Cesáreo Jarabo Jordán analiza el absolutismo borbón del siglo XVIII y sus medidas antirreligiosas

Cesáreo Jarabo Jordán. 30 de Diciembre de 1953 en Cuenca (España peninsular). Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación. Estudios cursados en la Universidad de Barcelona. Autor de varias investigaciones históricas: Los Campamentos del Frente de Juventudes., El Aprendiz de Quijote. Ensayo sobre Don Quijote de la Mancha, El Primero de los Insurgentes. Historia novelada de Omar Ben Hafsun, El arrianismo a través de los tiempos, Los Cátaros, Priscilianismo, Inquisición, Genocidio (Estudio sobre el Tribunal de la Inquisición y exposición de los principales genocidios cometidos en el mundo), Nada en Común. Un repaso novelado a la Historia de España desde 1953 (año de mi nacimiento) con un poco de futuro ficción hasta 2016, La piratería en el Pacífico y su relación con el Tribunal de la Santa Inquisición de Lima (en colaboración con el Dr. D. Sebastián I. Donoso Bustamante, Movimientos centrífugos en España: Sertorio, Paulo, La Revuelta Comunera, Antonio Pérez, La Crisis del siglo XVII, Guerra de Sucesión, La conquista británica de España: sobre los Procesos Secesionistas en América, El Cantonalismo,1898. Un hito en la gran traición, La esclavitud en el mundo, El terrorismo en fechas, La Monarquía Hispánica y la integración de los indios y España bajo el poder árabe.

Este autor, junto a 15 escritores españoles y americanos, se unió para escribirle un libro al rey y a las infantas de España, con el propósito de relatar las verdades históricas de los tres siglos de la hispanidad unidad bajo la corona española Cartas hispanistas al Rey de España (SND).

Ha sido ponente en el Curso de Historia de España organizado por la Asociación Enraizados en Cristo y en la Sociedad, presentando el tema sobre el absolutismo borbón del siglo XVIII y sus medidas antirreligiosas.

En esta entrevista profundiza sobre el mencionado tema.

Desde el punto de vista legal ¿quién tenía más derechos al trono español al morir Carlos II, el nieto de Luis XIV, Felipe V, o el Archiduque Carlos de Habsburgo?

Felipe V era nieto de Luis XIV de FranciaMaría Teresa de Austria, hija de Felipe IV. Era, por tanto nieto de Felipe IV y sobrino de Carlos II.

El Archiduque Carlos era hijo de Maximiliano II, y de la hija de Felipe III, Maria Ana de Austria, que en las capitulaciones matrimoniales había renunciado a sus derechos de sucesión a la corona española, pero esa renuncia no tenía valor al no haber sido refrendada por las Cortes españolas.

Los titulares del derecho sucesorio, así, no eran ni Felipe de Anjou ni el Archiduque Carlos, sino sus respectivos abuelo y padre.

Pero además, no eran los únicos candidatos, pues junto a Felipe de Anjou y Carlos de Austria, estaba el príncipe Maximiliano II de Baviera, su hijo José Fernando, y el rey Pedro II de Portugal, como descendiente de los Reyes Católicos.

En cuanto a los derechos sucesorios debemos conocer que se venían transmitiendo en virtud de normas escritas o de costumbres no escritas, y no siempre coincidentes en todos los reinos de España.

Así, las Partidas eran la norma sucesoria en Castilla, y el padre Mariana, en su De rege et regis institutione, se refiere a las leyes instituidas por voluntad de la república, cuya autoridad es mayor que la del príncipe, haciendo hincapié en la sucesión de los príncipes, siendo que, tratándose de ley fundamental, no puede ser modificada sin acuerdo de las Cortes.

Por su parte, Juan de Lancina aseveraba en los momentos que se trataba justamente el asunto de la sucesión de Carlos II que los Estados debían participar en la determinación de la misma.

Y Carlos II consultó al Consejo de Estado sobre su derecho a hacer testamento sin la participación de las Cortes, y el Consejo, que era un nido de conspiraciones, acabó recomendando el nombramiento de Felipe V.

¿Por qué los territorios de la Corona de Aragón, sobre todo Cataluña no aceptaron al principio a Felipe V?

La pregunta no es del todo exacta. La Corona de Aragón, y sobre todo Cataluña, sí aceptaron al principio a Felipe V en las cortes celebradas en Barcelona entre el 12 de Octubre de 1701 y el 14 de Enero de 1702, y eso que la memoria más raquítica no impedía recordar a los franceses como los sitiadores de Gerona y de Barcelona apenas cuatro años atrás en la guerra de los Nueve Años… o los que habían arrancado el Rosellón y la Cerdaña en el Tratado de los Pirineos de 1659, apenas cuatro décadas atrás.

La entronización de Felipe de Anjou el 16 de noviembre de 1700 fue aceptada unánimemente por los reinos de las Coronas de Castilla y de Aragón, cuyos fueros juró observar, pero hacia 1706 tal unanimidad se había quebrado, en gran parte motivada por la situación internacional, que apetecía la fragmentación de España, y aspiraba a colonizar los territorios de la Monarquía Hispánica.

