De la moral y los toros

Vuelven a brillar los trajes de luces bajo sol de España, ha empezado de nuevo la temporada taurina. Olé. Siempre he sido aficionado a los toros, de hecho de pequeño quería ser torero. Y la verdad que se me daban bien las gaoneras y chicuelinas en el salón de casa. Era bueno imitando los gestos toreros, saludando, brindando la oreja, citando al astado imaginario pasito a pasito. Pero allí quedó, sin llegar más lejos, una vocación infantil que a ninguna madre debe hacer mucha gracia.

Como finalmente no he sido torero, y éste blog no es un espacio taurino en el que hacer una crónica sobre la última faena de José Tomás, o aburriros con mi opinión sobre la polémica entre éste y Fran Rivera. Me debo centrar mejor en desmenuzar la justificación moral a la luz de la Ley Natural, de ésta nuestra fiesta nacional. Casualmente vilipendiada por quienes más ignoran la realidad del toro de lidia, y la esencia de este ritual de sacrificio que funde arte y tradición.

Decía Santo Tomás que existen tres estadios del alma, los cuales se dan en los seres que como materia en lugar de quedar inerte han recibido el soplo de la vida. El alma vegetal, el alma sensitiva o animal, y el alma racional y espiritual, que corresponde solamente al hombre creado a imagen y semejanza de Dios.

Por el hecho de estar vivo y tener alma, todo ser merece un respeto y el reconocimiento de su dignidad. Seguramente casi todo el mundo esté de acuerdo con esto. Pero hay diferentes corrientes que parten de esta idea para igualar férrea y matemáticamente la dignidad de todo ser vivo, sin tener en cuenta la diferente naturaleza genuina y particular de cada cual, que hace diferente el modo de respetar su dignidad. Quienes piensan que un tábano tiene una dignidad y merece un respeto tienen razón, pero quienes equiparan la dignidad del tábano con la del hombre están muy equivocados. Tiene dignidad un tábano y aunque parezca frívolo quizás morir aplastado por un matamoscas sea digno, porque ha vivido y muerto conforme a su destino y misión en esta vida. Y no por ello será digno para otro animal morir del mismo modo.

Y así volvemos al toro de lidia. Un animal muy especial porque presenta muchas características de un animal salvaje, pero que necesita vivir bajo el cuidado ganadero. Es bravo, violento, imponente, y su vida en manada está cargada de lucha dominante, ¿alguien duda de su bravura? ¿Porqué en lugar de hacer el paripé en pelota picada… no van los activistas antitaurinos a robar un toro bravo al campo como sí han hecho con otros animales?

El peculiar encuentro del toro bravo con el hombre viene determinado entonces por esta mezcla inusual. Un animal tan bragado que depende del hombre encuentra su sacrificio natural no en un matadero, como lo hacen los animales fácilmente sometibles y que sirven para el alimento, sino en una lucha cuerpo a cuerpo que se convierte en verdadero arte.

Si conocemos bien al toro de lidia, y su especial situación en la cadena de la vida animal, no podemos entender una muerte más digna que la que recibe en el ruedo. Donde se le reconoce el mayor respeto.

Javier Tebas
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29 comentarios

  
Shugen
ciertamente es lamentable que personas que supuestamente son religiosas, defiendan los toros abiertamente, declarandose incluso aficionados a tan cruel actividad. Por supuesto, comer carne es a veces necesario (no imprescindible) y se tienen que sacrificar animales. Es deplorable que se haya creado una industria llamada cárnica, basada en la muerte de decenas de miles de animales diarios para sobralimentar a personas que, encima, tienen problemas de salud tremendos por su ingesta desmedida de grasas animales.

En tiempos de Jesus se comia carne, ciertamente. Jesus mismo lo hizo, pero no se conoce que haya hecho el mismo sacrificios de animales. La pesca era algo distinto, se practicaba de modo cotidiano, pero no es lo mismo pescar que matar animales: cuanto mas desarrollado sea el ser, mas dañinas son las consecuencias de darle muerte. El animal desarrollado tiene un sistema nervioso mucho mas sensible, y por tanto sufre mas. Tambien comprenden de antemano que van a morir, cuando estan en los mataderos. Su sufrimiento no pasa desapercibido a las personas que trabajan en ellos.

