Con uno como tú tenemos bastante
Daría algo por encontrar aquel cartel. No recuerdo la imagen, pero sí perfectamente la frase que acompañaba: “No quieras que todos sean como tú. Con uno como tú tenemos bastante”.
La he empleado mucho en la vida parroquial consciente de que los conflictos en las parroquias, tanto entre colaboradores como entre sacerdotes, rara vez viene por problemas de doctrina, liturgia o de graves discrepancias en moral. Lo que enciende los ánimos, molesta y encocora son los “modos”, las “formas”, los “detalles”.
No creo que en jamás de los jamases dos catequistas discutan agriamente sobre la forma de explicar a los niños la transustanciación o animar a los padres a acudir a misa dominical. Eso sí, como Juani sea un poco abandonada para el aula de catequesis y Manolo, que es la perfección con patas, encuentre un papel en el suelo, arden Troya y toda la Gracia clásica.

Ayer tarde presentación en el Chaminade del panfleto contra Rouco de José Manuel Vidal. Nada especial. Parece que no demasiada gente y lo normal de estos eventos. Pues vale.
No es la primera vez que hablo del tema. Hace algún tiempo publiqué un post con el título 
En este mundo “hay gente pa tó” y cual se monta su vida como mejor quiere o puede. Vivimos en un país de libertades y a partir de ahí uno puede decidir ser monje, banderillero, vendedor de castañas, cultivador de champiñones, soltero, casado, político ejerciente, vendedor de sueños o controlador de nubes. El matiz está en que no todas las opciones son posibles a la vez, simplemente por una cosa llamada incompatibilidad de vida.
Época de inscripciones para catequesis de primera comunión, y digo primera comunión porque los padres por mucho que intentemos referirnos a catequesis de infancia o de iniciación cristiana, vienen cada tarde preguntado por lo de la comunión, así que lo dejo para entendernos.
        




