¡Cuan lejos estoy de las propuestas del Examen elaborado por Roma¡
Tal día como hoy fui ordenado sacerdote de Cristo en el marco de la Catedral de Jaén, de manos del entonces obispo don Miguel Peinado. Éramos varios compañeros.
Es una fecha esencial en el calendario de mi vida. La celebro siempre con una fuerte acción de gracias al Señor por haberse fijado en mi pobre persona habiéndome llamado a seguirle en el camino del sacerdocio dentro de la Iglesia Católica.
Este año he encontrado el Examen de conciencia propuesto por la Congregación del Clero. Ayer estuve de retiro privado hasta la celebración de la Eucaristía en la parroquia por la noche. ¡Cuan lejos estoy de las exigencias de este examen elaborado por Roma¡.
El largo camino que propone este precioso documento es alentador, pero siendo fiel y realista consigo mismo, confieso que me encuentro a muchísima distancia de las propuestas que se presentan para la vida de los presbíteros.
Unas cosas me faltan, a otras no llego, y en la mayoría fallo estrepitosamente. Lo reconozco con total libertad y responsabilidad de lo que afirmo.
La vida de los sacerdotes de la Iglesia Católica ha variado mucho en los últimos años. El bajo número de presbíteros, el estrés para estar presente en las varias responsabilidades pastorales, la velocidad de la vida de los curas, la pérdida de hábitos esenciales como la oración personal, y otras vicisitudes nos ha llevado a estar lejos de las metas que sugiere el citado documento vaticano, que es una pieza maestra de lo que debería ser la vida de los presbíteros.
Si, usted amigo lector, es un laico debe leer ese Examen de conciencia con detención para que valore la vida del cura de su parroquia y los compromisos que vive o debe vivir.
Si, usted amigo lector, es un sacerdote de la Iglesia del Señor, lea este Examen de conciencia. Conforme se adentre en él sentirá una sacudida en la conciencia que le llevará a cambiar, a prometer, a orar, y a actualizar su vida de otra manera.
Esto es lo que me ha ocurrido a mí. He deseado llegar al aniversario de mi ordenación sacerdotal pasando por la criba personal y espiritual que supone el citado Examen.
Por esto, la doy gracias a los autores de este cuestionario tan responsable, y agradezco al Señor que haya salido unos días antes de mi aniversario de ordenación.
El citado Examen de conciencia está haciendo clic aquí.
Tomás de la Torre Lendínez
15 comentarios
Respecto al tema de hoy, sólo Dios es perfecto. Los demás hemos de intentar parecernos a Él.
Seguiremos en la brecha, cada uno en nuestro puesto.
Mientras tanto, mire a sus manos, se siguen convirtiendo a diario en las manos de nuestro Señor, a pesar de sus faltas que no dudo que tenga, pero que sirven para bajarlo de cualquier pedestal.
No pongo en tales pedestales a nadie, pero aun, tal como me enseñaron cuando niño, le beso esas manos santificadas, que aunque virtualmente. No obstante, pido a mi fiel compañero, mi ángel custodio, que por mí él lo haga.
Felicidades sí, pero sobre todo, ¡GRACIAS PADRE! por haber dicho ¡Sí!
A Dios ruego...
Los sacerdotes siguen ofreciendo lo mas preciado, el Santo Sacrificio de la Misa,alimento imprescindible para nuestra salvación.Disfrute siempre del gran Don que el Señor le concede de actuar in Persona Christi Capitis y de su sacerdocio eterno.
Pienso lo mismo sobre que muchas cosas, mutatis mutandis, sirven para cualquier laico.
Y por ser tan fiel y buen sacerdote de Jesucristo.
Respetuosamente beso su mano.
Posdata: Cumplir correctamente el Examen de conciencia propuesto por la Congregación del Clero para los sacerdotes, es ciertamente un programa exigente; y entiendo que solamente posible, con la ayuda de Dios, para los que son llamados y elegidos por la divinidad a una verdadera vocación sacerdotal ( Sacramento del Orden sagrado )de AMOR y entrega total a Dios y a sus hermanos los hombres.
Tiene un mérito extraordinario cumplirlo todo al pie de la letra. Desde mi poquedad de simple laico, lo veo casi cosa de Santos.
Esto nos hace admirar, valorar, venerar, respetar y querer más a nuestro queridos sacerdotes.
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