31.01.22

González Cuevas: “El régimen del 78, la democracia liberal, no da ya más de sí”

Pedro Carlos González Cuevas es historiador y profesor universitario. Es profesor titular de Historia de las Ideas Políticas y de Historia del Pensamiento Español en la UNED. Es autor de importantes obras sobre la derecha y el conservadurismo en España y experto en diferentes figuras como Ramiro de Maeztu, Charles Maurras, Carl Schmitt, Maurice Barrès, José Ortega y Gasset o Gonzalo Fernández de la Mora.

Analiza su libro, Historia y de Política. Escritos polémicos (SND), en esta entrevista.

¿Por qué un libro de crítica política y cultural en donde analiza la obra de algunos intelectuales críticos a la Transición así como la crisis de la democracia liberal?

Este nuevo libro pretende ser una obra de crítica política y cultural. Su fundamento último es el carácter político del saber histórico. Toda historia, hasta la aparentemente más lejana, es contemporánea, porque siempre se realiza desde la perspectiva del presente. Y quien dice política dice polémica. Su punto de arranque es lo que denomino “agonismo de derechas”, que entiende que la dialéctica derecha/izquierda sigue estando vigente en las sociedades occidentales. La renuncia al debate y la crítica de ideas, histórico-doctrinal es uno de los más grandes errores del conjunto de las derechas españolas, y principalísimamente del Partido Popular, en ese sentido más peligroso que el PSOE y que todas las izquierdas, ya que, salvo en lo que compete a la economía, asume como propio, cuando llega al gobierno, todo el bagaje ideológico de las izquierdas, en parte por complejo y en parte, y esto hay que decirlo, por convicción. Por eso, es necesario que no nos engañen una vez más; que no se repita una etapa tan estúpida y vacua como la de Mariano Rajoy. Para eso, que gane la izquierda. En realidad, el Partido Popular, en su comportamiento cotidiano, más que derecha habría que denominarle “no-izquierda”; quizás “extremo centro”. Carece de proyecto político-cultural.

Analiza a los tres grandes intelectuales de la transición De la Mora, Aranguren, y Bueno…¿En qué medida pueden coexistir la vía realista, la utópico moralista y contra la izquierda moral y la razón cínica?

Las figuras de Fernández de la Mora, López Aranguren y Gustavo Bueno son muy distintas, individual y doctrinalmente. Ahora bien; les une, a mi juicio, algo esencial en la vida cultural de una sociedad: la valentía, el valor, la capacidad dialéctica. El agonismo, en fin. Fueron, por emplear el término clásico griego, auténticos parresiastas, defensores de la necesidad de defender su “verdad” frente a todas las convenciones sociales dominantes. Desde distintas perspectivas, los tres sometieron a crítica los lugares comunes de la denominada “Cultura de la Transición”. Una doctrina oficial que ha demostrado ya su absoluta obsolescencia y en la que nadie cree ya, en realidad. El régimen del 78 se encuentra en crisis. Y las críticas de Fernández de la Mora, López Aranguren y Bueno han demostrado su capacidad de previsión, sobre todo en el caso de Fernández de la Mora.

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30.01.22

Barraycoa: "Nos quieren hacer olvidar los asesinatos de miles de sacerdotes y seglares catalanes"

Javier Barraycoa es conocido por nuestros lectores por ser un destacado dirigente del tradicionalismo catalán, a la par que uno de los protagonistas estos años en la lucha cara a cara contra el separatismo, sea en el espacio público, sea en el frente cultural y político. En esta entrevista reflexiona sobre el acto de desagravio al monumento al requeté del Tercio de Montserrat, la vergüenza los responsables de la profanación y el punto de inflexión ante los ataques de la Ley de (des)memoria histórica.

¿Nos puede resumir la infame profanación de una cripta-mausoleo y de un monumento en tierra sagrada regentada por la Abadía de Montserrat?

