López-Cozar profundiza en los principios morales en los que se basa la Doctrina Social de la Iglesia

Después de medio siglo de amoralidad son ya 50 años de vivir, ni predicar moral, en la sociedad española. Hace 50 años se creyó que ya éramos adultos, se podía vivir sin los 10 mandamientos, sin reglas, sin prohibiciones…¿50 años después somos más felices o vivimos en una sociedad triste y sin paz? Ha llegado el momento de hacer balance sobre la Moral, la llamada ciencia de la felicidad. Salvando las distancias, un balance de la Rerum Novarum, como el que hiciera Juan Pablo II con la Centesimus Anno.

Lo hacemos con unas preguntas a Luis López-Cozar, doctor en derecho político con una tesis sobre Doctrina Social de la Iglesia, tema muy relacionado con la Teología Moral.

¿Cuál es el último fin y destino del hombre?

Todo acto humano se dirige hacia un fin que creemos que nos hará felices, pero este es un fin secundario, pues existe un fin ultimo. Así el fin de los actos médicos es la salud, pero la misma salud está subordinada a otro fin más alto: dar gloria a Dios con nuestra vida y salvar el alma.

Pero la felicidad perfecta no es posible en esta vida. A lo más que se puede aspirar es a una felicidad relativa, fundada en la práctica de la virtud, en el sosiego de las pasiones y en la paz y tranquilidad de la conciencia. No se da una felicidad plena de orden puramente natural.

Solo gracias a haber sido elevado todo el género humano al orden sobrenatural, puede alcanzar el hombre la felicidad eterna, su ultimo fin, que es Dios. La gloria de Dios, como fin ultimo supremo y absoluto del hombre y de toda la creación, no es algo aparte, se conjuga y armoniza maravillosamente con la plena felicidad del hombre.

La Teología Moral es aquella parte de la Teología que estudia los actos humanos, considerándolos en orden a su fin sobrenatural. La Teología Moral ayuda al hombre a guiar sus actos. Es por tanto, una ciencia eminentemente práctica. En su vida terrena el hombre necesita de su orientación, con el fin de que su conducta se adecúe a una norma objetiva que le indique lo que debe hacer y lo que debe evitar para alcanzar el fin al que ha sido destinado, Dios. La Teología Moral es por tanto la ciencia de la felicidad.

¿Cuáles son las fuentes de la Teología Moral?

Son la inteligencia y la voluntad divinas, manifestadas en:

La Sagrada Escritura, la Tradición cristiana, el Magisterio de la Iglesia y otras fuentes como la razón natural.

¿Cuáles son los diferentes actos del hombre?

a) Acto natural es el que procede de las potencias vegetativas y sensitivas sobre las que el hombre no tiene control voluntario alguno, como es respirar, sentir dolor o placer etc..

b) Acto humano es aquel que procede de la voluntad racional y deliberada del hombre, lo que nos hace plenamente responsable de ellos. Dentro del acto humano podrían distinguirse dos elementos internos previos al propio acto: la advertencia de lo que vamos a hacer, sin el cual no hay acto humano, y el elemento volitivo que es el conocimiento que tenemos del fin que tiene ese acto. Este elemento es decisivo para la valoración moral del acto realizado.

c) Acto moral es todo acto humano realizado con perfecta advertencia de su bondad o malicia. O sea todo acto relacionado conscientemente con las normas morales ya sea ajustándose a ellas (acto moralmente bueno) o apartándose de ellas (acto moralmente malo). La moralidad proviene de la voluntad divina o de la humana manifestada en costumbres o leyes. Pero también existen ciertas acciones que por sí mismas son intrínsecamente buenas o malas: Todos los hombres del mundo están de acuerdo en que es bueno el amor, la generosidad etc… y que es malo el robo, el engaño, el asesinato… Ni siquiera Dios puede modificar esto Es el orden moral objetivo fundado en la naturaleza misma de las cosas independiente de toda voluntad humana e incluso divina.

d) Acto sobrenatural o meritorio es un acto naturalmente bueno es dar limosna a un pobre estando en pecado mortal, pero nunca puede ser una acto sobrenatural porque carece de la gracia santificante porque estamos en pecado mortal.

