Facturas, IVA y comunión eucarística
Los católicos solemos ser bastante escrupulosos en cosas de sexto mandamiento. Sabemos que en este tema no hay parvedad de materia y cualquier falta es siempre pecado grave. Y somos de lo más puntilloso en cosas de liturgia. Baste como ejemplo las controversias y aportaciones que suscita cualquier post sobre este asunto.
Quizá gocemos de manga más ancha en cosas concernientes al dinero.
Ayer se suscitó entre unos cuantos feligreses una pequeña discusión sobre las tan normalizadas facturas sin IVA, a las que desde luego es difícil resistirse.
La pregunta que uno de ellos lanzó fue la siguiente: ¿puede acercarse a recibir el cuerpo de Cristo un católico que acaba de pagar una factura sin IVA?
Pues por mi parte nada más. Ahí queda eso.

Tiene mucho, pero que mucho que leer y pensarel motu proprio de Benedicto XVI dedicado al
Perdón por la frase un tanto basta. Pero es que uno se cansa de bobadas y más bobadas que se disfrazan nada menos que del cristianismo más puro y evangélico.
No tengo especial simpatía por la corona de adviento. De niño, y monaguillo desde los seis años, no la recuerdo en la iglesia. Durante mis estudios de teología en el monasterio del Escorial tampoco guardo recuerdo de una corona de adviento en la basílica.
El número de manifestaciones diarias en Madrid es casi infinito. Según datos tomados de la prensa, una media de diez manifestaciones diarias. Por supuesto que no hay forma de seguir cada una. Apenas aparecen en los medios de comunicación algunas de especial relevancia por el número o por la singularidad de los manifestantes.





