El niño medicamento o la disolución moral de la sociedad

La noticia del nacimiento del niño «medicamento» en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, acompañada con gran algarabía por parte de los medios de comunicación, es un ejemplo magro de cómo se favorece la disolución de la ecología moral.

El niño, cuyo cordón umbilical se utilizará para intentar curar la enfermedad del hermano es celebrado como un hito dentro de la historia de la ciencia. Y también de la moral. Porque hemos dado un paso más en la conversión del hombre en un mero instrumento.

La Iglesia – como siempre - , ha salido malparada por su posición no avanzada – a los ojos de la sociedad postmoderna -, frente a los progresos de la medicina. Sin embargo, ¿es cierto?

Por mucho que les pese a los apóstoles del progreso científico – retroceso moral, la postura de la Iglesia es la que está en defensa del hombre. Las razones son las siguientes:

Primero: la concepción del niño se realiza mediante la selección genética de embriones. Para ello, primero se somete a la madre a un tratamiento de fecundación «in vitro». Es decir, se desliga la procreación del acto conyugal: el hombre y la mujer no se darán el uno al otro; el acto reproductivo se transforma en un acto mecánico.

Segundo: se producen varios embriones, parando su desarrollo a los tres días, cuando los mismos tienen ocho células. Gracias a una biopsia y un análisis posterior de ADN, se descartan los embriones incompatibles con el receptor de la donación y se implanta en el útero de la madre. Es decir, se realiza una práctica eugenésica. El hombre juega a ser Dios y decide quién tiene derecho a vivir y quién no.

Tercero. Una vez que el hermano nace, se le extrae la sangre del cordón umbilical, para finalmente extraerle las células madres que, se suponen, curarán al receptor.

Como se trasluce de la técnica utilizada, los medios utilizados son inicuos, moralmente hablando. Pero, ¿y el fin? ¿se obtendrá el bien deseado?

Los propios médicos responden la pregunta: «posibilidades de curación muy altas». No hay total seguridad. Evidente. La ciencia no puede predecir el futuro. Hace conjeturas, pero las mismas están sujetas al error. Lo que pasa es que no es lo mismo experimentar con objetos que con seres humanos. ¿Qué pasará si finalmente el niño no cura? ¿Quedarán los padres frustrados por no conseguir el objeto buscado? ¿Y la fiesta, se convertirá en duelo? ¿Se acordará alguien del resto de embriones sacrificados?

Desde un punto de vista ético, estos experimentos que cosifican al ser humano, son insostenibles, pero sucede que siempre están acompañados de situaciones dolorosas que se enarbolan para hollar la fina tela que es la moral.

Las dos preguntas claves que abren la espita a la manipulación moral son dos: la primera es del estilo «¿acaso no querría usted que su hijo sanase?» (evidentemente habría que tener muy malas entrañas para pensar que no); la segunda sería algo así como «¿no es acaso este niño buscado por sí mismo, teniendo además, el beneficio de portar el ungüento que curará al hermano?». Es aquí cuando se da una respuesta errónea. El niño no es pensado como don, como regalo. No se quiere un niño, indefinido, viniera como viniese, alto, bajo, manco, listo o como sea, se quiere este niño: se le añade el deíctico de la selección.

El niño deja de ser don, fruto del amor de los padres, para convertirse en instrumento, herramienta para los hombres.

No estamos, desde luego, en días felices; más bien son luctuosos. Hemos dado un pasito más en la disolución de la moral social.

9 comentarios

  
Luis Fernando
Igualito tu post que el de esa degeneración del jesuitismo que escribe en Religión Digital. Igualito.....

Gran post, Isaac. No se puede decir mejor.
15/10/08 11:57 PM
  
Miguel Serrano Cabeza
De 00:00 a 01:00 se emite en Radio Intereconomía "La tertulia decana de España", tal y como ella misma se anuncia: "La espuela".

La noche del 14 al 15 de octubre me quedé helado oyendo como se trataba en esa tertulia radiofónica el asunto de la inseminación y concepción de un niño para su uso no destructivo con fines terapéuticos.

Si alguna persona poco formada en la fe católica escuchó el programa, es probable que pudiera haber extraído la conclusión de que, en el peor de los casos, se trata de un simple mal menor por el que no es del todo ilícito optar.

Si ése es el mensaje con el que se queda uno después de oír la tertulia "La espuela" en Radio Intereconomía ¿qué podemos hacer los católicos, además de rezar y denunciar públicamente la situación de los medios de comunicación españoles? ¿Ha hecho algún comunicado la Conferencia Episcopal Española, aunque sea a través de su Delegación de Medios? ¿Ha habido algún obispo que haya levantado la voz contra este asunto?

