Un perro anticlerical
No he tenido suerte con los perros que han llegado a casa. Las cosas como son.
El pobre Socio, ya saben, era poco piadoso. Si alguna vez intenté que me acompañara a alguno de los templos, simplemente se daba la vuelta en cuando descubría mis intenciones, y si forzando llegaba a entrar, era tan solo para levantar la patita en el sitio menos adecuado, no sé si para marcar territorio o hacer patente su desprecio. Al final tuve que dejarlo por imposible.
Trapella, ya un mes en casa, de momento no había dado muestras de nada especial, aunque bien es verdad que uno va observando los más nimios detalles con la pretensión de lograr un día que al menos no rechace ostesiblemente lo sagrado como hiciera su antecesor.
Lo que ayer observé me dejó hondamente preocupado. No me digan cómo, los perros son así, se hizo con una tirilla de mi alzacuellos. Cuando quise darme cuenta, la tenía entre sus dientes y tarea imposible fue recuperarla intacta. Trapella mordisqueaba ese trozo de plástico con una mezcla de diversión y ensañamiento. Bien es verdad que ha sido un primer detalle, pero, claro, uno siente su miajita de preocupación. Anda que vamos bien, Socio poco piadoso y Trapella anticlerical. Confiemos que haya sido apenas una casualidad.
Me van a perdonar esta pequeña broma. Tanto hablar y escribir de cosas serísimas y no siempre agradables de nuestra Iglesia, alguna vez uno como que necesita un divertimento. Si añadimos quye algún lector me ruegas noticias de Trapella, pues dos pájaros de un tiro.
Trapella está bien, parafraseando el evangelio de Lucas, va creciendo y robusteciéndose. Hace honor a su nombre: es trasto, enredador, simpático, muy activo y con su punto de peligro. Entre las bajas, el cable de la impresora, que, eso sí, primero desenchufó y después cortó por la mitad. A veces tengo que buscar una zapatilla en el jardín y le ha cogido afición a robarme la alfombrilla del baño. Es un torbellino, pero es un perro encantador. Estoy muy contento.
Y lo del alzacuellos esperemos que no sea mala señal. Esperemos.
32 comentarios
Yo pienso que el P. Iraburu tiene razón, a algunos perritos no le gustan ir a la parroquia porque no están bautizados. Y creo que lo de morder el alzacuellos es porque quiere saber qué sabor tiene eso que se pone en el cuello
Creo que tiene que catequizarlo un poco, explíquele por ejemplo que van a ir a casa de Papa Dios, "Él es tu Papá, Él te ha creado, y en Él te mueves y existes". Sería maravilloso que un perrito pueda albar a su Creador, a Nuestro Papá Dios tan bueno y tan bello. El Padre Dios que ha creado las montañas, los lagos, los torrentes, los mares, los océanos. El Génesis recién salido de las manos de Dios debió ser una bellísimo, luego nosotros ya nos hemos encargado de estropear la Obra como hacemos siempre.
Sí, ya sé que se les coge mucho cariño, que acompañan una barbaridad y que son un regalo de la providencia muy bonito, pero siempre sin olvidar que los perros están para servirnos a nosotros, no nosotros a ellos!!. Hoy en día ya sabemos que todo el tema de las mascotas se ha sacado un poco de quicio, aunque obviamente no es su caso, pero no está mal recordarlo para la audiencia.
En todo caso lo Sagrado en general mejor a resguardo de trapella, que en la foto pareciera un miliciano del PSOE, del PC (podemos) ó de ERC en los terribles años 30, pero trapella es mucho más inofensivo, no puede pecar ni obtener méritos, así fue creado. Yo creo que incluso es de derechas. Muy majo, por cierto.
Sonreir con esta inocente situación puede ser muy terapéutico en estos tiempos que... sufrimos.
Toda la creación hasta la creación inanimada tiene que alabar al Señor, eso rezamos cuando oramos con el Salmo 148.