La causa del Archiduque, promocionada por los mercaderes ingleses y austriacos residentes había decaído considerablemente, siendo que el lider austracista Felíu de la Peña, en sus “Anales de Cataluña”, deja constancia del enfriamiento de la causa austracista, pero pronto empezarían las desavenencias al ser equiparados los pares de Francia con los grandes de España, la reforma de las secretarías y, sobre todo, la marginación del Consejo de Estado, actuaciones que los miembros del Consejo de Ciento, que eran Grandes de España, no podían ver con buenos ojos.

Y esas desavenencias no se produjeron sólo en Cataluña. Así, el Almirante de Castilla, Juan Tomás Enríquez de Cabrera, tendría una significación esencial en el bando austracista, y con él, el duque de Sesa, el conde de Lemos, el conde de Cifuentes… y un largo etcétera que se extendía a la baja nobleza, al clero y a otros ámbitos sociales; entre ellos destaca Gaspar de Viedma, veinticuatro de Jaén, que en 1706 instigó una conjura que fue abortada.

Hasta 1704 no parecía que fuese a producirse conflicto serio por la ascensión al trono de Felipe V, pero la dependencia con relación a Francia permitió la presencia de tropas francesas en Flandes, lo que, unido a los derechos sucesorios de Felipe sobre el trono francés y las pretensiones del archiduque Carlos, que fue proclamado rey el 12 de febrero de 1703, acabó desencadenando la guerra.

Una vez en el trono Felipe V, ¿qué balance cabe hacer de su reinado, fue un periodo positivo de recuperación nacional, o no fue así?

La venida de Felipe V con su cohorte de franceses no difería grandemente del arribo de Carlos I, dos siglos antes, con su cohorte de valones. Cabía suponer que la deriva de Felipe sería similar a la de Carlos, y con la experiencia cabía esperar que los conflictos del siglo XVI no fuesen a reproducirse en esta ocasión. Craso error: Felipe se asemejaba a Carlos tan sólo en los aspectos negativos. La balanza, que con Carlos cayó del lado de la grandeza y de la voluntad de superación, no tendría el mismo recorrido, sino el contrario, en el caso de Felipe V. Si Carlos pasó de ser odiado y temido a ser querido y admirado cuando no dudó en anular leyes injustas impuestas por él mismo, Felipe no superó la prueba, y aunque con algún acto encomiable, no pasó de ser despreciado.

El asunto se complicó con la remodelación del gobierno impuesta por Felipe V en estos momentos que, como en el caso de Carlos I con los flamencos, comportaba el arribo de personajes franceses, ávidos como aquellos por el expolio, y el sometimiento a ellos de los Consejos del Reino, dando entrada a la oligarquía mercantilista en demérito de los Grandes.

Era la ruptura del sistema tradicional, que de paso se llevaba por delante el sistema pactista del cardenal Portocarrero, que, si por una parte se ganaba a las élites mercantilistas del reino de Castilla, ponía en contra a las élites mercantilistas del reino de Aragón. Esta división, si no provocó, reafirmó en la corte de Felipe V la necesidad del decreto de Nueva Planta así como el incremento del movimiento conspirativo en todo el Reino de Aragón.

Las críticas y el descontento se manifestaban de muchas formas; entre ellas afirmando que elgobierno era extraño, el rey, mudo; el Cardenal Portocarrero, sordo; el presidente de Castilla carecía de poder y el embajador francés carente de voluntad. Entonces, ¿quién gobernaba?… Luis XIV.

La situación política estaba empeorando por la actuación de la nueva corte; no obstante, y según nos refiere Manuel Mas Soldevila, cronista contemporáneo, cuando el 20 de diciembre de 1702 Felipe V regresó de Italia y entró en Barcelona fue recibido mejor que cuando llegó a la ciudad para celebrar cortes. Las autoridades, los Comunes, los grupos privilegiados y el pueblo llano salieron a recibirle, y nadie expresó contestación y todo fueron aclamaciones.

La cuestión del enfrentamiento se radicalizaría a lo largo del año 1703, cuando los intereses de los bloques en liza tomaron cuerpo en la sociedad española, materializándose en las sociedades comerciales ligadas con Inglaterra y con Holanda, que tenían un importante peso específico en Barcelona.

¿Qué reformas legales y de la administración llevaron a cabo los Borbones?

El 16 de noviembre de 1700 subió al trono Felipe V. Mª Anne de la Trémoille, sería nombrada por Luis XIV de Francia camarera mayor de aquel, con el encargo de tutelar al joven rey; posición que sería confirmada cuando Felipe casó con Maria Luisa Gabriela de Saboya, el once de Septiembre de 1701. Era tal el control ejercido por la de la Tremoille que en 1703, llegó a anular todos los despachos de Felipe V.

Situada en su puesto de control absoluto se rodeó de sus adeptos quienes, como es el caso del conde de Montellano y de Juan Orry, acometieron reformas tendentes a limitar las corruptelas que infestaban la corte. Se pretendió hacer una profunda reforma administrativa bajo la dirección de Orry, que redactó detallados informes donde aconsejaba la centralización de la administración así como la reforma del sistema de gobierno basándose en el modelo francés, apuntando la eliminación de los consejos reales y la creación de ministerios, aspectos que alarmaron a la enquistada nobleza, y cuyo desarrollo natural nos lleva a los decretos de Nueva Planta.