Matar puede ser imposible de evitar, pero por lo menos, no hagamos de ello un espectaculo. Las corridas de toros, como las peleas de perros, o las peleas de gallos, o las antiguas practicas circenses de los gladiadores, son practicas deplorables. Ninguna persona que se considera religiosa debiera apoyarlas. Es una verguenza.
26/03/09 9:07 AM
  
Luis López
Shugen, yo no soy muy aficionado a los toros, pero le digo que no hay animal más digno y feliz que el toro de lidia. Durante unos años el toro vive como un rey en dehesas, en libertad, y cuando muere no es en un sucio y oscuro matadero, sino luchando, en libertad y bajo el sol, con sus armas en un duelo de raíces míticas. Y a los ecologistas que sufren por el lince ibérico, habría que preguntarles cuál sería el destino del toro de lidia si el día que desaparezan las corridas de toros. Yo se lo digo: desaparecería junto con las corridas.
26/03/09 9:50 AM
  
Gallizo
Buenos días Sr. Tebas, seré muy breve ya que tengo claro que cualquier exposición que pueda hacerle, será absoluta y completamente inútil, confunde usted el tocino con la velocidad y contra eso poco puedo argumentar. La cuestión no es equiparar dignidades, no se trata de un concurso, ni una competición al más digno, se trata simplemente de aceptar que el causar dolor y sufrimiento a un ser vivo, de forma consciente y deliberada, con el único objetivo de divertir a algunos ( me ahorraré calificativos ) y hacer negocio, es deplorable e inmoral . Por mucho que se empeñen, no se justifica con el repetido argumento de que el toro de lidia desparecería sin la fiesta, pues mire que desaparezca. Los esclavistas argumentaban de forma similar para con sus esclavos, ah sí, que los esclavos también eran seres humanos, para usted y para mi por supuesto, pero no para los que les esclavizaban. Probablemente usted considére que se hace más por mejorar el mundo rezando que educando a la gente en un mayor respeto por sus semejantes y por los seres vivos que nos acompañan ( toros incluídos ), yo encuentro incompatibles su afición taurinas y sus creencias cristianas. Un saludo.
26/03/09 10:02 AM
  
Mat

A colación de los tres estadios (o más bien aspectos) de alma que numeraba Santo Tomás, él mismo argumentaba que un feto humano no tiene alma racional y por tanto, no es un ser humano y no participará en la resurrección de la carne.

Así que ya ve. Si tomamos en serio el argumento tomista que esgrime, no deberíamos estar en contra del aborto :-D :-D
26/03/09 6:45 PM
  
Javier Tebas
Mat, demuestra eso. Santo Tomás decía que el embrión no tenía una capacidad intelectiva, y por lo tanto racional (en esa época la ciencia no había avanzado tanto como ahora y no se conocía el genoma etc.). Pero a ver donde niega la esencia humana del feto y su proyección sobrenatural, independientemente de las referencias a sus cualidades.

Te recomiendo que leas más la Suma y menos según que periódicos digitales que siembran confusión.
26/03/09 8:34 PM
  
Luis Fernando
Pues lanzo el debate.

Es interesante lo que enseña el Catecismo de la Iglesia Católica acerca de los animales:


2415 El séptimo mandamiento exige el respeto de la integridad de la creación. Los animales, como las plantas y los seres inanimados, están naturalmente destinados al bien común de la humanidad pasada, presente y futura (cf Gn 1, 28-31). El uso de los recursos minerales, vegetales y animales del universo no puede ser separado del respeto a las exigencias morales. El dominio concedido por el Creador al hombre sobre los seres inanimados y los seres vivos no es absoluto; está regulado por el cuidado de la calidad de la vida del prójimo incluyendo la de las generaciones venideras; exige un respeto religioso de la integridad de la creación (cf CA 37-38).

2416 Los animales son criaturas de Dios, que los rodea de su solicitud providencial (cf Mt 6, 16). Por su simple existencia, lo bendicen y le dan gloria (cf Dn 3, 57-58). También los hombres les deben aprecio. Recuérdese con qué delicadeza trataban a los animales san Francisco de Asís o san Felipe Neri.

