Reivindicación del hermano mayor

Ya está bien de presentar al hijo mayor como ese malvado que no se alegra de la vuelta del hermano pequeño. Vamos a repensar la historia que tiempo habrá de sacar las conclusiones. 

Una casa y una hacienda. Un padre y dos hijos. El pequeño pide su parte de herencia, se larga y la derrocha en malos pasos, incluyendo prostitución. El mayor se queda en casa trabajando a las órdenes del padre. El pequeño se arruina, no encuentra un trabajo que merezca la pena, pasa hambre y decide volver. El padre lo recibe gozoso, mata el ternero cebado y monta una gran fiesta. El hermano mayor se queja por lo que considera trato diferente: toda la vida trabajando y ni un cabrito para comerlo con mis amigos y a este… 

Se entienden las palabras del padre: “tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y lo hemos encontrado”, pero también hay que comprender al mayor. Digo yo.

Y ahora vamos a nuestra queridísima Madre Iglesia, o tal vez madrastra en ocasiones para algunos.

Podríamos poner muchos ejemplos de hermano menor. Hoy todo es acogida y buenas prácticas de cara a acoger al hermano que se marchó. Toca acoger, escuchar, animar, aceptar, integrar a todos. Con lo del sínodo se ha vuelto a experimentar: salir a los caminos, reunirse con ateos, escuchar a creyentes de otras religiones, bendecir parejas homosexuales, recoger ideas sin excluir cualquier propuesta, incluyendo las que están desechadas y condenadas por la Iglesia. Todo para el hermano menor, que es tiempo de apertura y misericordia.

También tenemos ejemplos de hermano mayor. Son tantos creyentes que calladamente trabajan cada día en la viña del Señor, sin estridencias. Acuden a misa cada domingo y cada día si es posible, se confiesan, aportan su colaboración económica, ponen la crucecita en su declaración del IRPF, defienden a la Iglesia, participan en sus actividades y piden tan poca cosa como ser atendidos según manda la santa madre Iglesia y unos pastores que animen a sus ovejas y sepan defender la fe ante los ataques del Maligno.

Estos hermanos mayores se encuentran demasiadas veces no voy a decir despreciados, pero sí ninguneados. Debe ser que como son fijos no merce la pena gastar mucho tiempo en ellos. Si alguna vez exigen derechos o cuestionan, aunque sea despacito, algunas aperturas, es fácil que, encima, reciban un rapapolvo en forma de epíteto poco afortunado que podría oscilar entre el vinagre y la cunicultura, su adscripción en el grupo de ultramontanos e infocatólicos, y la sonrisa de conmiseración por su falta de comprensión e interiorización del espíritu del concilio.

La verdad es que estos hermanos mayores no piden nada, pero pienso que sería de agradecer que al menos alguna vez alguien les dijese gracias y reconociese su fidelidad, no sea que un día, al salir de la cena con el ternero cebado, el mayor se haya largado con lo suyo y los amiguetes o amigotes del menor abandonen en cuanto se agote el vino, que estas cosas pasan. 

79 comentarios

  
Tito España
Creo que los "hermanos mayores" que acaba de describir nunca abandonarán. Aman al Padre y saben ofrecerle sus sufrimientos por el bien de todos.
06/09/22 10:33 AM
  
Fulgencio
Entiendo lo que usted quiere decir, don Jorge, pero si la parábola la dijo Jesús para aquellos que se consideraban justos y buenos a ver donde los metemos, ahora que usted los ha canonizado.
06/09/22 10:41 AM
  
Carlos Porras
Querido Padre Jorge:

El hijo menor se fue por su propia voluntad y el padre lo dejó marcharse. Cuando el hijo quiso regresar, el padre lo recibió con los brazos abiertos.
Si alguien se va, es su soberana voluntad y se le respeta. Si alguien regresa, se le acoge sin reclamos.
Son muchísimos quienes se han marchado y han vuelto.
El problema es que ahora tal parece que la parábola se entiende distinto. Si alguien se va, hay que respetarle que se vaya, pero no hay que esperarlo con los brazos abiertos en la casa, sino más bien, ir a buscarlo para preguntarle si necesita algo de la casa para poder seguir con la fiesta lejos de ella.
El padre, en la parábola, ni le aprobó ni le bendijo la parranda. Lo amó cuando quiso irse, lo amó cuando estuvo lejos y lo amó cuando regresó.
Por otra parte, el hermano celoso no fue en ningún momento despreciado por el padre. Su fidelidad siempre fue apreciada.
La parábola es clara pero, ya sabemos, vivimos en unos tiempos en que está de moda buscar interpretaciones originales..

Rezo su Ave María
06/09/22 10:50 AM
  
África Marteache
Yo tuve que recorrer el camino contrario al del P. Jorge para entender la parábola porque el hermano mayor me apuntaba a mi, que nunca abandoné la casa paterna y cuide de abuelos y padres a pesar de que éstos no tenían patrimonio (el padre de la parábola si lo tenía y por eso volvió el pródigo). Yo no he tenido hermanos pródigos así que no me he visto en la tesitura que se vio ese hermano mayor, pero, si lo hubiera tenido con seguridad no habría vuelto nunca porque allí no había nada que el padre pudiera ofrecer y en cambio, si había mucho que dar por parte de los hijos, que no era patrimonial sino fruto del trabajo fuera de casa.
Al final entendí la parábola apelando a la Caridad, no solo del padre sino también del hermano mayor. La Parábola lo que trata de explicar es que la Misericordia es mayor que la Justicia y por eso una es una virtud teologal y la otra es moral. Mediante esta parábola todos esperamos la Misericordia Divina porque, con respecto a Dios, todos somos hijos pródigos.
06/09/22 11:43 AM
  
África Marteache
El Padre es Dios y así la parábola se entiende porque Dios paga igual al vendimiador último que al primero, al que siempre actuó según Justicia (según el sentido bíblico) que al arrepentido de última hora.
La mala interpretación de la parábola nos llevaría a pensar que los dos hermanos tenían que arrepentirse igualmente, que la justicia a secas no apuntaba al hermano mayor o que éste tenía el corazón tan reseco que, aunque cargará él con el peso de la hacienda porque su padre era mayor, eso estaba al mismo nivel que el despilfarro del otro. Conclusiones muy peligrosas todas ellas. Por lo que siempre he dicho que los Evangelios deben leerse según interpretación de la Doctrina.
06/09/22 11:56 AM
  
África Marteache
Este caso se parece a algún caso que he visto de separación matrimonial ( no digo divorcio) en el que uno de los cónyuges se aviene a recibir menos, aunque hubiese aportado la mitad, porque ve que el otro cónyuge está menos capacitado que él para hacer frente las consecuencias de la separación que había provocado con alegre inconsciencia, aparcando la estricta justicia en un rasgo de generosidad.
06/09/22 12:11 PM
  
Cordá Lac
En este caso sólo estoy en un 75% de acuerdo con Vd. Normalmente las parábolas empiezan con lo de "el reino de los cielos se parece", que no es lo mismo que "el reino de aquí abajo". Algo parecido pasa con aquellos que por un día entero de trabajo cobran lo mismo que por una hora. Sí, no acabo de llegar al meollo de la cuestión.
Pero lo que sí quiero resaltar una vez más es la tremenda importancia del lenguaje. Qué casualidad que el "menosprecio" del hijo mayor aparece cuando se populariza el nuevo nombre de esta parábola. Toda la vida era la parábola del "hijo pródigo" y ahora ha pasado a ser la parábola del "padre misericordioso.
Ojo al lenguaje, en esto y en el nuevo lenguaje excluyente y feminista. ¡Qué no es inocuo el cambio!
06/09/22 12:27 PM
  
Conchita
👏🏻👏🏻👏🏻 Como pone en un mene por ahí "se tenía que decir y se dijo".
06/09/22 12:35 PM
  
Maribelll
Padre Jorge; ;
Lo que dice en su comentario, es del todo comprensible, si vemos la historia y la entendemos de una manera equivocada .
La medida de Dios se refiere a la importancia de darse cuenta de lo esencial en esta vida ,independientemente de lo que tardemos en hacerlo.
De nada vale ser misericordiosos ni acoger a todos , si no entienden el camino , que es Jesus
No importa el tiempo que llevemos amandolo, lo importante es que le amemos,
Los tiempos del Señor , solo los mide El..