No es que Felipe V fuese el representante de esta corriente y el Archiduque Carlos fuese representante de la corriente tradicionalista. Bien al contrario, en estos aspectos poco difería la política de ambos contendientes. Las circunstancias, y la marcha de la guerra significó que el encargado de implantar los nuevos conceptos políticos en España fuese la casa de Borbón. Carlos haría algo similar en sus dominios.

Así, con Felipe V se instauró el despotismo ilustrado, cuya máxima expresión se encuentra en los Decretos de Nueva Planta, por los cuales, sólo las provincias vascongadas y Navarra conservarían sus derechos históricos, pasando a reorganizarse el territorio en regiones militares al mando de un capitán general, A su vez, las regiones militares se subdividirían en provincias y municipios. Pero eso, al cabo, no es más que una visión de la administración, que, acertada o erróneamente, planteaba un nuevo sistema tendente a una ordenación más racional del estado en unos momentos en los que, en toda Europa, se estaba imponiendo una idea novedosa… y posiblemente contraria al espíritu hispánico.

En base a esas ideas de la Ilustración, también la corona acabaría interviniendo en los asuntos de la Iglesia, en concreto en lo tocante al nombramiento de prelados y en la recaudación de rentas.

Se hace necesario señalar que, contra lo propalado por la historiografía separatista, los mentados Decretos de Nueva Planta no son un castigo a los vencidos, sino un proyecto previo entendido como innovador y que fue defendido por Melchor de Macanaz, y Francisco de Ronquillo ya el año 1701, al acceder Felipe V al trono, y sin mediar ningún conflicto bélico.

¿España volvió a ser una potencia respetada internacionalmente?

Desde tiempos de Felipe II, las potencias europeas nunca han respetado a España. En todo caso la han temido y han dedicado sus esfuerzos, por lo general delictivos, a combatir a España.

La Guerra de Sucesión no fue sino una desavenencia entre ellas, pues hacía tiempo que, durante el reinado de Carlos II, ya se habían repartido sobre el papel toda la geografía hispana.

Con la nueva situación creada con el resultado de la guerra, en 1711, y por parte de Inglaterra, fue redactada “Una propuesta para la humillación de España”; un proyecto a largo plazo que se rebelaría como triunfante cuando en 1808 Francia e Inglaterra invadieron España, donde llevaron a cabo una guerra que conocemos como “de independencia”, en el curso de la cual consiguieron su destrucción, anhelada durante los siglos anteriores.

España iba siendo humillada paulatinamente; primero con el Tratado de los Pirineos de 1659, donde España cedía a Francia el Rosellón. En el Tratado de Ryswick de 1697 firmado entre Francia, Inglaterra y Holanda, significó nuevas cesiones por parte de España.

Luego llegaría el Tratado de Utrecht, que empezó a negociarse en 1711 sin el concurso de España, y gracias a que Inglaterra se cuestionaba el precio económico que le reportaba el mantenimiento de la guerra, mientras Francia también se encontraba agotada económicamente y había retirado sus ejércitos de España.

El primer tratado de Utrecht se firmó el 11 de Abril de 1713 entre Gran Bretaña, Francia, Prusia, Portugal, Saboya y las Provincias Unidas.

El segundo se firmó el 13 de Julio de 1713 entre Gran Bretaña y España, en los que España no obtuvo nada y cedió en todo. Perdió Flandes… pero el complemento llegaría en 1714 con el tratado de Rastadt, donde Luis XIV negoció a costa de España, que pagó con Cerdeña, Sicilia, Nápoles y el Milanesado.

Posteriormente se daría fin a la Guerra de Sucesión, de forma definitiva, el 30 de abril de 1725 con la firma del Tratado de Viena.

El tratado de paz de Viena confirmaba la mutilación del territorio nacional, siendo que Toscana, Parma y Plasencia quedaban para el Archiduque Carlos en calidad de feudos, señalando que nunca podrían ser posesión de la Corona de España al tiempo que implica el reconocimiento de Felipe V como rey de España y la renuncia del Archiduque a sus derechos a la Corona de España.

No obstante la humillación, España era un gran bocado que costaría a Inglaterra cuatro guerras más con España entre 1727 - 1729; 1739 - 1748; 1756 - 1763 y 1779 – 1783. Y es que, a pesar de todo, España seguía siendo fuerte en lo militar y conservaba un gran peso internacional, siendo, sin lugar a dudas, el primer imperio del mundo. La debacle se estaba gestando en otros campos: los políticos, los administrativos, donde la acción se llevaba en silencio, propiciando la aculturación del pueblo y sembrando pensamientos contrarios al espíritu hispánico.

La debacle surgiría en Trafalgar 21 de octubre de 1805, cuando España actuaba como sierva de Francia.

¿En qué consistieron las reformas económicas de Carlos III?

A partir de 1760, la situación en la Península, según detalla el embajador danés a su gobierno, era de profunda crisis y de miseria.