2417 Dios confió los animales a la administración del que fue creado por él a su imagen (cf Gn 2, 19-20; 9, 1-4). Por tanto, es legítimo servirse de los animales para el alimento y la confección de vestidos. Se los puede domesticar para que ayuden al hombre en sus trabajos y en sus ocios. Los experimentos médicos y científicos en animales, si se mantienen en límites razonables, son prácticas moralmente aceptables, pues contribuyen a cuidar o salvar vidas humanas.

2418 Es contrario a la dignidad humana hacer sufrir inútilmente a los animales y sacrificar sin necesidad sus vidas. Es también indigno invertir en ellos sumas que deberían remediar más bien la miseria de los hombres. Se puede amar a los animales; pero no se puede desviar hacia ellos el afecto debido únicamente a los seres humanos.


Digo que es interesante porque es conocido que en muchos países católicos, desde luego en España, es común martirizar animales en las fiestas locales. De hecho, y hago esta pregunta a cualquier católico, ¿no son las corridas de toros contrarias al art 2418 del Catecismo de la Iglesia Católica?
26/03/09 9:11 PM
  
Luis Fernando
Y ya puestos, ojo al dato:

San Pío V
Bula «DE SALUTIS GREGIS DOMINICI» (1567)
Traducida del texto latino en «Bullarum Diplomatum et Privilegiorum Sanctorum Romanorum Pontificum Taurinensis editio», tomo VII, Augustae Taurinorum 1862, páginas 630-631.

Pío obispo, siervo de los siervos de Dios para perpetua memoria.



Pensando con solicitud en la salvación de la grey del Señor, confiada a nuestro cuidado por disposición divina, como estamos obligados a ello por imperativo de nuestro ministerio pastoral, nos afanamos incesantemente en apartar a todos los fieles de dicha grey de los peligros inminentes del cuerpo, así como de la ruina del alma.

En verdad, si bien se prohibió, por decreto del concilio de Trento, el detestable uso del duelo --introducido por el diablo para conseguir, con la muerte cruenta del cuerpo, la ruina también del alma--, así y todo no han cesado aún, en muchas ciudades y en muchísimos lugares, las luchas con toros y otras fieras en espectáculos públicos y privados, para hacer exhibición de fuerza y audacia; lo cual acarrea a menudo incluso muertes humanas, mutilación de miembros y peligro para el alma.

Por lo tanto, Nos, considerando que esos espectáculos en que se corren toros y fieras en el circo o en la plaza pública no tienen nada que ver con la piedad y caridad cristiana, y queriendo abolir tales espectáculos cruentos y vergonzosos, propios no de hombres sino del demonio, y proveer a la salvación de las almas, en la medida de nuestras posibilidades con la ayuda de Dios, prohibimos terminantemente por esta nuestra Constitución, que estará vigente perpetuamente, bajo pena de excomunión y de anatema en que se incurrirá por el hecho mismo (ipso facto), que todos y cada uno de los príncipes cristianos, cualquiera que sea la dignidad de que estén revestidos, sea eclesiástica o civil, incluso imperial o real o de cualquier otra clase, cualquiera que sea el nombre con el que se los designe o cualquiera que sea su comunidad o estado, permitan la celebración de esos espectáculos en que se corren toros y otras fieras es sus provincias, ciudades, territorios, plazas fuertes, y lugares donde se lleven a cabo.
Prohibimos, asimismo, que los soldados y cualesquiera otras personas osen enfrentarse con toros u otras fieras en los citados espectáculos, sea a pie o a caballo.

Y si alguno de ellos muriere allí, no se le dé sepultura eclesiástica.

Del mismo modo, prohibimos bajo pena de excomunión que los clérigos, tanto regulares como seculares, que tengan un beneficio eclesiástico o hayan recibido órdenes sagradas tomen parte en esos espectáculos.