El pasado 14 de enero, sin previo aviso, con nocturnidad y alevosía, los responsables de la Abadía arrancaron el monumento del requeté que custodiaba la Cripta-Mausoleo donde descansan los huesos de doscientos requetés catalanes, de los 319 caídos en combate durante la cruzada del 36. Unos meses antes ya había sido profanado el Mausoleo quemándose banderas del Tercio e imágenes de la “Moreneta”. La Connivencia de los responsables con estas profanaciones con la Generalitat y un pacto secreto ha llevado a esta “aplicación” de la (des)memoria histórica, sin responder a ninguna legalidad. Los requetés del Tercio de Nuestra Señora de Montserrat lucharon por restaurar la religión perseguida y e invadidos de la virtud cristiana del patriotismo. Prometieron que si se ganaba la guerra entregarían la bandera a los pies de la Moreneta, como así hicieron. El monumento del requeté abanderado yacente estaba mirando al camerino de la Virgen como pidiendo su intercesión antes de morir. Para nosotros esta profanación ha sido desgarradora.

Entonces decidieron actuar y organizar un acto de reparación…

Sí, por mi parte no pude contenerme y escribí un artículo muy contundente titulado “Yo os acuso … perros mudos”. Eso creo que despertó conciencia. Nos reunimos grupos carlistas, tradicionalistas y simpatizantes para organizar un acto de desagravio. Creo que el éxito ha sido porque nos comprometimos a que debía ser un acto conjunto, de todo el carlismo catalán, apartando diferencias. El agravio trascendía cualquier discrepancia. El llamamiento fue pronto recogido por muchísimos católicos y patriotas catalanes ya hartos de tantas humillaciones por la despreciable ley de Memoria histórica. Nos quieren hacer olvidar los asesinatos de miles de sacerdotes y seglares catalanes, haciendo desaparecer su recuerdo y de los que lucharon por su fe. Por el contrario nos quieren hacer comulgar con piedras de molino exaltando figuras como la del asesino Companys. Con esta profanación se ha cruzado una línea roja. Los catalanes de bien ya no vamos a permitir más que se sigan pisoteando a nuestros mártires.

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29.01.22

Entrevista a José María Alsina con motivo del acto más importante del centenario de la librería Balmes

José María Alsina es padre y abuelo con 8 hijos y 25 nietos. Profesor titular de Filosofía Política de la Universidad de Barcelona durante 40 años y rector honorario de la Universidad Abat Oliba CEU de Barcelona. Actualmente imparte cursos en el Instituto Santo Tomás de la Institución Balmesiana de Barcelona, es Presidente nacional de Schola Cordis Iesu y redactor de la revista Cristiandad.Ha sido hasta ahora el máximo responsable de la librería Balmes. Dará el relevo a partir de febrero a Jorge Soley.

Para conmemorar el centenario de la librería Balmes, el martes 1 de febrero, en el salón de actos de la Balmesiana, tendrá lugar una mesa redonda, con diferentes expertos del mundo académico y editorial, que girará en torno a la pregunta: ¿se puede educar sin lectura?

¿Por qué decidieron hacer una mesa redonda para conmemorar el centenario de la librería Balmes?

Era una oportunidad para incidir en una cuestión de gran importancia dada la situación de una sociedad completamente escolarizada y sin embargo con un déficit de criterio muy manifiesto. Una de las causas es la falta de buena lectura, que nos invite a la reflexión y al descubrimiento de la verdad.

Interesante la pregunta que se plantea. ¿Se puede educar sin lectura?

Unos de los aspectos principales del proceso educativo es el perfeccionamiento, de nuestras facultades intelectuales. Para ello es necesario pensar y la lectura es una actividad esencial para ello. Actualmente como consecuencia de un uso inadecuado y abusivo de la tecnología se ha perdido el hábito de una lectura reflexiva y provechosa. Por tanto la conclusión es clara y es la respuesta a la pregunta que planteamos: Desde el aspecto educativo intelectual sino pensamos nuestra inteligencia se atrofia y para que se desarrolle hay que leer.

Aunque obviamente, no vale cualquier lectura y en la librería Balmes cuidan mucho la ortodoxia de los libros.

Como ocurre en tantas cosas en la vida lo bueno se puede utilizar para el mal y entonces las consecuencias son funestas. La razón de ser de una librería católica, como ha pretendido serlo la librería Balmes, siempre, desde su fundación, por el sacerdote benemérito Mn. Eduald Serra, es poner al alcance de los posibles lectores libros que ayuden a su formación cristiana y a su vida espiritual. Un buen libro tiene que dejar una huella importante en tu forma de pensar, de ver la realidad, y de vivir tu fe.