Acto sobrenatural es aquel que procede de la Gracia de Dios y solo estos actos son los meritorios para la vida eterna. Hay que estar en Gracia de Dios para que un acto bueno se convierta en merito para la vida eterna. Los actos buenos hechos en pecado mortal no se tienen en cuenta para la vida eterna debido a la desproporción infinita que hay entre el orden natural y el sobrenatural.

Háblenos de la diferencia entre la ley en general, la ley natural, la ley divina y la ley civil…

Las leyes en general son un acto de la razón práctica, y no de la voluntad, porque es propio de la razón, y no de la voluntad, ordenar los fines de la actividad humana. Si solo fuera un acto de voluntad cualquier capricho de un legislador puede erigirse en ley.

a) La Ley natural obliga a todos los hombres del mundo, ya que para todos la ha promulgado Dios, imprimiéndola en el fondo mismo de los corazones.
b) La Ley divina. Tenemos a la Ley Antigua que conserva todavía su valor en cuanto a los preceptos morales (el decálogo) pero no en los preceptos judiciales y ceremoniales que fueron abrogados por Cristo, y después tenemos los preceptos de la Nueva Ley que obligan de suyo a todos los hombres del mundo, ya que por todos murió Cristo y para todos promulgó su divina ley evangélica, si bien es cierto que en la medida y grado en que puedan conocerla, ya que nadie está obligado a cumplir una ley que desconoce. Finalmente tenemos a las Leyes de la Iglesia: obligan a todos los bautizados cuando ya han cumplido los 7 años y tengan el suficiente uso de razón.

c) La Ley civil sería entonces la ordenación de la razón dirigida al bien común y que haya sido promulgada por quién tiene a su cargo el cuidado de la comunidad. El cumplimiento de la ley civil justa obliga en conciencia ante Dios. Cuando es injusta, no obliga en conciencia, pudiendo ser obligatorio no solo desobedecerla abiertamente, sino también boicotearla y hacer lo posible para que nadie la cumpla. En general son injustas las leyes que son contrarias al bien comun o cuando contradicen la ley natural o la divina. Pero se ha de constatar con toda certidumbre que son injustas.

¿Cómo podemos definir a la conciencia?

La palabra conciencia proviene etimológicamente del latín: con conocimiento. La conciencia moral puede definirse como el dictamen o juicio del entendimiento acerca de la moralidad del acto que vamos a realizar según unos principios morales. Es antecedente al acto, que no se ha realizado todavía. La conciencia hace de papel de guia que inclina al bien o aparta del mal. El hombre tiene la obligación de poner todos los medios a su alcance para adquirir una conciencia objetivamente verdadera, utilizando 3 medios principales: Conocer las leyes que rigen la vida moral, aconsejarse de gente especializada como confesores etc.. y la oración que pide a Dios que ilumine nuestra mente.

¿Qué es la conciencia escrupulosa?

Es aquella que por insuficientes y fútiles motivos cree que hay pecado donde no lo hay o que es grave lo que es leve. Se manifiesta con diferentes signos: Miedo constante y perturbador a incurrir en un pecado, ansiedad sobre la validez o suficiencia de una buena acción, pertinacia de juicio por no tranquilizarse con las decisiones del confesor, lo que le obligan a cambiar de confesor etc…Se diferencia de la conciencia delicada en cuanto que esta ve el pecado donde verdaderamente lo hay.

¿Podría definir los hábitos y las virtudes?

a) El hábito es una inclinación firme y constante a proceder de una determinada forma. Ahora bien, estos hábitos pueden ser adquiridos e infusos según sea por repetición de actos o recibidos por infusión divina. En el caso de ser hábitos buenos estamos ante las virtudes o actos malos que son los vicios.
b) Las virtudes adquiridas son hábitos buenos que adquiere el hombre por sus solas fuerzas naturales, son las llamadas virtudes cardinales: prudencia, justicia y templanza.

c) Las virtudes infusas provienen de la gracia santificante, son la semilla de Dios que pide crecimiento y desarrollo hasta alcanzar la perfección, son las llamadas virtudes teologales, la fe, la esperanza y la caridad.