Dejamos sin efecto y anulamos, y decretamos y declaramos que se consideren perpetuamente revocadas, nulas e írritas todas las obligaciones, juramentos y votos que hasta ahora se hayan hecho o vayan a hacerse en adelante, lo cual queda prohibido, por cualquier persona, colectividad o colegio, sobre tales corridas de toros, aunque sean, como ellos erróneamente piensan, en honor de los santos o de alguna solemnidad y festividad de la iglesia, que deben celebrarse y venerarse con alabanzas divinas, alegría espiritual y obras piadosas, y no con diversiones de esa clase.

Mandamos a todos los príncipes, condes y barones feudatarios de la Santa Iglesia Romana, bajo pena de privación de los feudos concedidos por la misma Iglesia Romana, y exhortamos en el Señor y mandamos, en virtud de santa obediencia, a los demás príncipes cristianos y a los señores de las tierras, de los que hemos hecho mención, que, en honor y reverencia al nombre del Señor, hagan cumplir escrupulosamente en sus dominios y tierras todo lo que arriba hemos ordenado; y serán abundantemente recompensados por el mismo Dios por tan buena obra.

A todos nuestros hermanos patriarcas, primados, arzobispos y obispos y a otros ordinarios locales en virtud de santa obediencia, apelando al juicio divino y a la amenaza de la maldición eterna, que hagan publicar suficientemente nuestro escrito en las ciudades y diócesis propias y cuiden de que se cumplan, incluso bajo penas y censuras eclesiásticas, lo que arriba hemos ordenado.

Sin que pueda aducirse en contra cualesquiera constituciones u ordenamientos apostólicos y exenciones, privilegios, indultos, facultades y cartas apostólicas concedidas, aprobadas e innovadas por iniciativa propia o de cualquier otra manera a cualesquiera personas, de cualquier rango y condición, bajo cualquier tenor y forma y con cualesquiera cláusulas, incluso derogatorias de derogatorias, y con otras cláusulas más eficaces e inusuales, así como también otros decretos invalidantes, en general o en casos particulares y, teniendo por reproducido el contenido de todos esos documentos mediante el presente escrito, especial y expresamente los derogamos, lo mismo que cualquier otro documento que se oponga.

Queremos que el presente escrito se haga público en la forma acostumbrada en nuestra Cancillería Apostólica y se cuente entre las constituciones que estarán vigentes perpetuamente y que se otorgue a sus copias, incluso impresas, firmadas por notario público y refrendadas con el sello de algún prelado, exactamente la misma autoridad que se otorgaría al presente escrito si fuera exhibido y presentado.


Por tanto, absolutamente a nadie etc. Dado en Roma, junto a San Pedro, el año 1567 de la Encarnación del Señor, en las Calendas de Noviembre, segundo año de nuestro pontificado. Dado el 1 de noviembre de 1567, segundo año del pontificado


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Hale, Javier, ahí te las apañes... je je je je.
26/03/09 9:14 PM
  
Javier Tebas
1º) No veo que el Catecismo contradiga la fiesta de los toros, porque estoy convencido de que el sostenimiento de la especie del toro bravo pasa por su sacrificio ritual, y se mantiene un respeto a su integridad natural dado que sin la ganadería bajo supervisión humana no sobreviviría, y no sirve para carne.

2º) Hay que destacar que además de no ser dogma, la preocupación eclesial siempre ha residido en el HOMRBE, y el peligro por la vida de los HOMBRES frente al toro, inquietud que hizo promulgar esta bula a San Pio V y que se basa en un argumento diametralmente opuesto a los nuestros antitaurinos contemporáneos.

Quedá amputada tu información Luis Fernando, si no recordamos que el sucesor de San Pio V, Gregorio XIII en la Encíclica EXPONI NOBIS, encontrada en el texto BULLARUM PRIVILEGIORUM AC DIPLOMATUM, dejaba sin efecto la excomunión, anatema y entredicho para los seglares participantes en fiestas taurinas, promulgado anteriormente por San Pio V.

También Clemente VIII en SUSCEPTI MUNERIS ratifica lo dicho por su predecesor Gregorio XIII. Apreciando que no se realicen en días festivos, y que se procure por la autoridad seglar que no corran ucho peligro los hombres participantes.