En fin, como decían los caribes en la novela de Alejo Carpentier, "El siglo de las luces": "Écue Yamba-O!". ¡Jesús, sálvanos!

P.S. Evidentemente, desde su atalaya moral, Carpentier se burla de la población afrocaribeña por invocar el nombre de Cristo.
16/10/08 12:51 AM
  
Mikiroony
A todo lo dicho cabe darle un matiz, y es que ese 'niño medicamento' va a tener una vida propia, y su familia lo va a criar como lo que es: otro hijo más. Por tanto, de acuerdo, el método de selección genética es reprobable, pero el fin último de los padres es la concepción, aunque ese acto salve además de una vida.

Corregidme si me equivoco, reconozco que soy parte de los poco formados en estos asuntos a los que alude Miguel.
16/10/08 8:16 AM
  
Miguel Serrano Cabeza
[1.-] Se ha realizado una fecundación "in vitro" de varios óvulos con varios espermatozoides con el objetivo de "fabricar" varios embriones para utilizarlos de forma no destructiva como terapia médica.

[2.-] Se han seleccionado los embriones de acuerdo a su idoneidad genética para ser utilizados en la terapia médica escogida, descartando a todos los demás. Los embriones portadores de la enfermedad son destruidos o serán usados en investigación biomédica. Los embriones no portadores son divididos en "lotes" de dos o tres unidades para su inseminación "seriada" en el caso de que sea necesario realizar varias inseminaciones.

[3.-] Se han implantado dos o tres embriones útiles para ser utilizados como terapia médica, de los cuales sólo uno de ellos ha "anidado". No sabemos cuántas series de inseminaciones han sido necesarias para obtener esa "anidación" en el útero materno de uno de los embriones. Tampoco sabemos cuántos embriones han quedados listos para ser utilizados si fuera necesario.

[4.-] El resultado de esa "anidación" ha sido un ser humano nuevo. Uno de los "subproductos" del nacimiento de ese nuevo ser humano ha sido el cordón umbilical que le unía a la madre en el momento de su nacimiento. El valor terapéutico de las células de la sangre del cordón umbilical de ese nuevo ser humano, seleccionado para vivir frente a otros descartados para vivir, debido a la configuración del "mapa" genético, ha sido el motivo de su concepción y de la realización de todo el proceso descrito hasta aquí.

[4.-] Una vez usado el cordón umbilical, el niño recién nacido carece de valor para el proceso terapéutico que lo ha seleccionado para vivir. Es "otro hijo más" que será tratado de forma normal. Exactamente igual si los embriones descartados que hubieran sido implantados y hubieran "anidado" correctamente.

[5.-] Para responder a la pregunta de si el fin último de los padres era la concepción de otro hijo, entendiendo por "fin último" el "fin principal" o el "objetivo más importante", hay que responder antes a varias preguntas:

a) ¿Por que los padres querían tener otro hijo?
b) ¿Por qué no lo han concebido tal y como ya lo habían hecho con el hijo anterior?
c) ¿Por qué ha nacido ese embrión y no cualquiera de los embriones que no han sido seleccionados?

[6.-] Ahora pregunto: ¿Cuál era el fin último de los padres?
16/10/08 10:10 AM
  
Mikiroony
Desde luego los presupuestos de esta situación me convencen. Enfin... solo queda que el neonato seguirá siendo hermano pequeño del "hermano necesitado".

Cabe preguntarse si podían haberse ahorrado esa "selección innatural" y haber concebido un hijo de manera convencional, y no levantar tantas ampollas. No creo que cualquiera de sus hermanos hubiera sido "incompatible" para donar su cordón umbilical.
16/10/08 10:53 AM
  
Isaac García Expósito
Mikiroony y Miguel: Hay además un elemento importante, que señalo en el post y al que ningún medio ha hecho referencia. Todos hablan que los padres querían curar al niño enfermo y, además tener otro. Pero eso no es cierto.

Los padres no quieren un hijo, quieren ESTE hijo.

El matiz no es pequeño.

¿Dónde está la gratuidad?
16/10/08 1:20 PM
  
ciudadano
¿Que nos separa del Mundo Feliz de Huxley?
16/10/08 3:09 PM
  
Ana
Me pregunto que pensará el día de mañana , ese niño, cuando vea que lo trajeron al mundo para salvar a otro hermano y que pudo haber sido destruido como los que no eran compatibles
17/10/08 7:07 PM
  
isabel
no querian un hijo, querian un medicamento.
30/10/08 9:20 AM

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