Celebrar "ad orientem" en los impresionantes retablos de Braojos
Estando en la parroquia de la Beata Mogas, en Tres Olivos, en Madrid, teníamos la costumbre de celebrar la primera misa del domingo “ad orientem”. En su momento expliqué en el blog el sentido de celebrar así y, posteriormente, ofrecí una crónica de lo que fue la primera misa “ad orientem” en la parroquia. En Braojos, y en el resto de mis pueblos, celebramos la misa con el sacerdote mirando a la asamblea.
El caso es que en la iglesia parroquial de Braojos tenemos unos retablos en el transepto de esos que realmente quitan el hipo. Destaco en el lado del evangelio el que alberga a la Virgen del Rosario, barroco, de mediados del XVII, y en el lado de la epístola el grandioso retablo barroco obra de Gregorio Fernández y completado con pinturas de Vicente Carducho. Evidentemente, dos retablos con sus altares adosados.

Ayer, un domingo más en la vida de mis tres parroquias. Mantengo el horario de misas que tienen desde “siempre”. Es decir, a las 11 celebro en Gascones, a las 12 en La Serna y a las 13 en Braojos. Justito de tiempo, pero bien, ya que la distancia entre pueblo y pueblo es de apenas dos kilómetros.
Lo de enterrar a Franco en la cripta de la Almudena, si no fuera porque es una cosa muy seria (sacarlo del Valle, y luego a ver qué pasa con todo aquello, incluyendo la propuesta de IU y Podemos de derribar la cruz y desacralizar la basílica), daría de sí para una novela-mejor una serie- del mejor Vizcaíno Casas (q.e.p.d.), unas cuantas películas de Berlanga (q.e.p.d.) y una exhibición de Alfredo Landa (q.e.p.d.) y lo mejor del cine español.