A todo esto las ferias taurinas del siglo XVI quedan lejos de los modos del toreo de finales del XVIII XIX y XX. El alto índice de muertes frente al toro que se daba entonces inquietaba a las autoridades eclesiales, como es comprensible.
26/03/09 10:04 PM
  
Luis Fernando
Bien, buena respuesta. Es cierto que si no hubiera corridas de toros, esa raza desaparecería.

Sigo pensando que una de las claves de este tema está en el peligro que corre el hombre que se enfrenta al animal para "entretener" a un público. Pero eso ocurre también con muchos deportes.
26/03/09 10:09 PM
  
Shugen
La idea de que hay que mantener las corridas para que el toro de lida no desaparezca, es simplemente grotesca. No se mantiene una raza de toros simplemente para converitrla en un espectaculo bochornoso y denigrante. Si fuesen personas en vez de toros, todos dirian que es intolerable, pero como son animales, segun sus creencias, se puede hacer con ellos lo que queramos. Y por lo visto, su religion no les prohibe la crueldad y el sadismo con los animales. Ni siquiera les obliga confesarse de participar en la tortura y muerte de animales. Al parecer, para ustedes existe una linea divisoria entre el ser humano y el resto del Universo, el cual no tiene otra mision que servir a las necesidades del primero (incluyendo la diversion sadica de la tortura).

Al ver este tipo de cosas, es evidente que me siento afortunado por no compartir sus creencias. Para mi, los animales no son criaturas destinadas al servicio del ser humano (mucho menos a su sacrificio sangriento para recreo de sus pasiones mas bajas). Son seres que merecen compasion y aprecio, al mismo tiempo que nos beneficiamos de su compañía y (como no) los utilizamos como alimento si es necesario. Pero nunca para diversion y escarnio.

Y ya puestos, me gustaria preguntar al blogger si tiene la misma opinion de las peleas de perros, donde dos animales se destrozan mutuamente hasta hacerse pedazos, quedando convertidos en amasijos sanguinolientos. He visto a veces fotos y breves reportajes que me obligan de inmediato a apartar la mirada. Se me hace muy extraña una religion que no se opone a esos expectaculos tan deplorables.
27/03/09 9:16 AM
  
Javier Tebas
Shugen, las peleas de perros me parecen deplorables porque atentan contra la naturaleza y dignidad del perro.

Has matado alguna vez una mosca? te parece bien aplastar un ser vivo mientras se retuerce de dolor con tus propias manos?. Igual eres como esos hinduistas jainistas que van barriendo el suelo antes de pasar para no pisar insectos. Quiero decir un poco lo que venía a transmitir en el artículo, que cada animal tiene unas condiciones de naturaleza peculiares que nos muestran razonablemente como pueden tener una muerte digna conforme a sus condiciones particulares.
27/03/09 9:28 AM
  
Gallizo
Buenos días, si me permiten una última intervención, sólo quiero decir a Luis Fernando que sus dos primeros mensajes me han parecido muy interesantes, pero el último lo he encontrado demasiado tibio, que hay deportes y espectáculos que basan una gran parte de su interés en el morbo del posible accidente, es un hecho, pero en el caso de las corridas, el accidente del humano es justo eso un accidente, en cambio la tortura y la muerte del toro es parte inseparable del espectáculo, si no fuese así, se aceptarían las corridas sin picador, sin banderillas, ni muerte de astado, que seguirían haciendo posible el lucimiento de la habilidad del torero. Al Sr. Tebas, sólo le pregunto ¿ quien decide lo que es digno o no para cada animal, usted, la Biblia... ?. Como ya le dije el matener una práctica inmoral con la justificación de que gracias a ella sigue existiendo el toro de lidia, me parece, siendo muy suave en la definición, perverso. Si me permite un ejercicio de imaginación ¿ cambiaría su opinión sobre el aborto, por el hecho de que el Papa, aceptase que el embrión o el feto no tienen cualidades humanas hasta, pongamos el tercer mes de gestación ?, supongo que no, porqué seguiría siendo una crueldad intolerable y un asesinato ¿ verdad ?. El respeto a la vida no depende exclusivamente de la confesión, ni del ideario personal o del puro análisis intelectual, es una cuestión más sutil, pero también más profunda, o se siente o no se siente, y usted no la siente. Fin.
27/03/09 10:00 AM
  