El precio del trigo había subido de 8 a 26 reales, y los precios de los artículos de primera necesidad se habían quintuplicado en una década. La quiebra del estado era manifiesta, y la Corona pagaba a sus acreedores con pagarés a cargo de los Reinos de Indias, de donde reiteradamente llegaban devueltos.

Los políticos ilustrados aumentaron impuestos e implantaron el proteccionismo manufacturero, dando lugar a la creación de manufacturas reales como las Reales Fábricas de Tapices, Cristales, etc., y favoreciendo el de la agricultura y la minería, siendo que en 1767 se crearon nuevas poblaciones en Andalucía, en una operación que, en dos años, movilizó cerca de 8000 colonos que pusieron en cultivo gran cantidad de tierras.

Pero sin lugar a dudas, la medida estrella fue la promulgación del libre comercio entre distintos puertos americanos y peninsulares el año 1765. 

La Real Instrucción de 16 de octubre de 1765 autorizaba la salida y llegada directa desde los puertos españoles de Santander, Gijón, La Coruña, Málaga, Cartagena, Alicante y Barcelona, además de los ya establecidos de Sevilla y Cádiz, hacia las islas de Barlovento, Trinidad, Margarita, Puerto Rico, Santo Domingo y Cuba. Puertos cuyo número se vería incrementado en años sucesivos.

Pero los resultados no acabaron siendo los previstos, ya que los beneficios económicos que se habían producido hasta el momento acabaron siendo destruidos al compás de las reformas.

La quiebra provocada de la pequeña manufactura en América sería el caldo de cultivo necesario para preparar los sucesos del primer cuarto del siglo XIX, cuando los importadores pasarían a ser servidores del monopolio mercantil y financiero de las potencias anglosajonas, perceptoras de todo el producto del comercio… y desentendidas de la creación de infraestucturas y bienes sociales.

Las reformas borbónicas en América, habiendo liquidado el tejido productivo manufacturero, se dirigió a la concentración de la producción minera, especialmente de la plata, lo que ocasionó un importante crecimiento de su producción.

Pero si las actuaciones en lo tocante a los ámbitos productivos son el ámbito propio de las reformas económicas, no es desdeñable, en ese mismo ámbito, la actuación en el terreno de la educación.

No es lo mismo una población formada que una población inculta. Y a ello se dedicarían las Sociedades Económicas de Amigos el País, que empezaron a tener cierta entidad treinta años después, tras la expulsión de la Compañía de Jesús, que con un ejército de maestros había atendido la educación de la población, siendo que desde 1572 ejercía su función en América, sembrando el territorio de escuelas, de las que saldrían personas formadas para atender todos los aspectos de la sociedad, ya fuesen criollos, indios, negros o mestizos.

Regía escuelas de primera y de segunda enseñanza, y atendía universidades a lo largo de toda la geografía nacional, peninsular y americana, marcando un notable desarrollo socio-económico y cultural, y su desaparición comportó la desatención educativa de la mayor parte de la población, y el reinado de Carlos III, a pesar de sus proclamadas políticas públicas centradas en la educación superior, se manifestó como incompetente, lo que acabaría ocasionando un crecimiento espectacular de analfabetos, siendo que, si el nivel de alfabetización existente en 1767, cuando fue expulsada la Compañía, rondaba el 40%, a principios del siglo XIX rondaba el 10%.

Extraordinaria repercusión sobre la enseñanza, y como consecuencia sobre la economía, tuvo la expulsión de los jesuitas. El 5 de octubre de 1767 fue dictada la Real Provisión para reintegrar a los maestros y preceptores seculares en la enseñanza de las primeras letras, gramática y retórica…pero había que formar a esos maestros.

Las Sociedades Económicas de Amigos del País, con más voluntad que efectividad, se dedicaron a la labor. La primera fue la Sociedad Bascongada de Amigos del País, fundada en 1765. A principios del siglo XX existían 63 en toda España, dispuestas a suplir la acción de los 5271 jesuitas que fueron expulsados cuatro décadas atrás.

La aplicación de las medidas fiscales ocasionó disturbios en América, y además la ruina de boyantes poblaciones en el Uruguay, con miles de desplazados y graves sublevaciones en la Nueva España, lo que ocasionó ejecuciones, condenas y destierros.

¿Por qué fomentó medidas antirreligiosas Carlos III?

Eso habría que preguntárselo a él. Yo creo que la medida está provocada por la Ilustración, y estuvo encaminada a minar España, que ya estaba, si no controlada absolutamente, si manifiestamente encaminada al sometimiento.

¿Que impacto tuvo la masonería en su reinado?

El Tribunal de la Inquisición había prohibido la Masonería en 1738. Esta prohibición fue sancionada por el apoyo de la autoridad real, mediante un edicto del Rey Fernando VI, en 1751, y la sociedad secreta no actuó a cara descubierta durante todo el siglo XVIII, si bien la pertenencia de importantes personajes públicos a la secta nos manifiesta que no estuvo ausente en la política nacional durante este período.

