Líbranos del Maligno (I). Reflexiones sobre el diablo y los exorcismos a los diez años de la publicación del nuevo Ritual

Hace unos diez años, con ocasión de la publicación del nuevo ritual de exorcismos, escribí un artículo que ahora ofrezco con algunos retoques. Me parece que sigue siendo muy actual y puede aportar luz en un tema que muchos no tienen claro.

La lucha contra el Maligno
El nuevo ritual de exorcismo de la Iglesia Católica.

Líbranos del Maligno. El testimonio de Jesús y de San Pablo.

Jesús, según testifican los Evangelios, realizó la liberación de muchos poseídos por el demonio en momentos decisivos de su ministerio. Los exorcismos que realizaba iluminan el misterio de su persona y misión (cf. p. e. Mt 8, 28-34; 12, 22-45). Sin poner nunca a Satanás en el centro de su mensaje, Jesús habla en momentos decisivos y con declaraciones importantes. El Señor comienza su ministerio siendo tentado por el Maligno en el desierto (cf. Mc 1, 12-13). El Señor advierte constantemente a los suyos sobre la presencia y acción del Maligno, p. e., en el sermón de la montaña y en el paternóster (Cf. Mt 5, 37; 6,13). En sus parábolas Jesús atribuye a Satanás los obstáculos que encontraba en su predicación (cf. Mt 13, 19), como la mala semilla sembrada en el campo (Cf. Mt 13, 39). A Simón Pedro le anuncia que las “puertas del infierno” querrán prevalecer por encima de su Iglesia (cf. Mt 16, 19) y que Satanás miraría de cribarlo como el trigo (cf. Llc 22, 31). En el momento de dejar el cenáculo Cristo declara inminente la venida del “príncipe de este mundo” (Jn 14, 30) aunque Él sabe que este personaje ya ha sido juzgado y condenado (Jn 16, 11). Estos hechos, recuerda el documento de la CDF Fe cristiana y demonología, no son casuales ni pueden ser tratados como datos fabulosos que deben ser desmitificados.

Pablo ha recogido los elementos más importantes de la enseñanza sobre el Maligno y le combate espiritual. El Apóstol habla del drama redentor como de una lucha suprema de Cristo contra las potencias del Mal.
San Pablo no duda en afirmar que Dios ha anulado la condena que pesaba sobre los hombres y que Dios ha desposeído de poder a Principados y Potestades, haciendo un público espectáculo de los vencidos en el séquito triunfal de Jesucristo (Cf. Col 2,15).
San Pablo describe el efecto de lo obra redentora haciendo ver que aquellos que estaban muertos como consecuencia de las culpas y pecados y que vivían según “el Príncipe de las potencias de los aires, aquel Espíritu que opera en los hombres rebeldes” (Cf. Ef 2,2), han sido salvados por gracia y viven ahora de la vida de Cristo. Además, el Apóstol habla “de aquellos que se pierden, a los cuales el Dios de este mundo ha cegado la mente incrédula para que no vean la luz del glorioso evangelio de Jesucristo” (Cf. 2 Cor 4, 4).
Aquellos que han sido liberados del dominio de Satanás corren el riesgo de recaer, cediendo a las sugestiones del Maligno (1 Cor 7, 5). Por eso el Apóstol advierte de no ceder espacio al Diablo (Cf. Ef 4,27). La vida cristiana comporta una lucha constando contra el Demonio y hay que temer que se retorne a la seducción de la Serpiente antigua (Cf. 2 Cor 11, 3).
Esta lucha se hará intensa en las postrimerías de la historia cuando el Impío, que sostenido por Satanás obrará muchos prodigios, será derrotado en la segunda venida del Señor (Cf. 2 Tes 2, 7-10).
Pablo constata en su propia experiencia apostólica esta temible lucha que no combate únicamente personas humanas. EL Apóstol encontró tremendos obstáculos a la evangelización (también los encuentra la Iglesia hoy) y entendió de dónde provenían. Nos dejó un testimonio de su experiencia para que aprendamos también nosotros: “Revestíos con la armadura que Dios os da para poder hacer frente a los ataques astutos del diablo. Pues no nos toca de luchar contra realidades humanas, sino contra las potencias y las autoridades, contra los que dominan este mundo de tinieblas, contra los espíritus malignos que están a las regiones aéreas…” (Cf. Ef 6, 11-12).
¿Tendremos los cristianos de hoy la buen cordura de acoger estas palabras que el Espíritu Santo nos dirige por boca del Apóstol?

LA Iglesia recuerda: El Maligno existe y actúa.