Shugen
Asi es, señor Gallizo, opino lo mismo que usted. Respecto a lo que el señor Tebas me pegunta, le dire que a veces mato un insecto, y otros mueren por mi causa, pues cada campo de arroz inundado supone la muerte de millones de insectos. Pero un insecto no es comparable a un toro, señor Tebas, ni sus sistema nieviosos ni sus capacidad mental es la misma. El toro sufre, cuando es atravesado por los hierros, yo le he oido mugir de dolor. Y es no es una muerte digna, ser acribillado en una plaza, bajo el griterio de un auditorio histerico. No creo en ese tipo de espectaculos. Si hay que matar a un toro para comer, lo puedo entender. Pero no se le mata para divertirnos con su dolor.
27/03/09 12:24 PM
  
Yago Graham
¡Vaya por Dios...!.Los que con tanto ahinco defienden a todos los animales vivos-supongo que ni siquiera han pisado ninguna vez a una cucaracha-deberían defender con el mismo ardor la vida del "nascituro" pues a ver si una cucaracha o...un lince valen más que un ser creado a semejanza de Dios.
Basta de hipócritas que se horrorizan ante las corridas de toros y no ante la clínicas "abortivas" en las que se asesinan a miles y miles de personas cada año
27/03/09 11:23 PM
  
Shugen
¿Que tendra que ver la gimnasia con la magnesia? Segun este señor, hay que optar por los nasciturus o por los toros. Yo, como soy contrario a la salvajada de los toros, automaticamente pasa a ser un defensor del aborto para Yago. ¡Que enorme perspicacia! Un argumento muy audaz, si señor.
28/03/09 8:56 AM
  
Miguel Alonso Carreño
Este comentario va dirigido a todos aquellos que afirman que el animal sufre. Esto está demostrado científicamente (que por cierto es la única cosa que os creeis, aunque sólo cuando os conviene) por National Geographic, los animales en el momento en el que llegan a un umbral de dolor, por cierto no muy elevado, entran en lo que se llama un estado de shock y dejan de sufrir. Es muy sencillo, si cuando una hiena se como a un animal vivo este sufriera todos y cada uno de los mordiscos pues sería una faena para el pobre animal. Pues bien Dios en su infinita sabiduría, la naturaleza según otros, ha hecho que no tengan que soportar dolores excesivos, e incluso mínimos. No fastidieis con que el toro sufre porque apenas lo hace, buscad esta información que os he dado en National Geographic.
Por otro lado, creo que ha sido shugen, el que ha dicho que no es lo mismo matar a un toro que matar a un mosquito. Le estás dando la razón al blogger, Javier Tebas, puesto que él lo que afirma es que los animales tienen distintas dignidades. ¿Tú te comerías a tu perro? Creo que no, pero los Chinos lo hacen. ¿Eso está moralmente mal? Tú opinarás que sí, que uno no se debe comer a su perro, pues mira tu por donde ellos se lo comen y se quedan tan a gusto.
28/03/09 1:53 PM
  
Javier Tebas
Shugen es triste, pero es constateble que en la mayoría de los casos es así. Vete a preguntarle a los activistas que se desnudan frente a las plazas y se tiran por encima pintura roja si están a favor del aborto. No es una frivolidad, es una contradicción muy común.
28/03/09 3:26 PM
  
Shugen
¿Dios en su infinita sabiduría? ¿fastidieis con que el toro sufre porque apenas lo hace? ¡Por favor! Ahora va a ser que el National Geographic va a ser el Novisimo Testamento. Yo he visto a un toro mugir de dolor cuando un torerro payaso le metio un rejon en las costillas, al tiempo que toda la aficion reia a carcajadas, mofandose del sufrimiento del animal. Se ve que no estaba todavia en estado de shock, amigo Alonso, habrá que pedirle a Dios que afine mas en su sabiduria. (No existe tal sabiduria, por supuesto, nunca podria imaginarme a un Dios ejerciendo de Dios desde una computadora) La Sabiduria de Dios esta presente en la naturaleza, donde el dolor es algo presente a todos los niveles, y que se refina mas y mas a medida que los seres evolucionan, con un sistema nervioso y un cerebro capaz de sentirlo a niveles crecientes. Si tanto os gustan esos espectaculos, ¿porque no volvemos a la lucha de gladiadores con leones? Seria edificante.

