La Providencia
El Catecismo es claro en los puntos 302 y 303, nada ocurre sin que sea Su Voluntad. “¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre que está en el cielo.” (Mateo 10,29) Por ello, para que los buenos cristianos escandalizados y angustiados por los males del mundo y de la Iglesia hallen paz ha escrito un libro sobre el tema el padre Iraburu.


La anécdota, no por curiosa deja de ser cierta. Durante la IGM un oficial británico cae prisionero de los alemanes. Estando en esa situación conoce que a su madre le han diagnósticado cáncer con muy mal pronóstico. Tras meditarlo el oficial, Campbell, escribe al Kaiser, le refiere la situación y le solicita permiso para visitar a su madre, despedirse y regresar al campamento. Pide una semana junto a su madre. El Kaiser accede y Campbell, cumple. Visita y despide a su madre (que moprirá a los pocos meses) y retorna. Pasará aún meses prisionero e intentando escapar, algo que por poco logra. Es, sin duda, Robert Campbell un ejemplo perfecto de dignidad y honorabilidad.