Según el periódico La Reforma de 18-10-1865, órgano de la francmasonería en España, la primera logia se estableció en 1726 en Gibraltar. Al año siguiente se estableció otra en Madrid, y en 1731 otra en Andalucía, y con el advenimiento de Carlos III, en 1759, la francmasonería se instaló en el mundo cortesano, que en torno al ministro Ricardo Wall llevó una política de docilidad a las instrucciones de Inglaterra. Tan es así que, no solo se permitió el tráfico negrero a ingleses y franceses, sino que hasta en la misma España llegaron a crear una compañía negrera, algo que siempre había rechazado España.

Era tan manifiesta la existencia de la masonería que pronto se inició la extensión de la secta a un lado y otro del Atlántico, siendo que las logias masónicas fueron creándose a lo largo del siglo XVIII; en 1763, en Cuba, Nicaragua y Belice; en 1768, en México (Ciudad de México y Jalapa); en 1773, en Lima; en 1776, en Honduras; en 1794, en Santa Fe de Bogotá; en 1795, en Río de la Plata (Logia Independencia); y en 1795, Francisco de Miranda creó en Paría la Logia Madre Hispanoamericana, que en 1798 se trasladó a Londres y se constituyó como Gran Logia Hispanoamericana, quedando integrada por tres logias operativas: Lautaro, nº 1; Caballeros Racionales, nº 2; y Unión Americana, nº 3. Más tarde se les sumó la logia Caballeros Racionales, nº 4.

La actividad masónica se hizo evidente tanto en la organización de los motines como en la incriminación de otros en los mismos. La Iglesia en general, y los jesuitas en particular, eran presentados como los instigadores.

La difusión de las ideas masónicas en América iba de la mano de agentes británicos que recorrían la España americana con una clara intención de espionaje que queda manifiesta en sus escritos y, curiosamente, con la anuencia de la administración española.

Tal es el caso de Alexander Humboldt; pero, como él, fueron otros; unos, como en el caso de Juan Bautista Picornell, con la excusa de ser desterrados de la Península; y otros con la excusa de expediciones geográficas que manifiestamente eran de claro espionaje, a juzgar por los comentarios relativos al modo y manera como un ejército podía acceder a un determinado lugar, como hace Humboldt.

El impacto, así, fue determinante.

¿Ministros como Aranda o Floridablanca fueron masones?

Sí. José Moñino y Redondo, Conde de Floridablanca y Pedro Pablo Abarca de Bolea, Conde de Aranda, formaban en nómina, como en nómina figuraba un elenco de personalidades adscritas a los distintos órganos encargados de disolver España. Masones fueron Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, Pablo de Olavide, Francisco de Miranda, Andrés Bello López, José de San Martín, Servando Teresa de Mier, Joaquín Olmedo, Pablo Morillo, Antonio Nariño, Simón Bolívar, Antonio de Sucre, Manuel Belgrano, Hipólito Unanue, Faustino Sánchez Carrión, Juan Manuel Iturregui, José Miguel Carrera, primer presidente constitucional de Chile; Manuel Hidalgo, Agustín de Iturbide, José María Morelos, Mariano Moreno, O’Higgins, Francisco Antonio Zea, etc…, considerados luego padres de las futuras nuevas naciones títeres del imperio inglés. Como masones también fueron Ángel Saavedra, Duque de Rivas; Pedro Rodríguez, conde de Campomanes; Gaspar Melchor de Jovellanos, Mariano Luis de Urquijo, Francisco Milans del Bosch, el general Castaños, Díaz Porlier, Espartero, Espoz y Mina, O’Donnell, O’Donoju, Eugenio de Palafox, conde de Montijo; Rafael de Riego, el general Maroto, Carlos María Alvear, Juan Van Hallen, Agustín Argüelles, presidente del gobierno y tutor de Isabel II…

Y se especula que el propio Fernando VII también fue miembro de la misma, situación que se encuentra probada en alguno de sus descendientes.

¿Por qué se llevó a cabo la expulsión de los jesuitas?

Sin lugar a dudas, la Compañía de Jesús era un instrumento de la fe que no tenía parangón; sus miembros gozaban de una esmeradísima formación en los más variados campos, gestada a lo largo de quince años de estudio, lo que les permitía abordar los más variados cometidos en los lugares más diversos por su conocimiento de idiomas y de las más variadas ciencias.

Quince años dedicando esfuerzos continuados a su propia formación acarreaba una legión de científicos capaces de defender la fe con un conocimiento que difícilmente era igualado por un ilustrado.

Evidentemente, para el desarrollo de la Ilustración se hacía necesario cometer un genocidio intelectual sobre semejante legión de defensores de la fe.

Y es que, en formación académica, ninguna otra orden religiosa podía equipararse tampoco a la Compañía de Jesús.

¿Qué consecuencias tuvo esa medida?

La medida inmediata fue la pérdida de cultura en todo el tejido social de España. La Ilustración daba un importantísimo paso en el cumplimiento de sus objetivos: la “desilustración” auténtica del pueblo español.

¿Y por qué esa medida?

