Otra parroquia sin misa del gallo
La segunda en pocos días y ambas cerca la una de la otra. Pues que han decidido suprimir por las buenas la misa del gallo. Así que el día 24 de diciembre, una misa vespertina y se acabó, y a cenar todo el mundo con los suyos.
La celebración de la misa del gallo no es dogma de fe. Ni la de la aurora, contemplada en el día de la Navidad. Eso sí, nadie podrá negar la tradición de celebrarla en España y a las doce de la noche. Y nadie podrá negar la enorme afluencia de fieles a esta celebración.
¿Por qué suprimir una misa de tanta tradición y asistencia como la misa del gallo a las doce de la noche en la noche de la Nochebuena? Se me ocurren algunas razones:

Ya sé que esto es ponerse la venda antes de la herida, y también que no vale arrepentirse de antemano por el pecado que se va a cometer. A pesar de todo eso, confieso que en unas horas voy a incurrir en algunas irregularidades litúrgicas.
A la cuenta de correo de un servidor, así como a la de la parroquia, llegan cada día innumerables ofertas de todo tipo: que me compre un piso en Buenos Aires –me pilla un tanto a trasmano-, un viaje a algún lugar exótico, una fantástica oferta para comprarme un vehículo en Cochabamba o que saque por fin tiempo para unos ejercicios espirituales, cosa que afirmo me vendría estupendamente.
Ayer conocí a nuestro director, Luis Fernando, en carne mortal. Verdad es que desde que amablemente me invitó a formar parte de esta locura llamada Infocatólica hemos charlado, en ocasiones muy ampliamente, por teléfono, nos hemos intercambiado en twitter unos cuantos mensajes directos (unos cuantos, je, je…) y el correo nos ha prestado sus buenos oficios. Pero no es lo mismo.