Especulaciones Novell
Ha sido la noticia del día y de casi del verano en la información religiosa de la Iglesia en España. Ayer conocimos que el santo padre ha aceptado la renuncia al gobierno de la diócesis de Solsona de monseñor Novell, a los cincuenta y dos años. A partir de ahí, todo son especulaciones.
Según la nota de prensa del obispado de Solsona, “la renuncia la ha libremente presentado por razones estrictamente personales, en conformidad a cuanto se contempla en el canon 401 §2 del Código de Derecho Canónico. Mons. Novell ha tomado la decisión después de un período de reflexión, de discernimiento y de oración, al término del cual ha espontáneamente presentado al Santo Padre su propia situación y su dimisión al gobierno pastoral de la diócesis de Solsona”.

La buena gente de Braojos no necesitó la bula Munificentissimus Deus para saber que la Virgen había subido al cielo en cuerpo y alma. Cada vez que entraban en su templo parroquial podían contemplar la Asunción de la Virgen en el magnífico retablo obra de Gregorio Fernández que se conserva en la iglesia del pueblo. También sabían la importancia de saber vivir, saber morir, y rezar por los difuntos. Las espléndidas losas sepulcrales así como la liturgia funeraria hablaba sobradamente de ello.
Cuando a uno le cabe la suerte de tener unos pocos lectores que siguen sus escritos, recibe respuestas a sus divagaciones, que le llegan a través de formas muy diversas. Muchas de ellas son de dominio público, ya que vienen en forma de comentarios para su publicación. Otras son comentarios que me piden que no salgan a la luz, correos electrónicos, mensajes en Facebook, respuestas privadas en Twitter e incluso llamadas y WhatsApp de los más cercanos.
Este año vamos a tener sinodalidad hasta el hartazgo. La palabreja se ha puesto de moda y ya se sabe que, en estos casos, tonto el último. La franciscolatría es lo que tiene, que si su santidad emplea la palabra sinodalidad eso quiere decir que toda la panda de pelotaris la asume como propia en cualquier sermón, escrito, plan o proyecto. Todo es sinodalidad.
Eso se decía o se dice aun refiriéndose a esa gente que vive estupendamente, y especialmente curas, frailes y eclesiásticos de cualquier grado. Eso se ha escuchado muchas veces: “ese, esos, viven como Dios”, a lo que algunos, con peor intención, apostillaban: “ya quisiera Dios vivir como ellos”.