Desde la llegada de Felipe V, el objetivo manifiesto era olvidar la España Imperial. Los Austria eran algo a borrar de la mente de los españoles; la grandeza de España, algo a derrocar para poder ser entregada, atada de pies y manos a los enemigos seculares; a los piratas, a los contrabandistas, a los traficantes de esclavos; a los traficantes de drogas, a los falsificadores de moneda…, y esa tarea es difícil de ser llevada a cabo cuando el pueblo tiene cultura y recuerda su historia.

La expulsión de la Compañía de Jesús fue, sin duda, uno de los hitos más importantes llevados a cabo por los enemigos en la tarea secular de desestructurar España.

España apoyó la guerra independencia de Estados Unidos, contra Inglaterra, ¿fue un error?

Fue un error haber actuado como siempre ha actuado España, con honor y generosidad… y sin precauciones.

La acción, así, entiendo que no fue un error, pero España debía haber previsto que no estaba tratando sino con gentes que ni por asomo tenían una formación humanista, sino que se trataba de gentes formadas en un mundo ajeno al espíritu católico, humanista, español, cuando no contrario al mismo.

Creo que, en el momento, hubiese sido necesario articular los medios necesarios para controlar el crecimiento de lo que nacía para evitar que acabase convirtiéndose en un monstruo ajeno a toda virtud.

Por Javier Navascués

9 comentarios

  
Manuel Villegas Ruiz
Magnífico trabajo, que podría ser el tema para una mesa redonda.
Se ha habado y escrito mucho sobre el absolutismo de los Borbones, pero poco o casi nada sobre el intervencionismo de los Reyes Católicos y descendientes, en la vida de los ciudadanos.
Tengo fotocopias, estudiadas y conservo en mi casa Actas capitulares del Regimiento municipal cordobés. Reflejan el palpito de la vida diaria de los cordobeses
Los Caballeros veinticuatro, Regidores en otros municipios. Han de pedir permiso a S. M. Para
pagar el salario (nunca dicen limosna) que han de darle a los pobres, tanto a los Hispanos, cuanto a los extranjeros.
Existe el oficio municipal de "procurador" de pobres, así como el de Padredo huerfanos.
Estoy dispuesto a exponer este tema en una mesa redonda o charla-conferemcia..
Tengo terminado un libro sobre este y esta a falta de mecenas que lo
Publiqe
26/04/23 11:19 AM
  
JUAN NADIE
Creo que hay un escrito del conde de Floridablanca, sobre la ayuda a la independencia de EEUU, en el que predecía que había que tener cuidado, de que por ayudar a la lucha contra un enemigo presente, Inglaterra, podía conducir a un enemigo posterior muchisimo mas fuerte por su potencial tamaño y capacidad y por su ubicación. Resultó profético. A España probablemente no le quedaba otra que hacer lo que hizo. Además el exito de la ayuda española fue la eficacia de sus combatientes, con Galvez a la cabeza. En EEUU, eso se tapa y se magnifica la ayuda francesa, que es mucho mas chic y cool, pero me temo que como siempre pudo ser mucho mas eficaz la acción española que la francesa, especialmente si hablamos de dar tortas.
26/04/23 11:33 AM
  
Cos
"el nivel de alfabetización existente en 1767, cuando fue expulsada la Compañía, rondaba el 40%, a principios del siglo XIX rondaba el 10%".

Yo los estudios que he visto hablan de un aumento lento pero constante de la alfabetización a lo largo del siglo XVIII ¿40% de alfabetización en 1967? ¿Podría el entrevistado aportar fuentes?

¿Los Borbones destruyeron la economía americana? Tampoco. El mito de la economía meramente extractiva española.
"Casi todos los viajeros que recorrieron Vene­zuela, como Francisco Depons, Humboldt y Dauxion Lavaysse coincidieron en apreciar en ella una sociedad en plena transformación y crecimiento demográfico, económico y social".
"La economía colonial muestra un comportamiento sorprendente, que desafía mucha de la historiografía sobre el tema. Para finales del siglo XVIII la colonia había alcanzado un alto gra­do de diversificación de su base agro-económica y sector externo, así como un nivel de ingre­sos muy alto para la época; por otra parte, la destrucción causada por la guerra de indepen­dencia es mucho menor de lo que comúnmente se presume".
redalyc.org/journal/5745/574562191002/movil/

EL PIB DE LA NUEVA GRANADA EN 1800: AUGE COLONIAL, ESTANCAMIENTO REPUBLICANO
scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0124-59962006000200007

En la Nueva España:
"En la segunda mitad del siglo XX, hubo un debate respecto a cuál era la aportación del sector manufacturero en el PIB a finales del período colonial. Rosenzweig (1963) lo calculó en 29% para el año de 1800, mientras que el sector agrícola aportó el 56% en el mismo año. Coatsworth (1990) fue menos generoso con respecto a las manufacturas y lo sitúo en 22.3%. No obstante, con esta cifra, el sector manufacturero se situó sobre todos los demás sectores (cuadro 1). El sector minero aparece en quinto lugar, después de la manufactura, el sector agrícola, la ganadería y el comercio"
redalyc.org/journal/413/41356919009/html/

