También ustedes tienen lo suyo
- ¿Pero no te has fijado?
- ¿En qué?
- Pues que la Engracia, la prima de Joaquina, lleva tiempo sin venir a misa.
- Sí. Un día que la vi por la calle se lo dije. Me respondió que son cosas suyas.
- Se ha enfadado contigo.
- Ah.
La gente se enfada. Porque quiere y con quien quiere, que hasta ahí podíamos llegar.
Hay enfados directamente con Dios. Porque sí, porque a ver quién es Dios para hacer su voluntad y no la de la Alfonsa. Y es que esta buena mujer se pasó tiempo pidiendo a Dios que salvara a su marido, muy malito por las cosas de la vida, de la vida que había llevado… Y Dios, que es muy suyo, en lugar de hacer caso a la Alfonsa decidió que su esposo mejor estaba en el otro mundo. Resultado: una menos en misa. Si Dios no me escucha, regañamos y se acabó. Hace usted muy bien, señora. A ver qué vas a decir.
Otros enfados, aunque con el mismo resultado, son con los ángeles y los santos. Lo que son las cosas. Cabreos directamente con la Virgen no se dan, pero conozco más de un caso de ruptura de relaciones con el arcángel san Miguel por no haber advertido a Nicomedes, una vez más, del escalón de la entrada, con la consecuencia de tropezón y esguince. Ya le dijimos que lo que tiene que hacer es andarse con más cuidado, pero nada de nada. La culpa de san Miguel por no avisar. Otro menos en misa.
Después vienen los enojos con el señor cura párroco, originados por mil matices. Los hay doctrinales: eso de que es pecado lo dirá usted; litúrgicos: no tengo por qué aguantar que canten el agnus en latín; de calendario: el bautizo nos lo tiene que hacer ese día porque sí; personales: parece que ya no me saluda como antes.
Y no se pierdan los que tienen que ver con el sacristán o los voluntarios. Que si pone el florero que regalé o no, que por qué otra vez el mantel que donó la Francisca cuando el de mi abuela es mejor y que siempre los mismos para leer en misa.
Agotador.
Y ya el colmo son las decisiones:
- Si no colocan el florero que traje, me lo llevo a mi casa.
Que usted lo disfrute
- No vuelvo a echar un euro en el cestillo.
Buen provecho
- No vuelvo a misa a esta parroquia
Vaya usted a la que quiera.
- A misa nunca más.
Ojo que estamos hablando de cosas serias…
También esto es la vida parroquial, aunque no se lo crean.
A veces digo a mis fieles:
Ustedes no han tenido mucha suerte conmigo, ya ven que no soy perfecto ni mucho menos. Pero ustedes también tienen lo suyo. Así que paciencia entre todos, perdón y buen ánimo. Tendremos que apoyarnos.
17 comentarios
Afortunadamente Vd., padre, lleva siempre a Dios consigo y Le transmite. ¡Bendito sea!
¡Ave María!
Y no es algo extraordinario, si se trabaja (o se ha hecho) todos tenemos que pasar por aguantar al jefe, a los otros compañeros de trabajo, y más cosas. ¿Y por qué? Para la mayoría porque tienen que comer, para algunos, además , porque entienden que tiene que ser así y no todo es como ellos quieren. El sentido comun y realista está también en lo religioso.
Cuando llegamos a la Iglesia o a relacionarnos con Dios, parece que no tenemos ningun deber ni , por supuesto, sentido común. Nos predican la humildad y la obediencia pero es, o para otros o para otras ocasiones.
Ah! y luego recordar frecuentemente para qué y por qué vamos a Misa, independietemente del templo, cura, flores, etc: para impetrar el perdon para nosotros y los demás por el sacrificio de Cristo, alabar a Dios , darle gracias, pedirle beneficios. Vamos que no es un acto meramente social y de gusto, es algo más, sublimemente más.
Vaya, vaya.
Le diré que el director de Vida Nueva, el escolapio seglar José Beltran, ha sido demostrado como hecho probado que atacó injustificadamente al Padre Dominguez orquestando una campaña difamatoria en su contra.
“fue Vida Nueva el que puso como noticia titular, fuera de contexto, que unos curas rezaban para que el Papa muriera y fuese al cielo. Fue una pequeña bomba mediática”
Le rezo su Avemaría.
"A Dios, que me es muy simpático"
¡Ave María!
"Para fastidiar al sargento, no como el rancho"
No siempre los enfados llegan a tanto.
Son un buen ejemplo los que en el escrito aparecen:
"Los hay doctrinales: eso de que es pecado lo dirá usted; litúrgicos: no tengo por qué aguantar que canten el agnus en latín"
También es verdad que estos enfados de los feligreses con el párroco son parecidos a los que tienen los parrocos con los obispos o incluso con el Papa.
