Santos con prospecto
Me preguntaban hace poco por la forma en que se debe rezar a san Pancracio para que te conceda lo que le pides. Por lo visto a esta persona le habían regalado una imagen de san Pancracio diciendo que era muy milagroso, pero pasaban los días y nada de nada. Yo le comenté que rezara la oración propia del santo. Pero el problema era otro. Porque había llegado a sus oídos que además de rezar era imprescindible colocar una moneda en una de sus manos y ponerle perejil. La duda era si el perejil hay que cambiarlo cada día o dejarlo como está hasta que se seque… Al final lo que me decía era que los santos deberían venderse con prospecto, como las medicinas.

En estos últimos días me ha llegado por varios caminos (mail, facebook…) un texto supuestamente del papa Francisco sobre los santos que necesita el mundo de hoy. Un texto que comienza con estas palabras: “Necesitamos santos sin velo, sin sotana. Necesitamos santos de jeans y zapatillas. Necesitamos santos que vayan al cine, escuchen música y paseen con sus amigos…” Se encuentra en internet en mil sitios.
Hace ahora algunos años tuve la oportunidad de viajar a Perú. Recuerdo una pequeña ciudad en el Amazonas, no lejos de Iquitos, de nombre Indiana. No sé cuántos habitantes tendría ¿dos mil, tres mil? pero sí me sorprendió una cosa: descubrir entre sus calles no menos de quince lugares diferentes de culto y reunión correspondientes a confesiones evangélicas y aún no cristianas.