El Congreso de los Diputados exigirá al Tribunal de Cuentas que fiscalice el IRPF de la Iglesia católica
Y mañana nos mandarán un comisario popular para ver qué come el cura, si los gastos en velas, vino de consagrar y formas son correctos o si hay que invertir menos en catequesis y más en solidarizarnos con la herida madre tierra y fomentar la igualdad de géneros. El caso es dar por saco y perdón por la expresión.
No se quieren enterar, ye, ye de que lo que la Iglesia recibe a través de la casilla de la declaración del IRPF no es dinero del estado, que no, sino dinero que aquellos que lo desean, aquellos a los que les da la realísima gana de dar esa parte de sus impuestos a la Iglesia.

En todas las parroquias contamos, gracias sean dadas al Altísimo, con un buen número de personas que dan su tiempo, su dinero y su vida entera a la comunidad. Como pueden imaginarse, he tenido de todo, y en su inmensa mayoría no digo bueno, sino óptimo. Algunos, fíjense en ellos, llevan años y años con tareas de responsabilidad en sus parroquias. Cambian los sacerdotes, y ahí siguen. Siempre queridos y valorados. Por algo será.
Hay un párrafo en Amoris laetitia que es la madre de todos los textos. Nos vamos, cómo no, al capítulo VIII para leer, una vez más, lo siguiente: “ya no es posible decir que todos los que se encuentran en alguna situación así llamada «irregular» viven en una situación de pecado mortal, privados de la gracia santificante. Los límites no tienen que ver solamente con un eventual desconocimiento de la norma. Un sujeto, aun conociendo bien la norma, puede tener una gran dificultad para comprender «los valores inherentes a la norma» o puede estar en condiciones concretas que no le permiten obrar de manera diferente y tomar otras decisiones sin una nueva culpa”.
Cuentan de un sabio que un día… Pues eso nos pasa a los católicos españoles. Ya ven cómo nos van las cosas. El otro día lo contaba en un post que lleva un buen número de visitas y un abundantísimo puñado de comentarios. Los datos son los que son.
Los quintos, y subiendo.