El 22 de noviembre de 1998, el Prefecto de la Congregación para el Culto divino y de la disciplina de los sacramentos, firmaba el decreto de promulgación del nuevo ritual de exorcismos de la Iglesia Católica. El ritual fue públicamente presentado a primeros año. Los medio de comunicación, también los de nuestro país, se hicieran eco de esta noticia. En la mayoría de los casos los periodistas apuntaban una cierta ironía al tema con observaciones que reflejaban una idea de fondo: ¿Cómo es posible, aún hoy, hablar de manera seria del demonio?
La naturaleza y acción de los ángeles caídos no es un tema fácil y se presta fácilmente a desviaciones doctrinales o a supersticiones groseras. No es fácil hablar con acierto del demonio pero eso no significa que no exista ni que la Iglesia de nuestros tiempos pueda abandonar la lucha contra el Maligno.
La Iglesia ha reprobado siempre toda forma de superstición y la preocupación excesiva o enfermiza por Satanás y los demonios. Nunca ha sido este le tema central de la predicación. Pero eso no quiere decir que la consideración del demonio no tenga qué ver con el mensaje de la Buena Nueva del Señor resucitado y de la salvación que nos ha obtenido en su Misterio Pascual, cuando ha sido vencedor del Maligno, del pecado y de la muerte. Ya San Juan Crisóstomo advertía a los cristianos de Antioquía: “No es ningún placer para mí hablaros del diablo, pero la doctrina que este tema me sugiere será muy útil para vosotros”. Como advierte el documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), Fe cristiana y demonología, sería un error funesto comportarse como si el Maligno no existiese y considerar que la redención ya ha producido todos sus efectos sin que sea necesario sostener la lucha de la cual nos habla el Nuevo Testamento y los maestros de la vida espiritual.

La demonología constituye un apartado de la teología que ha sido últimamente olvidado. Muchos estudiantes, seminaristas y futuros presbíteros, raramente han oído hablar del demonio en las aulas de las facultades teológicas y no es difícil encontrar aún sacerdotes y catequistas que cuando oyen hablar del tema esbozan una sonrisa tan llena de ingenuidad como de ignorancia.

En nuestro ambiente secularizado, lo más cómodo –pero no ciertamente lo más cristiano- es no hablar del demonio y esconder la cabeza bajo el ala. Y mientras tanto, como muchos observadores ponen en evidencia, el satanismo aumenta de manera alarmante en este mundo secularizado. Un dicho irónico pero acertado, afirma que la más gran victoria del demonio en nuestros días es haber logrado hacernos creer que no existe. Eso comporta no tenerlo presente y no preocuparse para luchar contra él, quedando de esta manera muy desarmados ante un temible enemigo del cual no somos conscientes. Esta actitud evasiva no concuerda con el testimonio bíblico y eclesiástico del que se aparta quien niega la existencia del diablo.

Ya hace casi dos mil años, el Príncipe de los Apóstoles y primer Papa, San Pedro, advertía con palabras claras a los cristianos de su tiempo de guardarse de las insidias del diablo. El texto es meditado cada semana en la lectura breve de las completas del martes:

“Sobrii estote et vigilate, quia adversarius vester diabolus tamquam leo rugiens circuit quaerens quem devoret; cui resistite fortes in fide” [Sed sobrios; velad. Vuestro adversario, el diablo, como un león que ruge, ronda buscando quien engullir; resistidle, firmes en la fe, sabiendo que los mismos sufrimientos los deben soportar todos vuestros hermanos que hay al mundo] (1 Pe 5, 8-9).

Dos milenios después, un sucesor de Pedro y Vicario de Jesucristo, el papa Pablo VI, volvía a advertir dramáticamente sobre esta terrible realidad:

“Delante de de la situación de la Iglesia de hoy, tenemos el sentimiento que, por algunas fisuras, el humo de Satanás ha entrado en el pueblo de Dios. Vemos la duda, la incertidumbre, la problemática, la inquietud, la insatisfacción, el enfrentamiento. Ya no se tiene confianza en la Iglesia, se confía en el primer profeta que acaba de llegar… sin tener en cuenta que nosotros ya poseemos la verdadera Vida y que Nosotros somos maestros… Se creía que después del Concilio el sol habría brillado sobre la historia de la Iglesia, pero en lugar de sol hemos tenido las nubes, la tempestad, las tinieblas, la búsqueda y la incertidumbre. Hemos promovido el ecumenismo y nos separamos cada día más unos de otros… ¿Cómo ha podido producirse todo eso? Una potencia adversa ha intervenido. Su nombre es el diablo: este ser misterioso al cual se refiere San Pedro en su carta (1 Pe 4, 8-9)… Nosotros creemos en la acción que Satanás ejerce hoy en el mundo…”.

La fe de la Iglesia afirma claramente la existencia del Maligno y su acción, aun reconociendo su carácter misterioso. El documento de la CDF del 26 de junio de 1975 acaba con unas palabras que siempre debemos tener bien presentes en este tema:

“La realidad demonológica, testificada concretamente por aquello que nombramos al Misterio del Mal, permanece aún hoy como un enigma que rodea la vida cristiana. Nosotros no sabemos mejor que los Apóstoles por qué lo permite el Señor ni cómo lo hace servir para sus designios”.

El mismo año 1972, concretamente en la audiencia general del 15 de noviembre, el Papa volvía a recordar a la Iglesia la misteriosa realidad del diablo:

“El pecado es efecto de la intervención en nosotros y en nuestro mundo de un agente oscuro y enemigo, el demonio. El Mal no es solamente una deficiencia. Es el hecho de un ser vivo, espiritual, pervertido y pervertidor. Realidad terrible, misteriosa y temible. Se apartan de la enseñanza de la Biblia y de la Iglesia aquellos que rehúsan reconocer su existencia o que hacen de Él un principio autónomo que no tiene, como toda criatura, su origen en Dios, o que lo explican como una pseudorrealidad, una invención del espíritu para personificar las causas desconocidas de nuestros malos”.