No entendéis que ese perro sabio actúa ad contram con la intención de mostrarle su ternura, como un padre que cogiendo a su hija en brazos le dice "a esta niña no le quiero nada, nada" mientras le mira con sonrisa bobalicona.
Otro ejemplo sería el del teólogo o cura progre que siendo mentes preclaras y futuros Doctores de la Iglesia, por humildad sólo hacen, dicen y escriben gilipolleces.
POR HUMILDAD.
Por eso digo "salvo en ocasiones extraordinarias". También se bendicen los automóviles y las camionetas y no entramos con ellos en los templos. Un poco de respeto, ó un muchísimo, no nos viene nada mal.
Los animales no son personas, ¡nos los comemos!, usamos su piel para sombreros, guantes y ropa, experimentamos con ellos si eso hace un bien a la humanidad, y todos los animales del mundo (águilas, linces, ranas de subespecies protegidas, delfines, hormigas, papagayos) no valen lo que la vida de un embrión humano en desarrollo que es asesinado en el seno de su madre. Tengamos los principios claros.
Los animales no tienen autoconciencia, se mueven por instinto (aunque tienen inteligencia y memoria sensitivas), y a los animales domésticos los humanizamos nosotros para que nos sirvan y nos acompañen. Un perro asilvestrado se convierte en algo muy parecido a un coyote ó a un lobo en una sola generación. Un caballo asilvestrado lo mismo, un cerdo asilvestrado en un par de generaciones es algo muy parecido a un jabalí. Eso no les quita su maravilloso espíritu de vida, y el placer y la alegría que sentimos cuando interactuamos con ellos, ó la gran utilidad que nos dan, dando gracias a Dios por Su Creación y disfrutando de ella. Una cosa no quita la otra.
Dicho lo anterior los perros son maravillosos, nos sirven, nos acompañan, nos entretienen y tienen todo su sentido como animales domésticos, pero no hay que confundirse con ellos y tratarles como personas, porque no tienen alma ni autoconciencia.
Así que totalmente de acuerdo con tener perro los que así les apetezca ó lo necesiten, pero no de acuerdo en entrar en Misa ó en lugares Sagrados con ellos, salvo ocasiones muy extraordinarias, como una bendición a los que tengan mascota el día de San Roque (como se bendicen los hogares, los automóviles, las empresas, ó las mascotas), ó bien cuando haya una verdadera necesidad.
No sé si habrá una ley canónica al respecto (se agradece la matización si alguien lo sabe), pero en mi opinión el respeto debe ser máximo, como tampoco estoy de acuerdo en hacer de los templos con el Santísimo presente un lugar de charleta después de Misa ó de conversación sobre temas mundanos.
Caricias a Traella cuando las merezca y buena regaina con toque en el lomo cuando haga trastadas.
Esta raza de perros entiende perfectamente cuando no se porta bien.
Los perros no son para la iglesia.
¡Ave María, padre!
"Trapella está bien",...¡uyuyui, que lo mismo dijo Sánchez, a raíz de la espantada de Paiporta (Valencia). Y mira, ahí sigue como si nada. Pa'mí que, además de marcar terreno, se a-dueña de él. Sea usted quien "marque su terreno" (de usted), o lo lamentará. "Esperemos" que no.🤞
Hay que comprarle un hueso grande, que huelen a jamón, pero que son sintéticos.
Que lo disfrute y que lo enderece, jeje...
Avemaría.
Jamás hay que aceptar falsificaciones de la doctrina, de la moral o de los huesos de jamón.
https://dle.rae.es/alzacuello?m=form
De lo que sí nos debemos percatar muchos, es que los grandes organismos mundiales, que pretenden decirnos a todos, cómo vivir, han decidido que ya en el mundo hay suficiente gente y hay que detener el crecimiento poblacional a como de lugar. Para lograrlo, están tratando de imponer diferentes prácticas y estilos de vida que ayuden a lograr su objetivo: la esterilización, el aborto, la eutanasia, la homosexualidad (que no engendra), el feminismo radical (que aleja a la mujer del hombre), LA TENENCIA DE ANIMALES (para hacer creer que con ellos, ya no son necesarios los hijos); etc.