06/09/22 12:42 PM
  
Chus
Siempre me pareció injusta esta parábola, hasta que la viví en mis propias carnes. Yo soy el padre de la parábola, quiero al hijo pequeño, al fiel, con toda mi alma y al hijo pródigo de la misma manera. Espero su vuelta con los brazos abiertos, y deseando estoy de q ese día llegue y preparar el festín. Solo después de este episodio de vida y reflexionar mucho sobre esta parábola, comprendí al padre y comprendí la parábola. El Amor es así de grande.
06/09/22 12:47 PM
  
claro, claro...
Claro que sí, hay que corregir a Jesucristo, que no dijo gran cosa en alabanza a los cumplidores de la Ley, lo que ahora nos viene a remediar este blog.
Quizás lo más meritorio no sea el hijo mayor ni el padre perdonador, sino el hijo pequeño que se arrepiente y pide perdón. "Hay más alegría en el Reino de los Cielos, etc."
06/09/22 12:47 PM
  
Luis María Piqué Muñoz
La Fidelidad al Magisterio, Doctrina y Tradición de la Iglesia no está de moda, es Mal vista como anticuada por No pocos Sacerdotes y Obispos, y muchos que se Creen Católicos. La Iglesia moderna desde el Concilio ha querido adaptarse al Mundo, Demonio y Carne ¡que siempre la Perseguirá, la Cruz es una Bendición! y se ha secularizado, paganizado aceptando cobardemente las abominaciones del Hombre moderno ¡En Realidad la Iglesia moderna ya No es Católica Apostólica y Romana, sino que se ha Protestantizado profundamente, como la penetración como una Peste del satánico Nuevo Nazismo Feminista, y va Camino ¡Ay! de ser la Gran Ramera ¡Sea anatema! ¡Viva el Papa! ¡Viva la Iglesia! ¡Viva Dios!
06/09/22 12:51 PM
  
Jaime Z
A mí me pasa lo mismo con la parábola de los trabajadores de la Viña.

Resulta que todos los trabajadores cobraron lo mismo: un denario. Tanto los que habían trabajado solamente una hora como los que habían trabajado durante todo el día soportando el calor y el esfuerzo.

Entiendo el sentido de la parábola pero también he de ponerme en el lugar de los que llevaban trabajando todo el día y cobraron lo mismo que los que llegaron a última hora.
06/09/22 12:54 PM
  
África Marteache
Es decir, que es mejor pecar mucho para tener de que arrepentirse que luchar toda la vida para no caer en la tentación, lo que equivale a San Dimas 10 -San Luis Gonzaga 0.
06/09/22 12:58 PM
  
Luis
La mayoría de los "Cristianos" nos parecemos a los dos hermanos en nuestras obras. Pero causan desánimo y momentos de flaqueza, las actuaciones de muchos de los mandatarios de la Iglesia Católica.
06/09/22 1:09 PM
  
Ramón
Entiendo que la figura del hermano mayor nos advierte del peligro de vivir en la casa del Padre sin tener un corazón como el del Padre, advertencia muy pertinente para quien vive su fe o lo intenta. La situación del hermano mayor es perfectamente comprensible humanamente (piensa como los hombres), la del hermano menor no queda en ningún momento justificada y el perfecto de la parábola es únicamente el Padre. Me parece una palabra muy clara y para quienes intentamos vivir la fe lo más práctico es aprovecharla para nuestra salvación.

La entrada del blog me parece interesante de todas formas. La reacción del hermano mayor es tan humana que precisamente por eso hay que tenerla en cuenta en la práctica. El padre de la parábola es solo una figura, pero cuando a cualquiera de nosotros le toca ejercer de tal (como padre de familia, párroco, profesor o lo que sea) es bueno hacerlo advertidos de que una tendencia también muy comprensible es desatender a los que se portan bien precisamente porque no reclaman atención, descuido que puede ser el germen de otros males y engaños del demonio.
06/09/22 1:42 PM
  
fernando
Y que decir Dimas, (San Dimas), el buen ladrón. A mi, personalmente, me enamora el personaje. Me siento identificado, y me gustaría, cuando llegue el momento, poder decir: "Acuérdate de mí...." y oír la respuesta: "Hoy estarás conmigo en El Paraíso"
06/09/22 1:43 PM
  
Fernando Cavanillas
...pero el Padre que acoje al hijo pródigo no es ninguna jerarquía de corte modernista (jajajajajajajajajajajaja), sino el propio Dios nuestro Señor. Ellos, los modernistas, no tienen el poder de perdonar a nadie saltándose las normas y el Magisterio de la Iglesia, dando escándalo y poniendo en grave riesgo sus almas y las de los demás.

Como yo digo, si alguien quiere conocer la MISERICORDIA de Dios, que se acerque al confesionario... un confesionario abierto está auténticamente desbordado de la Misericordia de Dios, sale Amor y Misericordia a borbotones, y es GRATIS y abierto a todos los bautizados (y a su vez la pila bautismal está abierta a todos los no bautizados que quieran entrar en Su Cuerpo Místico). Siempre que la confesión se haga bien, claro ("verdadero propósito de enmienda, dolor de los pecados, decir los pecados al confesor y cumplir la penitencia").

El hijo pródigo es la típica parábola abusada por el modernismo (como tantas otras). Pero lo primero que dice la parábola es que el hijo estaba arrepentido... muy arrepentido. Además no regresa pidiendo fiestas ni homenajes, sino simplemente trabajar como un siervo más, sin privilegios, con una ración de comida como único pago. "Padre, he pecado contra el Cielo y contra Tí, no merezco llamarme hijo tuyo...".

Lo que no explicita la parábola es que, después de la fiesta, al hijo pródigo le toca trabajar más que nadie, madrugar, extenuarse más, ser fiel, ser casto y austero... y ni siquiera tendrá fiestas para dar a sus amigos, igualito que su hermano mayor, que probablemente será su jefe inmediato. La fiesta es para el primer día, por la increíble alegría de su reconciliación, y porque su Padre le ama muchísimo (igual que al otro hijo). Tenemos que recordar que el Padre está esperando a que se arrepienta y cambie de vida, y cuando vuelve arrepentido es admitido de nuevo como hijo. Como le dijo Jesús a la mujer adúltera: "Yo tampoco te condeno, vete y ¡no peques más!".