Las virtudes adquiridas son hábitos morales y las virtudes infusas son hábitos sobrenaturales. Los hábitos adquiridos a mayor practica no aumentan, lo que produce una repetición de los hábitos es una mayor radicación en el sujeto. Si se dejan de practicar los hábitos disminuyen o incluso desaparecen, por ejemplo la paciencia. Con los hábitos infusos a mayor práctica también producen mayor radicación en el sujeto, pero si no se practican, no se pierden. Solo se pierden con el pecado mortal.

¿Qué es el pecado y que son los pecados especiales?

La mayor malicia del pecado viene por el desprecio a la amistad divina, supone la renovación de la causa de la muerte de Cristo, y la violación del cuerpo del cristiano, que es templo del Espíritu Santo. El alma del hombre queda envilecida ante Dios, ante su propia conciencia, y ante los hombres y finalmente cae en la esclavitud del demonio. El pecado es un infierno en potencia. No hay nada más que ver cómo han terminado las vidas de personas que públicamente manifestaron la vida desordenada que llevaban.

Pecados especiales son tres:

a) Los vicios o pecados capitales que son:

La vanagloria, la avaricia lujuria, la envidia, la gula, la ira y la acedia o el tedio de las cosas espirituales.

b) Pecados capitales que claman al cielo:

El homicidio, la sodomía o pecado de inversión sexual, la opresión de los pobres, viuda y huérfanos, la defraudación del salario a los trabajadores etc..

c) Pecados contra el Espíritu Santo:

-La desesperación o obstinada persuasión de no querer conseguir de Dios el perdón de los pecados y la salvación eterna. Fue el pecado de Judas.

-La temeraria y excesiva confianza en la misericordia de Dios, en virtud de la cual se espera conseguir la salvación sin necesidad de arrepentimiento de los pecados y se continúa cometiéndolos tranquilamente sin ningún temor a los castigos de Dios. Se desprecia la justicia divina.

-La envidia del provecho espiritual del prójimo. Es de los pecados más satánicos que se pueden cometer. Es a Satanás a quién le duele la santidad y virtud de los justos. Cometiéndolo se impide además que la Gracia de Dios crezca en el mundo.

-La obstinación en el pecado, rechazando las inspiraciones interiores de la gracia y los sanos consejos de las personas sensatas y cristianas. La impenitencia deliberada, por la que se toma la determinación de no arrepentirse jamás de los pecados y de resistir cualquier inspiración que pudiera impulsar el arrepentimiento.
¿Son absolutamente irremisibles?

En el Evangelio se nos dice que el pecado contra el Espíritu Santo no será perdonado ni en este siglo ni en el venidero.

¿Cuáles son los deberes para con Dios?

Toda la moral cristiana puede considerarse como el conjunto de nuestros deberes para con Dios ya que los que se refieren al prójimo como a uno mismo están preceptuados por el mismo Dios y nos obligan ante Él… Pero aquí nos vamos a referir exclusivamente a los deberes que tienen por objeto el mismo Dios o algo directamente relacionado con El. Estos deberes con Dios se reducen a las 3 virtudes teologales -Fe, Esperanza y Caridad- que se refieren al mismo Dios considerado como nuestro primer principio y último fin, y a la virtud de la religión, que tiene por objeto el culto a Dios.

a) La Fe es la virtud sobrenatural por la que, con la inspiración y la ayuda de la gracia de Dios, creemos ser verdadero lo que por El ha sido revelado, no por la luz percibida por la luz natural de la razón, sino por la autoridad del mismo Dios que revela, el cual no puede ni engañarse ni engañarnos. Hay que creer todo lo que se contiene en la palabra de Dios escrita o transmitida por la tradición o lo que la Iglesia por definición solemne o por su magisterio ordinario y universal propone como divinamente revelado.