¿Han hecho algún acto más para conmemorar el centenario?

Este acto del próximo día 1de febrero será el acto público de mayor relevancia, también fue importante la concesión y entrega del premio Boixareu Ginesta a la mejor librería del año por parte del Gremio nacional de editores y libreros y este aniversario estuvo precedido por una renovación de la pagina web que ha permitido una proyección internacional de la librería en los países de habla española.

¿Qué balance hace de estos años en los que usted estuvo al frente de la librería? ¿Es estimulante ver que la librería, un siglo después, sigue cumpliendo la función para la que fue creada?

Yo he estado poco tiempo como responsable directo de la librería, si que he seguido de cerca su desarrollo desde que la Fundación Ramón Orlandis se hizo cargo de ella ya que he sido socio fundador de esta Fundación. Desde esta perspectiva puedo decir con gran satisfacción que en tiempos de dificultades y de cambios la librería ha continuado fiel a la tarea encomendada por su fundador. Hace 100 años había un gran número de librerías religiosas en Barcelona, todas aquellas han desaparecido y hoy es la única librería religiosa en nuestra ciudad no perteneciente a una orden religiosa. Me parece que esto es fruto de nuestra fidelidad a sus orígenes que Dios la ha bendecido.

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28.01.22

Fernández Riquelme analiza Pandemia posmoderna, tema que aborda a través de la ciencia histórica

Sergio Fernández Riquelme, profesor de Universidad, es historiador y doctor en sociología es autor de más de treinta libros y más de cien artículos científicos y divulgativos. Colaborador en diferentes medios de comunicación nacionales e internacionales, también es director de La Razón histórica. Revista hispanoaméricana de Historia de las Ideas.En esta entrevista analiza su libro analiza su libro Pandemia posmoderna.

¿Por qué decidió escribir un libro titulado Pandemia posmoderna?

Porque es la crisis de la generación educada en la Posmodernidad. Cómo se vive y cómo se afronta esta Pandemia responde al conjunto de valores de la sociedad en la que vivimos actualmente. Mientras otras crisis anteriores, mucho más duras cualitativa y cuantitativamente, fueron en su mayoría una oportunidad para mejorar como comunidad, aprendiendo la lección, ésta creo que está siendo la oportunidad para una plutocracia que aumenta su poder a costa de ciertos derechos ciudadanos, controlando la lección. Así se explican los miedos, depresiones y sumisiones de buena parte de la que se llama como “generación de cristal” posmoderna. Educada en el bienestar supuestamente sin límites y la libertad consumista sin frenos, de repente se ha dado cuenta de lo dura que siempre puede ser la vida, pero no se ha dado cuenta de todo lo que está perdiendo por el camino.

¿Llamarla Plan demia es algo más profundo que un simple juego de palabras?

Cada vez más autores hablan de “Plan-demia”. Y pueden tener razón. “Por sus hechos los conoceréis” nos enseña el evangelio. Porque más allá del discurso oficial sobre la “salud pública”, estamos viendo que, ante gobiernos desbordados ante la enfermedad, improvisando y restringiendo a diestro y siniestro, grandes empresas se llenan los bolsillos, grandes instituciones imponen su agenda, y grandes poderes dictan lo que pensar. Los ciudadanos aún no saben las causas ciertas y las consecuencias a medio y largo plazo de la Pandemia, pero curiosamente la plutocracia internacional se adapta perfectamente al escenario antes que nadie.

Mucho se ha escrito sobre la crisis del coronavirus en España, ¿Qué matices específicos aporta su libro de nuevo?

Aporta una visión “histórica”. Frente a fotos fijas, necesarias pero parciales, desde el periodismo o la opinión, en este libro realizo un recorrido diacrónico sobre dos años de la Pandemia con sus hechos, datos y polémicas, a modo de crónica de esa “sociedad posmoderna” donde impacta. Y se hace usando a los clásicos de la “ciencia histórica”, como guía para entender lo que ocurrió en otras crisis, lo que sucede en esta, y lo que siempre pasará cuando el hombre no atiende a las “primeras verdades” de la Tradición.

