Un camino ecuménico espiritual y de ecología integral
Lo de menos es lo que significan las palabras. Lo verdaderamente importante es saber cuál es la palabra de moda y meterla donde sea y como sea.
Años tuvimos en los que todo era liberación y teología de la liberación ¿se acuerdan? En aquellos momentos no había reunión, lema, eslogan o encuentro en el que la palabra liberación no apareciera. Era el momento, la moda y a ver quién era el guapo que se resistía. Le hubieran llamado de todo. Hoy ya no se habla de eso. Es verdad que quedan grupos recalcitrantes, pero nada más.
Hemos tenido los años de misericordia. Lo mismo. Fuera lo que fuera tocaba misericordia, o al menos colocar la palabreja. Daba igual jubileo de la misericordia, que llamados a la misericordia, que juntos para mostrar la misericordia o la misericordia nos urge. Me los estoy inventando, pero puedo inventar más. La palabra misericordia ha desaparecido de carteles y jornadas. Se gastó de tanto usarla.

Durante todo el tiempo de cierre de templos en Madrid en la primera parte de la pandemia estuve transmitiendo en directo las celebraciones litúrgicas desde la parroquia de La Serna del Monte. Los medios, como pueden imaginarse, de lo más rudimentario. Tan solo un teléfono móvil y una tarifa plana para datos. Técnicamente, pues, muy limitado.
Ya he dicho algunas veces que una de las tareas de este blog es contar las cosas desde el punto de vista y la opinión del cura, que será mejor o peor, pero es la del cura. Quizá es que para conocer las cosas bien hay, precisamente, que mirarlas desde ópticas distintas.