Pecados contra la Fe son la credulidad excesiva, la superstición, la infidelidad, la apostasía, la herejía, la duda, la ignorancia y la omisión de sus actos.

b) La Esperanza es una virtud teologal infundida por Dios en la voluntad por la cual confiamos con plena certeza alcanzar la vida eterna y los medios para llegar a ella, apoyados en el auxilio omnipotente de Dios. Pecados opuestos a la Esperanza son la desesperación o la presunción, como temeraria confianza de obtener la salvación del alma por medios no ordenados por Dios.

c) La Caridad es la virtud cristiana por excelencia, el fin de la misma ley, y el vínculo de toda perfección. La caridad en general es un hábito sobrenatural infundido por Dios en el alma por la que amamos a Dios por sí mismo sobre todas las cosas, y a nosotros y al prójimo, por Dios.

Pecados opuestos a la Caridad para con Dios son el odio a Dios, la acedia y el amor desordenado a las criaturas.

d) La virtud de la religión. Esta virtud no se refiere inmediatamente al mismo Dios, sino que recae sobre algo muy relacionado con Él, el culto divino, esto es, inclina la voluntad del hombre a dar a Dios el culto debido como primer principio de todas las cosas.

Es un deber de justicia. No darle culto, es la mayor injusticia que puede cometer el hombre en la tierra. De ahí provienen las demás injusticias. Es la más excelente de las virtudes morales. Abarca específicamente a los 3 primeros mandamientos del decálogo y a todos los preceptos de la Iglesia. En cuanto a las formas de cumplir con el culto a Dios tenemos la devoción, la oración, el sacrificio latréutico-adoración, impetratorio, satisfactorio-reparación de los pecados y el eucarístico. Entre los pecados contra este deber tenemos la superstición, el culto indebido, la idolatría, la adivinación, el sacrilegio, la simonía (vender un bien espiritual) y la tentación de Dios (pedirle algo temerariamente)…

¿Cuáles son los deberes para consigo mismo?

a) La Caridad

-Con relación a la vida natural:

El hombre tiene la obligación de amar su propio cuerpo y su vida. El cuerpo no debe amarse por sí mismo, sino por Dios, porque con el cuerpo se debe ofrecer honor a Dios, practicar la virtud de la caridad y ser templo del Espíritu Santo.

Sin embargo, es licito practicar la mortificación voluntaria para expiar los pecados propios o ajenos, como hizo Jesucristo en su muerte y resurrección, aunque ello lleve la disminución de nuestra vida sobre la tierra. Esta mortificación tiene que estar regulada por la prudencia cristiana. Se peca contra la vida natural con el suicidio, la mutilación, los atentados contra la salud, desearse la muerte o descuidar los bienes humanos.

-Con relación a la vida sobrenatural:

La caridad para consigo mismo nos obliga a evitar el pecado aún a costa de la propia vida. También nos obliga la caridad con nosotros mismos a buscar con todo empeño la vida sobrenatural en nuestras almas hasta alcanzar la imitación de Cristo. Los bienes naturales del alma y del cuerpo deben ordenarse al bien espiritual del alma, y ninguna razón, ni siquiera la caridad con el projimo, autoriza a acarrearse un daño espiritual por mínimo que sea.

b) La Prudencia

Tiene por objeto dictarnos lo que tenemos que hacer en cada caso particular. No confundamos esta virtud con la tibieza. Es una virtud infundida por Dios en el entendimiento práctico para el recto gobierno de nuestras acciones particulares en orden al fin sobrenatural. Es la más importante de las virtudes morales, después de la virtud de la religión. Su influencia se extiende a toda las demás, señalándoles el justo medio en que consisten todas ellas para que no se desvíen hacia sus extremos desordenados. Se le llama de hecho el auriga de las virtudes, porque las dirige y gobierna todas. Sus funciones según Santo Tomás, son de consejo, de juicio y de imperio (ejecutar un determinado acto)

-Sus partes integrantes son:

-Tener memoria de lo pasado.

-Inteligencia de lo presente.

-Docilidad para pedir y aceptar el consejo de los sabios y experimentados.

Sagacidad en resolver situaciones en las que no es posible detenerse a pedir consejo.