Se trata de una realidad misteriosa pero claramente testificada por las fuentes de la Revelación. La acción del Maligno y la lucha contra él por parte de la Iglesia tienen, a mi parecer, mucho a ver con la situación actual de la Iglesia. A propósito de esta última consideración quiero evocar el testimonio del famoso exorcista Gabriele Amorth sobre la supuesta visión diabólica del Papa León XIII y de las rogativas de exorcismo que mandó rezar a toda la Iglesia aquel Pontífice. Antes de la reforma litúrgico llevada a cabo después del concilio Vaticano II, el celebrante y los fieles se arrodillaban al acabar la Misa para rezar una oración a la Virgen María y otra a San Miguel Arcángel (rogativa, que por cierto, ha sido recuperada por el Nuevo Ritual de exorcismos y que los fieles pueden rezar libremente). La oración, así decía en su versión latina:

“Sancte Michaël Archangele, defende nos in proelio. Contra nequitiam et insidias diaboli esto praesidium. Imperet illi Deus, supplices deprecamur. Tuque, Prínceps militiae caelestis, Satanam, aliosque Spiritus Malignos quien ad perditionem animarum pervagantur in mundo, divina virtute in infernum detrude. Amen”.

Don G. Amorth se pregunta sobre el origen de esta rogativa y dice (siguiendo lo que escribió el P. Domenico Pechenino en Ephemerides Liturgicae):

“No acuerdo exactamente el año. Una mañana, el Santo Padre León XIII había celebrado la Santa Misa y como de costumbre, estaba asistiendo a otra en acción de gracias. De repente, vi que levantaba la cabeza de manera enérgica y miraba alguna cosa por encima del celebrante. Miraba fijamente, sin cerrar los ojos por nada, pero con un aspecto de terror y de maravilla, cambiado el color de su cara. Le pasaba alguna cosa grande y extraña.
Finalmente, como retornando en sí, con un ligero pero enérgico gesto, se levantó. Vemos que se encamina a su despacho privado. Los familiares le siguen con prisa y ansiedad. Le dicen “Santo Padre, ¿os encontráis bien? ¿Necesitáis alguna cosa?” y él responde “nada, nada”. Transcurrida media hora hace llamar el Secretario de la Congregación de Ritos y, dando un folio, manda que sea impreso y enviado a todos los obispos diocesanos del mundo. ¿Qué contenía? La rogativa que rezamos al acabar la Misa con el pueblo con la súplica a Maria y la encendida invocación al Príncipe de las milicias celestiales, implorando a Dios que confine a Satanás al infierno”.

La rogativa fue enviada a los obispos el año 1886. Refiriéndose a esta rogativa dice el Cardenal Nasalli Rocca:

“León XIII escribió personalmente esta oración. La frase [los demonios] que vagan por el mundo para perder las almas tiene una explicación histórica que nos fue referida en diversas ocasiones por su secretario particular, Mons. Rinaldo Angeli. León XIII experimentó verdaderamente la visión de los espíritus infernales que se concentraban sobre la Ciudad Eterna; de esta experiencia nació la oración que él quiso hacer rezar a toda la Iglesia. Él la rezaba con voz vibrante y potente: la oímos muchas veces en la Basílica Vaticana. Y no sólo eso, sino que escribió de puño y letra propios un exorcismo especial contenido en el Ritual Romano (edición de 1954, tit. XII, c. III, pp. 863ss.). El Papa recomendaba a los obispos y sacerdotes que rezasen a menudo este exorcismo en sus diócesis y parroquias. Él, por su parte, lo rezaba frecuentemente a lo largo del día”.

Sería muy conveniente restaurar estas oraciones como también traducir correctamente la última petición del Padrenuestro que decir “líbranos del Maligno” y no “líbranos del mal”. La traducción catalana, si cabe, aún es más desafortunada “ans deslliureu-nos de qualsevol mal”, como rezamos actualmente. “Cualquier mal” puede ser un malo de muelas, y no se trata de eso.

El diagnóstico de Pablo VI en el año 1972 nos parece aún hoy muy válido y acertado. Hoy, sin embargo, providencialmente, la Iglesia toma una conciencia más viva de la necesidad de luchar con eficacia contra el enemigo común del género humano. El nuevo ritual de exorcismo y las rogativas por la liberación del mal que le acompañan pueden ser un paso adelante en esta lucha.

Hay que conocer el Maligno para poder luchar contra Él. Muchos pueden pensar que es una cosa pasada de moda insistir hoy en este tema. Nosotros pensamos con Pablo VI que éste es uno de los temas más urgentes para afrontar hoy. Evocando una frase de San Agustín sobre el pecado original yo diría que esta realidad, la del diablo, es “nihil obscurius ad intelligendum, sed nihil necessarium ad loquendum”, nada más difícil para entender, nada más necesario de hablar…

En el discurso de la audiencia del 15 de noviembre de 1972, Pablo VI declaraba: “¿Cuáles son las necesidades más grandes de la Iglesia? Que no os maraville como simplista o incluso supersticiosa o irreal nuestra respuesta: Una de las más grandes necesidades de la Iglesia es la defensa contra este mal que llamamos demonio”.