Ah, y no me mezcle a mi con esos activistas, señór Tebas, yo no enseño mis posaderas en publico. Mi respeto por el nasciturus es mayor que el de ustedes por los toros, sepalo bien. Y no se enfaden, pero si hay que hablar claro, se habla claro.
28/03/09 8:15 PM
  
Julio
Shugen. yo sigo sin entender porque es preferible pescar que cazar. Supongo qeu es menos desarrollado porque vive en el agua, o igual por eso debería serlo más?. Me parece una excusa como otra, poqrue soy bueno y no como carne, pero no me quites el pescado y para ello me busco una excusa. De hecho, conocí a un vegetariano que decía que el jamón serrano no se puede considerar carne. Supongo qeu el motivo de tal afirmacion se puede comprender, puedo renunciar a la carne en general, pero ni de broma al jamón serrano.
30/03/09 7:48 PM
  
kepa
Los toros no me gustan, pero los antitaurinos me gustan menos todavía. Si tuviera que reencarnarme en cualquier animal doméstico, lo haría como toro de lidia. Viven libres un par de años, luchan entre ellos -y a veces mueren a cornadas-, y luego luchan con un hombre -y a veces lo ensartan antes de morir-. ¿Sufren? ¿sufre el torero cuando lo enganchan? Poco, como sabrá cualquiera que haya recibido un golpe en una pelea. No se puede comparar el sufrimiento que tiene el toro con el que se da a cualquier otro animal en esos festejos barbaros que, por desgracia, abundan, por un motivo fundamental. El torero, el hombre, se juega la vida en un enfrentamiento bastante suicida con un morlaco de 600 kilos. El toro de lidia muere en la plaza como moriría en libertad: a cornadas de un rival, o a dentelladas de algún depredador. Sufre exactamente lo mismo, y tiene, por tanto, la muerte en combate que tienen todos sus parientes africanos.
31/03/09 11:47 PM
  
Sören
El número 2418 del Catecismo, citado por Luis Fernando, reza:

"Es contrario a la dignidad humana hacer sufrir inútilmente a los animales y sacrificar sin necesidad sus vidas."

Queda claro que el texto admite que los animales sufren. Queda claro también que podría justificarse algún sufrimiento en los animales siempre y cuando se verifique una utilidad o una necesidad para el ser humano.

Pero, pregunto a Javier: ¿en qué consiste la "utilidad" del sufrimiento que se le produce al toro? Y ¿cuál es la "necesidad" de sacrificar su vida?
01/04/09 3:46 AM
  
ciudadano
D. Javier, no soy especialmente aficionado a las corridas de toros, si bien en el pasado lo fuí.
No soy especialmente crítico con los aficionados, pero no estoy de acuerdo en que es una fórmula para mantener un tipo de animal. Por que en definitiva es un tipo, no es una raza, no es una especie. Tampoco estoy de acuerdo en que no sufre, miren con detalle los gestos del toro en cada una de las suertes, empezando en la puerta de toriles, cuando se les pone la enseña, después en la plaza que resulta ser un entorno hostil, etc. Dice Vd., dicen la mayoria de los taurinos la grandeza que adquiere el animal en la pelea con el hombre. En ese caso como en la plasticidad de esa pelea si puedo estar de acuerdo y de hecho cuando puedo disfruto de ella.
Pero realmente hay una cosa que me preocupa, que en realidad no acaba de satisfacerme y es que esa, digamos noble, pelea sirva para la diversión de algunas personas, que la muerte de un animal pueda servir de diversión, tambien como gran negocio de unos pocos. En ese tema me temo que no podemos estar de acuerdo.
Desde luego no voy a salir en manifestación para que se suspendan las corridas de toros, pero tampoco me rasgaré las vestiduras si algun dia las suprimen.
Vivo en una tierra en donde abunda el ganado, tambien el bravo. Cada vez que tengo oportunidad salgo al campo a disfrutar de la obra de Dios. Le puedo asegurar que es una auténtica experiencia mística el ver, observar, admirar, esos paisajes que quedan en España, con animales en la libertad de las dehesas, disfrutando de la vida que el Señor les ha concedido. Ciertamente no es necesario acudir a la lidia y muerte de un animal para disfrutar de su estampa, de su bravura.
01/04/09 12:28 PM
  