Lo dicho, después de la fiesta del primer día, a trabajar como el que más, y a las órdenes de su hermano... que para eso se quedó en la casa trabajando. Y el primero que comprenderá todo y se llenará de alegría y cariño por su hermano arrepentido (que ahora hará horas extras) será el hermano mayor, que habrá recibido una lección de Amor verdadero... de amor de CARIDAD. Y sospecho que en un tiempo tendrá su fiesta con sus amigos, que le sabrá a poco comparada con la inmensa alegría de haber recuperado a su hermano para la vida eterna.
06/09/22 1:45 PM
  
sofía
Lo que se critica en la parábola no es que el hermano mayor se quedara en casa, sino su lejanía del padre, aun sin haberse ido de casa.
Es él el que no da gracias al padre, ni siquiera se da cuenta de que todo lo del padre es suyo, parece que está a desgana y que se cree que es a él al que le deben algo. De ahí que le dé rabia que reciban con alegría al pródigo.
Otro hermano mayor que se quedara en casa con otra actitud, realmente agradecido al Padre por estar allí y contagiándose de su actitud amorosa, habría recibido a su hermano con la misma alegría que lo recibió su padre.
06/09/22 1:49 PM
  
Tomista
Lo que nos pide Dios es que no nos demos por satisfechos por "estar salvados". Porque a Dios no se le puede comprar con obras, sino que es su gracia quien da mérito a nuestras obras.

Aunque entiendo el sentido que le quiere dar a la parábola, creo que es desafortunado el modo en que usted la traspone a la situación actual. Creo que más bien los "hermanos mayores" de los que habla usted son, en realidad, los siervos obedientes al buen Padre. Pero hay otros siervos que, confundidos, han entendido mal la orden del Señor y han pensado que habían de matar otros corderos cebados para aplacar la ira del hijo mayor. Y es que aquellos a los que se han ido de la Iglesia y a los que se les quiere atraer con tantos juegos de artificio son aquellos que se parecen más al hermano mayor: no disfrutan de la ley de Dios y de la Iglesia y solo están dispuestos a permanecer con el Padre con su conciencia relajada y las lisonjas. Por lo menos el hijo menor, tu y yo, sabemos lo miserables y lo necesitados que estamos de El. El banquete es inmenso, porque aceptamos el cordero cebado (Cristo) con la humildad (sin mérito) de ser una nada salvada y redimida.
06/09/22 1:51 PM
  
África Marteache
Jaime Z: La promesa es el Paraíso y no puedes esperar llegar a él por méritos propios sino por la acción de la Gracia, pero ay de aquellos que crean que Dios tiene la obligación de ser misericordioso! Para eso está la parábola de las vírgenes necias. El problema del alegre pecador es que camina como sonámbulo por una cuerda, si va a tener tiempo de arrepentirse o no es algo que solo Dios sabe.
06/09/22 1:52 PM
  
Daniel
De alguna manera cada uno de los que integramos la Iglesia, Pueblo de Dios, somos el hijo menor y también el hijo mayor.
A mí me gusta analizar esta Parábola con la existencia de un tercer Hijo,
Jesús.
Él es el que se acerca al menor y lo hace recapacitar, lo hace mirar al Padre. Se olvida de sí para ir a buscar al hijo menor.
Pero también es el que se acerca al mayor y también lo hace recapacitar para que también mire al Padre.
Nosotros que hemos visto y oído debemos ser Jesús, debemos imitarlo con todo lo nuestro.
No nos cansemos de conocerlo, seguirle, adorarlo y darle a conocer, a todos los hijos menores y mayores que nos cruzamos en la vida.
Ante el Padre no hay hijos mayores ni menores, solo hay un hijo que siempre tiene el rostro de Jesús y es su Predilección.
¡Si pudiésemos comprender esto y darlo a conocer!
Este es el Camino y la Meta.
06/09/22 1:57 PM
  
Tomista
No obstante, gracias por su artículo. Suelo seguirle y es usted siempre una fuente de inspiración para mí. Además, su estilo desenfadado, Padre, me ayuda a mirar la vida con cierto sentido del humor. Dios le.benduga.
06/09/22 1:59 PM
  
África Marteache
El beato Carlo Acutis, tan admirado por algunos, aunque murió en la adolescencia no encaja con el hijo pródigo sino con el buen hijo de Dios, por lo tanto según algunos intérpretes de la parábola, en vez de admirarlo deberíamos denigrarlo por parecerse más al hermano mayor fiel al Padre. Porque fue en su corta vida tan buen hijo de sus padres naturales como del Padre que está en los Cielos y en cambio su recompensa será la misma que la del viejo verde arrepentido en la última hora. Pero todo cristiano sabe esto y no debe servir como disculpa del hedonismo.
06/09/22 2:02 PM
  
Fernando Cavanillas
@ Jaime Z
...el denario es la vida eterna, y el que se arrepiente en el último momento se viene al Cielo con nosotros, en lugar de al infierno por toda la eternidad, ¿quién puede entristecerse por ello?... finalmente el perdón de Dios es siempre inmerecido por todos, nadie nos "merecemos" el Cielo, y los que se salvan en el último momento se ganan la vida eterna igual que los que se arrepienten antes y trabajan para El Señor en Su viña (intentando que otros también se salven). El que se convierta antes, que trabaje por los otros.

El ejemplo es el propio Jesucristo... Él es el verdadero Hijo Único de Dios (la 2ª Persona de la Santísima Trinidad), y a pesar de ello sacrifica toda Su vida muriendo finalmente en la Cruz para salvarnos... ¿y nosotros nos vamos a entristecer porque alguien se salve en el último momento?.

Y eso que nadie tenemos asegurada la salvación hasta el final de la vida, así que alegrémonos muchísimo de que los que se arrepienten en el último momento obtienen el denario de la vida eterna!!!!!!!!!!. Quizás esos sean seres queridos muy próximos, ó incluso nosotros mismos.
06/09/22 2:07 PM
  
Pampeano
El problema con los "hermanos mayores" de hoy, como los identifica con cierta analogía don Jorge (comparación que no respondería a la parábola, quizás dirigida a fariseos conforme los vers. 1 a 3 de ese capítulo), es que nadie les dice "todo lo mío ES tuyo"; al contrario, parece que todo el tiempo muchos "padres" les están mostrando la puerta de salida sin siquiera darle su "parte de la herencia".
06/09/22 2:12 PM
  
África Marteache
Sofía: tu lo que dices es que al hermano mayor, que cumplía con su deber, le faltaba generosidad. Estoy de acuerdo, pero no sé si te das cuenta que la conjunción de las dos cosas hubiera hecho de él un gigante en comparación con el otro que es un enano. Al enano le beneficia bastante que el otro tenga algún defecto para no parecer más diminuto aún. No olvidemos que de lo primero que se acordó fue de las ollas de comida que había en la casa paterna, no del estado de salud que pudiera tener el viejo.
06/09/22 2:21 PM
  
África Marteache
Es decir lo del hijo pródigo fue atrición, que es legítima, pero es mejor la contrición. Es muy distinto arrepentirse en la abundancia que en la miseria porque en la abundancia te arrepientes de tu conducta y vuelves porque te importa tu padre, pero en la miseria te acuerdas antes de la comida que del padre en si.
En realidad la protagonista de la parábola es la Misericordia y creo que su intención es dar esperanza a los pecadores, porque ésta es la parábola del Padre Bueno.
06/09/22 2:28 PM
  
sofía
África, estoy de acuerdo con lo que me dices, pero con matices. No sólo le falta generosidad con su hermano pequeño, aunque humanamente sea comprensible, le falta ante todo agradecimiento al padre y reconocimiento de su amor.
Habrá quien se quede en la casa del padre con agradecimiento y no con la sensación de que le deben algo, pero es de este otro tipo de hermano mayor del que se nos habla, porque podemos caer en esa actitud.
Claro que el hijo pródigo que vuelve por interés no es mejor que su hermano, pero es que no se trata de compararlos entre sí. Aunque también habrá hijos pródigos que se arrepientan por amor al padre, pero se nos habla de este que vuelve por interés y aún así le recibe el padre con los brazos abiertos.
Como tú dices, la protagonista de la parábola es la Misericordia, es la parábola del padre bueno y tiene intención de dar esperanza a los pecadores; pero yo añadiría que también sirve para que nos demos cuenta de lo agradecidos que debemos estar al padre por vivir en su casa, tanto los que no se han ido aparentemente como los que han podido volver después de irse.
Permanecer en la casa del padre es también misericordia de Dios por la que tenemos que estar infinitamente agradecidos y sentirnos felices. Si no es así, por mucho que no nos vayamos de casa, en realidad estamos muy lejos.
06/09/22 3:41 PM
  