No debemos ser tontos útiles.
el can solo está dando su opinión del sínodo de la sinodallidad
Un abrazo para usted y otro para ese torbellino canino que le acompaña.
Le rezo su Avemaría.
He visto a mis pollos de 3 o 4 semanas destrozar a picotazos a lindos ratones que se colaban en el gallinero, destriparlos vivos y pelearse por comérselos. Impacta verlo. Esos lindos pollitos, si pesaran 50 kg y con hambre, te pueden liquidar jaja.
Un gallo que tengo le arrancó el intestino a picotazos en el culo a una gallina nueva que le metí en su "harén", la mató, el error fue mío, no la aceptó "porque era más grande que el y no podía cepillarsela (eso me dijo un abuelo del pueblo). Me quedé impactado. Al resto de gallinas les dio igual, ni se inmutaron.
Uno de mis perros (spitz alemán) intentó matar a los cachorros que tuvo otra perra, en las 4 camadas que me ha dado. No es habitual pero a veces lo hacen. Me encanta ese perro y es muy cariñoso conmigo y me defiende a muerte, pero es una bestia instintiva. Un día se metió en el corral de otro vecino y mató varias gallinas un gallo negro de raza castellana que valía una pasta, y me lo trajo todo orgulloso.
Un gato naranja que es súper cariñoso con mis hijos pequeños el desgraciado me comió varios pichones, adorables pichones, que el gato saboreó vivos sin miramientos.
Los animalistas están pidiendo a Francisco que permita llevar a las mascotas pero en el mundo greco católico y ortodoxo que conozco bien, meter animales domesticos en los templos es considerado un sacrílegio. Ellos no pueden adorar a Dios y si pueden molestar y ensuciar. ¿Te imaginas a tu perro con el pintalabios fuera dentro del templo?. El mío es un salido, está siempre activado. Cada día tengo más claro que Rusos nos va a purificar y merecido que lo tenemos.
Puede ser que Trapella no sea anti-clerical, sino anti-clergyman; le puede estar diciendo SUTILMENTE que use siempre sotana....................................
Un Ave-María por usted, y nueva compañía....
Ciegas. Invidentes no les gusta. Creo que es porque a través de los otros cuatro sentidos, los ciegos "ven".
¡Ave María, padre!
el travieso de Trapiella no tiene misericordia de los objetos litúrgicos. Me imagino lo que haría con un Breviario, Padre, lo mordería y dejaría sus restos por toda la sacristía.
Yo también tuve un perrito así que cuando lo "castigabas" por alguna trastada o lo dejabas solo , la emprendía con los papeles que encontraba y lo tiraba todo por el suelo ....
Suerte que Dios es paciente con él, no le ha dado la inteligencia para aprehender los misterios Divinos, es tan sólo un animal de compañía..
bendecido día Padre Jorge.
De niño, mi tía y mi padre en la aldea, un pueblo de la montaña de Leon, en el parque natural de Ancares, tenían mucho miedo a que los críos jugáramos por la cuadra donde estaban los cerdos. Aquellos bichos tenían hambre, porque allí la realidad es que pasaba hambre todo bicho viviente. El macho verraco estaba separado de las hembras y las crías. El peligro era si
jugando te caias dentro de donde estaban, porque literalmente te podian comer vivo. Y para demostrarnoslo mi tía un día delante nuestra les tiro una pata de jamón entera a los cerdos, no era más que hueso pelao, y las cerdas se tiraron a por ella como bestias, se comieron aquello en segundos. Una cerda en ocasiones se puede comer a sus propios lechones, por ejemplo por estrés. Pero eso el urbanita animalista de ciudad no lo asimila porque ha divinizado a los animales como si fueran seres de luz quasiangelicales.
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