Puente patera... de ida
Sí, sí, ustedes ríanse lo que quieran, pero aquí poco a poco quien va tomando mando en plaza es el islam. Ná, cosas sin importancia las que vienen sucediendo por el mundo. Que si unos cientos o miles de cristianos masacrados por su fe, que si apenas quedan cristianos en Siria o Irak, ciudades patrimonio de la humanidad destruidas, museos destrozados. Ná. Cosas sin mayor trascendencia.
La yihad aumenta y no vean cómo. Incluso en España se están produciendo detenciones y lo más serio es que ya son de cristianos convertidos al islam. Los últimos, en Cataluña, tenían cono objetivos cosas tan sencillas como el Parlamento catalán o la Plaza de España de Barcelona.

Guapo como un querubín, Manolito sonreía en su cochecito de bebé arropado envuelto en unas sabanitas con el escudo del Real Madrid. Pero qué digo sabanitas: sabanitas, colcha, gorro y el coche entero. Manolito era algo así como un muestrario de todo el “merchandising” del equipo merengue.
Rafaela no salía de su asombro. La tarde anterior había recibido una llamada de don Jesús que le había pedido hablar con ella tranquilamente para aclarar malentendidos y quitar toda sensación de malas relaciones entre los dos. Donde quiera, Rafaela, si le viene bien que me pase por su casa, o en la parroquia, o donde mejor le venga. Pues en mi casa mismo, don Jesús. Pues en tu casa. En mi casa y se queda a comer con nosotros.