Ciertamente, como observa Don G. Amorth, las palabras del Papa superan el restringido campo de los exorcismos, pero es también cierto que lo incluyen.

El nuevo ritual de exorcismos en su proemium y en los praenotanda resume y recuerda las principales convicciones de la fe de la Iglesia sobre la existencia y acción del Maligno y sobre la lucha que los cristianos debemos llevar a cabo.

(continuará)

Dr. Joan Antoni Mateo Garcia
Profesor del Instituto de Teología Espiritual de Barcelona

25 comentarios

  
Paz y Bien y santa Alegría.
Gracias.
En septiembre hice una novena a san Miguel con la oración de León XIII.
¿Qué decir? Me parece muy oportuno y actual el artículo, y muy valiente.
Pero al buscar esta frase en internet fue corregida por esta otra: “nihil obscurius ad intelligendi, sed nihil necessarium ad loquendo".
¿Cula es la correcta? La he adoptado como lema.

12/01/09 4:53 PM
  
Soyprofe
Miren, mas de una persona puede acabar de atar leyendo este tipo de articulos. No hay mas demonio que el que llamamos yo. Ese es el demonio, lo demas son simples fantasias que tienen un indudable atractivo, pues es de un esoterismo impresionante. Pero yo no me meteria en esos andurriales de la mente, porque son peligrosisimos.

Un saludo
12/01/09 6:29 PM
  
Noby
Soyprofe
Pues no se meta y deje a los que saben.Para un creyente lo que escribe el P. Mateo es de máximo interés,por tanto no dé lecciones que nadie le ha pedido,y,deje de hacer el recurso facilón a la descalificación."No hay mas demonio que el que llamamos yo",para Vd.,pero sepa que lo que circula, sobre el demonio,tanto en gente iletrada como en universitarios,es la imagen dada por la película "El Exorcista",de infaustas consecuencias para tantos que han acabado despreciando al demonio,como Vd.,y,así les va.Si la Iglesia ha ritualizado el exorcismo,a partir de los,en su tiempo, practicados por Jesús,no es por capricho o fatua vanidad,es, porque,al final,quien está hecho trizas acaba en la Iglesia.!No frivolice,caramba!
12/01/09 8:31 PM
  
Soyprofe
Ahora es usted quien da lecciones, Noby. Yo mas que lecciones daba mi opinion, y es que lo del demonio puede volver majara a mas de uno. ¿Que no lo ha visto en TV? Unos mataron a una niña porque estaba supuestamente endemoniada, lo vi hace años en Informe Semanal. Ocurrié en Chinchilla, si no recuerd mal.

Por cierto, El exorcista es una buena pelicula. A mi puede llamarme frivolo si quiere, pero otros pueden parecer mas bien morbosos, cuando se meten en estos asuntos.

¿Ha visto usted al demonio? Seguro que no.
12/01/09 9:53 PM
  
Noby
¿Y cómo sabe que no?,desde luego no con los sentidos,como Vd. parece sugerir,pero he visto su trabajo en algunas personas,incluído yo.Pero si le llamamos tentador,creo que podríamos converger,un poquito solo,para eso hace falta falta fe y haber leído las tentaciones de Jesús en el desierto,no es tan difícil.
12/01/09 10:31 PM
  
Miguel A
¿El demonio existe? En el budismo nunca he oido hablar de el. (Como saben todos, soy budista zen, mi nombre dharma es Shugen). Siempre me ha llamado la atencion algunas de las experiencias catolicas en el campo del esoterismo. Por supuesto, en el budismo se habla de los infiernos tambien (en plural) y se considera a veces que son reinos donde se reencarna durante un tiempo muy largo (aunque no infinito) y donde se pagan los karmas creados con motivaciones dañinas. En estos infiernos tal vez existan seres infernales que causan sufrimientos a quienes renacen allí. Pero no el demonio, en el sentido de las religiones teistas.

Pero el infierno se entiende en el budismo, mas bien como un estado mental, no un lugar fisico. Un monje zen, llamado Ikkyu, entrevistó en una ocasion a un samurai, quien le pidió que le mostrara el infierno y el cielo. Ikkyu le insultó, y el samurai sacó su sable con enfado, dispuesto a cortarle el cuello.

"Eso es el infierno" le espetó Ikkyu.

El samurai, agradecido se inclinó hacia él.

"Eso es el cielo" le dijo Ikkuy.

Cielos e infiernos son comunes a todas las tradiciones del budismo, pero no se habla de angeles o demonios. Tampoco de Dios, como un Creador, pues se consideraria mas bien absurdo que Dios crease el samsara, los reinos de sufrimiento. Pero a veces, Dios es considerado como la realidad interior o mente de buda. En ese sentido, Dios puede considerarse como una experiencia de la realidad inmanente, que es la meta del budismo: la Iluminacion.