Tampoco estoy de acuerdo con que la llegada de Felipe V supusiese el cambio de la corte al estilo de Carlos I. Ni, por supuesto, de que España se convirtiese en un títere gobernado por Luis XIV. Si acaso, solamente al principio. Felipe V fue un verdadero rey de España con una corte española.
"las posturas tanto en España como en Italia ante el intento de Felipe V, insatisfecho con las cláusulas del Tratado de Utrecht, de reconstruir el Imperio español, y en este sentido nos hace repensar la narrativa habitual acerca de la historia de Europa ...haciendo especial énfasis en la contribución personal del propio Felipe V en la consecución de este resurgir español. "
El resurgir español 1713-1748. Christopher Storrs
despertaferro-ediciones.com/revistas/numero/el-resurgir-espanol-1713-1748-christopher-storrs/
26/04/23 7:59 PM
  
Cos
¿Von Humboldt recibió facilidades para viajar por la América española por los tratos de la masonería? Von Humboldt era un científico y esa era su carta de presentación. Además, si no recuerdo mal tuvo que salir por piernas de algún sitio. Creo que de Lima. Las expediciones científicas por América y el resto del mundo son una gloria de la España dieciochesca.
Además América se fue poblando a lo largo del siglo de magníficas instituciones científicas, como el Instituto de Mineralogía de México o el Instituto Hidrográfico de Lima.
"Con Celestino Mutis se formaron Francisco José de Caldas, que estimuló la física y las ciencias naturales en la Nueva Granada; Eloy Valenzuela, Francisco Antonio Zea; quien fuera director del Jardín Botánico de Madrid, José Tadeo Lozano, zoólogo, botánico y pedagogo; el pintor Salvador Rizo; y José Ignacio de Pombo, promotor de la ciencia en el caribe neogranadino; (Soto, 2004, 2005) el cartagenero Fray Diego García, explorador en busca de las especies granadinas de la Quina (Manlla y Díaz, 1944) y Pedro Fermín de Vargas, exponente de los estudios en las áreas agropecuarias (Tisnés, 1979). Entre todos, ligados al magisterio de Mus, sentaron las bases y precedentes de la ciencia moderna en Colombia".
academia.edu/44526275/Los_in%C3%ADcios_de_la_Ciencia_Moderna_en_el_caribe_neogranadino_Pedro_L%C3%B3pez_de_Le%C3%B3n_teor%C3%ADa_y_pr%C3%A1ctica_en_la_cirug%C3%ADa_de_la_Cartagena_del_siglo_XVII

Y se estaba a la última de lo que pasaba por el mundo:
"Las expediciones científicas impulsadas y patrocinadas por la Corona española fueron dotadas de péndulos astronómicos y cronómetros marinos, al tiempo que los relojeros ubicados en ambas partes del Océano publicaron más de una veintena de manuales y tratados de relojería para atender las dudas de un público creciente ...
La orden provenía directamente del rey Carlos III, quien desde 1783 le había aprobado a Mutis su solicitud de instrumentos como primer Botánico y Astrónomo de la Expedición Botánica de la América Septentrional”. Sin embargo, contrario a lo que se puede asumir, la correspondencia enviada entre Madrid y Londres muestra que conseguir esta “clase de instrumentos” en Inglaterra no era tarea fácil “por haber mui pocos artífices” y “por los chascos que aquí se experimentan” con ellos, un hecho que nos reitera, por un lado, el mundo extraño de la cronometría en el que Mutis participaba, y por otro lado, la relativa simultaneidad en que aconteció la divulgación de este tipo de técnicas y de tecnología en ambas partes del Océano".
academia.edu/41123597/Los_extra%C3%B1os_hombres_de_segundos_Medici%C3%B3n_y_percepci%C3%B3n_de_las_fracciones_del_minuto_por_parte_de_los_ilustrados_neograndinos
26/04/23 8:22 PM
  
Masivo
Me ha sorprendido que se incluya a Fernando VII en la lista de masones.
27/04/23 7:57 AM
  
Jorge
Aprecio una buena descripción histórica, sin embargo no comparto el análisis que hace el autor de la misma.

La potencia económica en el siglo XVIII fue Francia, mientras que España se encontraba lento declive, por las inútiles guerras de religión y dominios se territoriios europeos irrelevantes para su política. Inglaterra salía de su revolución y se encaminaba a lidiar con Francia en el dominio de los sustos globales. El rival para Inglaterra, los Borbones.

La independencia de los EEUU no se debe a Francia ni a España sino a los Borbones, por lo que Inglaterra no se detuvo hasta terminar con ellos en Francia... promoviendo la barbarie de la Revolución Francesa.

si EEUU no se separaba de UK con la ayuda de los Borbones, ese territorio no sería hoy muy diferente de Canadá o Australia, con una población de unos cuentos millones y exportando materias primas principalmente... pero tiene más de 300 millones y es la principal potencia económica del globo... sin esos EEUU Europa no habría salido de sus dos guerras mundiales con los resultados que todos conocemos
27/04/23 6:34 PM
  
Cos
España no se encontraba en un lento declive en el siglo XVIII, sino en un periodo de resurgimiento, tal y como diagnostica Christopher Storrs. Con problemas no resueltos y errores económicos que generan una gran inflación en la segunda mitad del siglo. Y con la caída hacendística y crisis del 93. Pero en América se vive una época de crecimiento.
Francia también tenía problemas económicos y crisis de carestía. El mayor declive se vivió en el siglo XVII, donde la monarquía estuvo a punto de colapsar y la crisis económica fue mucho mayor. Creo que hay infinidad de factores que nos indican la diferencia entre ambos periodos como la comparación en el volumen de infraestructuras creadas, la generación de industria o la capacidad de crear tecnología propia.