Felis Magaña
Como bien dijera Calderon de la Barca no hay peor monstruo que aquel que mata lo que ama. En el colmo de su perversidad y deprevación, los sanguinarios aficionados al Circo Romano pretenden justificar su patologia con los mas absurdos y aberrantes argumentos. No si también lo dijo Cicerón. A ver por cuanto tiempo más siguen subestimando la inteligencia de las perosnas
01/04/09 7:15 PM
  
ana gomez
El torero es una persona que decide y cobra para enfrentarse al toro. El toro si lo pilla lo hace para defenderse de unas personas que primero lo tienen que desangrar con las banderillas, para que no tenga tanta bravura y este mas debil.
Si nos dieran una paliza, y despues un estoque estando medio muertos,nosotros sufririamos igual que ellos.
A mi no me gustan los toros por el sufrimiento que comporta, no las veo y ya esta, cada uno sabe lo que tiene que ver.
Como tampoco me gusta el boxeo, por que aunque sean dos personas que deciden pelear, no lo encuentro logico.
Todo tipo de violencia contra cualquier persona, animal, etc., es ir en contra de nuestras creecias de amor hacia los demas.
02/04/09 8:30 AM
  
kontxita
Estoy de acuerdo en TODO con Shugen.
02/04/09 4:08 PM
  
juvenal
¡Qué ocupado tienes a tu padre!
03/04/09 2:55 PM
Señor Tebas,

tras leer tus respuestas en los comentarios, sólo puedo decir que eres un sofista. Aparentas gozar de ethos, pero en realidad careces de él.

Hablas de muerte digna. La muerte no puede ser digna, porque siempre va contra la vida. Lo que es digno son las circunstancias en las que se da la muerte. En el caso del toro, se le está sacrificando, lo que no es digno.

"Muerte digna conforme a sus condiciones particulares". ¿Está el toro predestinado a morir en un ruedo? ¿Cuál era la muerte "digna" del toro antes de que el Hombre creara el toreo? De ser otra... ¿tiene el Hombre potestad para otorgar muertes "dignas" a criaturas?

El resto me lo guardo porque este artículo suyo da para mucho juego.

un saludo
04/04/09 6:56 PM
  
jose luis
la verdad me da igual lo que diga o deje de decir una enciclica o si es pecado o no segun la doctrina catolica para mi es una salvajada no deja de ser un acto en el que se mata a un animal para recreo del hombre y en el que se maneja una cantidad de dinero publico impresionante aun mas deleznable me parece que a eso se le llame arte que yo sepa el arte es la creacion de algo que sea bonito y extraordinario o al menos esa es la definicion para mi que digan que es arte el sacar a un indefenso animal a la plaza marearlo clavarle una lanza 2 veces ponerle 4 banderills y luego cuando este medio muerto atravesarle con una espada el corazon me parece que es de tener muy poca cabeza y muy poca moral quien disfruta con la muerte de un animal no es mejor que el que disfruta viendo un fusilamiento o una tortura a algun ser humano x que aunque sea diferente el animal tambien sufre y lo que ves tu es lo mismo el toro de lidia igual se extingue sin las corridas pero digo yo que para que pase eso antes se ha tenido que crear esa raza de toro x que no creo que haya salido asi x que si y haya dicho enga amos a hacer que los humanos se diviertan con nosotros en fin se mire x donde se mire y a pesar de ser una de las mayores tradiciones de españa las cuales respeto admiro y comparto en su mayoria no es mas que una tortura

NI ARTE NI CULTURA TOROS = TORTURA
30/07/09 5:09 PM
  
paco bermudez
Muchos de mis amigos católicos y en contra del aborto estamos también en contra de los toros.

Por favor regaría a toda la gente que lea este blog que no piense que todos los católicos estamos a favor de esa barbaridad como quiere reflejar este señor.
08/04/11 11:41 PM

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