En cuanto al demonio, como un ente unico, no se de su existencia en nuestra tradicion, pero en el Zen se habla de makyos, o el mundo de los demonios. Los makyos son, algo así como alucinaciones que ocurren cuando se profundiza en al practica de la meditacion zen. En un momento dado pueden aparecer formas dibujadas en las paredes que se tienen delante, o se pueden ver cosas que no existen, oir sonidos, escuchar voces. Incluso sentir que alguien te toca, o ver atraves de las paredes. Esto nunca me ha pasado, pero hay quien asegura que le ha sucedido.

A veces hay makyos formidables, unas veces buenos y otros malos. Puede aparecer buda en persona, o un bodhisatva. Puede uno sentir un enorme gozo y verse en un paraiso. O al reves, puede uno sentirse en un infierno, siendo aplastado entre dos montañas, por ejemplo. Pueden verse llamas (como le sucedio a Teresa de Avila) o (¿porque no?) experimentar esa vision de demonios en una iglesia, como le sucedio a ese papa.

Son makyios, y lo peor que se puede hacer (segun el budismo zen) es correr detras de ellos, o tomarlos en serio. Son simples proyecciones de la mente, no tienen existencia real (como sucede en el delirium tremens de los alcoholicos). Para un budista no tiene sentido crear esta suerte de c¡encia esoterica, la demonologia, aunque en el budismo tibetano se realizan tambien ceremonias para limpiar a las personas de espiritus que les hacen daño. En ese sentido, existen por tanto exorcismos dentro del budismo. Sin embargo, es algo mas bien propio de otros lugares y otras epocas.

Lo que muchos maestros Zen recomiendan es no considerar en ningun momento estas cosas como algo real. Son alucinaciones, y si se sigue adelante, cesan. El demonio no es por tanto mas que eso, una alucinacion. Y si nos fijamos en él y le damos importancia, entonces es cuando estamos haciendole el juego. Haciendo eso, justamente caemos en sus redes. Mirando al centro de la mente, Dios, los demonios no pueden dañarnos

Un saludo fraternal.
13/01/09 1:11 PM
  
pepiño
Hola Miguel A.

Hola a todos.

No existe el demonio, existen muchos demonios, como existimos Vds. y yo.

Y si te acercas a ellos muerden. Les da igual si crees que existen o no.

Por eso ultimamente muerden más.
13/01/09 3:42 PM
  
Ana
Dicen que la mejor artimaña del diablo es hacernos creer que no existe
13/01/09 10:32 PM
  
Soyprofe
Dicen, dicen, dicen...... La gente alucina mucho, si, lo del demonio es un gancho de mucho morbo
14/01/09 8:44 AM
  
genjuanpa
Amén Padre. Yo me uno a la restauración de esa bella oración a final de misa.
Dios le bendiga.
15/01/09 9:41 PM
  
genjuanpa
Jo que chulo, Miguel A. Yo de mayor quiero ser budista.
16/01/09 9:54 AM
  
Soyprofe
¿Ser budista? Con el permiso de Miguel A, le dire que no hay budistas. Eso es un nombre que inventaron precisamente ustedes, genjuanpa, los cristianos, los misioneros que que iban a la India y a toda Asia, y vieron a persnas que iban con unos habitos amarillos y cantaban el canon pali, o los sutras, y llevaban la cabeza rapada. Ninguna de esas personas se decia a si mismo budista, eso es una perogrullada. Ellos eran simplemente seguidores del dharma, y para ellos todos los seres humanos eran, basicamente, seguidores del dharma, aunque algunos no eran conscientes de ello. Ustedes, sin ir mas lejos, catolicos fundamentalistas que escriben en estas paginas, son tambien seguidores del dharma (lo siguen al reves, desde luego) y por tanto son budistas sin saberlo. Todo el mundo es budista, por si quiere saberlo, porque budista no es mas que buscar salir del sufrimiento, y ¿quien no quiere salir del sufrimiento? pregunto. Usted señor gen es uno mas de los miles de millones de seres que desean la liberacion, y por ello se ha hecho catolico fundamentalista, esperando sin duda recibir el premido futuro de un renacimiento en el cielo prometido, por un perido de tiempo indefinidio que llama eternidad, pero que siendo tiempo, no puede ser eternidad.

Usted se siente muy superior a Miguel A, amigo Gen, ¿verdad? porque cree en idolos de alto standing, no como ese pobre budista iluso que cree en un tipo barrigudo, (no un mal hombre, desde luego, un señor con personalidad y tal, pero vaya, no el Hijo unigenito de Dios, en ningun caso, que cosas, solo pensarlas nos produce en las tripas un rumor que se extiende hasta la cabeza "solo nosotros tenemos la verdad suprema, y ellos, los budistillas, tienen gracia y todo poniendose en esa curiosa postura oriental)

En pocas palabras, que su fatuidad es inmensa, señor gen, tan grande como wikipedia. Desiflese que no cabe en su ego.

Si usted me entiende. ;(
16/01/09 12:59 PM
  
flamesword
Soy ayudante de un exorcista y lo que veo constantemente es muy real.

Señores: El Evangelio es literal. Las actitudes de las personas posesas son como cuenta el Evangelio. Se afanan vanamente en interpretar los textos evangélicos, cuando éstos fueron escritos para gentes que creían literalmente lo que está escrito.

En la escrituras se distinguen claramente los enfermos, de los lunáticos y de los poseídos.