Francisco de México
"Con lo del sínodo se ha vuelto a experimentar: salir a los caminos, reunirse con ateos, escuchar a creyentes de otras religiones, bendecir parejas homosexuales, recoger ideas sin excluir cualquier propuesta, incluyendo las que están desechadas y condenadas por la Iglesia. Todo para el hermano menor, que es tiempo de apertura y misericordia."
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Para mi es mucho mas grave, en la parábola, el hermano menor se arrepintió y el padre lo acogió. Hoy parece que se busca acoger sin arrepentimiento a adúlteros, sodomitas, adoradores de Satanás como los masones, etc.
06/09/22 3:41 PM
  
África Marteache
Pampeano: Ciertamente a los hermanos mayores se les da caña y da igual si se desloman o no, porque vivimos en la época del victimismo y a esta época le va el pródigo como ejemplo, cuando el pródigo no es ejemplo de nada porque el ejemplo es el padre.
Reciban lo que reciban los fuertes , su misión es sostener a los débiles porque en la pirámide que forma el mundo ellos deben estar debajo, y al contrario que en los castellets de Cataluña, donde se aplaude a todos, ni siquiera los vemos.
,Quién sostiene la familia? Raramente son todos, lo más probable es que sea aquel que pueda y, además, este dispuesto a hacerlo. Si no se encuentra a nadie la familia se va al traste.
06/09/22 4:07 PM
  
Julio
Don Jorge, que no se trata ni de "cumplir" con las obligaciones que tiene uno (hermano mayor), ni de hacer lo que a uno le da la gana (hermano menor), sino de amar con el mismo amor que nos ama el PADRE. En la parábola que tan generosamente nos dirige el Señor, el único que sabe de esto es el PADRE. Que tengan todos ustedes un buen día!
06/09/22 4:15 PM
  
Aeropagita
Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase. Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos

- Pobre hermano mayor 😰-
06/09/22 4:25 PM
  
Marta de Jesús
Usted no está enfadado por los hijos pródigos conversos, benditos sean por haber vuelvo, bendecidos nos sentimos quienes un día volvimos gracias a la misericordia de Dios. Usted está cabreado, y con razón, por los aplausos y falsa misericordia a los que se fueron, antes de haber vuelto y de haber vivido la correspondiente conversión. El mayor ya estaba salvado, debía alegrarse por la salvación del que estaba perdido, al margen de fiestas, que dicho sea de paso, él también estaba invitado a esa fiesta por el perdido recuperado. Si no había necesitado esa fiesta de vuelta, estupendo. Lo que no se puede permitir es el aplauso, bendición y fomento de la actitud del hermano menor cuando estaba perdido. En eso concuerdo en parte con un comentarista.
Siempre me costó entender esta parábola. También me ponía en favor del mayor. Hasta que viví mi propia lejanía y vuelta. Así la entendí mejor y me mantengo con los brazos abiertos a otros que puedan volver en el futuro, y no dejo de ofrecerles la salvación.
Ave María...
06/09/22 4:37 PM
  
Marta de Jesús
Creo que el hermano mayor aunque estaba en Casa, en el Cielo, requería purificarse algo más con humildad. La vuelta del hermano menor, totalmente humillado, pero agradecido por ser recibido con esa sincera alegría de corazón por el Padre, le brindó esa oportunidad. Dios no da puntada sin hilo. Empacó a los hermanos de vuelta al Hogar en el mismo momento, en esa fiesta.

Hala, otro Ave María.
06/09/22 4:43 PM
  
Marta de Jesús
Recojo otras ideas que me parecen interesantes de lo leído de ustedes.
-El único perfecto es el Padre.
-No descuidar al justo. Aunque el Padre del Cielo nunca lo hace, los 'padres' terrenales podemos hacerlo...mal. Así #el malo# puede atacar con la soberbia, la falta de generosidad...
-También soy "fan" de San Dimas. A mí también me enamora esa persona que tuvo el privilegio de vivir su conversión al lado de Cristo. El otro ladrón, ciertamente no.

Mi tercer y último Ave María, padre.
06/09/22 4:59 PM
  
Anonimo
El problema del hijo mayor y lo he vivido en mis carnes es la envidia al hijo menor por vivir despreocupado y dándose al placer mientras el hace la voluntad del padre.

Ese deseo de dejar de luchar y preocuparse por hacer el bien y vivir la vida.

Es el no entender que en ningún sitio se está mejor que junto al padre.
06/09/22 5:42 PM
  
Antonio Mª
No que no suele subrayarse, es que el Padre, salía a esperar al hijo para recibirle la límite de su reino, pero no iba a buscarle fuera.
Ahora se ha puesto de moda, como por ejemplo con los protestantes, no ya ir a recibirlo con los brazos abiertos, sino llegar a un acuerdo sobre sus posturas o sobre el error.
06/09/22 5:50 PM
  
África Marteache
Marta de Jesús: En este mundo se descuida al justo y, sobre todo la Iglesia Católica que no siente ninguna simpatía especial por ellos. Eso nosotros no lo vemos, pero de fuera se ve mejor.
La Iglesia contempla que el pecador se acerque, pero no que el justo se aleje, como si eso no pudiera ocurrir, y puede, porque el justo no lo es por carecer de pecados ni tentaciones, sino por un gran esfuerzo, y se puede cansar.
No conozco la historia de nadie que empezó tratando de cumplir los mandamientos y se alejó porque le llamaban fariseo, integrista y meapilas, pero esas historias tiene que haberlas.
Digo que eso se ve mejor de fuera porque en el libro "Los límites del perdón" de Simon Wiesenthal reflexionan sobre ese tema católicos, protestantes, judíos, musulmanes y ateos y uno de ellos, un locutor judío norteamericano, especialista en temas de religión, que conocía muy bien los grupos de acción social de los católicos, que según él superaban a los de cualquier otra religión, se mostraba un tanto extrañado por esta cuestión.
Contó la anécdota de una muchacha católica violada y golpeada por tres jóvenes en un parque y cómo el obispo de Nueva York fue a la cárcel a verlos para que se arrepintieran y se confesaran (serían también católicos porque, como la muchacha, eran latinos). En cambio no le constaba que el obispo hubiera hecho nunca acto de presencia en los muchísimos grupos de laicos dedicados a cuidar al prójimo con gran esfuerzo y dedicación.
Y hoy en día sucede lo mismo con los grupos pro-vida, los que atienden a madres solteras, a ancianos, etc...que rara vez tienen contacto con ningún obispo, ni éste (Munilla lo hizo) se suma a sus rezos ante los abortorios ni nada parecido.
Decimos que todos somos pecadores, y lo somos, pero como intentemos mejorar nuestra conducta no veremos al obispo.
Es natural que al judío le llamara esto la atención porque ellos contemplan el perdón al modo del AT y conseguirlo es mucho más costoso porque antes de perdonar hay que demostrar que has cambiado de conducta. La Parábola ésta nos indica la radical diferencia entre Jesús y el Judaísmo, no obstante Jesús se fijaba en los justos, porque se fijó en Bartolomé cuando rezaba bajo la higuera y los Evangelios llaman así a algunos de los personajes que aparecen en ellos.
Tomando la Nácar-Colunga me dediqué a apuntar cuántas veces salían los justos en los Evangelios (o la palabra Justicia) y vi que solo en el de San Juan esta palabra estaba ausente. Creo recordar que recibieron ese adjetivo San José, Simeón, San Juan Bautista y José de Arimatea y en los Hechos el Centurión Cornelio. cuando los judíos emplean la palabra justo se refieren a aquellos que siempre caminaron por el sendero de Dios, como Job, porque haberlos haylos.
Lo que la Iglesia Católica hace es santificar a algunos después de muertos, mucho más que animarlos en vida a continuar por el buen camino.
06/09/22 7:08 PM
  
Juan Mariner
Creo, con todo respeto, que el ejemplo está muy mal traído. La parábola del hijo pródigo sólo trata de describir a Dios como a un "Padre"; no como a un Juez, un vengador, un justiciero, un castigador, una divinidad distante...
La Iglesia es nuestra Santa Madre.