-Providencia es una virtud que consiste en fijarse bien en el fin lejano que se pretende y prever las consecuencias del acto que vamos a realizar.
-Circunspección que es la atenta consideración de las circunstancias para juzgar para ver si es conveniente realizar tal o cual acto.

Vicios opuestos: La imprudencia, la precipitación, el desprecio a atender a las cosas necesarias y la inconstancia que nos lleva a abandonar fácilmente.
Vicio que es parecido a la prudencia: La astucia que supone la habilidad para conseguir un fin bueno o malo por vías falsas, simuladas o aparentes. Esto es pecado. El fin no justifica los medios.

c) La Fortaleza: Es una virtud cardinal infundida con la gracia santificante que enardece el apetito irascible y la voluntad para que no desistan de conseguir un objetivo difícil y bueno, aún con peligro de la vida corporal. Esta virtud es distinta de la fortaleza natural que no es virtud infusa. La fortaleza tiene dos actos: Atacar y resistir. De estos dos actos, el principal y más dificil es el de resistir, contrariamente a lo que se suele pensar. El martirio es el acto principal de la fortaleza.
Vicios opuestos: La cobardía, la indiferencia y la temeridad.

Magnanimidad: Es una virtud que inclina a acometer grandes empresas, espléndidas y dignas de honor en todo género de virtudes. Es incompatible con la mediocridad.
Paciencia: Es la virtud que inclina a soportar sin tristeza de espíritu ni abatimiento de corazón los padecimientos físicos o morales. Los principales motivos para esa virtud son: La conformidad con la voluntad de Dios, el recuerdo de los padecimientos de Jesús y María, la necesidad de reparar nuestros pecados.
Longanimidad: Es la virtud que nos da ánimo para tender a algo bueno cuya consecución se hará esperar mucho tiempo.

La perseverancia y la constancia: Es una virtud que inclina a persistir en el ejercicio del bien a pesar de la molestia que su prolongación nos ocasiona. La perseverancia tiene por objeto robustecer la voluntad para que no abandone el camino de la virtud por los obstáculos e impedimentos exteriores que salgan al paso.
La Templanza: Una virtud sobrenatural que modera la inclinación a los placeres sensibles, especialmente del tacto y del gusto, conteniéndola dentro de los límites de la razón iluminada por la fe.

Partes: La vergüenza o temor al oprobio, la honestidad, la castidad, la virginidad, la abstinencia, la sobriedad, la continencia, la mansedumbre, la clemencia, la modestia, la humildad, la estudiosidad (moderar el deseo de saber), la modestia corporal en los gestos corporales, la eutrapelia (regular los juegos y las diversiones) y finalmente la modestia en el ornato, que es guardar el debido orden de la razón en el arreglo del cuerpo y del vestido, así como en el aparato de las cosas exteriores.

¿Cuáles son los deberes para con los demás?

Hay que distinguir primero que hay un amor puramente natural por el que se ama al prójimo por sus cualidades naturales, y un amor estrictamente sobrenatural por el que se le ama por Dios y para Dios, en cuanto hijo de Dios que es. El amor natural no es malo en cuanto que no haya nada pernicioso o desordenado. Una vez dicho esto entramos en lo que son los deberes con el prójimo, que giran entorno a la práctica de las virtudes de la caridad y la justicia.

¿Cuáles son los deberes individuales?

Deberes de la caridad:

Amor a los pecadores: Ningún pecador en cuanto tal, es digno de amor, dice San Agustín, pero todo hombre, en cuanto tal, es amable por Dios. No es lícito desearle al pecador algún verdadero mal, como su condena eterna, pero es lícito desearle algún mal físico o temporal bajo el deseo de un bien mayor, esto es, que se convierta.

Amor a los enemigos: Hay que amar a los enemigos en cuanto hombres capaces de la vida eterna. Fue Nuestro Señor Jesucristo quién elevó el perdón y amor a los enemigos a la categoría de Ley Fundamental de la Nueva Alianza.