Pero el hombre moderno está tan sobrado de racionalismo y soberbia que es incapaz de leer como lo haría un niño, por eso sólo los que se hacen como niños, entran en el Reino de los Cielos.

Crean en los demonios. Ellos son un ejército jerarquizado que no descansa.
Dios permite a veces males para sacar mayores bienes.
Tenemos a nuestro ángel de la guarda, a los otros ángeles, santos, María, Jesús, el Padre y el Espíritu Santo que nos protegen, ¿pero quién protegerá al que se aparta de Dios?

Sr budista zen. Respeto sus creencias y disertaciones y no discuto que la práctica de estas doctrinas traiga paz, serenidad, iluminación, pero a mi modesto entender, no dejan de ser obras de la carne que no salvan. Sólo salva la aceptación libre de Jesús como el único que nos puede salvar de caer eternamente en las garras de estos seres muy reales aunque invisibles.

Un saludo.

P.D.: "El exorcista" narra un caso real, pero fue con un niño y por supuesto los exorcistas no murieron, ni la cosa fue tan aparatosa como narra la peli. Lo que destaca la película es que después de practicar todo tipo de pruebas médicas con resultado negativo, la oración de la Iglesia liberó al muchacho.
17/01/09 1:39 AM
  
Miguel Alonso Carreño
Soyprofe, el que está despreciando en este momento es usted. "porque cree en idolos de alto standing" ¿Ídolos de alto standing? Jajajajaja, me ha hecho gracia esta frase, ídolos de alto standing dice. Los cristianos no creemos en ídolos, no te equivoques. No les rezamos a las imágenes, a las estatuas, ni las adoramos, ni las veneramos. Rezamos a Dios en sí y veneramos a la Virgen y a los Santos en sí, no te equivoques.
"lo del demonio es un gancho de mucho morbo". A mí no me da ningún morbo el demonio, más bien me impone respeto. Nunca miedo, sólo respeto. Si te se leyera usted una biografía de San Juan María Vianney vería usted lo que es el demonio. No es precisamente morboso.
No me confundan con Miguel A
17/01/09 5:01 PM
  
Alicia
Flamesword, cómo son las actitudes de las personas posesas y cómo diferenciarlo de una enfermedad? Gracias, y miedo me da lo que dices
17/01/09 8:27 PM
  
Miguel A (Shugen)
Señor flamesword, usted no sabe si el budismo zen salva, puesto que no lo conoce. En cambio yo conozco la Iglesia catolica muy bien, porque he sido catolico muchos años, y veo que en gran medida, han perdido ustedes el camino de la salvacion, cayendo en el extremo de la arrogancia y el engreimiento. Puede que existan todavia cartujos o benedicitinos en algun lugar que sean autenticos cristianos, pero da la impresion de que muchos son seguidores de una doctria dogmatica.

Por otro lado, es bastante peculiar que entre ustedes hay algunos religiosos autenticos que han ido a aprender el budismo zen (el resto de las ramas, no se conocen casos) Por ejemplo, el Padre Lassalle SJ, o el Padre Willigis, ambos con la ordenacion de maestros zen. Y en España tienen a Sor Ana Maria Schluter, antigua maestra mia, una persona de profunda religisidad catolica, conocedora como pocas personas de la tradicion cristiana desde sus origenes, exprofesora de una universidad catolica y, esde hace cuarenta y pico años, maestra zen ordenada, heredera dharma del maestro japones Yamada Koun Roshi, quien le dio el nombre dharna, de Kiun An.

Yo practique el zen con Sor Ana Maria Schluter durante diez años, convertido en catolico en aquella epoca. Era una experiencia enorme estar con ella en los retiros zen, (sesshin) de intesiva meditacion budista (zazen) y participar en las ceremonias eucaristicas, con el cuerpo y la sangre de Cristo. Conozco por tanto la religion catolica y aun puede pensar que he tenido un cierto sabor de la experiencia mistica, sin pretender, por supuesto, estar a la altura de un verdadero mistico. Posteriormente, vi que budismo y misticismo no se diferencian mas que en la forma, y que el zen es un camino valido para un catolico, tanto como para un budista, para alcanzar la experiencia de Dios, y he conocido a muchos que han saboreado plenamente a Cristo, gracias a la practica del zen. Y su agradecimiento era inmenso, por ello.

Habia religiosos que acudian a Sor Ana Maria Schluter con sequedad de alma, y tras un retiro de una semana, salir con lagrimas de agradecimiento, por haber saboreado (en sus palabras) la presencia de Dios. No soy yo, pobre budista mediocre, quien lo dice, sino que son catolicos fervientes quienes lo atestiguan. Por tanto, señor fireword, no se precipite al afirmar lo que afirma, pues podria cometer una juico temerario.

Ustedes hablan siempre del demonio como si de un ente con existencia propia se tratase, pero el demonio no es nada que exista separado de nosotros. En el budismo no hablamos tanto del demonio, pero sabemos lo que es. Tentó a Buda cuando estaba a punto de alcanzar la iluminacion, el mismo que tentó a Cristo, cuando oró en el desierto por cuarenta dias. El demonio no estaba fuera de Cristo, estaba dentro de el, como está dentro de mi, dentro de todos. Se llama ego, y el ego es el mas terrible demonio que pueda pensarse. Nunca nos abandona, salvo cuando, como Cristo o Buda, trascienden por completo y para siempre el mundo.