Aquí, el hermano menor viene a convencernos de que estamos equivocados, de que hay dilapidar todo el patrimonio, de vivir en la juerga continua, de que la vida son cuatro días y ya llevamos dos, de que somos unos gilipuertas por no rendirnos al mundo, de que tomemos ejemplo de él y sigamos sus consignas.
06/09/22 7:45 PM
  
claudio
Estimado Padre, no mantengamos la división entre los hermanos pero únicamente en el sentido que el Padre indica, no de cualquier forma o por cualquier circunstancia sino en el de la salvación del hermano perdido sin perder la nuestra.
Es el hermano perdido el que regresa y lo debe hacer voluntariamente reconociendo que se había ido sin razón y que lo que tiene que hacer es volver, pero para eso hay un tiempo antes que se cierre la puerta.
Si tuviéramos consciencia de lo que significa que se cerró la puerta y que al golpear no nos abrirán y nos dirán que no nos conocen otra sería la historia.
Levantaos, vamos de aquí. Jn 14.31.
06/09/22 7:55 PM
  
Marta de Jesús
Antonio y Antonio M, los dos últimos mensajes que he leído muy interesantes también. De hecho, lo que dice Antonio M es lo que le da rabia al padre Jorge...y con razón. Ej, las personas heterosexuales desviadas del ser creado (para entender que Dios no hace a nadie así), que piden bendiciones hacia sus pecados, no son el hijo menor ni de lejos. De hecho la fe brilla por su ausencia en esas personas. Solo buscan doblegar la doctrina católica y destruir la Iglesia, consciente o inconscientemente. Pregunten a alguno y verán. Ni nosotros somos el mayor al rechazar semejantes cuestiones contrarias a Dios. Encantados de que vuelvan, cuando acepten las cosas como son, si fueran sinceros de corazón. Les haremos una superfiesta. Y en el Cielo les harán una macrofiesta.

Como último apunte, cuando ustedes hablan de justicia en sentido negativo, yo lo veo en sentido positivo. Líbranos del Malo. Sabemos que Dios nos librará de Él y de todos los que estén en su línea. No lo veo como un castigo propiamente dicho (los castigos de Dios son correctores, purificadores, para que volvamos a Él, pero en la condenación ya no hay vuelta atrás). Lo veo como algo justo para todos, acorde a la libertad con la que nos creó. Tras todos los intentos posibles de conversión, tras desbordarnos con su Misericordia, los que se niegan a servir quedan fuera del Reino. Si no el Cielo no sería Cielo, sería un Infierno. El Apocalipsis es muy claro al respecto. Queda claro que Dios no rechaza a nadie, pero que algunos no dan la espalda a la Bestia.
06/09/22 7:58 PM
  
Pepe
Muchas gracias padre Jorge por su defensa. Que Dios le bendiga.
06/09/22 8:53 PM
  
Pordiozer0
A mi me gusta pensar que en esa parabola se encuentran las tres virtudes teologales. El Hijo Prodigo encarna la Esperanza (mi padre tiene un alma tan grande que me recibira de vuelta). El hermano mayor la Justicia (Padre, el no se merece nada) y el Padre se manifiesta en la Caridad (Que no ve el merito, sino la dignidad de su hijo que regresa arrepentido).
Se que se pueden colocar muchas ejemplos donde se puede aplicar la semejanza. El hombre , los ángeles y Dios. Los judíos (la Ley), los cristianos (la Redención) y Dios. Los Cristianos (sacramentos) Los judios de los ultimos tiempos (la promesa) y la Santisima Trinidad. Yo no soy experto y no quisiera decir algo que contradiga la Tradición o la Revelación.
La justificación del hijo mayor, creo que esta principalmente en lo que le dice el Padre. Y no es que le reconozca algún merito al hijo prodigo. Solo apela al cariño. El que estaba muerto, ahora sabemos que vive. El que se nos habia perdido, ahora le hemos encontrado. ¿De verdad no hay cabida en tu corazon para esa alegría? Todo esto es tuyo (no te lo voy a quitar para darselo a él). No es ya mi banquete, es nuestro banquete en honor al retorno de tu hermano. Y por eso creo que la parabola remata con: hay mas alegría en el Cielo...
06/09/22 8:55 PM
  
Marta de Jesús
Muy interesante, África, la acabo de leer.
Quizá en unas épocas la Iglesia peca de poca atención a los #justos# y en otra de escasa delicadeza con los #alejados#. Aunque creo que todo está intercomunicado. Si no atienden a los justos imposible que puedan estar haciendo favor alguno a los alejados, pej, con bendición de conductas pecaminosas. Si no abren los brazos a la conversión de los alejados (no a sus pecados), no estarían favoreciendo tampoco a los justos, que podrían farisearse, ensoberdecerse... La Caridad ante ambos, fundamental.

También muy interesante algo que acabo de leer, de que todos tenemos algo de hermano mayor y menor. Viví ambos lados. El de hermano mayor no al volver nadie alejado, sino simplemente cuando me posicionaba con él al leer esta parábola. Con el menor por mi propia vida posterior.

Humildad.

Un Ave María por cada mensaje, padre Jorge. Me despido por hoy. Gracias a todos por sus aportaciones.
06/09/22 9:30 PM
  
Josep
el hermano mayor de la parábola no estaba a gusto trabajando para su padre.......
06/09/22 10:26 PM
  
Pampeano
Doña África escribe por allí arriba: "La Iglesia contempla que el pecador se acerque, pero no que el justo se aleje, como si eso no pudiera ocurrir, y puede, porque el justo no lo es por carecer de pecados ni tentaciones, sino por un gran esfuerzo, y se puede cansar". Y de hecho se cansan. He conocido el caso de un consagrado, años en Roma, un "hermano mayor" -siguiendo la analogía de don Jorge- cualificado, que ha dejado el sacerdocio "cansado" de lo vivido por allá, sin entrar en detalles. Son tiempos más que recios en los que quizás los sacerdotes tienen que pedir el don del martirio para perseverar porque los laicos podemos ir zafando buscando misas medianamente dignas para ir tirando. Hay que rezar mucho por estos "hermanos mayores". Imagínese que ya supo decir don Jorge que estaba también "cansado".
07/09/22 12:37 AM
  
Sancho
"El joven le dijo: "Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo" (Lc 15, 21). Ahora, en cambio, manadas de caraduras "vuelven" diciendo todo lo contrario, aprovechando que muchos "padres" han perdido su capacidad de discernimiento, si es que alguna vez la tuvieron. En estas circunstancias, el "hermano mayor" no sólo tiene toda la razón en quejarse, sino también el deber, con el fin de salvaguardar la hacienda, en este caso la Iglesia, de intentar hacer entrar en razón al padre incapacitado o, si no es posible, de hacer que sea declarado como tal. ¡Cuantas veces la pusilanimidad y el silencio de los "buenos" ha permitido el triunfo del mal!
07/09/22 12:42 AM
  