El amor a los enemigos obliga a deponer todo odio de enemistad y todo deseo de venganza. Obliga también a otorgarles ordinariamente los signos comunes de amistad y afecto. Obliga a procurar la reconciliación lo más pronto posible. La reconciliación interior debe ser rápida pues no es posible vivir con odio, la reconciliación exterior a veces supone tener que esperar el momento oportuno.

¿Cuáles son las obras de caridad o de la misericordia?

Espirituales: Enseñar al que no sabe, dar buen consejo, corregir al que yerra, perdonar las injuria, consolar al triste, paciencia con los defectos ajenos, rogar a Dios por los vivos y los muertos.

Corporales: Visitar a los enfermos, dar de comer al hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo, dar posada al peregrino, redimir al cautivo, enterrar a los muertos.
¿Cuáles son los pecados opuestos a la caridad?

El odio, la envidia, la discordia, la contienda y la riña, el cisma, la guerra y la sedición. La cooperación con el mal y el escándalo producido por el vestido de las mujeres, playa y piscinas, shows y películas, bailes, canciones, libros, revistas e internet.

¿Cuáles son los deberes de justicia?

-Respetar la vida. Los pecados contra ello son el homicidio, el linchamiento, la legitima defensa, el aborto, el duelo.

-Respetar el cuerpo. Los pecados son la lujuria, la fornicación, el rapto, el concubinato, el estupro, el adulterio, el incesto, el sacrilegio, el onanismo, la sodomía, la bestialidad etc..

-Respeto a la hacienda:

Aquí entraríamos en las nociones de justicia y del derecho y cómo se regula: la posesión, la ocupación de cosas vacantes y animales, las cosas ocultas, el tesoro, la accesión, la prescripción, la buena fe, el usufructo, el uso, las servidumbres, los contratos y sus obligaciones, el juramento, la promesa, la donación, los testamentos y legados, el mandato el comodato y el precario, el préstamo, la usura, el justo precio, el precio legal y el vulgar, el monopolio, la subasta, la venta por comisión, el arrendamiento, el contrato de trabajo y de obras, obligaciones de los patronos y de los obreros, el salario justo, el cambio, el seguro, el juego, la apuesta, las operaciones de bolsa su moralidad y operaciones injustas, la fianza, la hipoteca.

-Respecto de la fama:

El derecho a la veracidad (la mentira, la hipocresía, la ironía, la murmuración, la calumnia, la burla, la violación de secretos.

El derecho al honor: los juicios temerarios, la retracción, la susurración y el falso testimonio. Hay obligación de reparar la fama y el honor.

¿Cuáles son los deberes familiares?

La piedad es una virtud especial que puede definirse como el hábito sobrenatural que nos inclina a tributar el honor y servicios debidos a los padres, a la patria y a todos los que se relacionan con ellos. Hay dos pecados opuestos a esta virtud: el amor exagerado a los padres que impide casarse o la vocación religiosa etc.., y la impiedad familiar que desatiende los deberes de honor, reverencia y ayuda económica etc.. Otro pecado contra la piedad es el nacionalismo exagerado que desprecia a otras naciones, o su contrario, el cosmopolitismo según el adagio pagano: Ubi bene, Ibi patria.

¿Cuáles son las clases de deberes familiares?

-Deberes entre los esposos: el amor, la ayuda, la cohabitación, la corrección.
-Deberes con los padres: Amor, reverencia y respeto, obediencia y ayuda material en la ancianidad de los padres.

-Deberes entre hermanos: El mutuo cariño, unión, edificación y ayuda.

Pecan gravemente:

-Los hermanos que odian interiormente a sus hermanos y se lo manifiestan exteriormente pecan contra la fraternidad y es un gran escándalo para los demás. Igualmente ocurre con los que por motivos de herencia tienen graves riñas o altercados son motivo de escándalo aunque no lleguen a odiarse.
-Los que no se ayudan en sus necesidades materiales pudiéndolo hacer, o son para sus hermanos, con su depravada conducta, motivo de escándalo, de infamias o de ruina espiritual.

Deberes sociales y profesionales: Todos estos deberes se recogen en la doctrina social de la Iglesia, que ya sería objeto de un extenso trabajo.

Por Javier Navascués

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