Tal es mi experiencia. Nuestro exorcismo es precisamente la meditacion que hacemos a diario. Tambien rezamos sutras, y seguimos una conducta etica, sin eso no hay religion. Pero el demonio, tal y como usted lo describe, son fenomenos paranormales, algo que en el budismo se considera muy peligroso. No recomiendo a nadie que entre en ese mundo, y si usted lo conoce, supongo que estará de acuerdo. Es un gran peligro. Puede perderse la salud mental, incluso, y algunos creo que van camino de perderla si siguen asi. Los fenomenos paranormales son sistematicamente evitados en nuestro camino, por ser un obstaculo para la realizacion.

Espero que esta opinion no le haya sentado mal, señor exorcista, no tengo intencion de seguir entrando en este tema ya.
17/01/09 10:20 PM
  
flamesword
Sr Shugen:

También da demasiadas cosas por sentadas.
Durante bastante tiempo practiqué Aikido tradicional con un discípulo directo del maestro Tsuda, que fue discípulo del maestro Uesiba, el fundador; leí libros de zen y algo sé del tema.

Se habla de vaciarse, de buscar una luz para comprender el mundo o un Tao inalcanzable, ni frío ni caliente. De un individualismo desapegado, del no hacer.
Así se alcanza una autosatisfacción basada en el conocimiento íntimo del mundo.
Personalmente me llena más la experiencia personal con un Dios padre, que se preocupa por mí, que me ama, que me busca, que me perdona y que quiere ser activo en la Historia, en mi historia. Se acerca, me enseña, me ayuda, me da Su Espíritu,...

Lo que le digo es que existe una realidad, lo crea la gente o no.

Profesa usted la típica soberbia del que ha ido a misa algunos domingos y en realidad no sabe nada de la Iglesia. Desconoce las nuevas corrientes de comunidades de místicos inspiradas por el Espíritu como la Renovación Carismática.
¿Se ha leído la patrística, el catecismo, la Biblia? ¿Ha orado con la liturgia de las horas?¿Conoce algún texto conciliar? ¿Ha leído a Santa Teresa? ¿Ha buscado tener un encuentro personal con Jesús?...
A lo mejor su cristianismo era únicamente religiosidad. Sólo ritos; ninguna experiencia de Dios.

Cree usted que lo sabe todo y da su opinión sentando cátedra. El budismo es lo mejor para usted, pues vale, lo respeto.

Un servidor sólo trata de hablar desde la experiencia, no desde otros puntos de vista.
18/01/09 1:44 AM
  
Miguel A (Shugen)
Creo que no me ha entendido bien, señor fireword, y por eso me acusa de soberbio. No importa, no soy mejor que usted tampoco. Es dificil comunicarse por medio de posts en un blog. Lo cierto que, al parecer, ambos damos importancia a la experiencia, y no tanto a la creencia. Y si usted dice haber leido algo sobre zen, entonces tiene una cierta idea del mismo. Pero cuando habla de enocontrar un individualismo desapegado, se aleja completamente de lo que es el zen, porque precisamente se trata de trascender la individualidad.

El Dios padre que dice que le ayuda, es algo extraordinario, sin duda, pero no forma parte de mi experiencia. Los budistas tibetanos tienen deidades protectoras tambien, que es algo que va en la misma dirección. De acuerdo con la experiencia que tengo en la practica del zen, es posible hablar de una realidad que trasciende cielo y tierra, que es protectora y sostenedora de la vida, sobre la que todo se sustenta. Supongo que es a lo que usted se refiere con el nombre de Dios.

En cuanto a la realidad que dice que existe, no aclara a que se refiere. Obviamente hay una realidad.

en cuanto a la autosatisfaccion que dice que los budistas pretenden alacanzar, no existe nada de eso en mi experiencia. Una autosatisfaccion sería contradictoria con la meta, que es ir mas alla del pequeño yo, el que busca satisfacciones. En la experiencia final no hay nada, ni tan solo satisfaccion. Es Dios, probablemente, y se cumple aquello de "no se puede ver a Dios y seguir viviendo" Porque alli no hay nadie, es la muerte del ego. Es una experiencia que estoy seguro han tendio los misticos de todas las tradiciones.

En lo unico que no estamos de acuerdo, creo yo, es en que el cristianismo es superior al budismo. En lo que si estamos de acuerdo, en cambio, es en que el budismo no es superiod al cristianismo. Yo he leido la biblia y a Santa Teresa, e incluso tengo escrito un panfleto sobre las Moradas. No he ido a misa algunos domingos, solamente, sino mas de algunos, aunque ahora ya no lo hago. No es mi manera de rezar a Dios. Pero creo que hay mas puntos en comun entre nosotros, de lo esperado.

Un saludo
18/01/09 10:37 AM
  
pepiño
Hola Flames:

Vaya al final parece que siempre somos los mismos en los mismos lugares.

No sé como nos las apañamos, que al final acabamos siempre todos discutiendo.