Carlos Fernández Alvarado
Don Jorge: No puedo todavía creerme que Ud, haya escito este artículo. Lo tengo en mayor estima co sacerdote, como teólogo y co hombre espiritual que lo que se percibe literalmente aquí. Me imagino que lo que quiere es provocar diferentes reacciones, pero ni el Padre de la parábola es el padre que Usted deja suponer en su comentario, ni el hijo menor que Usted describe tiene nada que ver con los hijos menores con los que los compara, ni el hijo mayor al que alude Nuestro Señor es ninguno de los que Usted llama hermanos mayores, porque si estos que tanto hacen el bue, y los hay a manta, se resienten de la conversió del hermano menor e increpan al Padre por la gratuidad de su misericordia, entonces sí que están cabalmente retratados por Cristo en el hermano mayor de la parábola y se merecen la descalificación más absoluta por parte del Señor. Es una pena que la joya más preciosa del evangelio la deformemos de esa manera. Pienso que Usted lo quiere provocar en los comentarios es que caigamos en cuenta de la verdadera grandeza de esta palabra evangelica insuperable. Abundar en la línea de su composición personal tal como se ve a primera vista es blasfemo y no lo cocibo de su parte: no se corresponde con aquello a lo que Usted nos tiene acostumbrados. No espero ni deseo estar equivocado en lo que me provoca este arículo de hoy.
07/09/22 5:27 AM
  
Susana Labeque desde Argentina
«El Espíritu Santo abandonará quizá este cuerpo social histórico, llamado Cristiandad, arrebatando consigo a la soledad más total a los suyos, dándoles dos alas de águila para volar al desierto. Y entonces la estructura temporal de la Iglesia existente será presa del Anticristo, fornicará con los reyes de la tierra -al menos una parte ostensible de ella, como pasó ya en su historia-, y la abominación de la desolación entrará en el lugar santo. “Cuando veáis la desolación abominable entrar adonde no debe, entonces ya es.”» P. Leonardo Castellani SJ Argentina. 1899 - 1981
07/09/22 5:33 AM
  
Fernando Cavanillas
@ Carlos Fernández Alvarado
...creo que no has entendido el sentido del artículo.

El padre Jorge habla de cierta falsa misericordia que abusa de esta parábola evangélica como falsa cohartada, manipulándola para justificar otras cosas. YO HE SIDO TESTIGO DE ELLO en un retiro espiritual, y escuché una conferencia sobre la "misericordia" usando ésta parábola como tema central. Cuando un poco extrañado por la línea de la explicación comenté que el Padre de la parábola esperaba específicamente al arrepentimiento del hijo pródigo, y que ese arrepentimiento era necesario, entonces el conferenciante cambió de tema.

Lo que se denuncia no es la maravillosa parábola del hijo pródigo, que el padre Jorge entiende perfectamente, sino la manipulación de la misma por aquéllos que predican una falsa misericordia que no exige arrepentimiento ni cambio de vida al pecador (como los que bendicen parejas homosexuales ó divorciados vueltos a casar por lo civil, etc, etc, etc), ignorando que el hijo pródigo vuelve renegando de su mala vida. Sin ese arrepentimiento sincero no puede haber perdón verdadero... San Pedro lloró su traición, Judas no.

Es evidente para todos los que solemos entrar en el blog del padre Jorge que esa es su intención, puedes estar seguro de ello, y también entender que la falsa misericordia es muy tóxica y dañina, y una gran irresponsabilidad usar torticeramente el concepto de Misericordia (incluso usando mal las escrituras), porque se puede hacer daño a la verdadera Misericordia, lo cual sería muy grave.
07/09/22 10:56 AM
  
África Marteache
Cuando San Juan Pablo II instituyó la Fiesta del Cristo de la Misericordia, el segundo domingo de Pascua, todos los entendimos y a todos nos pareció bien. En el Credo de los Apóstoles hay un artículo que está conectado con la Justicia: " y vendrá a juzgar a vivos y muertos" que algunos quisieran quitar, gracias a Dios que no pueden.
En la primavera está la fiesta de la Misericordia y en otoño la de Cristo, Rey del Universo, que ya no es tan popular sin Novísimos y sin Temor de Dios.
Ambas, la que instituyó el Papa Pío XI y la que instituyó el Papa San Juan Pablo II corresponden a Jesucristo en dos formas diferentes y ambas son dignas de ser celebradas en el gozo y en el santo temor de Dios. El Temor de Dios ha desaparecido y hasta se da como inapropiado, pero eso es una temeridad en la que no pienso caer, por si las moscas, porque Dios, entre otras cosas, es Inescrutable y hay que tener en cuenta que Él Es Quién es Es y no lo que mi pobre mente humana se está figurando para mi conveniencia.
En realidad para algunos la Virtud de la Esperanza no es necesaria porque la Misericordia nos va a salvar a todos y por lo tanto no esperamos sino que estamos seguros. Mala cosa.
07/09/22 11:37 AM
  
Juan Mariner
Sabias palabras, Sancho, así es. El "hermano menor" viene a vacilarnos, no es el de la parábola ni mucho menos y ni de lejos, ha pactado con el Diablo.
07/09/22 11:46 AM
  
África Marteache
Yo creo que esta parábola está dirigida a los atribulados por sus muchos pecados, para que no piensen que son tantos que Dios no les va a perdonar, porque pensar eso es el Pecado contra el Espíritu Santo, pecado de desesperación, que es el único que no se perdona por dudar de la Omnipotencia de Dios y de su Misericordia. Así que aquel que piense que porque es un drogadicto, un rijoso, un abortista, un asesino o algunos de los pecados más gordos, no tiene perdón de Dios obtiene la respuesta en esta parábola.
Pero los listillos que quieran manipularla a su conveniencia pueden encontrarse con el Dios de la Justicia que confesamos en el Credo.
07/09/22 11:50 AM
  
Maria M.
D. Jorge, me ha encantado como describe al hermano mayor, le he captado y tiene usted toda la razón. Gracias a Dios aún existen sacerdotes que como usted ven las cosas como son. Dios les bendiga!! Lo digo pero estoy segura que ya lo hace bendiciéndoles cada día con su Sano juicio.....
07/09/22 12:29 PM
  
Carsten
Lo malo del hermano mayor no es haberse quedado en casa; lo malo es enojarse por la vuelta del hermano menor.
En ese sentido Nuestro Señor lo critica, y en el otro sentido hay que reivindicarlo.
Santa Teresita dice que ella nunca cometió ningún pecado venial deliberado en su vida por la Misericordia preveniente de Dios, que -análogamente- la redimió por preservación como a la Virgen Inmaculada.
07/09/22 2:58 PM
  
Néstor
Esperemos, con la gracia de Dios, que no seamos de los hermanos mayores, que eran los fariseos de aquella época en la intención de la parábola.

Aquí la parábola del Hijo Pródigo no se aplica, porque el hermano menor no tiene el menor interés de volver a la casa paterna, como no sea que el padre acepte financiar su estilo de vida autónomo y libre de prejuicios.

De este hijo menor actual no se ha escuchado todavía "Padre, pequé contra el cielo y contra tí, ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo". Más bien lo que se oye es "Padre, ¿cuándo finalmente me vas a pedir perdón por todas esas normas restrictivas que han dificultado la libre expresión de mi bella personalidad?" o algo así.