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27.01.22

Alberto Calvo Rúa analiza su libro El Origen de los Tercios en la Monarquía Hispánica (SND)

Alberto Calvo Rúa es Graduado en Historia por la Universidad de Valladolid, se especializó en historia militar de la Baja Edad Media y la Edad Moderna. Desde finales de 2018 ha centrado sus investigaciones en la élite militar de la Monarquía Hispánica, los Tercios. En 2019, ya como historiador, comenzó a preparar oposiciones para el Cuerpo Facultativo de Archiveros de Castilla y León, obteniendo plaza en el mismo en octubre de 2021. Comenzó su labor divulgativa publicando varios artículos para la asociación 31EneroTercios, referente en redes sociales para el estudio de los Tercios. En febrero de 2021 fundó el proyecto de divulgación Piqueros a Vanguardia, que actualmente dirige y que, con menos de un año de existencia, cuenta con más de 3.000 seguidores entre Twitter, Twitch e Ivoox.

¿Qué le motivó a hacer este libro sobre el Origen de los Tercios?

El querer aportar algo nuevo, algo diferente. Los Tercios, desde hace unos años, se han convertido en un fenómeno mediático y literario de primer orden, pero tengo la sensación de que sabemos muy poco sobre ellos. El centrarme en el origen surgió gracias a un periodista que, en un programa de televisión, dijo que los tercios del Gran Capitán habían arrollado a Francia en la batalla de Garellano. Esta batalla tuvo lugar en 1503, y el nacimiento oficial de los Tercios se dio en 1535-1536. Pensé: “¿Cómo puede ser esto posible?”. Intenté buscar un libro para informarme, pero entonces vi que no existía nada. Era como si la historia de 1503 a 1535 hubiese desaparecido de la faz de la tierra. Fue entonces cuando tuve claro que mi libro debía tratar el origen de los Tercios.

¿Qué supone hacerlo en una editorial como SND?

Una gran responsabilidad y un gran reto. SND Editores es un editorial de primera línea, con grandes obras publicadas en su sección de historia, y que llega a todos los rincones del mundo hispano. Siempre he trabajado teniendo esto presente y sabiendo que debía estar a la altura de las expectativas de la editorial. Los lectores tendrán que decir si lo he logrado o no.

¿Estaban basados los Tercios en la infantería suiza, como se ha dicho?

Pues sí y no. Me explico. Los cuadros cerrados de infantería suiza fueron los primeros en demostrar al mundo que un ejército de infantes podía vencer a la todopoderosa caballería pesada francesa. Ahora bien, los Tercios, tácticamente, no se parecían en nada a ellos. Los Tercios no basaban sus opciones de vencer en permanecer como un cuadro inmóvil y compacto de picas, como hacían los suizos, sino en el uso combinado de picas y arcabuces, en la gran división interna de sus unidades y en la movilidad y adaptación de las mismas a las situaciones que requería el combate. Podría decirse que los Tercios beben de la experiencia suiza, pero llevan su modelo a niveles infinitamente superiores.

¿Los soldados de Gonzalo de Córdoba eran Tercios o técnicamente aún no existían?

Esta es una gran pregunta, porque mucha gente cree que sí, pero lo cierto es que los soldados que combatieron a las órdenes del Gran Capitán no eran Tercios, ni técnica ni militarmente. Lo que quiero decir es que terminológicamente el denominativo de Tercios no surge hasta finales de la década de los 30 del siglo XVI, y Gonzalo deja de prestar servicios a la corona en 1504. Pero no es una cuestión únicamente terminológica. Militarmente tampoco se les puede denominar Tercios. Por poner un ejemplo que los lectores puedan comprender y que desarrollo mucho más en el libro: el Gran Capitán, que introdujo el uso de arcabuces, elemento clave en los Tercios, no logró usarlos en campo abierto. ¿El Gran Capitán sentó las bases a partir de las que después se desarrolló la táctica de los Tercios? Sí, sin duda, pero si comparamos el ejército que deja en 1504 con el de 1530, como hago en el libro, podremos ver que eran muy diferentes.

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