Bueno Flame, acuérdate en tus oraciones.

Un saludo.
18/01/09 11:21 AM
Estimado Padre Joan Antoni, buenos días.

Reciba un cordial saludo desde Santo Domingo, estas líneas que le escribo para felicitarle, pedir a Dios le bendiga, por brindarnos la oportunidad de reflexionar sobre un tema tan complejo como el misterio de la iniquidad y el imperio de la muerte.

Yo soy testigo de la fuerza y el poder de Jesús de Nazaret, pero también soy testigo de la capacidad y la astucia del rey de las moscas para acabar con nosotros, de golpe y porrazo, siempre y cuando se lo permitamos.

Los Evangelios y las cartas de San Pablo son más que explícitas en este sentido, mostrar al creyente la forma en que desempeña este elemento y sus secuaces para nosotros poder defendernos como Dios manda.

Duc in altum.

Sobre el tema del Zen budista, comentado en su columna, deseo aportar lo siguiente para una mejor edificación de todos sus lectores.

El Zen es apenas una de las más de 250 modalidades de budismo existentes hoy. De ahí su doble denominación: “budismo Zen” o simplemente “Zen”. En occidente suele ocultarse su condición esencialmente religiosa budista para resaltar en vez su dimensión psicotécnica. La palabra “Zen” es la abreviatura del japonés “Zenna” (de “Zazen = “meditar sentado”), transliteralización del sánscrito “dhyana” a través del chino “ch’ang”. Como religión, es una secta más del budismo “mahayánico”, cuyas enseñanzas y prácticas se encaminan a conseguir tres objetivos básicos, inseparables de hecho, pues integran una unidad, aunque especulativamente pueden diferenciarse, a saber: el desarrollo del poder de concentración; el despertar a la “iluminación” (satori); y la actualización del camino supremo en nuestra vida diaria, o sea, la plena realización del “yo” o la “autorrealización”.

Pueden también consultar el texto de la Carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe (Octubre 1989), dirigida a los Obispos Sobre algunos aspectos de la meditación cristiana.

Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que todas las sectas de origen budista recurren al “Zen” como anzuelo y táctica de enganche para los occidentales ansiosos hoy por colmar su vacío existencial y espiritual, fruto dañado del mismo abandono religioso, del activismo y del afán materialista por tener cada vez más. La fascinación de lo oriental, y muy especialmente la mitificación de la eficacia del “Zen”, explica que lo usen y lo propaguen algunas sectas aparecidas en occidente, fundadas por occidentales: Arica; Comunidad del Arco Iris; Guashananda Yoga Ashram; EST; etc., así como otras sectas de origen hindú: Misión de Luz Divina, etc., aunque el hinduismo nada tenga que ver con el “Zen” budista.

(Ideas tomadas del Diccionario Enciclopédico de las Sectas, Dr. Manuel Guerra Gómez, III Edición, 2001)

Con atentos saludos, a sus órdenes siempre.
23/01/09 6:04 PM
  
Joan Antoni
Gracias Mario por sus palabras y su aportación. Mención especial merece la referencia a la obra de D. Manuel Guerra, que es toda una autoridad. Un cordial saludo desde España.
23/01/09 9:08 PM
Por alguna razón que desconozco, alguien ha cambiado el vínculo a nuestro blog, y en su lugar ha colocado con el vínculo "www.mrsavinon.blogpot.com" el acceso a la página "Bible Desk", http://bibledesk.com/index.htm.

Para su debida información.
29/01/09 4:02 PM
  
Ma. Auxiliadora
Es importante encontrar información como esta porque así los católicos aprendemos que sí existe un demonio, un maligno, que es y ha sido causa de tantos males para la humanidad, y al saber que existen pedimos fortaleza a Jesucristo nuestro Señor para que junto con la Oración y su Voluntad nos ayude a vencerlo, y así lograr la Paz que es el mejor Don que podemos obtener.
02/08/09 9:48 PM
  
Clara
Me llama la atención la moda del budismo zen y la fuerza y veneración que suscitan en este país tanto supuesto maestro iluminado. Soy teóloga católica, y como buscadora practiqué con gran dedicación el budismo zen con Willigis Jaëger y su seguidor Alexander Poraj. Pasé de estar encantada a una gran decepción fruto del intenso trato que tuve con ellos. EL mensaje es válido pero como es frecuente, los mensajeros dejan bastante que desear. Han montado un lucrativo negocio (los cursos son carísimos)en España, sobre todo en Canarias, aprovechándose de gente ignorante y con problemas, y ofreciendo solucionar con prácticas de una banalidad insultante.
La Policía de Canarias ya tiene constancia de ellos debido a las muchas denuncias que han tenido como secta peligrosa.
09/02/10 4:57 PM
  
Freddy
La discusión era sobre el "maligno" y se tergiversó en relación con el budismo y su tal Zen.......qué arrogancia y soberbia.......

Bajo mi concepto el gran caos que vivimos parte de desconocer al maligno, saber que nos invita a pecar, y luego de pecar, inmediatamente nos censura, nos enjuicia...........nada más canalla.......

Por tal motivo mientras lo ignoremos.....seguirá haciéndonos trizas....
15/02/14 4:05 PM

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