Saludos cordiales.
07/09/22 2:58 PM
  
África Marteache
Pampeano: Es que es natural que "los hermanos mayores" se cansen visto que el de la parábola trabajaba y, de hecho, suelen hacerlo. Los menores, en cambio, no tienen ese problema.
El problema del cansado es que se le cruce la idea de que se está laborando para nada y, entonces, podemos verle caer. Hay que rezar mucho para que los buenos sacerdotes no se cansen, para que los cristianos de los países africanos no calculen el coste que tiene para ellos su fe y para que los chinos resistan. Gracias por haberme dado pie para defender a los justos porque no son de piedra berroqueña, son seres humanos enfrentados a tareas de gigantes.
07/09/22 3:26 PM
  
Valeria
Muchas gracias por tantos buenos comentarios.
Pienso que todos tenemos algo de hermano mayor y hermano menor, a lo largo de nuestra vida, aunque no sea en términos equivalentes, sino según circuntancias.
Hay un versículo en el profeta Isaías que a mí me dice mucho: "Yo pensaba: en el aire y la nada he gastado mis fuerzas. Pero al pensar así me equivocaba, porque la cuenta de mi salario la lleva mi Dios".
Aunque no es cuestión de trabajar solamente por el salario, sino viendo con toda claridad para quién y para qué trabajamos: para el Reino del Hijo de Dios, que se hizo hombre y aceptó la cruz, una muerte infamante, para salvarnos. Si no perdemos esto de vista, ha ganado el AMOR, y no únicamente la espera del salario según nuestro criterio.
07/09/22 6:58 PM
  
Valeria
África,
estoy de acuerdo totalmente con su comentario de las 3,26, pero me parece que la parábola se sitúa mejor en el ambiente y lucha del día a día, no en el posible terreno del martirio. Los que ahí resisten hasta derramar sangre no es que sean ya hermanos mayores, sino héroes y grandes santos, en mi opinión. Se salen del marco. Y eso no se improvisa, requiere la gracia de Dios, su poder en la debilidad y haber sido siempre fieles de verdad, aunque no fuesen muy conscientes de ello. Creo que los mártires jamás echarían nada en cara al Padre, ni se quejarían de no haber sido previamente tratados con preferencia.
07/09/22 7:06 PM
  
Oscar Ignacio
Y aquí, por supuesto, profesores y trabajadores de los jesuitas promoviendo el ateísmo materialista
https://www.facebook.com/events/1521304111673673/?ref=newsfeed
07/09/22 7:24 PM
  
Chiara
Piensa usted distinto que Jesucristo. En los comentarios de sus "seguidores" se intuyen no pocas actitudes de "hermano mayor" que se siente mejor que su hermano y no comparte la alegría del Padre por su vuelta. Es la actitud que no quería Jesús.
07/09/22 9:54 PM
  
Luis Fernando
El hermano menor llegó de vuelta arrepentido. Absolutamente nada que ver con la farsa que vivimos hoy.
07/09/22 10:01 PM
  
Met88
Querido D. Jorge, no sé si en este caso el hijo mayor de la parábola se ajusta a lo que describe. Es cierto que los ejemplos o las metáforas no son siempre exactas, pero creo que aquí el ejemplo no se ajusta.

El hermano mayor a pesar de haber permanecido con el Padre, no conocía su amor y esto le llevaba a juzgar a su hermano. Al final, ambos estaban lejos del amor, pero el mayor no se había ni dado cuenta!
07/09/22 10:28 PM
  
Carmen L
Creo que hay un error de concepto en quienes van a los caminos, a buscar al hermano menor, es justo al revés, el padre, espera en casa, lo espera con ansias y al verlo volver lo alcanza, esos a los que se busca, no están volviendo, se están aprovechando. Lo que se necesita es un cambio de mentalidad para ser readmitidos.
07/09/22 10:29 PM
  
África Marteache
Valeria: Tienes toda la razón, pero a esas personas muchos los meten a trompicones en el marco porque la fortaleza se confunde con mucha facilidad con el inmovilismo o la dureza y, como es imposible colocarlos en el puesto del hermano menor los colocan en el del mayor.
07/09/22 11:04 PM
  
Haddock.
Digo yo que esas palabras del padre al hijo mayor, mejor sería que las hubiera dicho cuando el menor se largó, y no a su vuelta.

07/09/22 11:17 PM
  
África Marteache
Esta parábola se ha aprovechado mucho por parte de algunos teólogos para hacer un elogio de los pecadores, sin darse cuenta que ambos hijos podían serlo por distintos motivos. El pequeño necesitaba arrepentirse y el mayor entender que la Misericordia es mayor que la Justicia, pero las simpatías de todo el mundo están con uno y desprecian al otro. La forma de acabar la parábola no indica si el mayor entendió o no entendió porque cuando el Padre le habla él no contesta. Todos damos por supuesto que el mayor no estaba a la altura, y, además, que no amaba a su padre, y lo único que hizo es formular una queja que, en justicia, tenía sentido. En la parábola no hay nada que indique que el hermano mayor no amara a su padre.
Había fariseos que cumplían el mandamiento "honrar padre y madre" llevando víctimas para sacrificar en el Templo en honor de sus padres, pero no se preocupaban de ellos; y los había que cumplían el mandamiento atendiéndolos personalmente. A los segundos no se les puede acusar de lo amarles.


07/09/22 11:27 PM
  
Lucía Victoria
El asunto es creernos acreedores de algo, cuando todo lo recibido es pura liberalidad de Dios. Hasta esa fidelidad y perseverancia que pensamos que es tan íntimamente nuestra proviene, casi en su totalidad, de Su gracia. No la merecíamos y no la merecemos. Y sin embargo, Él nos hace dignos de servirle en su presencia. Casi nada.

A mi tambien me ha resultado desde siempre duro el juicio que en los sermones se hace habitualmente del hermano mayor, porque me parece que el suyo es un sentimiento muy, muy humano. Lo que no quiere decir que, por ser humano, sea un sentimiento bueno. Es, como otros tantos, muestra visible de que estamos heridos por el pecado original. Y la lucha, lo sabemos, se libra en nuestro interior (y el mundo de los sentimientos resulta ser el ring perfecto).

Entre dos hermanos cuesta digerir los agravios comparativos y tener la altura de espíritu necesaria para morir a uno mismo. Aunque al menos no parece imposible, porque, al fin y al cabo... los hermanos se quieren (supuesto tipo). Pero para mi es todavía más dura de digerir, en términos de "justicia" humana, la parábola de los trabajadores que el Señor "contrata" a diferentes horas del día....y con todos acuerda una misma retribución. Sí, paga lo mismo al que trabaja de sol a sol como al que trabaja apenas una horita. Meloexpliquen.

Será, quizás, que se nos olvida que la medida del Amor de Dios es el amor sin medida, como decía san Agustin. A todo reventar. Se escapa de nuestros parámetros y de nuestra lógica de tal modo, que sólo cabe asumir que los hermanos mayores, como contesta el apenado padre de la parábola, no tienen nada de qué quejarse porque ya todo lo del Padre es suyo. Y ante el Padre, como dice San Pablo, sólo nos resta ponernos de rodillas, a la espera de que en algún momento podamos llegar a ccmprender la anchura, la altura, la profundidad y la longitud de su amor (Efesios 18, 14-18)
08/09/22 12:34 AM
  
Lluis
Vamos!!!! Que acba usted de inventar otra religion. Válgame el Señor!
Antes se estudiaba exégesis y esas cosas!!! Lo digo.... bueno... mejor no digo nada. Que pena!
08/09/22 2:07 AM
  
Jorge Cantu
Creo que algunos hermanos que comentan aquí no han entendido el sentido de lo escrito por el Padre.