La unidad borbónica es un mito. Como dice Cesáreo Jarabo en la entrevista el momento que podríamos considerar de subordinación a la política francesa fue con Godoy, pero en esa época la política de pacto se llevó a cabo con el gobierno republicano, no con la monarquía. Con al diferencia de que él contempla la situación, como suele hacerse habitualmente, como un eslabón que llevaría al momento fatal de la derrota española, mientras yo creo que no tenemos porqué considerar que estuviésemos contemplando otra cosa que una serie de meras circunstancia históricas que se hubiese podido corregir con el tiempo. Lo contrario suele ser siempre la postura progresista: Todo irremediablemente conducía hacia ... la "progretud".
El reino de Nápoles y las dos Sicilias también estuvo gobernado por borbones y su desarrollo histórico fue distinto.
Además Godoy ni si quiera era bien visto por el pueblo (en parte antipatía generada por los grandes de España. No hay que ver a Godoy como a una caricatura). Incluso:

"Con excepción de unos pocos individuos, Francois López dicen que “todos los españoles, incluso los más destacados ilustrados, incluso los llamados ‘preliberales’, fueron horrorizados por la tremenda violencia de los acontecimientos de Francia a partir de 1793-1794. Es que esto no tenía ya nada que ver con la tan moderada Ilustración española”".

Aún así Godoy escribía en sus memorias:
"“reinaba España entonces del uno al otro polo en las Américas, tenía ricos dominios en África y en Asia, y el sol como se ha dicho tantas veces, a todas horas alumbraba alguna parte de sus innumerables posesiones... En todas circunstancias, aun las más comunes, se necesitan aliados, si la neutralidad se hace imposible; y ¿Quién mejor que la España hubiera deseado poder contar con la Inglaterra para tenerse neutra en las contiendas de la Europa, y atender holgadamente a su conservación y a la conservación de sus dominios de ambas Indias?”. Pág. 34

Aranda, en 1761:
“Siempre he considerado á los ingleses nuestros mayores y precisos enemigos, por razón de los intereses; y á los franceses nuestros peores amigos, después de la estrechez de sangre que reina”". Pág.30

Y Jovellanos en 1795: “Cuánto mejor fuera tener la paz y estar siempre entre estos dos poderosos enemigos, disfrutando su protección y contrapesando sus fuerzas...I”.

Los pactos de familia estaban supeditados a la necesidad de hacer frente a Inglaterra, especialmente en el periodo que siguió a la guerra de independencia estadounidense, cuando ésta comenzó a superar a España en sus enfrentamientos navales. Pero la política española en su intención siempre fue la de tratar de generar un equilibrio entre las dos potencias a través del cual establecer una neutralidad beneficiosa.
"Podríamos decir que España formó parte de los países que componían el equilibrio de Europa; “España es la balanza de Europa” por estar llamada a equilibrar los dos antagonismos: apoyar a Inglaterra contra Francia o al contrario, aunque evidentemente era una balanza basada en intereses de Estado." Pág.31

JOSÉ ESPINOSA Y TELLO Y SU APORTACIÓN A LA HISTORIA DE LA HIDROGRAFÍA. María del Pilar Cuesta Domingo
.eprints.ucm.es/id/eprint/2338/1/T17655.pdf
27/04/23 8:48 PM
  
Jorge
El lento declive de España se gesta con los Los Habsburgo, y el XVIII fue la oportunidad de revertirlo... pero no se tuvo éxito a pesar del esfuerzo Borbon.

Godoy, para cuando fueron expulsados los jesuitas, no había nacido.

La Revolución Francesa es consecuencia de la revolución americana, pues Inglaterra jamás perdonaría lo hecho por los borbones a favor de la independencia de los EEUU.... España tenía una posición frágil en ese momento, y su
pusilanimidad sólo sirvió para alargar la espera para perder los territorios en América a favor del imperio británico.

Si Francia borbonica hubiera perdurado, en alianza con los nuevos EEUU... el Imperio británico no hubiera podido hacerse de hispanoamericana tan fácilmente como lo hizo.

¿Quién mejor que la España hubiera deseado poder contar con la Inglaterra para tenerse neutra en las contiendas de la Europa, y atender holgadamente a su conservación y a la conservación de sus dominios de ambas Indias?... qué traidor dijo semejantes palabras?
28/04/23 12:55 AM
  
Walter Gutierrez
Grave error y falta de informacion tildar de masones a Manuel Belgrano y al Gral. San Martin....los autores revisionistas Argentinos ya terminaron con esa falacia y anacronismo histórico.
20/07/23 3:54 AM

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