Supuesta oración común ecuménica para los fastos del 2017. Ojo al asunto
Uno nunca sabe si está ante un texto consensuado y con un implícito visto bueno, un globo sonda, una imprudencia o un gol por toda la escuadra, porque las cosas en esta Santa Iglesia Católica parece que cuesta trabajo se sepan con claridad.
El caso es que ha aparecido, lo he visto publicado en www.lutheranworld.org , un folleto o similar que lleva por título “Oración común. Del conflicto a la comunión. Conmemoración conjunta luterano-católico romana de la Reforma en el 2017”. Me sorprende el título. Para empezar porque no sé si tenemos algo que conmemorar, y porque necesitaría que alguien me explique algo tan aparentemente nimio como que la conmemoración sea luterano – católico romana y no al revés, por ejemplo.

Dios es Padre. Mejor, padre – madre, fecundidad, amor enternecido, misericordia, cercanía y compasión. Año jubilar para empaparnos de una nueva sensación en la gratuidad del abrazo definitivo que nos llega de lo alto.
Hace años imprescindibles, después más cuestionadas, el caso es que parece que vuelven a tomar auge las procesiones. El hecho es que constituyen y han constituido una forma de expresar una devoción y un sentimiento muy arraigada en el pueblo cristiano. En cada sitio con su peculiaridad, en cada lugar a su modo, lo cierto es que es un medio muy especial de mover al pueblo de Dios, de manera especial en la semana santa.
Interesante comprobar que justo las cosas a las que damos más importancia, son las que realmente más escaso valor tienen. Por ejemplo, el tema de los padrinos en el bautismo que no es ni siquiera obligatorio.