobre la Liturgia, está al caer. Es tristemente previsible que la inclusión de un texto en el que Benedicto XVI argumenta y analiza las razones por las que es apropiado que el sacerdote celebre la Santa Misa de cara al altar, sea objeto de polémica por parte de determinadas personas. No deja de ser curioso que los que más se las dan de “progres”, son en la práctica los más intolerantes e intransigentes, y como ya hicieron en su día - me da la ligera sensación- de que no dudarán en escandalizarse y levantar polémica.
Si analizamos con detenimiento y frialdad la postura de los críticos con ésta recomendación del Papa, nos damos cuenta de que el fanatismo progresista, que como todo fanatismo no viene marcado tanto por las ideas sino más por las actitudes, es feroz y desproporcionado. No tiene ningún sentido su reacción catastrofista y en gran parte criminalizadora, por el mero hecho de que el sacerdote, a la hora de orar y consagrar, lo haga como el guía de los fieles, en primer lugar, de cara a Jesucristo en el altar.

“And the ¡Bravo! goes to…” Mientras leía los nombres de los galardonados con el premio ¡Bravo! 2008 que otorga la Conferencia Episcopal, brindaba en mi interior - con la mente- un cálido aplauso a los afortunados. Tan caluroso resonaba en mi cráneo, como sí se tratase del mismísimo auditorio de Los Ángeles en plena gala de entrega de los Oscar. Pero las entusiasmadas palmadas perdieron intensidad cuando llegó la mención del premio ¡Bravo! de Cine, que fue para Karma Films. No tenía ni idea de lo que era (perdón sí soy un inculto del celuloide). Hay que reconocer que el nombre sonaba un poco a hindú, así que lleno de curiosidad, lo puse en el buscador.
La polémica en torno a las aulas es uno de los síntomas más tristes que nos muestra una sociedad enferma. Bien entrado el mes de octubre con el engranaje del curso escolar en pleno funcionamiento, no parece que estemos ante una situación exenta de controversias. Si la politización hacia determinadas ideologías en la enseñanza más básica, durante la edad en la que los niños forman su criterio moral, ha levantado ampollas con la obligatoriedad de “Educación para la Ciudadanía”. Parece que el empeño de ese eterno sector anticlerical del que España no se libra desde hace siglos, insiste por otra parte en poner más pegas y zancadillas a la clase de Religión,
El día de hoy “Domingo Mundial de las Misiones” se nos presenta como una paradoja ante el futuro - que ya roza lo presente- donde los países occidentales, vamos a pasar por el cambio necesario de ser misioneros a misionados. Además misionados por los mismos a los que años atrás hemos llevado la Fe, y que ahora en Hispanoamérica, e incluso en África, fructifican con muchas más vocaciones a la vida consagrada y al sacerdocio que en occidente.
Pese a que la mayoría de obispos (no generalizo), teme abandonar la senda de la corrección política y la complicidad con el poder vigente, quizás con la buena intención de no causar demasiado rechazo social. Hay que reconocer que tal cosa no es así siempre. La actitud de la Conferencia Episcopal en ocasiones sigue siendo osada, valiente.