Habría que sustituir el "eso de que es pecado lo dirá usted" por el "eso aunque diga el Papa que no, yo digo que es pecado"
O el "no tengo por qué aguantar que canten el agnus en latín" por el "no tengo por qué aguantar que no pueda decir la misa en latin y cara a Dios"
La verdad es que pasa en todos los órdenes de la vida.
Cuando somos hijos nos quejamos de la manera en que actúan los padres y cuando somos padres nos quejamos de que los hijos no nos hacen el caso que deberian hacernos.
Y lo curioso que tanto en un caso como en el otro encontramos argumentos para justificarlo.
También ocurre en las empresas y se nota más, pues no pocas veces el jefe o responsable se queja a la vez de sus "subordinados" y de sus jefes. Es lo que pasa cuando en una organización gerarquica no estás ni a la cabeza ni en la cola.
Hace algún tiempo que veo que esto tambien ocurre en la Iglesia.
Y pudiera ser un sintoma de que tenemos menos éxito al evangelizar, que lo que tiene el mundo en conseguir que copiemos sus metodos.
Hasta en el lenguage inclusivo.
!!Como somos!!
Lo de la paja y la viga
En los pueblos pequeños, como todos se conocen, los problemas se comentan y no pasan desapercibidas las causas mas profundas.
Cuando aun no habia cumplido los 11 años, siendo monaguillo, presencié, asustado, una discusión muy fuerte entre una señora y el sacerdote.
La señora habia puesto un muy bonito ramo de flores a San Antonio y el cura se lo "habia quitado" a San Antonio para adornar el altar mayor durante la misa en un dia de fiesta.
No llegaron a las manos, pero esto no quitó violencia a la escena.
Con el miedo en el cuerpo, se lo conté a mi madre diciendo que yo creía que Jesús en la Eucaristia era mas importante que San Antonio.
Mi madre y mi tía comentaban y debía ser muy grave, porque cuando me acercaba ellas se callaban o hablaban de otras cosas. Razón de más para que aplicase la oreja.
Como mi oido era mucho mejor que el que ahora tengo, algo oí sin comprender.
Con el tiempo fui atando cabos y, más o menos, creo que el ramo era en agradecimiento a San Antonio, porque a su hija que estaba casada y tenia varios hijos, le habia bajado la regla despues de muchos trabajos saltando de una silla al suelo, y algunas otras cosas mas, muy raras.
Desde entonces he seguido viendo como incluso por personas con mucha más cultura se manipula o se interpreta o se adacta la religión a los propios intereses económicos, ideológicos, políticos o de prestigio, según seamos ricos o pobres, de izquierdas o de derechas, con prestigio o sin prestigio, conservadores o progres.
Alguien ha vuelto a comentar lo de aquellos sacerdotes que decian que rezaban para que el Papa Francisco se fuera pronto al cielo, y algunos les rieron la gracia o incluyo lo apoyaron, como quizas algunos apoyaron o imitaron lo del ramo.
Buscar la gloria de Dios o la nuestra o al menos la nuestra a la sombra de la de Dios.
¡¡!Como somos!!!
Porque a lo peor no se encuentran muchos que pueda tirar la primera piedra.
Cada persona le pide a Dios según su cultura religiosa y su formación cultural . Y pide lo que cree que le conviene.
Uno le pide a Dios aprobar unas oposiciones . Otro le pide a Dios que sus padres que están muy peleados, se reconcilien. Otro le pide a Dios que el cáncer, del que lo han operado hace poco, no se reproduzca y no tenga metástasis. Otro le pide a Dios que su hijo o su nieto abandone los malos pasos por los que camina y las amistades nefastas que lo llevan a la marginalidad o a la delincuencia.
Cada uno tiene una cultura religiosa. Y así pide . Y así reacciona . Unos son Doctores en Teología y otros son personas que todo lo que saben es lo que recuerdan de cuando los prepararon para hacer la Primera Comunión. A los ojos de Dios todos son Hijos.
Como Dios no siempre concede lo que se pide, el que tiene poca formación, puede que reaccione con un cierto elemental enfado con Dios como le pasaría con un amigo al que le pidiera algo y se lo negara.
No es cuestión de ridiculizar al que por su escasa inteligencia o porque a los 10-12 años, allá por los años 1940 recién acabada la Guerra Civil, lo retiraron de la educación religiosa y de la cultura de todo tipo, para dedicarlo a cuidar el campo o dos ovejas PARA NO MORIRSE TODA LA FAMILIA DE HAMBRE y que a duras penas sabe 4 cosas de Religión (y de la cultura) a sus ya 75-85-90 años.
El que acabo de describir y que como él hay millones de españoles, ahora en 2025, es natural que cuando le pide a Dios una cosa, reaccione de una manera distinta que el que ha estado 10 años en la Universidad Gregoriana de Roma y es licenciado o doctor en Teología , Filosofía , Derecho Canónico y en Historia -Bienes Culturales de la Iglesia. Y que, a lo largo de toda su vida , se ha dedicado a estudiar y a cultivar su intelecto.
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