Halyna Vrublevska: “Quien salva una vida salva al mundo”

Entrevistamos a Halyna Vrublevska Mentuj esposa y madre de Ucrania, residente en España hace algunos años y militante provida.

¿En pocas palabras, cómo te defines?

Me defino como una persona positiva, perseverante y trabajadora. Cuando llegué a España no sabía hablar español, los primeros años fueron muy difíciles, pero con la ayuda de Dios pude seguir adelante.

Al finalizar mi grado en Economía y Negocios Internacionales en la Universidad de Alcalá y el Máster en Consultoría de Negocio (BCSM), formé parte del equipo de Auditoría Financiera en una Big Four, estudiando a la vez el Máster en Auditoría de Cuentas (CEU San Pablo). Después trabajé como analista en Prevención de Blanqueo de Capitales en un banco. Con dominio de los cuatro idiomas (ucraniano, español, inglés y polaco).

¿Cómo decidiste involucrarte a favor de la vida?

El 25 de marzo celebramos la Solemnidad de la Anunciación del Señor, y alrededor de esta fecha se hacen manifestaciones a favor de la vida. Hace unos cuantos años fui a una manifestación así, y es donde, por primera vez, escuché sobre la labor de los “Rescatadores Juan Pablo II”. Los testimonios de los jóvenes rescatadores tocaron profundamente mi corazón, y estuve varios días pensando en ello. Al final me decidí a llamar, y me invitaron a ir un viernes por la tarde al abortorio Dator, que es donde aprendíamos a hacer los rescates. Y así empecé a leer y investigar más, también a preguntar a los rescatadores con más experiencia y por fin pude desmontar en mi cabeza varias falacias que cuenta la sociedad sobre los abortos.

¿Cómo fue tu experiencia en rescates?

Los rescates marcaron un antes y un después en mi vida, porque solo allí, en las cercanías del abortorio pude comprender el verdadero drama de los abortos. Al principio tenía algo de miedo o reparo, porque veía diferentes reacciones, conocí a mujeres que abortaron varias veces convenciendose a sí mismas de que dentro no llevaban a sus hijos, pero sobre todo de los trabajadores de la clínica, algunos un poco agresivos. Pero luego comprendí que no puedo dejarme llevar por esas emociones, porque hay una vida humana que está en juego y que Dios puede salvar a través de mí, puede salvarla si me acerco a hablar con esa mujer, que está a punto de hacer el mayor error de su vida y muchas veces ni es consciente de ello. Y así poco a poco, aprendí hablar con mucha delicadeza a esas mujeres y ofrecerles ayuda para que no quitasen la vida a sus hijos. Me ayudó mucho tener un rosario en mi bolsillo y rezar el tiempo que estábamos allí.

Cuántas veces he oído la frase: “ojalá estuvierais aquí cuando hemos entrado a abortar”, pero desgraciadamente no podemos estar allí todo el día. Varias mujeres cambiaron de opinión cuando se les ofreció ayuda, y me comentaban que desde la Seguridad Social lo único que les ofrecían es ir a abortar, ninguna opción más. ¿Qué pasaría si tantos millones que se invierten en el negocio de los abortos se destinasen a las ayudas a las madres embarazadas? Pero mientras esto no cambie a nivel estatal, está por ejemplo, la asociación Más Futuro y otras Asociaciones, que les ofrecen toda la ayuda necesaria.

Creo que mucha gente no es consciente del genocidio que se hace a través de los abortos. Tampoco es consciente de en qué consiste un aborto, yo no lo era. Pero después de ver a esos seres humanos inocentes con piernitas y bracitos arrancados o con sus cuerpecitos quemados con la inyección salina, ya no pude mirar hacia otro lado.

Y por supuesto no se habla de lo mucho que sufren luego esas mujeres y del trauma post aborto. Yo vi ese sufrimiento, vi sus lágrimas al salir. Pero también esas mujeres pueden empezar todo de nuevo, en esta asociación también se les da todo apoyo necesario.

¿Qué supuso para usted poder ayudar a que varias mujeres no abortasen?

Quien salva una vida salva al mundo entero”*. Si Dios salvó, a través de mí, aunque sea una vida, no habré venido a este mundo en vano. Da muchísima alegría ver a las mujeres rescatadas con sus niños recién nacidos en brazos. Esa experiencia supuso para mí descubrir lo que es el milagro de la vida, lo valioso que es cada ser humano.

Incluso luego pudiste dar un discurso público en favor de la vida. ¿Qué supuso ese momento?

Esto supuso para mí un momento de mucha alegría, al ver a muchísima gente apoyando a la vida y queriendo luchar por cada ser humano que está por nacer. Aunque por otro lado, era un momento de superación personal, ya que nunca había hablado delante de tanto público. Fue durante la manifestacion provida, en marzo de 2022, la misma en la que hacia años conocí la labor de rescates.

Actualmente sigue muy activa en redes sociales defendiendo la vida.

Considero que es muy importante defender la vida en todos los ámbitos. Las redes sociales hacen que la información pueda llegar a mucha gente. También es cierto que puede dar algo de miedo exponerse públicamente en la defensa de la vida u otras causas, porque lo que no es políticamente correcto no se puede decir, hoy la verdad no interesa.

Pero a pesar de ello no podemos callarnos, porque los que iban delante de nosotros dieron su vida para defender la verdad, y a nosotros muchas veces nos da vergüenza reconocer nuestra fe o decir que 2+2=4 y no a lo que uno le parezca, puede que nos insulten o excluyan, pero hay que ser valientes.

¿Qué otros apostolados has realizado?

En mis años universitarios estaba colaborando con la Fundación Desarrollo y Asistencia, en el hospital Príncipe de Asturias, dondeacompañamos a personas en situación de soledad, enfermedad u otras causas. Más adelante iba a ayudar a una Casa de Acogida, donde manteníamos la limpieza del lugar y dábamos la cena para las personas sin techo. Por último, colaboraba en la parroquia dando catequesis para los padres cuyos niños se preparaban para la primera comunión, o para los jóvenes que iban a recibir la Confirmación.

https://www.nuevarevista.net/quien-salva-una-vida-salva-al-mundo/

Por Javier Navascués

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