Él se refiere no a nuestro Padre Dios en la parábola del hijo pródigo, sino a la actitud de la actual autoridad en la Iglesia hacia los fieles católicos que guardan la fidelidad, a los constantes, a quienes en este pontificado se les ha menospreciado y hasta castigado con medidas represivas, mientras que a los infieles que favorecen el aborto, el ateísmo, la burla a la Ley de Dios, el homosexualismo, etc. y que desprecian o de plano repudian la fe católica se les 'acompaña', se les privilegia y se les llena de halagos.
08/09/22 4:41 AM
  
Feri del Carpio Marek
Perdóneme padre, pero los que pretenden seguir en su pecado no son como el hijo arrepentido. Y si existen hermanos mayores que no se alegran con el Padre por un hermano que vuelve sinceramente arrepentido, pues no hay nada para reinvindicar en esos hermanos mayores.

Tal vez por su necesidad de desahogo, usted forzó la aplicación de esa parábola de manera muy inadecuada.
08/09/22 8:30 AM
  
sofía
Yo estoy totalmente de acuerdo con Néstor.
Aquí la parábola no se aplica.
No hay ningún pródigo que vuelva arrepentido.
Y en la parábola el hermano mayor no es cualquiera que se queda en casa, sino el fariseo que cree que le deben algo en vez de estar agradecido por el amor del padre y la posibilidad de estar junto a él.
También lo explica Lucía Victoria y lo plantea met88.

Y si el comportamiento de ciertas autoridades es el que describen el Padre Jorge y Jorge Cantú, por ejemplo, tampoco tiene nada que ver con el del Padre.
Así que creo que habría que incidir en esto.
En vez de esperar a que vuelva el hijo arrepentido para recibirle con alegría, se le estaría invitando a no volver, mandándole bizzums para que lo siga dilapidando en vicios por ahí. Y al hermano mayor no se le hace darse cuenta de lo afortunado q es en la casa paterna compartiendo el amor del Padre, sino que se le trata realmente como a un extraño y se le pone como ejemplo al hermano que se ha ido y no piensa regresar, invitándole también a marcharse para no volver. Esa autoridad sería más bien como un mayordomo traidor al Padre que aleja a sus hijos con su actitud.

Ave María
08/09/22 10:01 AM
  
Fernando Cavanillas
@Jorge Cantu
...sí, has dado en el clavo. La mención a la parábola es tan sólo una ironía para expresar la idea que comentas, estoy de acuerdo contigo (es obvio que el padre Jorge conoce perfectamente el sentido bonito de la parábola y que no hace ninguna falta "catequizarle" sobre ella).

En todo caso la parábola del hijo pródigo realmente da para muchas horas de meditación, debate, opiniones, etc... porque realmente nos hace pensar.

Por mi parte siempre pensaba en el "pobre" hermano mayor, y en que su queja era totalmente legítima... pero finalmente comprendí que la fiesta era sólo para el primer día (en que se le volvía a recibir como hijo), y que luego el hijo pródigo debería trabajar en la viña de su Padre como el que más, y probablemente con su hermano mayor como encargado principal (y siempre arrepentido de haberse gastado su herencia en mala vida, pero lleno de amor del Padre y en igualdad filial con su hermano). Tranquilos, que amar no es ser tonto.

En todo caso, y siguiendo con la reflexión, ¿cuántas injusticias no se dan aparentemente entre hermanos?, y por parte de los padres, que APARENTEMENTE premian al que no lo merece y no festejan al que parece trabajar más y merecerlo. Es algo casi de cada día. Pero la respuesta en efecto está en el amor (y el de los padres es arrollador), que no mira por quién merecería más (en teoría) sino por quien NECESITA más, amando a todos por igual. Definitivamente el amor de los padres es maravilloso, que maravilla también poder llamar a Dios "Padre" (gracias a ser hijos de adopción por nuestro Señor Jesucristo).

En todo caso de la parábola del hijo pródigo yo saco dos cosas: La primera es constatar cómo nos ama Dios, que incluso se hizo hombre para salvarnos y que pudiésemos estar en el Cielo junto a Él, siendo nosotros sólo viles criaturas. La segunda es que para recibir el perdón y poder estar junto a Dios necesitamos arrepentirnos y cambiar de vida, y que la falsa misericordia es muy tóxica y diabólica. Y es falsa cuando no exige arrepentimiento y cambio de vida, "legitimando" falsamente el pecado y el error.
08/09/22 11:19 AM
  
Fernando Cavanillas
@Jorge Cantu

..y la ironía sería tal que así: "pareciera que ciertas jerarquías desprecian diariamente al hermano mayor que guarda fidelidad, mientras que van indignamente detrás del hijo pródigo que todavía no se ha arrepentido y sigue emborrachándose y con malas mujeres y a esos malos hijos no arrepentidos que repudian la fe católica se les 'acompaña' sin intentar convertirles, se les privilegia y se les llena de halagos, EN LUGAR DE ADMONIZARLES POR SU BIEN ESPERANDO A QUE SE ARREPIENTAN Y CAMBIEN DE VIDA Y SALIR A SU ENCUENTRO A ABRAZARLES EN CUANTO TENGAN LA INTENCIÓN DE VOLVER A LA CASA DEL PADRE.

...algo parecido.
08/09/22 11:35 AM
  
John
la parábola del hijo prodigo, que mas bien debería llamarse la parábola del padre misericordioso demuestra que DIOS a pesar de nuestros pecados siempre esta dispuesto a recibirnos con los brazos abiertos, siempre y cuando estemos arrepentidos. en cuanto al hermano, su problema estaba en su vanagloria, cuando le echaba en cara a su padre que era obediente, y en su falta de caridad, al no mostrarse alegre por el regreso de su hermano.

postdata; seria fastidioso😣, pero a la vez chistoso😆, tener a la cascarrabias sofiita como hermana mayor.
08/09/22 5:08 PM
  
Oscar
Hola chicos, quiero compartir un testimonio, mi nombre es Lashly Oscar. Un vecino me dio el contacto de un hombre cuando realmente necesitaba ayuda marital. Estaba teniendo un problema serio en mi matrimonio porque mi esposa estaba muy metida en las drogas y tenía un hombre que le proporcionaba estas drogas. nos dejó a mí y a nuestro hijo para vivir con el hombre en otra ciudad, pero con la ayuda del Dr. Okosu pude recuperar a mi esposa. El Dr. Okosu me dijo que dicho hombre en realidad estaba manipulando a mi esposa con algún tipo de poderes espirituales. Pero ahora todo está bien, nuestro hogar es más tranquilo y dulce que nunca. Mi esposa ahora es una buena esposa para mí y una buena madre para nuestro hijo. Y también dejó las drogas y cortó todo contacto con el malvado. Todo gracias al Dr. Okosu. Que Dios te siga usando para ayudar a la gente de este mundo. Este testimonio es una de mis promesas para él. También puedes contactarlo. Es muy poderoso y estoy seguro de que te ayudaría a resolver cualquier tipo de problema. su correo electrónico [email protected]
08/09/22 10:38 PM
  
Jorge Cantu
Fernando Cavanillas:

Gracias, hermano, por tener la paciencia de detenerte a leer mi mensaje y por tu clara respuesta. Veo que otros simplemente pasaron de largo y siguen dándose de topes contra la pared, tratando de hallarle 3 pies al gato.
09/09/22 1:04 AM
  
sofía
Totalmente de acuerdo con John.
09/09/22 10:52 AM

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