Vida parroquial: al fondo hay sitio
Cada cual tiene su forma de entender una parroquia. Yo tengo la mía, y no es mejor ni peor, es simplemente la mía.
Lo básico no lo pone nadie en duda. La parroquia es lugar de encuentro de la comunidad cristiana donde se anuncia el evangelio, se celebra la fe, se ayuda a los pobres y se construye la comunidad en el seno de la Iglesia. Poco más que añadir.
Personalmente me encanta que la parroquia sea un lugar muy vivo, abierto a las necesidades de la Iglesia, y abierto al barrio como forma de llevar a los demás la buena nueva de Cristo.

De cuando en cuando algún amigo me comenta que me lee en Infocatólica, añadiendo a continuación que le parece bien, pero que cuidado, que si es un portal fundamentalista, que ojo con esas cosas.
La primera noticia que leo sobre la huelga de hoy es que en el teatro Español de Madrid se han atrincherado unos cuantos titiriflautas encabezados por Willy Toledo, el titiriflauta mayor, conocido especialmente por haber cerrado un bar de Madrid a mamporros en la huelga anterior.
Sintiéndolo en el alma, los jóvenes de la parroquia no van a participar en la JMJ de Rio de Janeiro 2013. La razón es muy simple: no salen las cuentas.





